Sungjong se tiró sobre el sofá y encendió la televisión, Myungsoo cruzó el umbral de la puerta rascándose la cabeza y con todo el pelo alborotado, el menor no pudo evitar sonreír, pero el otro no le vio.
-Veamos mi programa mañanero favorito-dijo Myungsoo
-Es decir, DIBUJOS-rió Sungie- Hora de Aventuras o El Maravilloso Mundo de Gumball
-Ehhh, no te quejes-lloriqueó con unos lindos morritos
-Si me pones esa cara me quejaré aún más para que la pongas más veces
-Callah yah¡
Sungjong estalló en risas mientras Myungsoo se lanzaba sobre el sofá y ponía Boing, sí, no estaba de coña, a Myungsoo le gustan los dibujos. Observaron la intro de Hora de Aventuras durante los escasos 5 segundos que dura, pero tras el primer episodio golpearon los anuncios, el famoso anuncio que todo el mundo comentaba era de un banco sobre los estereotipos y demás cosas.
-Los niños de azul, las niñas de rosa…..-decía el anuncio
-Eso es una gilipollez-se quejó Sungjong-Yo visto rosa y soy un hombre
-Buah, jajajajajaja eso es un decir-rió Myungsoo
-Gilipollas, hijo de….tu madre no tiene la culpa, capullo de mierda, asqueroso-gritó golpeándole
-Yah, yah, yah
Myungsoo sujetó los brazos de Sungjong contra su cuerpo en un fuerte abrazo, cuando este se calmó un poco, comenzó a acariciar su pelo con suavidad y ternura mientras susurraba un dulce “shhhshhh”, el anunció llegó a esa parte en la que todos se reían, “en sábado” decía la voz mientras una mano masculina retiraba un tirante del sujetador a una muchacha, Myungsoo rió discretamente pensando que él no retiraba sujetadores justamente, entonces notó unas cosquillas en su pierna, Sungjong estaba acariciando su rodilla con lentitud.
-Hoy es sábado-susurró insinuante
-Noooo, es viernes-afirmó L
-Nop, viernes fue ayer, baby-sonrió Sungie rozando la entrepierna del mayor-Hoy ya es sábado
-No….toques
Myungsoo golpeó débilmente la mano del menor, pero este no se dio por vencido, Sungjong acarició los puntos débiles de L, sus muñecas, el interior de sus codos y todas esas zonas en la que la piel era demasiado fina, la respiración de Myungsoo empezaba a desaparecer de vez en cuando, pero se controlaba. “Deberías arreglarte” suspiró “tienes comida con tus padres”, Sungjong no quitaba sus manos de él, la piel de Myungsoo era demasiado adictiva, “Solo quiero comerte a ti” respondió lamiendo su cuello, el mayor comenzó a reír, pero quedó en un comienzo, ya que su risa se ahogó en pequeños gemidos que intentaban quedar encerrados en su garganta, pero pocos, muy pocos lo lograban.
-Dúchate, no quiero ser la causa de que llegues tarde, no llegues o llegues cojeando
-ME.DA.I.GU.AL.JODERRRRRRRRR-gritó Sungjong subiéndose sobre Myungsoo
Sungjong intentaba cazar esos labios tan ansiados, pero Myungsoo era reacio a ello, siempre quitaba la cara, finalmente se lo quitó de encima y el menor calló al suelo no demasiado fuerte, un mohín se dibujó en su rostro pero L no dio su brazo a torcer, por más que le insistiera al pequeño Sungie este siempre negaba fuertemente, al final Myungsoo cogió a Sungjong en brazos y acarreó con él hasta el cuarto de baño, donde le sentó en el retrete.
Sungjong permanecía cabizbajo sin moverse un milímetro así que L comenzó a desvestirle, cosa que no fue muy costosa ya que solo llevaba unos pantalones cortos y una camiseta ancha, nada más, sí, nada de ropa interior para tapar/proteger/sujetar su intimidad, Myungsoo se quedó embelesado sin querer, el cuerpo de su pequeñín, su bebín, era hermoso, perfecto, frágil, buah, ya se estaba poniendo moñas, Sungjong levantó los ojos lentamente, y aunque su cara era una morriña para dar pena, sus ojos estaban cargados de deseo retenido, y Myungsoo estaba en una cuerda floja, unos milímetros y caería al vacío, a la perdición, donde su locura se desataría y Sungjong obtendría aquello que tanto pedía.
-Myung….
Pero Sungjong no terminó, pues los labios de Myungsoo ya habían capturado los suyos nada más escuchar el comienzo de su nombre, él había caído en ese precipicio, en el vacío, la voz de su pequeño le había desequilibrado como una ráfaga de viento, su lengua acariciaba la de Sungie impidiéndole hablar, pero claro, no es como si a él le importase. Myungsoo enterró sus manos en el pelo del otro mientras que este marcaba la piel de su espalda con sus uñas, Sungjong se levantó lentamente mientras L le rodeaba con sus brazos en un firme abrazo, el menor enredo sus piernas alrededor de la cintura de Myungsoo, quien cargó con él por el cuarto de baño hasta encontrar en lavabo, las manos del menor buscaban algo sólido mientras los fuertes brazos del mayor le sujetaban para que no callera, Sungjoong cumplió su misión, una mano de Myungsoo abandonó el cuerpo de su dongsaeng para retirar de un manotazo todo lo que estuviera en ese lavabo para sentarle cómodamente.
-Quítatela ya- suspiró Sungjong tirando de la camiseta de Myungsoo en cuanto este soltó sus labios
Myungsoo alzó sus brazos para que Sungjong pudiera retirar su camiseta, el rubio se deshizo de ella tirándola a alguna esquina de aquel lugar, acto seguido volvió a capturar los labios del mayor.
-En…serio…que…deberías…ducharte-consiguió suspirar L entre beso y beso
Sungjong mordió el labio inferior de Myungsoo y lo arrastró lentamente, era una forma bastante sensual de decir que no, de repente L bajó a Sungie del lavabo y lo giró bruscamente, alzó sus manos hacia el espejo y sostuvo las del menor con solo una de las suyas, la otra recorrió la cintura del otro hasta encontrar su sexo, el cual rodeo repentinamente y comenzó a sobar con parsimonia, Sungjong mordía sus labios intentando no excederse, pues sus vecinos habían vuelto y no había música de apoyo, Myungsoo aumentaba la velocidad de su mano, masturbando salvajemente a su pequeño. Continuaba, continuaba, y continuaba, tras un par de minutos a velocidad de Ferrari, Sungjong se corrió en la mano de Myungsoo.
-¿Qué, te gustas mirarte en el espejo?-susurró Myungsoo con una voz sexual antes de lamer la oreja de Sungjong
El menor musito una pequeña risa de satisfacción al ver su rostro lleno de sudor, con los labios entreabiertos, y sobre todo con el rostro de Myungsoo en su cuello, lamiendo su oreja y con una mirada de superioridad sensual.
El moreno abandonó al pequeño en aquel lavabo intentando recuperar la respiración, se sentó en la bañera y abrió los grifos, el agua caliente corría libre junto con la fría para crear la temperatura perfecta, la bañera se llenó en cuestión de minutos, los que tardó Sungjong en volver a la normalidad. Myungsoo se levantó y desabrochó el cordón de su pijama, los pantalones se deslizaron lentamente por sus piernas hasta tocar el suelo para luego ser apartados con el pie, se metió dentro y hundió su cuerpo en el agua, apoyó la cabeza en el poyete al lado de los grifos y cerró los ojos, relajó su respiración junto con sus músculos y mente, entonces sintió como el agua subía un poco más, unas manos se posaron en su pecho y sintió el peso de un cuerpo sobre sus piernas, sus ojos se entornaron para abrirse pero unos dedos finos se lo impidieron con suavidad, Sungjong atacó su cuello con parsimonia mientras sus endiablados dedos jugaban con uno de los pezones de Myungsoo.
-Ayudaré a los vecinos-suspiró el rubio
Aunque L no abrió los ojos notó perfectamente lo que hacía, su brazo se estiró y alcanzó el pequeño reproductor, en el cual sonó “Set fire to the rain”, su mano volvió pero esta vez rozó la parte baja del moreno, quien notó que se estremecía a pesar de que aún no le había tocado en su punto débil, pero Myungsoo no duró mucho siendo torturado, no, eso no era lo suyo, sujetó con fuerza las caderas de Sungjong para girarle.
-No aguantas ni un segundo bajo mi poder-rió Sungjong pervertidamente
-No, baby, sabes que nací para dominarte a ti
La mano derecha de Myungsoo se hundió en el cabello rubio de Sungjong, lo revolvió un poco antes de dar un tirón, el menor mordió sus labios por el dolor pero no se quejó, el mayor capturó sus labios en un feroz beso mientras le obligaba a levantarse, se sentó en el poyete de la bañera apoyando su espalda en la pared y obligó a Sungjong a sentarse encima de él, la verdad es que Myungsoo no necesitaba casi ningún incentivo más, el simple hecho de tener a Sungjong así en sus brazos ya le ponía demasiado, y Sungjong ya había recibido un incentivo anteriormente contra un espejo.
-Te lo explicare bien y rápido-dijo Myungsoo de forma imponente mientras se tocaba a si mismo
-Seh, pero espera que te quito trabajo
Sungjong apartó las manos del mayor sin girarse y las sustituyo por las suyas, de espaladas, comenzó a masturbar a su hyung sin aplicar mucha velocidad pero si la mayor malicia que se le ocurriera, quería hacerlo sufrir a la vez que le daba placer.
-No tenemos mucho tiempo, lo sabes, así que no permitiré quejas, berrinches o esperas-comenzó mientras masajeaba los pezones de Sungjong- Yo mando, yo tengo el poder absoluto, no quiero que me cuestiones o que me desobedezcas, ¿entendido?
-Sí, señor Kim-respondió el menor apretando la punta del miembro de Myungsoo
Myungsoo soltó un gemido profundo, no podría esperar más, pero claro, teniendo en cuenta que él mandaba, NO TENIA QUE ESPERAR. Sungjong no necesitó recibir ninguna orden para saber lo que tocaba, a pesar de que el mayor no le había preparado, y solo era la segunda vez en su vida, estaba demasiado excitado como para esperar, a la mierda todo lo demás, sujetó el sexo de Myungsoo con rectitud y lo colocó en su entrada, se sentó unos pequeños centímetros sin soltarle, cuando estuvo seguro de que no podía desviarse o dañarse pues estaba en la posición correcta, apoyó sus manos en la pared y se sentó rápido para sentir todo el dolor de golpe. Su grito fue potente, le daba igual que L le dijera que no se quejara, aquello era doloroso, entonces sintió las uñas del otro en su hombro, claro que lo que el mayor soportaba eran los gemidos por “respeto” a su dolor, Myungsoo era bueno en ese juego de dominar pero jamás abandonaría su lado sensible, con una mano en la frente de Sungie, L le obligó a apoyar su cabeza en su hombro, su respiración calmada se transmitía al menor hasta que poco a poco se relajó, el moreno acariciaba la intimidad de su dongsaeng como si tratará con un gato, finalmente las manos del menor se posaron firmemente en las piernas del otro y Sungjong comenzó a moverse, lo hacía lentamente, aun trataba de acostumbrarse.
-A warning to the people, the good and the evil.This is war.To the soldier, the civilian, the martyr, the victim. This is war. It's the moment of truth and the moment to lie. The moment to live and the moment to die. The moment to fight, the moment to fight. To fight, to fight, to fight
Myungsoo cantaba, acompañado del reproductor, con la voz más profunda que su garganta podía emitir, cautivando y excitando a Sungjong de forma auditiva, intentando que el dolor desapareciera y solo el placer quedara, entonces fue que percibió un ligero suspiro seguido de un gemido, L comenzó a moverse también, sus caderas iban en la dirección contraria que Sungie para intentar alcanzar mayor profundidad. Los gemidos y gritos dejaron de escasear en aquel baño, Sungjong apenas podía mantener sus labios juntos, le era imposible estar callado, Myungsoo tampoco era una tumba, pero sus gemidos eran gruñidos casuales que solo conseguían excitar más y más a Sungjong.
-Sungjong- gimió Myungsoo- levántate
El menor obedeció lentamente y L siguió su ritmo para no salir de él, recorrió sus brazos lentamente y unió sus manos para luego colocarlas sobre su cabeza, Myungsoo cubrió las manos del menor con la suya, mientras, la otra se dirigió a la cintura de Sungjong y con un ligero movimiento consiguió que se inclinara un poco, haciéndolo todo más fácil. Al principio la lentitud marcaba aquel acto, pero la profundidad reinaba y era el objetivo, Sungjong sentía su cuerpo vibrar cada vez que Myungsoo entraba en él, apretaba sus manos y arañaba la pared, el moreno mordía el hombro del rubio, lamia toda la piel que podía y le besaba, ninguna parte del cuerpo de Sungjong quedaba sin la marca de Kim Myung Soo.
-Argh, sé…que…no debo…argh…cuestionarte-gemía Sungjong- Pero déjame……..suplicarte
Sungjong no pudo terminar la frase, Myungsoo era más rápido, en todos los sentidos, sin duda le había entendido, la rapidez con la que las caderas del mayor chocaban con el trasero de Sungjong era inmedible.
-Más, más….argh
Por supuesto que Sungjong quería más, se sentía como si volara en las nubes, casi podía arañar el cielo con las yemas de los dedos, pero quería entrar en él, quería caminar por las nubes, aunque se arriesgara a hacerse adicto a ello, lo quería. Se agachó un poco más por su propia cuenta, apoyo sus manos en el borde de la bañera, dándole más comodidad a Myungsoo y ofreciendo la posibilidad de más profundidad, el mayor no necesitó ni tres segundos para tomar la oferta, la velocidad que adquirió podría superar con creces a un guepardo en la carrera, la profundidad alcanzada era mayor que si bajaras al mismísimo centro de la Tierra, el agua apenas se movía en la bañera, pero la mampara estaba llena de vaho. La canción del reproductor cambió repentinamente, provocando una ligera risa por parte de Myungsoo al averiguar la canción, la cual era bastante adecuada, sobre todo el estribillo.
Seven devils all around you
Seven devils in my house
See they were there when I woke up this morning
I'll be dead before the day is done
Entonces un gran gemido inundó la casa, Myungsoo sonrió travieso, bingo, los ojos de Sungjong, reflejados en el espejo a través de la mampara, estaban en blanco, su rostro mostraba una expresión que nunca había visto, ni siquiera sabría describirla, instintivamente la mano de Sungie viajó al trasero de L para aferrarse a él, para impedirle que dejara de hacer aquel movimiento, que dejara de alcanzar aquel maravilloso punto, Myungsoo no retrocedió, no perdió de vista el punto de su dongsaeng, y no necesitaba la mano de este para ello. Segundo tras segundo, penetración tras penetración, Myungsoo siempre acertaba, siempre daba en el clavo, Sungjong no podía dejar de gritar, y sinceramente le daba igual quien le escuchara porque él estaba caminando entre las nubes, tocaba las estrellas, estaba en el cielo.
Entonces, repentinamente, Sungjong sintió algo diferente, esta vez era más fuerte, más potente, cada célula de su cuerpo vibraba con fuerza, su cuerpo temblaba, estaba en el paraíso, y la única forma que su cuerpo tenia de hacerle saber al mundo el potente orgasmo que estaba viviendo se materializó en un potente gemido diferente a cualquier anteriormente emitido o escuchado por los oídos de alguno de los dos chicos, Sungjong sentía como una paz inmensa le consumía, se corrió en la mano de Myungsoo, quien aparte de haberle estado sujetando también le había masturbado maliciosamente, a consecuencia de los espasmos, el interior del menor se contrajo, aprisionando con fuerza el miembro de Myungsoo, era casi la misma sensación, el sentirse aplastado en algo tan estrecho, tan caliente, acogedor, le hacía sentirse en las nubes, el orgasmo comenzó en la punta de su sexo y se extendió rápidamente al resto de su cuerpo, pudiendo sentir la paz hasta en la punta de sus dedos, sin pretenderlo, Myungsoo se corrió en el interior de Sungjong, quien al sentir el semen caliente de su seme solo pudo sonreír con más satisfacción. Ambos cayeron lentamente en el agua, Myungsoo permanecía en el interior de Sungjong, la sensación de plena paz les abandonó al cabo de un par de minutos, siendo sustituida por un enorme sentimiento de satisfacción y fatiga, Myungsoo abandonó a Sungjong, este se mordía el labio mientras sentía como su hyung salía de su interior, ambos se tumbaron en la ancha y larga bañera de Sungie, los dedos de L se entrelazaron con los rubios cabellos de su dongsaeng, y un pequeño tirón le obligo a mirarle a los ojos, en cuestión de segundos, los labios del menor fueron atacados en un feroz beso, del que Myungsoo se separó con una pequeña mordida, pero suficientemente fuerte como para hacer sangrar el labio de Sungjong.
Pero no hubo quejas.
Sungie se acomodó apoyando su cabeza en el pecho de Myungsoo, su mano se hundió en el agua viajando a través del estómago del mayor hasta su miembro, Sungjong tenía dudas pero al ver que el otro permanecía con los ojos cerrados sin inmutarse, decidió continuar, su mano acarició el sexo de L con atrevimiento antes de cubrirlo firmemente, al principio se movía con lentitud pero poco a poco aumentó la velocidad.
-I'm friends with the monster. That’s under my bed. Get along with the voices inside of my head. You're trying to save me. Stop holding your breath. And you think I'm crazy. Yeah, you think I'm crazy (crazy)
La voz de Sungjong, con la de Rihanna de fondo, excitaba a Myungsoo, la malicia con la que cada palabra era pronunciada al lado de su oído, como el aliento del menor hacia que la piel de las partes húmedas de su cara se estremecieran, todo era excitante, y teniendo en cuenta que estaba siendo masturbado a una velocidad de órdago, Myungsoo no tuvo otra opción que sentir otro orgasmo pues no podía correrse por segunda vez.
-Ten cuidado, Sungjong, no vayas a crear adicción a esto- dijo arañando uno de los muslos del menor
Sungjong solo respondió con una misteriosa sonrisa cuyo significado Myungsoo temía, pero nada se podía hacer.
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Se tiró en el sofá derrotado, necesitaba una siesta, pensaba irse a su casa y por eso se vistió, pero no podía caminar más de dos metros sin cerrar los ojos, L se distrajo un segundo, un segundo que marcó el rumbo del día, algo frió y suave se cernió entorno a su muñeca, miró atentamente con los ojos bien abiertos y vio unas esposas con plumillas rosas que unían su muñeca a la lámpara de metal.
-Se bueno, eh, si tienes hambre tienes la comida aquí en la mesita y si tienes que ir al baño…pues usas una botella, si te aburres ve la tele y si estás cansado duerme- Sungjong hablaba tranquilamente, igual que si le diera la instrucciones a su mascota, una gran sonrisa estaba dibujada en su cara- Volveré en 3 horas a lo sumo, pórtate bien y no te muevas de aquí
Myungsoo se burló del chiste, su lengua asomó al completo entre sus labios y sus cejas se unieron en descontento, Sungjong se acercó a él, pero el mayor no cesó, su carantoña permanecía imponente allí, el rubio sacó la suya imitando la cara de su hyung en lo que parecía que iba a ser una batalla, pero los planes cambiaron, en cuestión de segundos la lengua de Sungjong dejó de ser parte de una carantoña para pasar a lamer la de Myungsoo, quien se quedó petrificado, incapaz de reaccionar, Sungjong capturó la lengua de su hyung entre sus labios y la chupó un par de veces, luego sus dientes la apresaron y sin fuerza alguna la recorrieron, mordió el labio del mayor y le hizo sangre igual que este antes se la había hecho a él, Sungie lamió la poca sangre que salió de la herida y se apartó de L.
-Cuando vuelva hablaremos-afirmó
Myungsoo salió de su estupefacción, alzó las cejas incrédulo ante el acto que acababa de vivir y el comentario de su, al parecer, pervertido y adicto al sexo dongsaeng.
-O puede que no-musitó el menor
Sungjong volvió a acercarse a Myungsoo y depositó un casto beso en sus labios mientras su mano daba un apretón en su entrepierna, se incorporó y salió de la casa, dejando a L totalmente extasiado sin saber que decir, pensar o hacer.
-Carpe diem-susurró antes de estallar en risas