Y asi paso una semana, una vida normal estaba de vuelta. Los días transcurrían con tranquilidad, y ahora solo tenía problemas normales. Los últimos dos días luego de salir del instituto me iba a la casa de Ji a holgazanear y a despejar un poco la mente.
-Aquí tienes la bebida
-Ah gracias. –Ji se sentó junto a mi para ver la TV cuando un mensaje me llego al celular
“Dae, podrías pasar por mi casa tan solo un momento?”
¿Y ahora que quería? Simplemente lo ignore y volví a ver TV mientras Ji hablaba de algunas cosas.
-Quien era? –pregunto con mucha curiosidad Ji.
-Ah solo un viejo amigo. –mentí, no quería hablar de el.
-un viejo amigo? Lo conozco? –seguía insistiendo.
-ahh bueno el…
-con que no me quieres decir? Pues lo vas a lamentar –dijo con un tono vacilante y un poco inquietante,
-Debo estar loco, tal vez me rompí la cabeza y no me di cuenta –y allí estaba a punto de tocar el timbre de la casa de Ri. Sucedió cuando me dirigía a casa, me baje antes del bus sin darme cuenta ya estaba aquí a punto de saber que quería Seung Ri.
Me dispuse a tocar el timbre después de pensar tanto. Tardo mucho pero al fin alguien abrió la puerta.
-Seung…Ri? –Quede inmóvil al ver la cara de Ri, estaba completamente pálida. El trato de decir algo pero solo logro caerse de la nada.
-Ri, Ri, que pasa? –Cuando lo toque estaba ardiendo, tenía fiebre y muy alta. Me apresure a agarrarlo del brazo y llevarlo a su habitación.
-Ri, donde está tu mamá?
-ella… no, esta…. –dijo apenas audible. Inmediatamente salí de ahí y fui a comprar medicamentos para la fiebre, anduve lo mas rápido que pude.
-Vuelvo enseguida-y asi fue, corri lo mas que pude a la farmacia mas cercana.
-Aquí tienes, tómatelo –le acerque un vaso con agua. Vi que no podía levantarse por si solo, así que lo ayude a hacerlo.
-con cuidado. ya esta? En un rato te sentirás mejor. Te voy a dejar estos medicamentos aquí, te tomas otra en dos horas y estarás bien hasta que tu mamá llegue.
-ella.. no..vendrá esta noche. –dijo con dificultad
-bueno te dejo igual las pastillas.
-no….quédate aquí…solo por esta noche, por favor.
-no podía negarme aunque estuviera molesto con el, estaba muy enfermo y no había nadie que lo atendiera a excepción de mi. Así que eso hice, me quede toda la noche despierto, poniendo una toalla en su frente, una y otra vez.
-Parece que se quedo dormido –sonreí aliviado. –supongo que también debería dormir –hice un espacio y me acosté a su lado. Y como me lo esperaba no como si lo quisiera, me empezó a abrazar posesivamente, aunque no quería admitirlo quería que siguiera así toda la noche, así que rodee su cabeza con mi brazo debajo y una pequeña sonrisa.
Mas tarde, en la madrugada, me despertó un sonido, Ri balbuceaba algo, tal vez aun tenia la fiebre alta. Intente comprobar, pero de hecho la fiebre había bajado. Así que lo mire, y empezó a hablar mas fuerte decía cosas sin sentido pero entre ellas algo me llamo la atención.
“no, no. Yo ….lo siento, lo siento ..tanto…dae.. lo siento” –lo dijo casi con una expresión de sufrimiento en su rostro. Me sorprendí al escucharlo, eso me conmovió además Ri estaba tan lindo, con un ligero color rosa en su rostro, se veía tan tierno casi como un niño, un niño al que yo estaba cuidando.
Me gire hacia el y con mi otra mano libre acaricie su rostro que parecía sufrido.
-Haa.. todo esto es verdad?....no se qué debo hacer contigo. Ri indícame el camino –le susurre mientras seguía acariciando su rostro. Quede hipnotizado, ver a Ri dormir era algo hermoso, el parecía por primera vez, vulnerable. Otras veces parecía dolido, desconsolado pero nunca vulnerable. Sera mi corazón vulnerable a estos labios?, a esta persona?
Ri empezó a abrir los ojos, y se agrandaron al ver lo cerca que estaban nuestros rostros, no lo había notado pero estábamos a escasos centímetros, podía sentir su respiración chocar con la mía. Sentía como el ambiente se tensaba, realmente creía que ahora yo lo iba a violar a el, quería besarlo, sentir sus suaves labios que hacía mucho no lo hacía, esos besos que me succionaban, su boca pedía a gritos ser comida. Con mi mano en su rostro solo quería acercarlo hasta mi para poder besarlo, tocarlo y nunca mas soltarlo.
-Gracias Ángel, por cuidar de mi –dijo con una cálida sonrisa asomándose en su cara. ¿pero que estaba pensando? ¿era yo el que estaba lujurioso por el? Tenia que calmarme.
- no había nadie en casa, no podía dejarte solo –trague saliva y me acomode mirando hacia arriba. Tenía que evitar mirar esos labios tan, tan…taan... Ya cálmate!
-no pensé que vendrías
-estaba cerca, así que pase por aquí –dije sin dejar de mirar a arriba.
-Dae, vuelve a estar como estabas hacia un momento.
-que? Ni loco.
-al menos podrías darme un beso?
-gire mi cabeza y vi su rostro suplicante – Chu!- bese su frente y el me dedico una gran sonrisa y no pude evitar corresponderla. Estar con Ri de esa manera, me hacían dudar si quería perderme de ser su novio, de ser acariciado por él, de perderme estar a su lado como lo estaba ahora.