-Tenemos que ir comprando la cuna y la ropa para el bebé.
KangIn miró somnoliento al mayor; ¿en serio le había despertado en mitad de la madrugada para decirle aquello?
-Ya lo sé, pero ahora las tiendas están cerradas, ¡por dios, son las tres de la madrugada! Duérmete, Jungsoo- se dio la vuelta para seguir durmiendo pero el líder no se lo iba a poner tan fácil.
-Youngwoon, tenemos que ir haciendo planes, son muchos gastos y aún no hemos comprado nada- Leeteuk llevaba una graciosa colita sujetando sus largos mechones, además de las gafas de vista.
El aludido se incorporó y lo miró con cara de pocos amigos.
-¿No tiene horas el día para que te pongas a pensar en esas cosas cuando se supone que deberías de estar durmiendo? Sabes que te quiero, pero en estos momentos quiero más a la almohada.
-Creo que deberíamos hacer una lista sobre las cosas indispensables que debemos tener preparadas para cuando llegue-dijo ignorando completamente al menor, que suspiró abatido- El problema es que no sabemos si es niño o niña.
-Lo siento, pero me niego a ser la clase de padre que viste a su hija de rosa y a su hijo de azul, hay colores neutros igualmente bonitos- se quejó, no iba a caer en tópicos sexistas.
-Aquí en España es costumbre hacerle los agujeros de los pendientes a las niñas siendo bebés, creo que nuestra bebé quedaría monísima con unos pendientes pequeños de panda…
-Es increíble la capacidad que tienes para ignorarme, ha perfeccionado su técnica Señor Park-bromeó poniendo voz grave.
-No te ignoro, es sólo que quiero que todo salga a la perfección. Llámame neurótico pero es que siempre necesito tenerlo todo bajo control, sobre todo ahora que vamos a ser padres-dijo casi con ansiedad de sólo pensarlo.
-Bueno, en el sexo soy yo quien tiene el control-le sonrió KangIn con sus característicos ojos risueños.
-Me gusta que pienses que llevas el control sólo porque eres el activo-le picó Jungsoo, disfrutando de la cara de mosqueo que se le había puesto al menor.
-Si quieres hablar de estas cosas haces una videoconferencia con Heechul, pero yo voy a dormir-se quejó, volviendo a tumbarse.
-¿Estás enfadado?-preguntó con voz inocente el líder, recibiendo un gruñido como contestación- Sabes lo mucho que me excita verte cabreado, estás muy masculino-ronroneó sobre la oreja del menor, que con esas simples palabras volvía a tener el ego subido, al igual que la libido.
-Jungsoo, no calientes lo que no te vas a comer- susurró aún sin darse la vuelta para encarar a su juguetón hyung.
-Quién te ha dicho que no me lo vaya a comer… Hace mucho que no te como-soltó una aguda risita nerviosa cuando KangIn se giró, clavando su excitante mirada en él, esa clase de mirada que te promete sexo del bueno.
-Desnúdate, ya verás quien tiene el control… Voy a hacerte el kamasutra e incluso me inventaré posturas-se jactó el menor quitándose los pantalones del pijama.
-No presumas, machote, que después de tanto tiempo sin hacerlo quizás estés resentido- golpe bajo, directo a la virilidad del mapache. Sabía lo que hacía, le gustaba provocarle para que luego lo embistiese con furia: el líder se tenía más que estudiado el comportamiento de su pareja.
-Te voy a dejar sin andar una semana… como mínimo- ¡Bingo! Ya tenía a un cabreado KangIn dispuesto a arremeter ferozmente contra su punto G. Así daba gusto discutir.
-¿Qué es eso?
Kyuhyun miraba con asco el perro que traía en brazos la chica de la protectora de animales.
-Es un Cotón de Tulear-explicó la muchacha con una sonrisa al ver la expresión de repulsión que tenía el cantante.
-Es bonito y suave, como Sungmin… Pero tiene demasiados pelos, me niego a estar todo el día barriendo.
-¿Venía con alguna preferencia?-preguntó con amabilidad la chica.
-No entiendo de razas, sólo si es bonito o no. Quiero un perro mediano, que sea manejable. Los perros grandes en un apartamento es un error. Además, comen más, por lo que hacen más caca-dijo con fastidio. No quería perros, era lo último que había pensado en tener de mascota. Prefería las tortugas de Yesung, aburridas y no molestas.
La chica no sabía si reírse de aquel hombre o no, ya que no sabía si estaba bromeando o lo decía en serio.
-Bien, si quiere puede acompañarme a conocer a nuestros niños.
Kyuhyun seguía a la chica esquivando los perros: o eran muy grandes, o demasiado pequeños, o tenían mucho pelo, o eran feos… No había ningún perro que ni pareciese un tierno peluche ni el perro de un matón. Pero le llamó la atención un cachorro que estaba echado lejos de sus compañeros.
-¿Por qué no juega como los otros?
-Tiene una pata más corta que las otras así que no puede jugar con normalidad. Tratamos de que se adapte y juegue con otros cachorros de su camada, pero es muy tímido. El veterinario nos aseguró que no le dolía al apoyar la pata, sólo que se tenía que acostumbrar. Cuando crezca y tenga mejor formados los huesos podrá andar con normalidad.
Kyuhyun se acercó a acariciar ese cachorrito que parecía un zorro siberiano. Era muy manso y unos adorables ojos negros lo miraban con ternura.
-¿Qué raza es?
-Es un Shiba japonés. Se llama Garu.
El cantante miró a aquel indefenso animal: parecía falto de cariño y de alguien con quien jugar.
-Creo que ya he dado con el perro perfecto-dijo sonriéndole a la muchacha. Ya se imaginaba a Sungmin mimando a ese pequeño peluche y colmándole de regalos. El perro necesitaba alguien quien le quisiera y Sungmin necesitaba dar amor: eran tal para cual.
Mientras conducía camino a casa echaba ojeadas al cachorro, que dormía apaciblemente en el asiento del copiloto. Le agradaba aquel chucho, no era molesto ni juguetón, así que no se pondría pesado. Además cuando creciera sería un perro mediano, nada de esos perros de bolsillo que se caen con soplarles. Por lo que le había dicho la chica, eran unos perros leales y con los sentidos agudizados. Cuando aparcó, cogió entre sus brazos al cachorro, intentando no hacerle daño en la patita más corta, y caminó sonriente hacia el ascensor. No supo porqué pero en un acto casi involuntario besó la suave cabecita del perro. Sólo esperaba que el haber seguido los consejos de Shindong no acabase desquiciándole y con un perro cabrón que le mordiese las zapatillas. Entró despacio a su piso, asegurándose de que Sungmin no estaba, y dejó al animal encima de la cama para que siguiese durmiendo.
-Maldito chucho, no llevas ni media hora conmigo y ya te he metido en mi cama…-cogió su móvil y llamó Sungmin; no podía esperar a darle la sorpresa.- Yeobo, ¿dónde estás?
-“Kyu, llevo media hora esperándote en la puerta del psicólogo, me prometiste que ibas a venir a buscarme…”-se quejó con fastidio
-Me he entretenido leyendo el guión del programa, lo siento.
Escuchó suspirar al mayor.
-“Ya voy para casa, pero que sepas que esta te la guardo.”
-Si, hyung- canturreó, sabedor de que después de ver al cachorro todo estaría más que olvidado, de hecho, esperaba una compensación por aquel gesto altruista.
Estaba desquiciado, parecía que Sungmin no iba a llegar nunca. Se puso la TV pero nada de lo que echaban le agradaba, dio varias vueltas para comprobar que el animal seguía dormido, ojeó el guión del programa de ese día pero no se concentraba. Pensó en hacer la cena… pero acabaría tirando de ramen instantáneo, así que mejor no darse el trabajo. Cuando no le quedaban uñas que morder, sintió las llaves de su hyung. Intentó adoptar una pose casual en el sillón pero quedó ridículo.
-Podías haber hecho la cena ya que no has venido a recogerme- le reprochó el mayor con un tierno puchero en los labios.
-Es que he estado ocupado comprándote un regalo-los ojos de Sungmin se iluminaron como si de un niño se tratase.
-¿Qué es? ¿Dónde lo has escondido? No será otra vez algo erótico…
Kyuhyun suspiró; la verdad es que no era muy bueno dando sorpresas y siempre acaba regalándole algo que usar en la cama.
-Está en la habitación.
El mayor corrió hacia su dormitorio pero no soltó ninguna exclamación de entusiasmo ni ningún chillido agudo.
-¿Qué pasa, no te gusta?-preguntó acercándose hacia su hyung, pero no había ni rastro del cachorro.
-¿La sorpresa es que por una vez has hecho la cama?-preguntó incrédulo, ganándose un suspiro molesto por parte del maknae.
-Se supone que lo dejé en la cama…
-Kyu, ¿seguro que no lo olvidaste en la tienda o en el coche?
-¡Yah! Te he dicho que hace un momento estaba en la cama…
Cuando estaba a punto de maldecir al perro vio cómo el cachorro salía de debajo de la cama y posaba sus patitas en las piernas de Sungmin, que chilló nada más verlo.
-¿Es mío, nos lo vamos a quedar de verdad? ¡Aaaaaaaaah! Es la cosita más mona que he visto en mi vida.
-Se llama Haru y busca una familia-respondió el makne orgulloso de haber dado con el regalo perfecto para Sungmin.
El mayor acunó al cachorro entre sus brazos y le acarició la tripa.
-Hola, Haru, bienvenido a la familia-susurró con dulzura, mirándole con ternura- ¿Qué le pasa a su patita?
-Es más corta pero no le duele al apoyar. Lo que pasa es que es un poco tímido y no jugaba con el resto de perros.
-Kyu, ¿por qué has adoptado un perro si tú odias los animales?-cuestionó con recelo.
-¡No los odio! Sólo que son molestos. Pero me gusta verte así de feliz, hacía demasiado que no veía tus ojos tan brillantes como ahora.
Sungmin dejó al animal en el suelo y besó al menor, acariciando con ternura sus mejillas.
-Gracias por hacerme feliz y por estar a mi lado a pesar de lo deprimido que he estado los últimos meses.
-Todo tiene un precio y hay una nueva postura que quiero probar…-dijo con picardía, levantando una ceja juguetonamente. El mayor le golpeó el brazo e intentó alejarse, pero Kyuhyun acercó más su cuerpo- Te quiero, Minnie. Por fin vamos a ser papás, como tú querías.
El mayor se sonrojó, eran aquellos pequeños gestos los que hacían que siguiese enamorado de Kyuhyun.
-Te queda bien ese color.
Hangeng se había acercado a la pantalla para observar mejor el nuevo tinte de Heechul.
-¡Tú, chino idiota, dónde te has metido estos dos últimos días! Dejas a tu esposa preocupada y lo primero que me dices es que te gusta mi tinte. Más te vale no estar engañándome con ninguna china fea.
El menor rió ante las absurdas ocurrencias de Heechul. ¿Cómo iba a engañarle con otra si tenía a un hombre que, a su vez, podía ser la mujer más sexy del planeta?
-He estado ocupado con la película y terminaba demasiado tarde como para llamarte.
-No me valen tus escusas, pero te la doy por válida. Entonces, ¿estoy bonito? He vuelto a mi época de “cherry oppa”, este color me queda genial.
-Me gusta el contraste que hace con tu piel lechosa-alagó al mayor aun sabiendo que Heechul no necesitaba que nadie le recordase lo hermoso que era.
-Hmmm, Hannie, si estuvieras aquí ya te estarían sobrando los pantalones…
Aquella simple frase acompañada con una mirada lujuriosa del coreano había tenido consecuencias en su entrepierna, que hacía demasiado que no recibía atenciones.
-Tú también tienes demasiada ropa encima y quiero ver ese cuerpo que tanto me gusta-le provocó coqueto, quitándose la camiseta casi al mismo tiempo que Heechul.
-Cuando te excitas sacas tu acento chino…dime algo guarro en chino, Hannie…
-Rúguǒ zài nàlǐ huì tiǎn nǐ de jīfū měi yīdiǎn(Si estuviera ahí lamería cada porción de tu piel)-susurró a la pantalla con tono seductor. Aunque al principio estaba violento por desnudarse ante una cámara, eso de estar separado de Heechul había hecho verle sus puntos positivos al cibersexo.
-No sé qué has dicho pero me ha puesto ardiendo…
-¡Chul, haz el favor de venir a desayunar!-un grito proveniente de la cocina hizo que el chino se tapase por inercia, aunque luego cayó en la cuenta.
-¿Quién era ese?-preguntó mosqueado.
-El insoportable de Gunhee que ha decidido montar guardia las 24h del día para vigilarme-dijo bien alto para que su amigo lo escuchase.
Hangeng lo observó a través de la pantalla con recelo.
-Tienes a tu ex metido en casa…-después de que Kibum engañase a Henry era normal que reaccionase de aquella manera a pesar de no considerarse celoso. Al menos con Heechul no podía permitirse el lujo de ser celoso teniendo en cuenta de que hombres y mujeres harían cualquier cosa por llevarlo a la cama.
-Hola, Hangeng-dijo el susodicho apareciendo en la pantalla con una despampanante sonrisa- estoy cuidándote a la novia.
Heechul, aún sin camiseta, miró mal a su mejor amigo.
-¿Por qué no te vas y buscas novio en vez de molestarnos cuando estábamos a punto de tener cibersexo?-preguntó más que molesto por la intromisión de su amigo.
-¿Se está portando bien?-cuestionó Hangeng con gesto serio.
-¡Eh! Ni que fuera un niño pequeño al que hay que cuidar. Tengo 35 años-se quejó el aludido a punto de gritar histérico.
-Rella, tienes 41.
Una simple frase y había desatado a la bestia. Heechul comenzó a maldecir al “idiota del chino” por, supuestamente, acusarle de viejo; y a GunHee por ser un amargado sin vida que le jodía los polvos.
-Da gusto verlo en todo su explendor-comentó Gunhee al ordenador mientras Hangeng asentía al otro lado.
-Vosotros dejad de cotillear de mí. ¡Dios, necesito follar! Tú, chino bastardo, más te vale que regreses en menos de un mes y recuperes el tiempo perdido porque estoy harto de tocarme a solas como si fuese un pervertido. ¡Y tú, idiota! Deja de acosarme y vuelve a tu casa.-chilló histérico.
-No pienso irme hasta que me asegure de que cuidas bien a Han Ché.
Gunhee se dio cuenta de su error al ver cómo la diva se congelaba y el chino se ponía serio.
-¿Qué pasa con Ché? ¿Qué has hecho, Heechul?-preguntó con una seriedad que al mismo Heechul asustó.
-No ha hecho nada, sólo que es un pésimo cocinero y un niño de casi cinco años debe alimentarse bien-se retractó Gunhee al sentir la furibunda mirada de su amigo clavada en él.
-Me alegro de contar contigo, ya sabemos como es Rella en la cocina y podría auto intoxicarse sin querer-bromeó Hangeng más relajado.
-Puto chino de los cojones. Si queréis me voy y os dejo charlando de vuestras cosas.
-Podríamos intercambiarnos anécdotas tuyas, seguro que Hangeng no sabe muchas cosas embarazosas que yo sí se…-le provocó con maldad Gunhee, recibiendo un disimulado golpe por parte de Heechul.
-Amargado… ¡Deja que te eches novio, seguro que se lleva las manos a la cabeza cuando empiece a sacar mierda tuya!-se quejó haciendo reír al chino.
-Entonces, ¿te gusta cómo he dejado a Heenim? He querido conservarle el largo del pelo pero le he teñido rojizo para darle un aspecto más juvenil… No quiere verse como un ajhussi y teniendo en cuenta que es más viejo que tú…-no terminó de hablar con Hangeng cuando padeció la violencia de Heechul sobre su persona.
-¿A quién llamas tú viejo si eres de mi edad? Además, me conservo muy bien, cualquiera querría acostarse conmigo. De no ser por el chino bastardo tendría una cola interminable de pretendientes esperando en la puerta de mi casa.
-Soy un afortunado por tener a un ajhussi tan follable a mi lado-bromeó Hangeng beneficiándose de no estar en la misma habitación que Heechul sino también hubiese sufrido las consecuencias de haber usado ese apelativo con su Rella.
-¡Os prohíbo que volváis a coincidir! Sois tan molestos… ¡Tú, vete a hacerme un rico desayuno! ¡Y tú… ya te pillaré cuando vuelvas de China!
-Estoy deseando de que me pilles…-comentó con gesto seductor el chino, lanzándole un beso a la cam.- Te quiero, Rella, intentaré hablar contigo más tarde cuando esté Chè.
-Yo también te quiero, chino idiota-se aseguró de que Gunhee no miraba para corresponder a ese beso y cerró de golpe el Skype antes de que Hangeng hiciese alguna otra broma.
-Tienes suerte de tener a alguien como Hangeng a tu lado… Y también deberías de estar agradecido de tener a un amigo tan bueno como yo, que te salva el culo cada vez que la cagas. Eso sí, no quiero ver ni rastro de alcohol en la casa o te aseguro de que se entera el chino- amenazó el peluquero, ganándose una arrogante sonrisa por parte del cantante.
-Me hablas como si fuese un alcohólico y no pudiera prescindir del alcohol.
-Sólo te aviso. Tú verás lo que haces.
Y dejándole con la palabra en la boca, volvió a la cocina.
Henry apagó el móvil que no paraba de sonar.
-¿Otra vez Kibum?-el menor levantó la mirada y sonrió con cansancio a su mánager.
-No para de llamarme y mandarme mensajes. No debería de molestarse, no he leído ninguno.
-¿No tienes curiosidad?
-¿Acaso que lea sus mensajes cambiaría algo? Lleva meses engañándome, Lei, si por mí fuera le golpearía hasta que su bonita sonrisa quedara desfigurada. Pero eso tampoco arreglaría nada.-se dejó caer con pesadez en uno de los sillones del despacho de su mánager, tomando un poco del té que se había servido minutos antes.
-La verdad es que es un gilipollas y no merece que desperdicies tu tiempo con él. Si al menos te hubiese dado una excusa decente…
-¿¡Qué excusa hay para una infidelidad!? Joder, me siento un completo imbécil por no haberlo sospechado antes. Debía de haber seguido con él y ponerle los cuernos para que se sintiese tan miserable como yo.
-Ok, a partir de ahora nada de móvil, queda confiscado- Lei tendió su mano esperando que el canadiense le diese su móvil- Soy tu mánager, puedo castigarte sin móvil si eso interfiere en tu trabajo, y ya que lo vas a tener apagado supongo que no te importará demasiado…
Henry lo miró no muy convencido pero acabó cediendo.
-Tenía que seguir siendo hetero, seguro que estas cosas no me pasaban.
-¡Já! No te creas. Que si yo te contase mis mierdas amorosas acabaríamos los dos en una taberna de mala muerte bebiendo soju y llorando como dos críos. Vamos, Henry, ¿tanto te ha marcado Kibum para que estés así? Pensé que eras de esos rompecorazones que le importa bien poco dejar a una tía sin miramientos. ¿Qué tiene él que no tenga cualquiera de las otras chicas con las que has estado? Bueno, creo que lo sé ¡TIENE PENE! Eres más gay que todos tus compañeros de Super Junior juntos…
Henry no pudo evitar reírse suavemente por las ocurrencias de su mánager.
-¿Cómo voy a ser gay si sólo he estado con un tío? Aunque si tú quieres probar me encantaría ser yo quien te guiase por el delicioso mundo de la homosexualidad…-dijo provocativamente, sabiendo que el otro le seguiría la broma.
-No podría hacerte algo así. Si decidiese probar acabarías completamente enamorado de mí y no me gustaría que me acosases en horario laboral, soy un profesional muy serio-dijo con expresión divertida, observando una discreta sonrisa en los labios del menor.
-¡Ah, Lei, ojalá fuese asexual! Ni hombres ni mujeres, solo yo y mi mano.
-Entonces yo también soy asexual, mi mano puede corroborarlo, es testigo mudo… Que yo soy muy pasional, no sabes lo que te pierdes, Henry Lau-le picó arqueando una ceja y sonriendo de medio lado.
-Tú eres el que no sabes lo que te pierdes. Tantos años bailando me han servido para ser muy elástico. Que yo no seré Campanilla pero echo polvos mágicos.
Ambos se miraron para, a continuación, echarse a reír como dos desquiciados.
-Al final con la tontería me vas a arrastrar a tu depravado mundo de bisexualidad y orgías varias…
-¡Eh! Que sea bisexual no significa que me gusten esas cosas. Yo no soy de compartir, ¿sabes? Prefiero centrarme en darle placer a mi pareja, tres son multitud. Pero bueno, ¡será posible que siempre acabemos hablando de lo mismo! ¿Qué clase de mánager pervertido eres?
-Uno que le gusta mucho decir tonterías y hacerte reír, porque como vuelva a verte llorar seré yo quien le parta las piernas al desgraciado ese.-sentenció con expresión sombría.
-Gracias, Lei. Si no llega a ser por ti estaría comiendo tarrinas de helado y escuchando música depresiva.
-Eres una pasiva dramática-bromeó, llevándose un golpe del cantante- Vamos y mueve ese culo del sillón, tenemos muuuuuuuuuuucho trabajo que hacer.
-Lo tiene apagado.
Kibum miró con desesperación a Siwon y a ZhouMi.
-Es normal que no quiera hablar contigo, dale un tiempo. Aunque yo, si fuera él, te mandaba a la mierda sin miramientos- Siwon fulminó con la mirada a su pareja, que recogía los vasos de café que habían utilizado.
-No estás siendo muy imparcial que digamos…-se quejó el coreano mayor, haciendo que ZhouMi se encogiese de hombros con indiferencia.
-¿Qué esperabas? Henry es como mi hermano pequeño y lo que ha hecho no es para aplaudirle precisamente… Si hubiese sido una vez, vale, un desliz lo tiene cualquiera…Pero que lo haga una, y otra, y otra…
-Gracias Mimi por tu apoyo-ironizó Kibum con una sonrisa agria.
-Lo siento, cariño, no me pidas que te apoye en esto porque me niego. Sólo soy sincero y no pienso empujar a Henry a que siga contigo cuando eres tan inmaduro que no sabes ni que sientes. Haber espabilado antes, se ha estado esforzando en estar a tu altura y, ¡sorpresa!, has sido tú quien la ha cagado. Actúa con madurez y atente a las consecuencias, ya tienes una edad como para no saber afrontar las consecuencias de tus actos.
-ZhouMi, déjalo ya-pidió el mayor al ver la ansiedad en los ojos del original maknae.
-La he jodido, la he jodido pero bien. No quiero perderlo, sé que es tarde para arreglarlo pero no me quiero dar por vencido-confesó ofuscado.
-Sólo diré un par de cosas más: primero, lo vuestro estaba abocado al fracaso. ¡Vamos, no me mires así! He perdido la cuenta de cuantas veces habéis discutido, lo habéis dejado, montáis el drama y volvéis prometiéndoos que esta vez saldrá bien. Henry también se comportó como un idiota en la fiesta de Halloween, y si te estaba agobiando últimamente, haberlo hablado con él en vez de follarte a la primera puta que se te cruzase en el set de la película. SEGUNDO-alzó su mano para callar a Siwon que iba a pararle los pies- Segundo, ¿has dejado de verte con esa chica? Porque algo me dice que sigues acostándote con ella a pesar de ir por ahí dando pena.-El silencio de Kibum y su mirada culpable le contestaron- Tú verás lo que haces, pero desde luego no vas por el camino correcto para reconquistar a Henry. ¿Sabes qué? Si Siwon me engañase lo perdonaría, eso sí, tendría que humillarse y arrastrarse suplicando un poco de mi amor. Porque cuando te engañan te sientes humillado así que debes de padecer lo mismo. Si de verdad te importa Henry suplícale que te de una oportunidad, muéstrale que estás dispuesto a todo con tal de que te perdone.
Los ojos de Kibum estaban aguados pero eso no había parado a ZhouMi. No, no iba a callarse hasta soltarle unas cuantas verdades a aquel que había engañado al que consideraba de sus mejores amigos. Henry se merecía algo mejor que un idiota indeciso y se había asegurado de hacérselo saber. No soportaba ver cómo iba a su casa en busca de desahogo cuando era el canadiense el que debería de estar en su lugar llorando. Pero si lo soportaba era por Siwon, sabía que, aunque no aprobaba tampoco su comportamiento, trataba de ser imparcial. Lo había hablado con Hangeng y, por lo visto, también le había dado un escarmiento a Kibum, aunque más sutil de lo que había sido él. Ya se había quedado a gusto, por lo que recogió las tazas del café y desapareció para darles intimidad.
-No sabía que ZhouMi podía ser tan…sincero-dijo Kibum mirando a su viejo amigo que parecía algo avergonzado.
-Lo siento, está realmente molesto contigo por haberle hecho eso a Henry. Pero creo que lleva razón: debes humillarte, arrastrarte para conseguir su perdón. Y si te da una oportunidad, ganarte de nuevo su confianza no será tarea fácil. Así que, tenacidad y paciencia. Por cierto, ¿por qué sigues con esa chica después de lo que ha pasado?-cuestionó el mayor.
-Esa chica…de verdad me gusta. Bueno, eso pensaba, estoy confundido. Pasamos demasiadas horas juntos, más que con Henry. Además, somos co-protagonistas, es normal que tengamos feeling. Es la clase de chica que me podría gustar si no estuviera con Henry. Pero ahora me doy cuenta de que no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Me gustaría que al menos una persona se pusiese en mi situación, que tratase de comprenderme. ¿Nadie se da cuenta de que últimamente se comportaba como una novia obsesiva? Al principio era casi como un amigo con derecho y luego me ahogaba. Necesito una persona estable, un término medio. Sí, le había pedido que cuidase la relación, pero es que se pasaba el día encima de mí, mandándome mensajes y preguntándome si me pasaba algo cuando estaba demasiado cansado como para hacer nada. Sé que no he hecho las cosas bien pero a veces siento como que él me empujó a ser así. Y, ¿sabes que es lo peor? Que funcionó, durante un tiempo funcionó serle infiel. Porque, cuando lo veía, me sentía demasiado culpable por engañarle así que me esforzaba en complacerle en todos los aspectos. Intentaba ser más atento y el sexo era bestial porque lo embestía con todas mis fuerzas tratando de borrar los restos de esa chica con la piel de Henry. Quizás ZhouMi lleve razón y nuestra relación no iba a ninguna parte. Es lógico, ¿quién necesita serle infiel a su pareja para que la cosa funcione? Es ridículo.
-Bueno, nadie es quién para juzgar vuestra relación. Si vosotros pensabais que lo vuestro podía funcionar, lucha por Henry sin importar lo que te digamos el resto. Sé que eres bueno y tú también tienes derecho a equivocarte. Nunca te he visto tan afectado por una relación como con esta. De hecho, cuando te conocí pensé que no te interesaban las relaciones. No sé, lo único que puedo decirte es que hagas lo que veas correcto y que me tienes aquí para ser tu hombro. Henry ya tiene con quién desahogarse pero yo no te voy a dar la espalda como Hangeng o ZhouMi por haber cometido un error, reiteradas veces, todo hay que decirlo-bromeó para relajar el ambiente, viendo como Kibum se sumía en sus pensamientos, probablemente barajando las opciones que tenía.
