-Nos vamos de mini vacaciones-gritó Kyuhyun.
-¿Estás seguro de que nos han invitado?-le susurró Sungmin mirando al YeWook. Aunque Yesung parecía muy animado con la idea, el amante de las jirafas tenía mala cara y no quería estropearle el fin de semana romántico a su mejor amigo.
-Por fin he terminado las presentaciones del disco y puedo volver a casa con mi Wookie-dijo el mayor, pasando su brazo por los hombros del más bajito.-Y, para celebrarlo, nos vamos a Jeju.
-Sigo sin tener muy claro si no sobramos-reiteró Sungmin, que no podía pasar por alto la cara molesta de Ryeowook.
-Ha sido idea suya, no te preocupes, Wookie está encantado con que repitamos las vacaciones en pareja-le tranquilizó el mayor.
-Sólo pido que te comportes y no nos des las vacaciones, seguro que tienen ganas de estar tranquilos y no voy a permitir que les jodas los planes-susurró en tono amenazador el chico conejo a su pareja.
El trayecto en avión fue ameno: Ryeowook se pasó el viaje dormido, Yesung leyendo y el KyuMin discutiendo por Haru, que se lo habían dejado a Shindong para que lo cuidase. Pero en cuanto pisaron la isla, volvieron los tira y afloja entre el maknae y Yesung.
-Tenemos que visitar los harubang, son un atractivo turístico único-señaló el mayor de los cuatro.
-Hemos venido a relajarnos, no a hacer turismo. Propongo que vayamos a la cascada, ya tendremos tiempo de ver figuritas de piedra.
El mayor estaba que echaba humo por las orejas.
-¿Vamos a venir y no visitar los tótems? Es una falta de respeto para su cultura-espetó indignado el cantante, que ya se estaba arrepintiendo de haber invitado al KyuMin.
-¡Pero quien mierda viene a Jeju a ver harubangs! Se viene a descansar en las aguas termales.
-Muy bien, que cada uno haga lo que le apetezca-propuso Sungmin, deseoso de acabar con la maldita discusión.
Yesung lo miró con los ojos desencajados, como si se tratase de un plan anárquico en el que cada uno hiciese lo que quisiese en vez de estar todos juntos.
-Yo me voy a dormir, estoy cansado-dijo Ryeowook con tono afligido- Cuando decidáis algo, me avisáis.
-Te acompaño-se apresuró Sungmin que lo que menos le apetecía era escuchar al “dúo colérico” discutir por tonterías. Cuando se alejaron de ese par, se giro a Ryeo, que parecía inmerso en sus pensamientos- Supongo que estarás contento de tener de vuelta a Yesung.
Una sonrisa forzada se dibujó en la cara del eternal maknae.
-Le echaba de menos.
El mayor de los dos lo miró con las cejas arqueadas.
-¿Eso es todo? Wookie, estabas hecho polvo porque no tenías a tu maridito y ahora parece que te estorba. ¿Habéis discutido? ¿Te ha molestado que vengamos Kyu y yo a vuestras mini vacaciones? Supongo que, como no tuvisteis luna de miel esto era lo más parecido…-se mordió el labio culpable, cayendo en la cuenta de que quizás sí que sobraban.
-No te preocupes, en serio, fue idea mía que vinieseis. Las discusiones de esos dos me divierten, es su forma de quererse. Además, quería pasar tiempo contigo, te echo de menos-dijo poniendo un tierno puchero que derritió al mayor.
-Me alegro de que contases con nosotros, a mí también me gusta pasar tiempo juntos. No sé, a veces es aburrido que con la única persona con la que me relaciono sea Kyu…bueno, y la psicóloga.
-¿Cómo vas con la terapia?-la verdad es que no habían hablado del tema porque Sungmin no estaba receptivo a abrirse y hablar de ello.
-Bastante bien, estoy empezando a ver la luz a mi depresión, aunque aún hay cosas que me duelen.
Ryeowook lo miró, atisbando tristeza en los ojos castaños de su amigo.
-¿Aún te sientes culpable por lo de Saeun?
El silencio se hizo presente, incomodando al menor. Quizás se había metido donde no le llamaban.
-¿No has hecho nada de lo que te arrepintieses? Digo, en tu relación con Yesung.
La pregunta pilló de imprevisto al aludido, que parpadeó con nerviosismo.
-Supongo que podría haber hecho las cosas mejor en algunas ocasiones- admitió intranquilo.
-De lo que yo me arrepiento es de haber sido egoísta. No tuve en cuenta los sentimientos de Saeun ni lo destrozado que dejaría a Kyu. Simplemente seguí adelante como un kamikaze, así era como realmente me sentí cuando di el sí quiero. Mis ojos estaban apagados, ni siquiera tenía la reconfortante mirada del maknae en aquella sala- paró de hablar al sentir un nudo en la garganta, aquello le costaba sacarlo.
-¿Por qué no te desahogas de una vez y sigues con tu vida?- cuestionó Ryeowook- Si tienes miedo de que te juzgue, sabes que no lo haré. No puedes excusarte con que eres una persona que se guarda las cosas para sí mismo, no es justo para ti, te haces daño y a los que te queremos. Di lo que te duele, en confianza, como en los viejos tiempos.
Le dolía ver a Sungmin así, siempre había sido un hombre risueño.
-La verdad es que todo empezó con vuestra boda- el menor asintió en silencio, dándole permiso para que continuase- Odio decir esto, odio admitirlo pero tuve envidia. Yesung no es un hombre muy romántico que digamos pero te dio la boda perfecta. Sin embargo yo arruiné ese gran momento, único en la vida de alguien, que es el casarte con la persona que amas. Yo no tuve cisnes, ni estuvisteis todos cantándome “Marry U”, ni me casé con la persona adecuada. Fue una boda hermosa, pero una gran farsa. Cámaras, invitados que sólo estaban ahí para ocupar espacio de cara a la prensa... Lo que más me duele es que Kyuhyun nunca saca el tema del matrimonio, y sé que eso entraba dentro de sus planes hasta que yo la fastidié. ¿Y si ya no quiere casarse conmigo? Me siento como un juguete de segunda mano, si nos casamos algún día no será especial porque no será la primera vez para mí…- no pudo aguantarlo más, cálidas lágrimas comenzaron a empañar sus ojos y a humedecer su rostro. Aquella confesión le dolía como si le acuchillaran, aunque se sentía más ligero. Ryeowook lo abrazó y el mayor se dejó, aferrándose a él como si fuese un niño pequeño asustado.
-Creo que deberías de hablar de esto con Kyuhyun- habló por fin el menor una vez se hubo calmado Sungmin.-Probablemente le estés dando más vueltas de las necesarias y ni siquiera se ha planteado casarse. Vivís juntos, trabajáis juntos, incluso habéis adoptado un cachorro. No os hace falta poneros un anillo y firmar un papel para demostraros que vais en serio. Teuk y KangIn tampoco tienen planeado casarse y en un par de meses serán appas. Deja de flagelarte y disfruta el momento, o en un futuro te arrepentirás de haber estado enterrado en sábanas en vez de compartiendo risas con Kyuhyun. Os quiero, sois mis mejores amigos, no me gusta ver que lo pasas mal.
Sungmin se recompuso, secándose las lágrimas y sonriendo al menor.
-Y, ¿qué hay de ti? ¿Vas a pasarte el fin de semana merendando yeyeconda?-preguntó con picardía, más animado tras la charla.
-Creo que voy a estar un tiempo a dieta, no me apetece desperdiciar los días que estemos aquí haciéndolo con Yesung. Es decir, ya habrá tiempo para eso, ahora me apetece aguas termales y gastronomía de la región.
-Pero habrá tiempo para todo, ¿no?-inquirió, él sí que estaba deseando de pillar a Kyuhyun y hacerlo en un lago por la noche, con la adrenalina de poder ser pillados.
No hubo respuesta porque sus parejas llegaron interrumpiendo la charla.
-Ya hemos decidido cómo administrar el tiempo-habló el maknae- hoy haremos una visita turística por Ciudad de Jeju y mañana comenzaremos con las vacaciones de relax.
-He comprado un mapa de la ciudad, iremos a los sitios más señalados y luego os llevaré a un pequeño restaurante familiar que sirven los moluscos recién pescados.
En realidad el plan del mayor no pintaba nada mal, además que en la época de SUJU cuando iban era para promocionar, no de turismo.
Tal y cómo habían planeado, hicieron una visita turística por la ciudad, deleitándose con los hermosos paisajes y las delicias culinarias de la región. Cuando cayó la noche, estuvieron bebiendo en la casa tradicional que habían rentado, dejando envolverse por la buena compañía y la gratificante charla. Yesung tomaba el pelo al maknae, que lo fulminaba con la mirada mientras Sungmin lloraba de la risa. Todos parecían a gusto, excepto Ryeowook, que bebía en silencia mientras observaba a las personas más importantes de su vida. Es verdad que sentía un calorcito en su pecho al ver a aquellos tres hombres bromeando como si el tiempo no deteriorase su buena amistad, pero no terminaba de sentirse cómodo. Veía a Sungmin empujando a Kyuhyun porque éste se había metido con Yesung. Miró a su marido: no tenía palabras para describir cuánto amaba a Yesung; su cabello negro alborotado, sus ojos delineados, sus melodiosas carcajadas. Todo en él era perfecto a ojos del eternal maknae, pero se sentía más lejos de él que nunca. Apuró lo que quedaba de soju en su vaso y volvió a llenárselo, llamando la atención de los presentes.
-¿No crees que has bebido suficiente?- le susurró un preocupado Yesung, intentando alejar la botella. Ryeowook le dedicó una mirada destructora y, con un gesto brusco, le quitó la botella de las manos, dejando a un confuso Jongwoon.
-Beberé lo que me apetezca, ya soy mayorcito-siseó entre dientes, haciendo que el ambiente se tornase incómodo. El KyuMin se sentían violentos debido al giro que había dado la situación, sin embargo el mayor miraba fijamente a Ryeowook tratando de adivinar por su lenguaje corporal por qué había reaccionado de esa forma tan irascible.
-Nosotros nos vamos a acostar, que mañana queremos ir temprano a las aguas termales- se excusó Sungmin. Yesung le dedicó una mirada de disculpa por el momento tan bochornoso pero el chico conejo negó, restándole importancia.
-Nos vemos mañana, hyungs- que Kyuhyun hablase en jondemal sólo subrayaba lo incómoda que era la situación.
Cuando se quedaron a solas, el ambiente se volvió más pesado si podía. El menor esquivaba la insistente mirada de su marido mientras tomaba todo el soju de su vaso de un solo sorbo.
-¿Se puede saber qué he hecho para que lleves así todo el día? Que yo sepa no he hecho nada, pero llevas todo el día esquivándome-el menor le conocía tan bien que, aunque a ojos ajenos pudiese parecer que Yesung estaba neutral, él podía atisbar el dolor de esas palabras.
-Sólo he tenido un mal día, ¿no puedo tenerlo?- miserable, así es cómo se sintió cuando dijo eso de una forma tan condescendiente, sabiendo que el mayor estaba repasando mentalmente qué había dicho o hecho esas 24h para que le tratase tan mal.
-¿Y la solución es beber hasta el coma etílico?- si pensaba que Yesung iba a dejar las cosas ahí estaba más que equivocado.
-En serio, ¿no puedes dejarme en paz? Acuéstate y déjame beber tranquilo-dijo arrastrando las palabras, quedando en evidencia su estado de embriaguez. El mayor le quitó la botella, provocando que protestase: lo cogió con fuerza del brazo para que se levantara, y lo llevó hasta su habitación, tendiéndole en el colchón. Cuando se tumbó a su lado, no le pasó desapercibido cómo el menor se apartó, quedando al filo de la cama.
-Me vas a decir que te pasa, y no quiero que me digas que te deje en paz-ordenó el mayor con tono autoritario, provocando que Ryeowook temblase. Sí, estaba temblando por la rudeza del mayor y por su tono dominante. No supo muy bien cuándo empezó, pero lágrimas comenzaron a recorrer su rostro, asustando a Yesung- Wookie, tranquilo, no llores.
Trató de abrazarlo pero de un manotazo fue apartado. Una profunda angustia sacudió el pecho del mayor, poniéndose en lo peor. ¿Y si ya no le quería? O, peor aún, ¿y si le había engañado con el mánager y la culpa le carcomía? No sabía cuál de las dos opciones prefería, pero al ver a Ryeowook abrazándose a sí mismo mientras lloraba desconsoladamente supo que aquello no avecinaba nada bueno.
