Cuando Ryeowook salió de la SM no esperó encontrarse a Sungmin esperándole con cara de pocos amigos.
-Minnie, ¿qué haces aquí?
El mayor miró al acompañante de Ryeo, el mánager de los rookies.
-Quería hablar, últimamente no nos vemos-todo eso lo decía analizando al mánager con una escrutadora mirada, hasta que éste se sintió incómodo y se despidió.
-¿Te envía Yeye o algo así?-bromeó al ver como atravesaba con la mirada la espalda de Hyun Sup.
-Algo así, ¿vamos a un sitio donde podamos hablar más tranquilos?
-Hay una nueva cafetería aquí al lado-dijo algo cohibido por la actitud de su hyung.
-Mira, sabes que siempre te he dicho las cosas como las pienso, ¿verdad? Probablemente no sea asunto mío pero creo que te estás equivocando. No creo que sea correcto quedar todas las noches con el mánager ese estando Yesung fuera.
Ryeowook lo miró sin poder creérselo, ¿en serio estaba Sungmin pidiéndole cuentas sobre sus amistades?
-No, no es asunto tuyo, y segundo, ¿a qué viene esto? Ambos tenemos nuestras amistades y Hyun Sup es un buen hombre-estaba consternado, si no le daba explicaciones a Yesung mucho menos se las iba a dar a Sungmin, aunque fuese su mejor amigo.
-Wookie, no te ciegues, ambos sabemos que ese mánager quiere algo más que una amistad contigo. La verdad es que creo que sólo lo haces para llamar la atención.
El amante de las jirafas estaba que echaba chispas.
-¿Tienes la cara de venir a decirme que sólo quiero llamar la atención cuando tú fingiste un embarazo? Si a alguno de los dos se nos ha ido el norte no es a mi precisamente…-sabía que estaba siendo duro, podía verlo en los ojos de su amigo, pero estaba muy cabreado.
-Para que están los mejores amigos sino para advertirles cuando están haciendo las cosas mal. Me preocupo por ti y por Yesung, sois mis amigos y no quiero que cometas ningún error.
-Yo no voy a cometer ningún error porque tengo las ideas muy claras. Quiero a Jongwoon y, sí, hubo un tiempo en el que me acosté con Hyun Sup pero ahora sólo hay una amistad. Me jode que vengas con el cuento cuando yo no me meto en tu relación con Kyuhyun.
-Ryeo, no te lo tomes a mal, pero eres muy inocente, piensas que la gente siempre tiene buenas intenciones. Sabes que siempre te apoyaré incondicionalmente, aunque la cagues yo seré el primero en defenderte, pero sólo quiero asegurarme de que no vas a dejar que se aprovechen de tu inocencia.
Al ver la expresión preocupada de Sungmin se relajó un poco.
-Siento lo que te he dicho-se disculpó, avergonzado de haber herido intencionadamente al mayor.
-Tranquilo, está todo bien- dijo con una sonrisa tranquilizadora
-Sé que tus intenciones son buenas pero no me gusta que desconfíen de mí. Bastante tengo con soportar los berrinches de Jongwoon como para también ser sermoneado por ti.
-Quizás me he pasado un poco y te he hecho una emboscada-reconoció el mayor, pidiéndole perdón con la mirada a Ryeowook, que no tardó en abrazarle.
-Eres peor que Yeye, ¿tú eras el sicario que decía que iba a contratar?-bromeó para relajar el ambiente.
-Como intente propasarse te aseguro que le haré una llave que le dejará K.O.-dijo sonriéndole con ternura a su amigo.
-A todo esto, ¿y Kyu? ¿Él no quería verme?
-Ha ido a ver a Shindong, por lo visto no vas a ser el único que va a sufrir una emboscada…
-¿Qué haces aquí?-preguntó el bailarín al ver a Kyuhyun sonriente en la puerta.
-¿Acaso no puedo venir a ver a mi viejo amigo?-preguntó con falsa molestia.
-No pienso volver a “prestarte” a Da Suk-dijo aún decidiéndose si debía o no dejarle pasar, a saber qué plan tenía ahora el bien apodado evil maknae.
-Necesito hablar contigo, tú que eres padre y entiendes de cuidar a seres dependientes-dijo, ignorando la fulminante mirada de su hyung.
A regañadientes, dejó pasar al maknae.
-Nari ha ido a recoger a Da Suk del colegio, así que puedes hablar tranquilamente.
-Mejor, cada vez que hablo de este tema me siento ridículo. ¿Recuerdas que Sungmin creía estar embarazado?-la carcajada de Shindong no tardó en aparecer, mosqueando al menor- Pues ahora tiene otra cosa entre ceja y ceja… ahora se le ha metido que quiere adoptar un cachorro. Yo de verdad que no sé para qué demonios le pago el psicólogo si le cura una cosa y sale por otro lado…-iba quejándose hasta que se dejó caer en un sillón, siendo imitado por el mayor.
-Bueno, es comprensible que después de ver que no va a tener un hijo quiera sustituir ese vacío con una mascota, no le veo que tiene de malo.
-Pues que no quiero tener que estar pendiente de un perro que sólo sirva para mear y cagar sólo por un capricho suyo. Si quiere perro que lo cuide él, pero a la primera que me moleste el chucho le pego una patada que lo devuelvo a la perrera. Además, entre las vacunas, los piensos, y todos los complementos nos va a salir cara la gracia.
-De verdad que a veces eres menos empático que una piedra. A ver, piénsalo, Sungmin estará distraído, ya no necesitará ir al psicólogo porque no volverá a tener ideas raras. Y, comparado con un hijo, te digo yo que la mascota te sale muy económica.
-Pero es que no quiero que solucione así las cosas, estoy harto de que sustituya su dolor con otras cosas, siempre hace lo mismo, odia sentirse “débil”. No quiero que se niegue a sí mismo lo mucho que le duele no poder tener un hijo y, para no pensar en el tema, se compra una mascota y tan feliz. No sabes lo que duele saber que me culpa por no poder tener hijos y el que sea incapaz de enfrentarse a sus problemas-estaba realmente ofuscado, era la primera vez que hablaba con alguien sobre el tema.
-Bueno, tú no puedes ayudarle en ese aspecto, para algo le está pagando una psicóloga. Pero si está en tus manos hacerle feliz con un perro ¡cómprale el maldito perro! Y aunque sabes perfectamente que acabarás siendo tú el que le recoja las mierdas cuando lo saques de paseo, verás a Sungmin sonreír de nuevo. No te cuesta nada, y si eso es lo que quiere, dáselo y ya está.
Kyuhyun asintió asimilando aquello.
-Que sepas que no te envidio en absoluto, yo me quejo de un perro y tú tienes un hijo… te compadezco-dijo dándole unas palmaditas en la espalda al mayor.
-Y otro en camino…-el menor lo miró atónito- estamos intentando tener otro hijo, a poder ser queremos la parejita.
-No me mientas, a ti lo que te gusta es eso de intentarlo-dijo con picardía, haciendo sonreír a Shindong.
-Esa es la parte más divertida. Los pañales y las noches en vela ya vendrán, pero de mientras voy a disfrutarlo.
Heechul se despertó cuando escuchó su móvil sonar. Tenía un dolor de cabeza insoportable y una botella vacía a su lado. Intentó enfocar para ver de quién se trataba pero tenía la vista nublosa, por lo que dejó el móvil sonar. De nuevo comenzó a sonar; descolgó como pudo y contestó con la voz pastosa:
-¿Quién es?-preguntó con aspereza, odiaba que le molestasen de esa forma.
-¿Es usted Kim Heechul, padre de Han Chè? Soy la señorita Lee. Hace una hora que cerramos el colegio, quería saber si le ha surgido un imprevisto y no puede recoger a Chè o vendrá alguien en su lugar. Estaba preocupada por lo que le he comprado algo de comida y me he parado con él por si usted o su pareja venían a recogerle. ¿Está todo bien?
Trató de ver la hora y, efectivamente, se había olvidado por completo que tenía que recoger al pequeño.
-Irá a recogerlo un amigo mío, he tenido un contratiempo. Siento mucho las molestias, debí haber avisado con antelación, no se volverá a repetir.
-Ché estaba un poco asustado pero le dije que tenías que hacer un mandado y que llegarías más tarde. Es un niño muy inteligente por lo que no me creyó, pero aún así dejó de llorar.
-Lo siento mucho, en seguida irá mi amigo a recogerle. Gracias por todo.
Se sintió el peor padre del mundo, estaba tan avergonzado que ni siquiera iría a recoger a Han Chè. Sus dedos teclearon rápidos, enviándole un mensaje a quién sabía no le juzgaría. Veinte minutos después estaba en la puerta de su casa con un alterado Han Chè.
-No diré nada, creo que sabes perfectamente qué has hecho.
Heechul se peinó el pelo con nerviosismo, sabía que se había pasado de la raya.
-Como se entere Hangeng me mata-le susurró casi al borde de las lágrimas. Su viejo amigo se quitó la chaqueta y se acomodó sabiendo que le iba a tocar ser el hombro de Heechul como tantas otras veces en el pasado.- Chè, cariño, ¿has comido?
-La señorita Lee me ha comprado un poco de comida y hemos estado repasando la lección hasta que tío Gunhee ha venido a recogerme.
-Lo siento, bebé, he tenido cosas que hacer y se me ha pasado el tiempo.
El pequeño lo miró con desilusión y se fue a su cuarto.
-La próxima vez que quieras ponerle esa excusa asegúrate de haber tirado la botella vacía-señaló la mesa del salón.-Estás volviendo a perder el control.
-Sólo he tomado hoy, lo prometo-mintió descaradamente, no quería una bronca con esa resaca.
Gunhee caminó rápido a la cocina, siendo imitado por Heechul, y comenzó a registrar la basura encontrándose con varias botellas.
-¿En cuánto tiempo te has bebido esto?-preguntó cabreado.
-La mayoría estaban casi vacías, las dejaron el Kangteuk cuando se marcharon.
Lo miró indignado, haciendo que el cantante agachase la cabeza avergonzado.
-Estás volviendo a beber, y lo peor de todo no es que me mientas para ocultar tu problema sino que está afectando a tu hijo.
-Si llego a saber que te ibas a poner así llamo directamente a mi omma para que recogiese a Chè-dijo tomándose una pastilla para el dolor de cabeza.
-No te juzgaría sólo por beber, yo también bebo a diario, pero yo no tengo un crío a mi cargo. Joder, que ni siquiera te has acordado.
-¡Ya lo sé! Bastante mal me siento, no se volverá a repetir-se indignó, odiaba que precisamente Gunhee, el rey de la fiesta le estuviera echando la bronca.
-Sí que se va a repetir, siempre actúas igual cada vez que se va Hangeng, eres muy predecible ¿lo sabías? Bebes y fumas, y te entregas al hedonismo como si no hubiese mañana. La has cagado, y como se entere el chino sabes que vas a tener problemas. Si quieres puedes decirle algo como que tu omma tuvo un susto con sus problemas de corazón y me pediste que recogiese a Han Chè; y yo, como soy un irresponsable, llegué tarde-Heechul lo miró sorprendido- Vamos, ni que fuese la primera vez que me echo la culpa de tus tonterías con tal de que te libres. Que conste que sólo lo hago para ahorrarle a Hangeng el disgusto porque si por mí fuera te mandaba de cabeza a rehabilitación.
-Yah! Estás sacando las cosas de quicio, no tengo ningún problema con la bebida, tú eres igual o peor que yo.
-Sí, pero al menos no interfiere en mi vida. Escúchame Chul, no se va a ir, va a volver-dijo sosteniendo la cara de éste entre sus manos-Va a volver, ¿vale? Ya hace casi un mes que se fue y pronto volverá, no te va a dejar…
Se lo repetía una y otra vez con voz melosa, tratando de tranquilizar a Heechul que comenzaba a temblar.
-Soy un mal padre, Gunhee, soy un pésimo padre…
Se abrazó a su amigo intentando buscar apoyo. De verdad que quería creer esas palabras, quería creer que volvería, pero era inevitable estar muerto de miedo.
-No vuelvas a beber, ¿me oyes? Me voy a llevar todas las botellas que tengas, y si hace falta que te vigile las 24h para que no compres lo haré ¿entendido? Ahora ve a hablar con tu hijo, que cuando llegué estaba muerto de miedo. No eres el único que tiene miedo a ser abandonado, deberías de dejar de ser tan egoísta, Heechul.
Kibum miró a Henry que jugueteaba con los mechones de su pelo.
-Ya no sé en cuanto tiempo nos vamos a ver, te voy a echar de menos-le dijo el menor, besándole tiernamente, beso que no fue correspondido- ¿Qué pasa, Bum? No estés mal, hablaremos a diario, te llamaré.
-Eres maravilloso-se inclinó para besar al canadiense, que lo miró sorprendido por la bipolaridad de su novio.
Sentía a Kibum distinto, llevaba sintiéndolo así desde que volvieron de Corea, pero últimamente era peor. Parecía tener la cabeza en otra parte, cuando le hablaba no le escuchaba, lo veía frío. Lo que más le gustaba del actor era precisamente lo cómodo que se sentía a su lado desde que comenzaron a salir, pero últimamente todo era demasiado violento.
-¿Qué te pasa? En serio, te noto extraño. A mí tampoco me hace gracia separarme de ti pero tú estarás ocupado con tu drama así que no tendrás tiempo de echarme de menos.
Kibum se sentía miserable pero las palabras no salían de su boca. Sabía que en cuanto se lo dijese terminaría todo, y quería disfrutar un poco más de la compañía de su novio. Estaba siendo egoísta, lo fue desde que comenzó a jugar “inocentemente” con su compañera. Pero no podía decírselo y dejar que se fuese de gira sin poder hablarlo en condiciones; quizás para cuando terminase las presentaciones de su disco habría cortado esa insana relación que tenía con su coprotagonista.
-Te quiero-le susurró, aunque apenas le salían las palabras. Sintió a Henry sentarse a horcajadas encima suya, rodeándole el cuello con su brazos.
-Yo también te quiero, Bummie-dijo el menor, comenzando a besarle el cuello y a acariciarle por encima de la camiseta.
Sentía las suaves caricias del cantante y cerró los ojos intentando dejarse llevar y borrar todo rastro de culpa, pero le era imposible. Sabía lo que tenía que hacer, mientras más lo dejase más grande sería el problema.
-Ryu, tenemos que hablar-el aludido dejó toda acción estimulante, por el tono que había usado el coreano era algo importante. No se iba a hacer el sorprendido si lo dejaba, llevaba tiempo sospechando que ya no le correspondía, pero lo dejó continuar antes de sacar conclusiones precipitadas.- Ryu, soy idiota, me siento la peor persona del mundo…
-¿Qué has hecho?-preguntó con seriedad, no le gustaba nada la dirección que estaba tomando la conversación.
-Yo, no lo pude evitar, yo…perdóname, Henry, prometo hacer lo que me pidas…
Estaba paralizado: seguía sentado sobre Kibum, era como si no pudiese reaccionar. Su cabeza trabajaba a una velocidad de vértigo, no quería pensar en lo que estaba pensando, no podía haberle engañado ¿verdad?
-Kibum, dime que has hecho-le rogó con un hilo de vez. No quería escucharlo y a la vez necesitaba quitarse la duda.
-¡¡¡¡Te he engañado!!!!-gritó, porque necesitaba gritar aquello que le mataba por dentro. Lentamente sintió al menor bajarse de sus piernas, sentándose a su lado. Tenía expresión como ida, jamás le había visto así- Por dios, di algo, Ryu.
-¿Qué diga algo? ¿¡Qué coño debería decir, ah!? ¿Acaso no te he dado todo lo que querías, acaso no te he demostrado que me importaba la relación? Querías una relación madura, pediste un tiempo, ¡joder! Te he dado todo lo que querías y sin embargo me engañas.
-Me agobias, ¿vale? Es verdad que te pedí que te tomases en serio la relación pero es que me asfixias, te has vuelto dependiente y no lo soporto-necesitaba desahogarse, él también lo había pasado mal.
-¿Esa es tu excusa? ¿Ahora me culpas a mí? Quién es, dime quién es, Kibum.-tenía ganas de estrangular al mayor, se sentía ridículo por no haber sospechado nada.
-Con mi compañera de reparto- Henry se levantó, no soportaba estar al lado del coreano- por favor, déjame explicarte.
-Ah, ¿no era esa tu coartada? Te estaba agobiando tanto que decidiste follarte a otra.
-No quiero dejar las cosas así, tenemos que hablar antes de que empieces la gira-trató de sujetarle de la muñeca pero el canadiense se zafó de su agarre.
-No hay nada que hablar Kibum, me has engañado, ¿qué se supone que debo hacer, fingir que no ha pasado nada? ¿Lo sabe alguien más?
-Siwon y Hangeng-reconoció cabizbajo.
-¡ESTUPENDO!-pateó el mueble más cercano- soy el puto hazme reír del grupo. Enhorabuena, Kibum, te has cargado la primera relación que me importa de verdad.
-Ellos me convencieron de que te lo contase y acabase con esto.
El canadiense se paró frente suya, mirándole con asco.
-¿Hasta cuándo ibas a seguir mintiéndome, hasta cuando ibas a estar riéndote en mi cara?
-No pensaba decírtelo-si iba a ser sincero lo sería totalmente. Henry lo miró consternado.
-¿Sabes cómo me siento? RIDÍCULO. La canción principal del CD es la canción que te compuse, me siento patético. ¡Para ti debe ser muy divertido ver que ahora estaré todo un mes cantando tu maldita canción sabiendo que te has tirado a otra!
-No era algo que tuviese planeado, surgió sin más…-estaba desesperado, sentía que perdía a Henry y que no podía hacer nada para remediarlo.
-¿Sabes qué? Hubiese sido tan estúpido de perdonarte una infidelidad, si sólo lo hubieses hecho una vez. Pero me has estado engañando a saber por cuánto tiempo y ni siquiera tenías pensado decírmelo. No quiero verte, Kibum, me duele haber confiado en ti. El resto de los chicos pensaba que yo era el que acabaría cagándola porque soy un niñato inmaduro incapaz de tomarse nada en serio. ¡Oh, pobre Kibum, seguro que el idiota de Henry la fastidia porque sólo lo ve como un amor de colegas! JÁ. Eres repugnante, llevo toda la puta relación sintiéndome una mierda, que no estaba a tu altura. Ahora mismo me das asco, te he besado después de haber estado con otra.-cayó en la cuenta de algo- El día que me trajo Lei y lo hicimos, ¿estabas con ella?- el mayor asintió, no tenía sentido seguir mintiéndole- ¡¡¡¡Eres un cabrón, me follaste justo cuando te la acababas de follar!!!!
-Por favor, Ryu, dame otra oportunidad, te prometo que cambiaré.
El menor rebuscó en su bolsillo, tirándole las llaves que Kibum le había dado.
-Te puedes dar por satisfecho, has conseguido tener todo. Tranquilo, por mí tienes vía libre de seguir tirándotela, porque te dejo, y te juro que esta vez va en serio.
Salió de la casa, quería alejarse cuanto antes de Kibum. Podía escuchar los gritos del coreano llamándole pero no se iba a girar, si lo hacía estaría perdido porque volvería a caer. No tenía palabras para describir lo estúpido y dolido que se sentía. Lo único que podía pensar es que la gira sería una completa tortura, teniendo que cantar una y otra vez la canción de quién le acababa de romper el corazón como nadie lo había hecho antes.
