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The last man standing ! Parte 2 por Karmilla46664

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Notas del capitulo:

Este capítulo es cortito porque sólo aparecen el YeWook y el HanChul. Como estoy liada con la universidad y no tengo tiempo de escribir de todas las couples he pensado en subir mini cap para no haceros esperar un mes sin actualizar como la última vez. Ando con mucha imaginación pero es que no tengo tiempo (he terminado de estudiar a las 02:30 am y me he puesto ha escribir el cap ahora jajaja)

Disfrutad.

 

Yesung jugueteaba con un mechón del cabello de Wookie, dedicándole una de sus mejores sonrisas seductoras mientras le hablaba en voz baja:

-Hoy te ves hermoso, sobangim*, ¿voy a tener que perseguirte por toda la SM para asegurarme de que nadie te mira con descaro?-le ronroneaba en el oído mientras el menor reía tímidamente- Te recojo luego para ir a comer, ¿arasso?

(N/T: Sobangim es marido en lenguaje informal)

Ryeowook asintió aún algo cohibido por los encantos de su marido. Estaban en la entrada de la SM pero poco les importaban que los vieran juntos, ahora más que nunca estaban orgullosos de su relación.

-Buen día, Ryeo.

La pareja se giró para ver a Hyun Sup, el mánager de los rookies de la SM. Ryeowook sonrió con timidez mientras que el mayor fulminaba con la mirada al mánager.

-Que bueno verle, Hyun Sup-dijo con falsa jovialidad Yesung- Justo le estaba diciendo a Ryeo que quizás debería seguirle por toda la SM para asegurarme de que nadie trate nada con él, pero sabiendo que cuidarás de él me voy más tranquilo- le sonrió con frialdad- ¡Ah! Por si acoso algún indeseado se le acerca, recuérdele que Kim Jongwoon hará de su vida un infierno y saldrá llorando de esta empresa deseando no haber nacido.

Su mirada era dura, pero suavizó el ambiente dándole unas palmadas en la espalda más fuerte de lo normal. Al percatarse de la furibunda mirada de Ryeowook, puso los ojos en blanco, se colocó las gafas de sol y se despidió con la cabeza, no sin antes besar exageradamente al amante de las jirafas.

-Tu marido es un poco posesivo-se quejó el mánager una vez se hubo marchado el cantante.

-Perdónale, tiene un temperamento muy fuerte-se excusó Ryeowook avergonzado.

-Deberíamos entrar o se nos hará tarde.

El menor sonrió, le encantaba su trabajo, ver el progreso de esos pequeños talentos que se convertirían en grandes artistas. Sólo rezaba que cuando Yesung fuese a recogerlo no tuviese más encontronazos con el inoportuno mánager.

 

 

-No me gusta ese tío-dijo con frialdad el mayor mientras apretaba con fuerza el volante de su deportivo.

-Es sólo un amigo-se defendió Ryeowook con un enternecedor puchero.

-Eso será para ti pero yo sé lo que él quiere… y tendrá que pisar por encima de mi cadáver para ponerte un dedo encima-el menor juraba que le ardían los ojos de pura rabia.

-No seas paranoico, ya sabes que no aguanto tus escenitas de celos, ¿o quieres que saquemos a relucir tu pasado de “noonas predator”?

-Eso no cuenta, hace veinte años y ni siquiera estábamos juntos. Juro que mañana vengo con las fotos de nuestra boda y luna de miel y se las enseñaré, comentándole en cada foto alguna anécdota divertida para su tortura.

Ryeowook miró a su marido que parecía muy complacido con su idea.

-Ni se te ocurra- Yesung iba a replicar pero al ver la mirada asesina del menor se tragó sus palabras.

-Sólo prométeme que si intenta propasarse me lo dirás para que vaya y le queme la casa.

El menor no puedo evitar reírse al ver lo serio que lo decía.

-Anda, dame un beso, que en todo el camino lo único que has hecho es hablar de Hyun Sup. A lo mejor el que tiene que ponerse celoso soy yo.

-Antes me clavo agujas en los ojos que estar con ese degenerado-refunfuñó molesto como un niño pequeño.

-Normal que la gente piense que tienes un aura de asesino en serie, si cuando hablas dejas salir tu vena psicópata.

-Sólo cuando se trata de la persona que más quiero en este mundo- dijo besándole en la nariz.

Ryeowook resopló divertido. No podía negar que le encantaba lo sobreprotector que era Yesung con él pero no le iba a dar vía libre para que montase numeritos como los de esa mañana.

 

 

-Rella, tengo una buena noticia.

La enorme sonrisa que adornaba el rostro del chino hizo sonreír también al mayor.

-Sorpréndeme.

-Me han dado un papel en una película china.

La cara de Heechul mutó de felicidad a una seriedad lúgubre.

-¿Y has aceptado?

El menor lo miró casi molesto.

-¡Pues claro que he aceptado! Trabajaré con uno de los mejores directores de mi país, no sabes cuánto tiempo llevo esperando esta oportunidad -Heechul se fue a la cocina, no le apetecía ver al chino, pero este le siguió- ¿Qué pasa ahora?- preguntó con fastidio.

-Pensé que éramos una familia y en las familias se consultan ese tipo de cosas.-se quejó el mayor.

Al chino no le hizo ni pizca de gracia ese comentario.

-¿Acaso vamos a llevar mi carrera los dos? Yo nunca me he metido en que vuelvas o no al mundo del espectáculo, eres tú quien decides sobre tu carrera y pensé que yo sobre la mía. Eres un egoísta, Heechul.

El coreano no le arrancó la cabeza de milagro.

-¡¿¡¿Qué yo soy egoísta, pedazo de idiota!?!? Eres tú el que se irá a China a saber por cuánto tiempo dejándonos a Han Chè y a mí solos- chilló encolerizado.

El menor se masajeó el puente de la nariz intentando controlarse para no gritar.

-Entonces, ¿qué debo hacer, ah? ¿Quedarme en Gangwon e ir los domingos a cenar con el insoportable de tu padre?-normalmente no se enojaba con el mayor, tenía paciencia, pero estaba furioso.

-Estoy harto, ¡HARTO!, de que no me tomes en cuenta en tus decisiones. Y no pongas caras- le amenazó al ver el intento de replicar de Hangeng-porque lo llevas haciendo desde que comenzamos a salir. Luego dicen que siempre haces lo que yo quiera, ¡y una mierda! Una vez más te vas sin preguntarme siquiera que me parece la idea. Sabes perfectamente que no es la primera vez que lo haces, y no me hagas sacar trapos sucios porque no tengo ganas de otra bronca.

-Mira, en algo que estamos de acuerdo. Por una vez podrías dejar de pensar en ti y pensar en lo que yo quiero, para variar en nuestra relación.

Heechul cogió una de sus sandalias y la lanzó contra la pared, pasando cerca del chino que lo miraba serio.

-Vuelve a repetir eso y juro que a la siguiente te comes la sandalia.

Hangeng cogió las llaves del coche.

-Iré a dar una vuelta antes de que digamos algo que nos podamos arrepentir. Y ya voy yo a recoger a Han Chè del colegio.

Cerró la puerta con fuerza, provocando que las ventanas temblasen. El coreano se sentó abatido en el sillón, golpeando con los puños los cojines mientras maldecía. De repente recordó que quedaba un resto de vodka en el armario, cortesía de KangIn. Se levantó para coger un vaso y se sirvió lo que quedaba. Ese trago le supo a gloria, desde que era padre no había probado el alcohol. Pero estaba tan alterado que o se bebía la botella o la tiraba a la cabeza de cierto chino. Para su suerte se le apareció un ángel, o lo más parecido: en el portátil parpadeaba una pestaña del Skype ya que Leeteuk le estaba llamando.

L: Hola, cariño, ¿y esa cara?

H: Nada, acabo de discutir con Hangeng.

L: ¿Qué has hecho ahora?

H: ¡EH! Que yo no he hecho nada- se quejó con fastidio- es por su culpa.

El mayor le sonrió tranquilizadoramente, animándole a desahogarse.

L: ¿Qué ha pasado?

H: Se va a China- al ver la cara del líder intentó explicarlo para que no malinterpretase- Ha aceptado un papel en una película y tendrá que irse.

L: No es tan malo, será por poco tiempo.

H: Quien se queda soy yo, y Han Chè-se apresuró a añadir- Estoy harto de ser el que se queda, Jungsoo, ¿tan egoísta soy?

La voz se le quebró y los ojos se le empañaron.

L: No llores, Chul, no se irá para siempre-le tranquilizó con voz dulce.

H: ¿Cómo puedo saber eso? Viene y se va, entra y sale de mi vida como le da la gana, nunca me ha tenido en cuenta en sus decisiones. ¿Demanda a la SM? Me entero por la prensa. ¿Alquila un vientre para que tengamos un hijo? Desaparece cuatro años sin dar explicaciones.

L: Es normal que te asuste la idea de perderle, pero esta vez es diferente, tenías una casa y un hijo, una vida en común. Ya no sois dos jóvenes enamorados jurándose amor eterno, sois dos adultos con obligaciones comunes.

H: Dicho así no es que suene muy romántico- el líder pudo atisbar una leve sonrisa en su rostro- Odio llorar, odio llorar por ese chino idiota-se quejó secándose con brusquedad las lágrimas que caían a sus costados.- ¿Y KangIn?

L: Ahí al lado fingiendo que hace cosas pero en verdad está escuchando nuestra conversación-soltó una carcajada.

H: Tú, mapache gordo, déjame verte.

KangIn obediente se sentó al lado del líder.

K: Siempre es un placer hablar contigo.

H: ¿A ti no te han enseñado a no escuchar conversaciones ajenas?

K: Que más te da si después me lo iba a contar.

La diva miró acusadoramente a su mejor amigo.

H: ¿Le cuentas mis cosas a este?

L: “Este” es mi pareja, nos lo contamos todo.

H: ¿Todo? No lo creo.-sonrió con malicia- ¿Recuerdas ese Sábado que…?

L: Vale vale vale vale-chilló para que KangIn no oyese aquel secreto- Puede que no le cuente todo.

K: ¿Me ocultas cosas?-preguntó enfadado el menor.

Leeteuk miraba apurado a la pantalla, con una sonrisa tensa.

H: CofCoftabacocofcof

Ahora el que se puso blanco fue KangIn.

L: ¿Has vuelto a fumar? ¡Youngwoon, me dijiste que lo habías dejado hace años!

K: Muy gracioso, ahora por tu culpa tengo pelea-se quejó mirando a la cam.

H: Eso es pasa por ser una pareja tan empalagosa, que si libros de padres primerizos, que si “yo le cuento todo a mi yeobo porque somos una pareja moderna”… Además, estoy cabreado con Hangeng y alguien tiene que pagar, y te ha tocado a ti por meter las narices donde no te llaman.

K: Será posible que tengas que fastidiarme hasta en la otra punta del mundo.

H: Es mi guilty pleasure. Os dejo, que me duele la cabeza y para bronca la que se ha liado aquí. Además, ya sé cómo acaban vuestras peleas, contigo haciendo todo lo que Jungsoo diga y él debajo tuya gimiendo con una insoportable voz chillona pidiéndote más duro.

Las mejillas del líder se tiñeron de granate.

L: Tú que sabrás.

H: ¿Tengo que recordarte que nuestras habitaciones estaban juntas? Cada vez que tenías fiesta con KangIn me enteraba incluso del sabor de preservativo cutre que había mangado el mapache para hacerlo contigo. Demasiada gente en un piso muy pequeño.

K: No era peor que escuchar a Hangeng decirte cosas guarras en chino a pleno pulmón mientras tú le hacías trabajitos con la boca.

Los tres rieron al recordar la poca intimidad que tenían cuando vivían juntos.

L: Yo echo de menos cómo pillábamos siempre al EunHae y trataban de disimular haciendo como que limpiaban… ¡Eso no se lo creían ni ellos!

K: O cuando Ryeowook salía del baño con una sonrisa de oreja a oreja seguido de un Yesung con el pelo revuelto y la camiseta del revés.

La puerta de la casa de Heechul se abrió, entrando corriendo el pequeño seguido de su padre, que esquivó la mirada del coreano.

L: Han Chè, ¿te acuerdas de mí?

El pequeño asintió sonriente.

-¿No vas a saludarles?-Heechul se había levantado para seguir al chino.

-Ahora mismo no estoy de humor-contestó sin mirarle.

-Siempre soy yo el que habla con ellos, ¿acaso tampoco te importa ahora los chicos?

Aunque se habían ido de la habitación, los gritos de Heechul se escuchaban hasta en España. El KangTeuk y el pequeño tenían sus cinco sentidos puestos en la pelea.

-¿Otra vez vas a empezar? Si te has levantado con el pie izquierdo no vengas detrás de mí en busca de bronca.

-Sabes perfectamente porqué estoy cabreado, y mírame cuando te hablo-le chilló, agarrándole del brazo para girarle.

Se quedaron mirando con rabia. Hangeng pasó por su lado dándole un codazo y se acercó al ordenador.

H: Hola chicos.

K: ¿Qué tal?

El ambiente era incómodo pero llegó Heechul cerrando la pantalla de golpe, dando por finalizada la conversación.

-Vamos, Han Chè, hay que lavarse las manos-dijo agarrando la mano de su hijo.

-¿Me puedes decir a que ha venido eso? ¿No querías que les saludase?-el chino no entendía a Heechul.

-Ahora vamos a comer como una familia y le vas a explicar a tu hijo lo que me has contado esta mañana, a ver cómo se lo toma él o es que soy un caprichoso y un egoísta.

 

Por supuesto, el coreano había dado en el clavo: no había pensado en cómo decírselo al pequeño Han Chè, que miraba a ambos con miedo.

Notas finales:

No recuerdo quien de ustedes me dijo que quería una escenita de celos de Yesung ¡et voilá! La verdad se me hace divertido imaginar esa faceta suya.

En cuanto al HanChul, ¿quién creéis que lleva razón?

Muchos besos y gracias por vuestros siempre lindos RWs

PD: No he comprobado las faltas de ortografía, son las 04:32 am y tengo sueñecito *corre a los brazos de KangIn a que la consuele* Pero no me quejo, me encanta poder desahogarme escribiendo después de estudiar temas coñazos de la facultad xD

Os saranghaeyo mucho.


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