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The last man standing ! Parte 2 por Karmilla46664

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Notas del capitulo:

Odiadme si queréis, me lo tengo merecido *esquiva las piedras de las lectoras* 

Sí, soy la peor y debería haber actulizado hace mucho, pero no desesperéis conmigo, tengo pensado en subir muy pronto un nuevo cap con las parejas que no he podido incluir en este capítulo. 

¡A leer!

-No llevo ni una semana con el puto perro y ya estoy harto-se quejó Kyuhyun provocando la risa de su hyung.

-¿Qué esperabas? Es un cachorro, necesita tu constante atención. Sin embargo, las tortugas apenas necesitan que les des de comer, no te muerden los zapatos ni ladran por las noches. Son tranquilas y prácticas.

-Y aburridas como tú, Cabesung.

El mayor lo miró con fastidio.

-Te presto mi tiempo de descanso para que te desahogues y acabas insultándome… ¿Cómo haces para sacarme de quicio siempre?-Yesung bebió un poco de su té, acomodándose mejor en su asiento.

-Estábamos hablando de mí, así que no te desvíes del tema-el cantante rodó sus ojos pero el maknae lo ignoró- Sungmin está más feliz que nunca, hace meses que no le veo tan ilusionado. Pero es que ese perro parece estar enamorado de él: cuando voy a besar a Minnie, viene el chucho a ladrarme para que me retire; encima duerme en medio de nosotros.

-A ver si lo entiendo… Estás celoso de un perro.

-Mucho-bebió de su café para tragarse la vergüenza de haber confesado estar celoso de  un animal.

-Kyu, si no estabas seguro no haber adoptado a Haru.

-Gracias por tu inútil consejo, es casi peor que el de Shindong-se quejó infantilmente.

-La próxima vez llama a otro para contarle tus celos infantiles-protestó el mayor.

-¡Mira quién fue a hablar de celos, Mr Jengibre!

-Chssssssssst, haz el favor de no chillar.-dijo mirando alrededor por si alguien de la cafetería les había escuchado- No sé para qué mierda te lo conté. Eso sí, el mejor sexo de mi vida.

Kyuhyun se inclinó curioso.

-¿El mejor?

Yesung asintió con solemnidad, orgulloso de recordar aquel memorable sexo.

-Deberías de probarlo con Sungmin, después de eso te aseguro que evitará que el perro duerma con vosotros-dijo guiñándole un ojo.

-Y tú con Ryeo, ¿Qué tal?-preguntó curioso.

-Apenas nos hemos visto después de eso, pero pronto termino con las promociones y podré volver a casa. Echo de menos la comida de Wookie.

-¿Las comidas de qué?-preguntó con picardía el maknae, haciendo que el mayor soltase una sonora carcajada.

-No seas malpensado. Estoy harto de comer en hoteles, de dormir solito-hizo un puchero adorablemente amorfo.

-¿Te sigue preocupando el asunto del mánager?

La expresión de Yesung se transformó en una sombría.

-Sigo sin fiarme de ese tío. No soy idiota, sé sus intenciones y no voy a permitir que se aproveche de la inocencia de Ryeowook. Como le ponga un dedo encima le corto la mano y se la doy de comer.

Kyuhyun lo miró entre asqueado y aterrado.

-Eres un sórdido retorcido… ¡me encantas!-le alabó el menor.

-Y tú deja de preocuparte por un perro, que pareces un puto crío.

-¡El muy cabrón me ha mordisqueado todos los zapatos! Es que me dan ganas de dejar la puerta abierta para que se vaya y fingir que se me ha perdido mientras lo sacaba de paseo.

-Bueno, peor que darle laxante a un niño de cuatro años no es-analizó Yesung mientras sorbía el té, templado tras la extensa charla.

-Estoy por darle laxante al perro, el laxante será la solución a todos mis problemas. ¡Brindemos por el laxante!-dijo alzando su taza de café- y por el jengibre: gracias a ellos fortalecimos nuestras relaciones.

-Somos un par de cabrones-rió el mayor.

-Sí, pero a la hora de la verdad quienes nos patean el culo son nuestros “mariditos”-se quejó con fastidio el maknae.

-Desde luego a ti Sungmin te da una paliza y te tumba-dijo carcajeándose de su amigo.

Kyuhyun lo fulminó con la mirada.

-Y a ti Ryeo te tiene cogido por las pelotas y tú eres tan tonto que ni te das cuenta.

Se atravesaron con la mirada para, seguidamente, echarse a reír.

-Estamos hechos un par de calzonazos-se rió Yesung.

-Y encima mientras Sungmin está cada día más atractivo, yo estoy echando barriga. Nos estamos convirtiendo en una versión de KangIn y Jungsoo-bromeó, haciendo referencia a los kilitos que había cogido el appa de SuJu.

-Jajajaja, si te escuchase KangIn te estaría dando una colleja por llamarle sutilmente gordo.

-Se les echa de menos-confesó el maknae- La última vez que nos reunimos todos, la vez que hicimos una barbacoa en el loft de Heechul, me sentí como si volviésemos a los viejos tiempos.

-Hablé con Teuk omma y dice que muy pronto le darán a la niña, así que puede que los tengamos de vuelta antes de lo previsto.

Aquella noticia pareció alegrar al maknae. Daba igual la distancia, o el tiempo que llevasen sin verse, pero después de haber convivido toda su juventud con esos catorce hombres le era imposible no seguir manteniendo el contacto con ellos.

 

 

Donghae examinó aquella enorme nave, imaginándose la academia de sus sueños. Casi podía ver las salas de ensayo y a los niños bailando la coreografía creada por Hyukjae. No era bueno mintiendo, pero deseaba no cagarla con aquella sorpresa. Quería ver la cara del mayor cuando viese su sorpresa, sus ojos brillantes de nuevo por la ilusión de hacer lo que más le gustaba en el mundo (y no estaba pensando en porno). Sacudió su cabeza para despejar sus fantasías, centrándose en lo que el arquitecto le explicaba.

-Entonces, la sala más grande hemos pensado en ponerla al fondo, aprovechando la esquina esa. Al lado irían los vestuarios y, en esta pared, las otras dos salas-dijo señalándole los planos al despistado pececito, que sólo veía garabatos.

-Y, ¿Por cuánto saldrá? ¿Podemos economizar costes? He pensado usar pintura blanca, azul, beige y gris, que son los colores favoritos de mi pareja. Quizás podríamos pintar cada sala de un color y los vestuarios de azul. ¿Qué le parece, se saldrá del presupuesto?

El arquitecto analizó la situación.

-Le aconsejaría que, por ahorrar, no usase pintura barata, al final esas cosas acaban saliendo caras. Es mejor darle un par de capas de pintura profesional y olvidarse de eso por años. En cuanto a los colores, debe tener en cuenta lo que trasmiten: el azul es un color que transmite tranquilidad; el blanco pureza, además de hacer que las habitaciones sean más grandes;  el gris es un color más formal; y el beige tranquilidad. Cromáticamente están en armonía, pero quizás un color como el gris sea demasiado serio para una academia de infantes. Quizás podemos pintar de beige la sala de espera de los padres y las otras habitaciones pintarlas azules con toques en beige y el techo blanco, con lo que ganaría en altura.

Donghae lo visualizó mentalmente, hasta que se le vino una idea estupenda.

-Ya sé cómo incluir esos colores: la pared del fondo de la sala, la que iría de frente al espejo, tendrá un papel del pared de unas nubes, imitando las salas de la SM. Así tendremos blanco y azul.  Eso sería para la sala Alfa: las otras dos irán en beige a juego con la tarima (http://1.bp.blogspot.com/-G1IkvmqpmWM/UTMzhAn8gLI/AAAAAAAAAf4/ifs4hszEzsU/s320/%E6%97%A0%E6%A0%87%E9%A2%98.jpg )

-De acuerdo, le mandaré el presupuesto incluyendo la pintura.

Ultimaron detalles, siendo anotadas por el profesional, y se despidió para dejar trabajar a los obreros.

Caminó por las calles de su ciudad natal sintiéndose en éxtasis: normalmente era Eunhyuk quien no escatimaba en gastos a la hora de hacerle un regalo, siempre quería ser el que le regalase lo más exclusivo, y ahora entendía la felicidad que da cuando pones todo tu esfuerzo en un regalo para alguien especial. Fue a casa de su omma, donde había quedado con el mayor ya que comerían juntos. Nada más llegar, la señora le apremió a que entrase con una gran sonrisa.

-Hyuk, cariño, ya ha llegado nuestro Hae.

El mayor apareció sonriente para recibirlo.

-He estado ayudando a tu omma con la comida, ya sabes que yo siempre tengo un toque especial, aunque no rebelaré el ingrediente secreto.

-El ingrediente secreto es pimientos rojos picantes- dijo la mujer sirviendo los platos.

Donghae no pudo evitar reír al ver el sonrojo en las mejillas del bailarín.

-Ahora ha perdido la gracia- se quejó infantilmente.

-Sabes que yo todo lo que sea tuyo me lo como-le intentó animar Donghae, cayendo en la doble connotación de la frase cuando Eunhyuk lo miró con cada de pervertido.

-Vamos, dejad las miraditas y sentaos, que has tardado y tengo hambre-se quejó la mujer.

-Omma, lo único que quieres es sentarte para ver ese dorama al que estás enganchada-se burló el pez de su madre, que intentó mantenerse solemne.

-A mi edad ves cualquier cosa que echen por la tele con tal de distraerte. Ya no echan nada en condiciones, lo único que veo es ese programa donde salen Sungmin y Kyuhyun, ¿cómo se llamaba?

-Go! Go! Gong- respondieron los dos hombres al unísono.

-¡Eso! De vez en cuando está bien ver alguna novela, así tengo tema de conversación con la vecina.

-No tienes que dar excusas, Hyukkie también es adicto a los doramas para ajhummas-se burló el menor.

-¡Eh! Es que me aburro mucho cuando trabajas. Estoy por venirme las tardes con tu omma a ver el dorama mientras tú haces un búnker con tus partituras- se quejó el bailarín.

-Hae, te he dicho que no trabajes tanto, que te estás quedando en los huesos. Menos mal que está nuestro Hyuk para cuidarte. Si por ti fuera ni te asearías, todo el día con el piano.

-Yah, omma, deja de ponerme como un obseso del trabajo! Las fechas límite son asfixiantes, y soy muy perfeccionista con lo que compongo. Es normal ser dedicado con el trabajo, y más si es para la exigente SM.

-Pero come, y haz ejercicio, no es bueno estar todo el día sentado.

-Ya hace ejercicio conmigo-contestó Hyukjae llevándose un trozo de carne a la boca.

La mujer lo miró de soslayo.

-Me consta que os ejercitáis mucho.

Al mayor se le atoró en la garganta la carne al escuchar a su suegra decir con ese tonito lo de ejercitarse.

-Omma, Hyuk habla de correr-respondió Donghae con indiferencia.

-Si no pasa nada, es natural que dos personas que se gustan quieran intimar.

-¡Omma! Esa charla la tuvimos hace veintiséis años y no quiero revivirla.

-Da igual que seas un adulto, sigues siendo como un niño pequeño para omma-dijo besándole sonoramente la mejilla izquierda.

-Hay temas de conversación que deberían vetarse cuando estás comiendo con los padres- puntualizó Hyukjae, que era el más incómodo de los tres.

Omma e hijo se miraron con picardía, deseosos de incomodar más al bailarín.

-Vamos, Hyuk, que mi omma ya sabe lo de tu colección de porno.

Eunhyuk no sabía cómo mirar a la cara a su suegra, que reía vivaracha.

-No te preocupes, la pornografía es algo que todos consumen y pocos se atreven a confesarlo-le tranquilizó la mujer viendo la angustia en los ojos de su yerno.

-Con lo religiosos que son mis padres se horrorizarían al presenciar esta conversación-dijo abanicándose intentando pausar el sofoco que le había dado.

-Seguramente tus padres seguirán teniendo una vida sexual activa, no creo que se avergüencen.

Y la señora puso la puntillita final para que a Hyukjae le diese un ataque. Era repulsivo el sólo hecho de pensar que sus padres seguían haciéndolo.

-Muchas gracias a los dos, creo que he perdido el apetito.

Donghae y su madre comenzaron a reírse al ver lo incómodo que se sentía el mono.

 

 

ZhouMi miró con deseo a Siwon.

-¿Estás preparado para el siguiente paso de la terapia?-preguntó con la voz grave por la excitación-Erotización genital. Por fin podré tocarte yo.

Aunque el coreano estaba algo nervioso, la constancia al practicar los ejercicios que la doctora les mandaba estaba dando frutos, haciendo que cada vez se sintiese más relajado. Se tumbó en el colchón, mirando con anticipación al chino. Tras meses sin haber sido tocado por ZhouMi, volvería a sentir sus largos dedos abrazar su erección. Jadeó quedamente sólo de imaginarlo. El menor se sentó a horcajadas en su cintura e inició un demandante beso, que fue correspondido con la misma fiereza. Sus bocas luchaban por tomar el control, sus lenguas jugando en sus bocas semi abiertas, bebiendo del aliento del otro. El coreano mordió el labio inferior del menor, que gimió de placer. De nuevo el Siwon dominante en el sexo que tanto le gustaba. Jadeos se escapaban de sus ocupadas bocas, mientras que la ropa iba desapareciendo de sus cuerpos, dando paso a la deliciosa calidez de la piel ajena. El mayor se incorporó un poco para morder el hombro del chino, que lo miró con cara de vicio.

-¿Te gusta morder?-preguntó excitado.

-Estás saladito, me encanta saborearte- y, acto seguido, lamió lentamente el cuello del menor, que se estremeció entre sus brazos.

-Joder, Siwon, vas a hacer que me corra sin tocarme.

El coreano ignoró al menor, volviendo a atacar el cuello de éste, que gimió exasperado. Besos y lamidas, intercalado con algunos mordiscos, excitaron tanto al chino que comenzó a rozarse contra el miembro de Siwon. Lo hacía de manera inconsciente, sus sentidos estaban tan nublados por el placer que apenas era consciente de lo que su cuerpo hacía. Gemía en el oído del coreano mientras recibía la lengua de éste en su oreja, susurrándole cosas obscenas mientras le lamía el lóbulo.

-Me encantas cuando estás tan dócil, me dan ganas de follarte hasta la saciedad-le susurraba el mayor, que estaba tan centrado en dar placer a su pareja que ni se había dado cuenta de su propia excitación y de cómo su pene respondía al balanceo del otro.

-Hmmm, Siwi, haré lo que me pidas-estaba cachondo como un animal en celo, demasiado sin tener un orgasmo en condiciones. No le daba vergüenza decir ese tipo de cosas en voz alta, ambos sabían que roles adoptar en la cama para que el juego fuese más divertido.

Ninguno era plenamente consciente de sus actos, ni de cómo estaban ignorando los ejercicios que les había mandado la doctora, dejándose llevar por sus instintos más primarios. La hambrienta boca del coreano volvió a atacar, esta vez los sonrosados pezones del menor, que soltó un desesperado alarido de placer. Si era sensible en el cuello, ahí perdía la cabeza completamente. Era un placer tan fuerte que a veces podía resultar incómodo. Sentía los dientes del otro tironear sutilmente sus pezones, lamiéndolos con la punta de la lengua. Su cintura se movía fuertemente, deseosa de más fricción. Tiraba del pelo de Siwon cada vez que succionaba su tetilla, animándolo a seguir con la tarea. Sus erecciones se restregaban sin pudor alguno, sintiendo la deliciosa sensación que creían olvidada. Un líquido blanquecino escapó de una de las erecciones, manchando los vientres de ambos. Se quedaron mirando atónitos.

-Mimi, creo que…

-Te has corrido…-susurró sin poder creérselo. Una tierna sonrisa adornó el rostro del coreano.

-Me he relajado y he podido llegar al final sin necesidad de hacer los ejercicios-dijo entusiasmado.

El menor no podía salir del shock, pero se vio envuelto en los fuertes brazos de Siwon.

-Yeobo, lo has conseguido-le murmuró contra sus labios.

Se besaron lentamente, saboreando aquel momento.

-Ahora te toca a ti disfrutar-dijo con malicia el mayor, que descendió por el cuerpo de ZhouMi hasta llegar a su erección, engulléndola con gula. Quería que el chino disfrutase como él, por lo que succionó como si se tratase del más delicioso de los helados. Las manos del menor se posaron en su cabeza, imponiendo el ritmo que quería.

-Ah, más rápido, hmmmmm- balbuceaba incoherencias tratando de explicar cómo lo quería, pero la lengua del mayor parecía tener memorizada como darle placer, provocando que se viniera abundantemente en la boca del coreano.

Quedaron tumbados boca arriba, mirando el techo tratando de regular sus respiraciones.

-Mimi, has hecho que me excite tanto que se me ha olvidado que tenía un problema-dijo aún alucinando.

-La sexóloga te dijo que el problema no era de tu pene sino psicológico, tienes un bloqueo por el trauma del vídeo. Me alegro de haber hecho que te relajaras.-besó superficialmente los labios del coreano, que cerró los ojos para sentir con más intensidad ese efímero contacto.

-Aunque aún no podemos cantar victoria, espero que esto sea el comienzo de un excitante sexo. Volveremos a hacerlo, Mimi.

El más alto apoyó su cabeza en el musculoso pecho de Siwon, y cerró los ojos, relajado al escuchar los latidos de su corazón.

 

-Te quiero-susurró antes de caer en brazos de Morfeo.

Notas finales:

En serio, esta vez sí que sí prometo actualizar pronto, y no lo digo por decir. Vuestros comentarios me han animado a continuar con el fic a pesar de estar desanimada. Así que, tenedme paciencia xD

He estado buscando gif del SiMi pero no hay, así que os dejo una foto de este par de loquillos y unos gif hot de ellos, que nunca está de más ver un poco de carne >_<

SiMi

Hot Mimi

Hot Siwon

Espero que no haya sido decepcionando el capítulo, prometo escribir más y mejor *se esconde de las lectoras enfurecidad*

De nuevo, muchas gracias por vuestro apoyo, me habéis hecho recuperar la inspiración.


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