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T.E. {JiKook} por MinMagnus

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Notas del capitulo:

¡Hola!

Aquí, después de tanto tiempo, Min Magnus vuelve a la carga. En esta ocasión os traigo un one-shot JiKook (JiminxJungKook de BTS). Espero que os guste. ~

POV JIMIN.

 - ¡Déjame en paz, no quiero saber nada más de ti! - Gritó mientras cerraba la puerta bruscamente ante mis narices.

- ¡Jungkook, abre la maldita puerta y escúchame, por favor! - Golpeé la puerta con el puño, apoyando mi frente en ella. - Por favor, Jungkook...

- Eres un imbécil. - Fue lo último que dijo.

 

Mi nombre es Park Ji Min, y soy un auténtico gilipollas.
El que está encerrado en la habitación (posiblemente llorando por mi maldita culpa) se llama Jeon Jung Kook. Somos compañeros de piso y pensaba que podríamos ser algo más que eso... Hasta que metí la pata.

Nos conocemos desde que coincidimos en la misma academia de baile hará unos... Dos años y pico. Hace cinco meses me declaré, bueno, nos declaramos, tuvimos un momento de estos que parecen sacados de películas románticas y ambos confesamos nuestros sentimientos. Decidimos no empezar a salir y tener citas, dejar que la cosa avance y fluya por sí sola y así poder conocernos más y tener claros nuestros sentimientos pero, hace una semana, una vieja “amiga” mía me llamó para quedar y rememorar viejos tiempos. Una arpía, mejor dicho. La maldita quedó conmigo para ser “popular” ya que gracias a la academia de baile, en mi país me he vuelto algo más conocido (junto con Jungkook y cinco chicos más). Me tendió una emboscada y en cuanto estuvimos un rato charlando y riendo, me besó. Yo la aparté en seguida, pero para entonces sus amigas, escondidas, ya tenían fotos suficientes para crear un romance falso.
Claro, como querían popularidad se las entregaron a la empresa de mi academia, BigHit. Genial, todo perfecto. En cuanto Jungkook vio las fotografías, no quiso saber más de mí, ni si quiera me deja explicarle la situación. Me evitaba en todo momento y en los ensayos y actuaciones pedía al director que no tuviese que tener contacto conmigo durante las coreografías. Nuestra relación se basaba únicamente en ser compañeros de escenarios y actuaciones, nada más. 

Tras dedicarme a pensar en como podría solucionar las cosas, mi teléfono móvil comenzó a sonar. “Jiyeon”. ¡¿Qué?! ¡¡¿¿Esa arpía se atrevía a llamarme después de todo??!! Descolgé la llamada.

 - ¿Qué es lo que quieres? - Dije serio mientras salía del apartamento.

- J-Jimin oppa...

- No me llames “oppa”, no soy nada tuyo. - Hablé firme y cortante.

- Tae me ha llamado, me ha dicho que he creado problemas entre tu pareja y tú... Lo siento... - Escuché como emitía un sollozo y suspiré. Tae, también conocido como V, es mi mejor amigo desde pequeños. Tenemos la misma edad, sólo soy mayor por meses y bueno... Él siempre sabe todo sobre mí.

- ¿Y?

- Me gustaría poder ayudarte, iré allí y explicaré mis intenciones y que tú no tienes nada que ver con... - Lancé el móvil al suelo con fuerza, haciendo que se rompiese. Me daba igual, no me interesaba ahora mismo ese cacharro, sólo me interesaba recuperar a mi pequeño, a mi bebé, al que tanto me ha hecho sonreír en estos últimos años.
Me dejé caer de rodillas al suelo mientras algunas lágrimas rodaban por mis mejillas. “No puedo más, te necesito...”, pensé.

 

~ Al día siguiente... ~

 

Como cada mañana, todos estaban sentados ya en la mesa de la cocina para comenzar a desayunar. Yo simplemente me acerqué a Jin hyung y le agradecí el desayuno al mismo tiempo que me disculpé por no aprovecharlo. Sinceramente, no tenía ganas de comer, algo totalmente extraño en mí.

Hoy era un día agotador para los mayores ya que tenían que hacer muchos preparativos para nuestro próximo lanzamiento. Me quedé solo en casa; Jin, Yoongi, Monie-hyung y Hoseok tenían que irse por el tema de preparativos; Taehyung salió a no sé donde, al parecer tenía un asunto pendiente y Jungkook... Me imaginé que no querría estar a solas conmigo en casa.

Decidí tirarme en el sofá y quedarme ahí viendo la televisón hasta que mis ojos comenzaron a pesar y quedé totalmente dormido. Esos días no había dormido bien y el sueño ganaba por goleada.

 

~ 25 minutos después... ~

 

El sonido del cierre de la puerta me despertó. Abrí los ojos y me imaginé lo despeinado que debía estar ya que hasta un hilillo de baba había caído sobre el sofá (cosa que oculté con un cojín). Miré sobre el respaldo y ahí estaba él, con un rostro serio. Ni si quiera se detuvo a mirar si era yo el que estaba o era otra persona, directamente entró en su habitación y se encerró en ella.

 

“¿Algún día me creerás...? ¿Podrás confiar en mí y entender que te amo...? Lo he dado todo por ti, no podría hacerte daño...”, pensé y, tras eso, abrí los ojos de par en par. "Lo tengo."

 

POV JungKook.

Mi nombre es Jungkook y soy un imbécil por enamorarme.
Aún a pesar de haber visto esas imágenes, él sigue negándome aquello, sigue mintiéndome pero, por alguna extraña razón, no le odio y algo en mí quiere confiar en él.

Desperté y me vestí, no tenía intención de quedarme en casa hoy tampoco si iba a estar a solas con él. Salí de mi habitación y, para mi sorpresa, no había nadie.
Pasé mi día normal, ya empezaba a oscurecer y al ver que tardaban en llegar, decidí cenar algo sin ellos. No había comido en todo el día y tenía hambre. Al llegar a la cocina, me encontré con una nota pegada con un imán a la nevera.

 

 Para JungKook:

 No preguntes, sólo sigue las instrucciones y confía.

Ve hacia el pasillo del edificio, encontrarás el siguiente paso.

No faltes, por favor.

 T.E.

 

¿T.E.? ¿Quién es T.E.?

Arranqué la nota del frigorífico y salí de casa. No sabía el motivo, pero algo me decía que siguiese las instrucciones, quizás fue por mera curiosidad sobre la siguiente nota. Me encaminé por el pasillo del edificio, no sabía si seguir hacia arriba o hacia abajo hasta que me percaté de una flecha dibujada con tizza en el suelo que indicaba hacia las escaleras superiores. Fui hasta allí y al pisar el segundo escalón, vi la segunda nota en el suelo.

 

Si te digo quien soy, ¿te darías la vuelta?

No lo hagas, tan sólo recuerda cada momento.

Recuerda que una vez, por éste mismo camino,

algo mágico sucedió para dos personas...

Sigue subiendo.

 

Volví a llevarme la nota, ésto empezaba a ponerme nervioso. Seguí subiendo y en el segundo piso, en la puerta de un vecino, estaba la siguiente nota.

 

¿Recuerdas? Mientras subíamos esas escaleras,

empecé a hacerte cosquillas y al intentar huir,

chocaste contra la puerta de éste vecino, provocando

que tuviésemos que correr hacia arriba al ser

tan tarde...

 

Un camino de flechas conducía hacia arriba.

 

- ¿Jimin...? - Pensé. Estaba temblando y aún más cuando caminé por las escaleras y me encontré con que en las paredes había frases... No frases cualquieras, las pude reconocer fácilmente.

 

- ¿Sabes, JungKook...? Soy perfecto.

- Maldito egocéntrico...

- No, soy perfecto ahora mismo porque te tengo a ti

a mi lado, conmigo. Eres mi perfección, haces que

todo lo malo se marchite y mis ojos únicamente

vean algo bonito y feliz.

 

~

 

No puedo prometer que estaremos juntos para siempre,

pero te prometo que nunca me iré de tu lado.

 

~

 

Cuando te pida salir, lo haré bonito, será una sorpresa,

quiero que sea algo taaan mágico, que jamás olvidarás.

 

~

 

Seguía subiendo mientras leía todas esas frases, mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas y me encontré otra nota entre todos esos recuerdos.

 

Pequeño... Sé que es difícil de creer, pero,

¿realmente piensas que después de tanto tiempo

podría hacerte algo así...?

He cometido fallos, hemos discutido algunas

veces por tonterías pero, ¿a caso no hacen eso las

parejas? Sentir celos, picarse el uno al otro...

 

Mi corazón latía a un ritmo desenfrenado, no podía creer todo aquello, realmente Jimin estaba loco... Y le volvía loco a él. Cuando llegué al último piso, donde había una escalerita que subía hasta la terraza, me encontré otra nota.

 

Quiero que subas y comprendas que mi amor

te pertenece a ti, mi corazón es tuyo.

No quiero estar con nadie más.

 

Sequé mis lágrimas con la mano y subí las escaleras. Allí me encontré algo que me dejó atónito, algo que realmente me hizo llorar. Estaba lleno de velas y pétalos, algo que hacía contraste con el brillar de la Luna y las estrellas; justo en medio, una enorme manta con unas almohadas y otra nota sobre ellas. Me acerqué sin pensarlo y con manos temblorosas, leí esa nota.

 

Léela en voz alta, con claridad...

 

¿Recuerdas...? Ese mismo día, en este mismo lugar,

te dije lo que sentía en ese momento. Me declaré,

por primera vez te dije que te quería y que, si tú

me lo permitías, seguiría conociéndote más,

conquistándote para que todo fuese mejor.

Justo aquí, mientras mirábamos las estrellas

y reíamos como tontos, nos besamos por primera

vez. Fue tan mágico, tan perfecto... Jamás olvidaré

ese día.

Y es que soy estúpido por no saber como hacerte

feliz, pero, ¿sabes? Incluso así...

Soy tu estúpido.

Y es que, Jungkook, yo...

- Yo te amo. - Esa dulce voz tierna me sobresaltó. Giré y ahí estaba él, de pie, con esa hermosa sonrisa que aún siendo sincera, mostraba nerviosismo. Me quedé inmóvil, sin saber qué decir ni qué hacer. Realmente le creía, confiabaen él, no podría haberme hecho algo así.

Jimin comenzó a acercarse y yo... Yo sólo supe abalanzarme sobre él y rodear su torso con mis brazos, escondiendo el rostro en su pecho. Dejé libertad a mis lágrimas y alcé el rostro. - Te amo, Park Ji Min, te amo... Perdóname, yo no quería desconf-... - Posó su dedo índice sobre mis labios, y negó con la cabeza; deslizó sus suaves dedos por mi mejilla, haciéndome ladear inconscientemente el rostro y acto seguido colisionó ambos labios en un dulce beso sincero. Elevé mis brazos hasta rodear su cuello con ellos mientras sentía como él acariciaba los laterales de mi cuerpo con sus manos. Me separé un poco de sus labios, unos simples milímetros y miré sus ojos. -

- Jungkookie... ¿Quieres ser mi novio? - Al oír sus palabras, asentí con la cabeza y volví a besarle. Sentía mariposas en el estómago y una enorme felicidad, mis ojos estaban cristalizados pero no dejé salir lágrimas; estaba tan hipnotizado con sus besos y caricias que no me percaté de cuando habíamos acabado tumbados en aquella enorme manta, teniéndole a él encima sin apartar sus labios de los míos. Su lengua comenzó a acariciar mis labios en busca de un pase, un permiso hacia mi cavidad bucal; sin dudarlo, se lo concedí, entreabriendo mis labios lo suficiente como para sentir aquel cálido músculo entrar. Dejé que vagabundease por mi boca hasta que no aguanté más y acaricié su lengua con la mía, comenzando un juego que, por el suspiro que soltó el mayor, le agradaba tanto como a mí. Jimin, dudoso, coló las manos bajo mi camiseta, acariciando mi piel con timidez y yo simplemente me separé de sus labios para mirarle a los ojos.

 - Jiminie, no temas... Quiero hacerlo... - Susurré.

 

POV JIMIN.

 

Al oír aquellas sinceras palabras, asentí con una sonrisa de oreja a oreja. Aquella iba a ser nuestra primera vez y no podía estar más nervioso, temí hacerle daño. No tardamos en acabar desnudos; primero camisetas, luego zapatos, calcetines, pantalones y finalmente la ropa interior. Estábamos ambos completamente desnudos bajo aquel manto de estrellas que brillaban sobre nosotros; aún me encontraba encima suya, mordisqueando y lamiendo su cuello mientras mi cuerpo se movía en un vaivén que provocaba que ambos miembros se rozasen. Pude notar como la erección del menor se endurecía más mientras la fricción contra la mía iba en aumento.

Bajé mis labios por su piel hasta su clavícula, dejando mordiscos y besos por su piel; me detuve un momento para introducir dos dedos en mi propia boca y humedecerlos con la lengua en lo que el menor, tras ver aquello, abrió las piernas para dejarme espacio. Una vez listo, llevé aquellos dedos a su entrada y la acaricié a la par que descendía más con mis labios, atrapando una de las tetillas del más joven; la lamí, succioné e incluso mordí un poco, erizando la piel del ajeno y provocando así que arquease su espalda; aquellas imágenes sin duda me parecían excitantes y estaba más que deseoso en poder probarle. Acabé introduciendo los dedos con cuidado; primero uno, dilatando y esperando a que mi novio se acostumbrase a aquello; luego el segundo, que al principio le molestaba pero se acostumbró incluso más rápido que al primero. Noté como su entrada estaba lo suficientemente dilatada en cuanto oí aquel hermoso gemido que sonaba perfecto ante mis oídos.

Saqué los dedos y me posicioné entre sus piernas; le miré a los ojos y él me dedicó una sonrisa, asintiendo en un gesto de afirmación para que comenzase con la intrusión. Así lo hice, guié mi miembro con la mano hasta la entrada del joven y empecé a entrar en él con lentitud. Su estrechez apretaba mi miembro en demasía pero, por alguna razón, aquello sólo me volvía loco, me hacía tener ganas de más. Una vez algo más del glande estuvo dentro, me tumbé sobre él y al ver su cara de dolor, comencé a repartir besos por su hombro, cuello y vuelta al hombro, recorriendo su piel. Seguí adentrándome en él, oyendo algún que otro pequeño quejido que parecía intentar ocultarse entre mis placenteros suspiros.

Mi miembro ya estaba en su interior; se notaba caliente, húmedo y aunque suene tontería, parecía que estaba hecho para mí. Sus paredes interiores se amoldaban a mi pene, adaptándose a la perfección pero sin dejar de apretar y causarme unas ganas controladas de querer embestirle con fuerza desde el principio. Cuando vi aquel precioso rostro con ojos cerrados, me acerqué a su oído.

- ¿E-estás bien... ? ¿Quieres parar...? - Susurré, mordiendo levemente el lóbulo de su oreja.

- ¡N-no! Estoy bien... Ahora sí, muévete...

Noté sus manos en mi espalda y me dedicó una sonrisa nerviosa; sin más lentitud, comencé a moverme en un vaivén a un ritmo normal al principio. La fricción de sus paredes interiores con mi erección era algo maravilloso, indescriptible para el ser humano; nunca en mi vida pensé que sería tan increíble. Los movimientos no cesaban, tan sólo aumentaban más de ritmo y fuerza, profundizando en su interior; las uñas del menor, a medida que las embestidas iban a más, se clavaban en la piel de mi espalda y descendían y ascendían. Nuestros gemidos se hacían cada vez más intensos, casi al unísono incluso. Una perfecta melodía en un perfecto momento.

Ambos sentimos aquel ardor en nuestras zonas íntimas que se intensificaban a cada estocada. Nos miramos, nos besamos entre gemidos y, finalmente, ambos llegamos a aquel buscado y merecido orgasmo. Me sentí en una nube, mi vista se nubló en el tiempo en el que me descargaba en su interior, llenándole de mi esencia sin preocupación mientras el menor llenaba ambos abdomen.

Dejé caer mi cuerpo un poco sobre el suyo y le abracé como pude; él, sin pensarlo, también me abrazó.

 - Te amo... - Susurré y besé sus labios.

Salí de su interior pero no me aparté de encima de mi novio. No dejábamos de sonreír, besarnos y quedarnos largos minutos mirándonos a los ojos. Sobraban palabras, aquello había sido perfecto... Él era perfecto.

- Jiminnie... - Interrumpió el silencio, yo simplemente le miré. - Te amo, y no quiero que me dejes jamás.

- No te dejaré, eres mío, soy tuyo, somos uno. Eres mi alma gemela, la pieza más importante de mi puzzle... - Acaricié su mejilla y junté ambas frentes, mirándole a los ojos a esa distancia. - Juntos para siempre, mi pequeño...

Notas finales:

¿Qué tal? ¿Os ha gustado?

Quiero avisar que próximamente haré de esta OTP un fanfic con bastantes capítulos. Mientras tanto, iré haciendo one-shots de otras couples.

¡No os olvidéis de los reviews!

 

Twitter: @MissBangtan_
Ask: ask.fm/RevengeBaby

 

Gracias. ^^


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