Capítulo 3
Se despertó después de su siesta, imaginó que pasaron cuatro horas, dándose cuenta que solo transcurrieron treinta minutos, se sorprendió de ese hecho, se dio cuenta que el rubio lo estaba mirando y sonrió. Se dirigió a él con beso corto, dejando en claro que todavía tenía ganas, Naruto percibiendo eso le regresó el beso, aceptando totalmente lo que iba a ocurrir. Itachi sonrió grandemente advirtiéndole que no se iba a parar.
Besó los labios del menor con hambre, pasó al cuello lamiendo toda la extensión, Naruto sentía su cuerpo estremecerse ante cada caricia que el moreno le hacía, cerró los ojos, abstrayéndose en cada momento, en cada toque que sentía, su corazón se aceleraba, se excitaba con cada segundo, Itachi bajó a los pezones del chico, lamiéndolos rápido, suspiros viajaban por cada demostración de pasión.
Con la lengua acarició el cuerpo del chico, disfrutó las expresiones diversas que Naruto le regalaba. Con mucho miedo se tomó de la cintura del mayor, Itachi masturbó al pequeño con la mano, primero lentamente hasta que un en un punto Naruto le pedía más, separando las piernas Itachi le introdujo un dedo, un quejido resonó en la habitación, masturbó un poco aliviando la expresión un moviendo circularmente el dedo, para ensanchar un poco, metió el segundo y pronto el tercero, los sacaba, los metía, lento rápido, ya estaba preparando para la penetración.
Sentía adrenalina recorrer cada cédula de su cuerpo, le daba placer a una persona que mantenía los ojos cerrados por el placer combinado con la vergüenza, esa simple acción le excitaba, no había sido mas diferente ni tan igual a otras veces que lo ha hecho, sin duda sabía que era bastante especial para él aunque no lo admitiese. Suspiró el aroma juvenil del chico, mezcla de excitación y jadeos pronunciados Itachi tomo las caderas del chico y lo penetró rápidamente, para no lastimarlo y que el dolor fuese de una sola estocada.
Naruto se quejó, saliéndole lágrimas y arqueándose, buscando la mano de su amante, no la encontró, quería calmar el dolor, no sabía cómo, Itachi se preocupó y envolvió su mano con la de él, en este acto abrió los ojos, incorporándose cómodamente, Itachi no podía moverse, el chico era realmente virgen, tragó en seco, lo estaba apretando mucho.
Naruto, necesito moverme – jadeante y ansioso de empezar con las penetraciones
Vale – artículo tartamudeando, le dolía mucho pero era hora de moverse.
Itachi empezó lentamente, lo sacaba por la mitad y lo metía, Naruto gemía de dolor, Itachi lo calmaba con besos en el cuello mientras seguía con el ritmo pélvico, marcando un ritmo suave. Se miraban a los ojos, sonrisas, chistes, Itachi preparaba un repertorio para tranquilizarlo, con caricias juguetonas y besos traviesos, aceleró el ritmo lentamente, no quería lastimarlo, no tenía esa intención, siguió suavemente. Sorprendiéndose de lo que salió de su pequeño.
Más rápido – le encaró, quería velocidad, mas estímulo.
Itachi le sacó su miembro y cambiaron posiciones, se sentó en la cama sentando a Naruto en su miembro, de una sola estocada entró y Naruto gimió arqueando la espalda, Itachi sonrió grandemente, sus ojos se tornaron rojizos por el placer que le daba ver esa cara de gozo, aceleró el ritmo, penetrándolo bruscamente y ferozmente, Naruto gemía y sudaba, jadeaba pedía más Itachi le daba, estaba excitado lamía todo su cuello, masturbaba al chico, penetraba rudamente, Naruto apoyaba las manos en los hombros de Itachi, por su mente rondó algo sádico que nunca pensó, pero el momento le daba la oportunidad.
Para – Naruto ordenó. Itachi se detuvo
¿Qué pasa? – preguntó desorientado.
Ponte de pie – le daba pena decirle que quería “probar” su miembro, le daba morbo que se corriera en todo su cuerpo.
Itachi se levantó extrañado. ¿Qué le pasó a Naruto? Antes estaba llorando suplicante que no hiciera nada y ahora probaba cosas nuevas. Se preguntó si lo escuchó, pero él sabía que no lo quería. Itachi no quería a Naruto como pareja, simplemente era una de las pocas personas que le despertaba la química y llamaba la atención, de hecho el único a quien llevaba a su casa. Pagaba un hotel para cada amante, evitando confusiones. Pero el mismo lo sentía. Estaba confundido.
Naruto suspiró, se arrodilló frente a Itachi, tomó su miembro y se lo metió a la boca, Itachi sonrió gustoso, le encantaban que le hicieran sexo oral y ese chico lo adivinó, con lamidas inocentes que era característico de un virgen. Lamía la punta, dividió el miembro en tres secciones, para poder mamarlo cómodamente, empezó por la cabeza del pene, se lo metió y lo chupaba, arrastró consigo la sección que seguía metiendo y sacando, dirigió su mano izquierda a su miembro, masturbándose, metiéndose completo el miembro de su amante, se movía rápido, sintió una caricia en su cabello, siendo la mano de Itachi que marcaba el ritmo.
Pronto aceleró, como le encantaba, sentía cada célula vibrar, olas de placer le recorrían, sentía su miembro cubierto por esa cálida boca, imprimió velocidad, ahogando a Naruto quien se alejó tosiendo. Miró a Itachi y volvió a metérselo en la boca, no creía lo que hacía, sin duda estaba loco.
Introdujo todo, Itachi simulaba penetraciones en la boca del menor, adentro, afuera, lamió chupó, Itachi advirtió que se correría y lo hizo en el pecho de Naruto quien soltó un gemido, quedando de piernas abiertas, Itachi se excitó aún mas, masturbándose y con el miembro medio erecto puso a Naruto en cuatro y lo penetró, Naruto gimió y sin previo aviso penetró rápidamente y profundo, Naruto gemía, pidiendo más, fueron más rápidas, más salvajes, dando en un punto que ambos sentían placer.
Sonrojadas las mejillas de Naruto, solo pensaba en lo bien que la pasaba, lo rico que se sentía eso, retiró su miembro y dirigió la cabeza del pequeño para que lo estimulara, Naruto tomo el pedazo de carne y masturbó con su boca, le fascinaba lo que hacía, el sabor de su profesor, Itachi advirtió que quería correrse en su boca, Naruto aceptó la proposición.
Eso estuvo bien – Itachi se recostó de la pared, observando la escena.
Bueno si – dijo Naruto imitando la acción del menor, esperando a que Itachi lo abrazara.
Si, ¿te quedarás a dormir? – preguntó Itachi quien no era bueno expresando lo que sentía.
¿Tú quieres? – lo miró a los ojos
Lo digo porque ha empezado a llover y tu casa queda lejos de la mía – expresó levantándose y sacando dos toallas. No quiso mirarlo más, pero tenía que hacerlo. Volteó hacia Naruto, diciéndole que se inventara alguna excusa para sus padres. Se levantó torpemente y tomando su celular envió un mensaje a su papá, alegando que estaba en casa de kiba haciendo un trabajo. Llamó a kiba contándole que estaba haciendo otra cosa. Kiba aceptó tapar a Naruto.
Báñate – ordenó el Uchiha entregándole la toalla.
Vale – desvió la mirada
Naruto – llamó - ¿Qué te gustaría comer? – preguntó tranquilamente
Bueno, Pizza está bien – dijo desanimadamente
Oye, ¿Qué más quieres hacer? Puedo hacer lo que quieras, ¿quieres comer afuera? ¿Quieres que demos un paseo? ¿Quieres helado? Dime – preguntó insistente
Ahora que lo mencionas – sonrió pícaramente, alegrando a Itachi, el brillo a sus ojos estaba volviendo – quiero todo eso, pero anhelo que me tengas abrazado a ti
El moreno se sorprendió, no se halló en lo que decía, no era romántico, pero aceptó las palabras de Naruto.