Capítulo 4
Un día fresco. La brisa paseaba por ambos cuerpos desnudos, Shikamaru acariciaba tenuemente la espalda del otro mientras sonreía. Le inspiraba ternura y placer, el día de ayer fue extenuante para ambos por la actividad que física que realizaron juntos, tenía tanto tiempo sin tener sexo.
Naruto despertaba y miró todo. Buscó los ojos de shikamaru a quien veía con mucho cariño. El mayor le sonrió como pocas veces lo hacía, Naruto acaricio su mejilla y le pregunto acerca de su estado de ánimo, shikamaru solo suspiro y sin darle importancia a ese asunto besó en los labios tiernamente a su novio. Eran pocos los momentos que tenían este tipo de comunicación.
Naruto se acurrucó en el pecho del mayor, sonriendo juguetón y queriendo recibir su calor besó la mano del moreno. El moreno no demostraba muchas emociones cuando estaba con personas, pero con Naruto se le salía su lado divertido, era conocerse más el mismo.
Shikamaru no era un tipo fácil, las cosas resultaban difíciles puesto que todo debía ser indagado con suma meticulosidad cosa de la que él no gozaba mucho. Sin embargo de pocas cosas se armaba de paciencia calma y quietud como en este momento.
Expresó que quería preparar el desayuno, sorprendiendo al rubio que contraataco la oferta ofreciéndole una idea para realizar en conjunto.
Se levantaron ambos, Naruto por su parte se adelantó vertiginosamente y el moreno se lo quedó viendo de arriba abajo y agradeciendo pocas veces como lo hace, se permitió sentir agradecimiento por su novio.
Naruto miró de manera picardiosa shikamaru y este notando ese reflejo sonrió y suspiró pronunciando su palabra favorita, Naruto por su parte ante esto frunció los labios y le echó harina puesto que harían pan, o al menos el rubio lo haría.
Shikamaru se sorprendió por la acción, era difícil predecirlo pero estadísticamente, ¡Al carrizo con eso! Tomó unos huevos que yacían en la despensa y se los tiró, el primero lo esquivó y el segundo por distraído le pegó en la cara, sacando una carcajada en el moreno.
Naruto tomó lo que le quedó de huevo y se lo restregó en el cabello de shikamaru alegando que es para que le crezca más rápido.
Con cuidado shikamaru le robó un beso al rubio, quedando impactado de la impulsividad, se rascó la cabeza y mirándolo desconfiadamente le volvió a robar un beso, Naruto se le tiró encima y besándose cada vez más apasionadamente, shikamaru lo tumbó sobre la mesa y se le fue arriba, besándole el cuello suavemente y tocándolo con mucha pasión.
Nada aburrido.
Naruto olió algo que le desagradó, el huevo estaba podrido y como él era sensible a los olores le dijo a shikamaru que se bañara, shikamaru lo olió y muerto de la risa literalmente, le dijo que se bañara él también que apestaba.
De ahí a una contra oferta de Naruto.
Báñate conmigo – le propuso con una sonrisa.
Vale – le dijo sin chistar
No te aburriras shikamaru – susurró tiernamente
Contigo es imposible – replicó sensualmente mientras le besaba
Le tomó de la mano y tranquilamente se besaban, Naruto tocó el trasero de su pareja y en pleno beso shikamaru esbozó una sonrisa que perfectamente se amalgamaba al ritmo de su caricia.
Se dirigieron al baño y se quitaron la ropa con desesperación, no vacilaron ni esperaron nada, recostados de la loza abrieron la ducha que los roció con agua, shikamaru buscó el champú y dejó caer en el cabello de Naruto y del suyo, ambos cerraron los ojos para que no les picara. Pero Naruto haciendo trampa conservó un ojo abierto y el líquido le cayó ahí apartando de manera temporal a shikamaru.
El moreno notando esto le ayudó riéndose de lo ocurrido y aprovechó para ponerse a Naruto a espaldas suyo. Tocándolo suavemente y acariciando con sus labios el cuello del rubio.
Naruto entrelazó los dedos de su mano con los de su amante mientras el agua corría delicadamente por sus cuerpos, Naruto amó ese instante, quiso que durase para siempre.
Shikamaru anheló que ese momento no se acabara.
¡Sasuke! ¿Por qué me has traicionado? – el rubio con lágrimas en los ojos veía a Sasuke completamente alcoholizado y con una mujer al lado suyo
No es así amor – explicó inentendiblemente, sin lógica ni coherencia alguna.
El rubio deshaciéndose de ese recuerdo se concentró en el ahora, sabía perfectamente que shikamaru no lo traicionaría.