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¡Please, love me! por Nana-Sama

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Capítulo 10: 

Sobre los sentimientos de Jong In

Él admiraba a Do Kyung Soo. Era un hyung de su escuela, era un chico de clase estudiando en una escuela de pobres, pero nunca fue engreído ni ostentó su dinero. Iba un año más adelantado que él y pasó toda su etapa escolar viendo al chico usar la camisa de mangas cortas blanca, el chaleco azul oscuro y el pantalón de color claro. El hyung iba y venía en bicicleta y fue así como se hicieron amigos, él también utilizaba ese método de transporte.

Jong In no iba casi nunca al colegio por su pesada carrera como bailarín, así que pese a ser guapo y candente como solo él podía ser, no tenía ningún amigo. Ese hyung de ojos grandes, casi tan grandes como sus lentes, fue su único y mejor amigo en ese entonces.

No supo en qué momento se enamoró de él.

Tal vez fue cuando le leía cuentas hasta que se quedaba dormido, tal vez, fue cuando le cantaba canciones de cuna. Cuando le llevaba las tareas –nunca supo como las conseguía, estaba un año adelante después de todo- y le hacía de tutor cuando no entendía algo. A sus quince años y luego de tres años de amistad con el chico, podía decir que lo conocía de derecha  a izquierda, por dentro y por fuera.

Sabía que se llevaba mal con su madre porque según él era muy promiscua y tenía más amantes que días de vida. Y que con su padre la relación era tensa. Sabía que todos los días le regaba al hombre para que le dejara estudiar literatura, lo que era su pasión y que había resignado su secreto sueño de cantar porque era más que inaceptable.

Cuando huyó de los encantos de la Señora Do, el Señor Do lo consideró lo suficientemente decente como para ser amigo de su hijo. Pero tal vez, por instintos paternos, cuando tuvo dieciocho años le advirtió que jamás dejaría que saliese con su hijo románticamente. Y él, vio la golpiza que le dieron al amante de la señora. Y él, supo como jamás se volvió a saber de él. Y todo eso no le hubiese importado en si luego de eso podía pasar una vida al lado de su adorado hyung, pero observó –obligado- como luego de eso, la hermosa madre de su amor platónico recibía una terrible golpiza por parte del propio señor.

Y no estaba dispuesto a exponer a Kyung Soo a eso.

Luego de eso, secretamente, la mujer y él se hicieron amigos casi como si fuera el colmo de algo. La mujer, nunca le deseo el mal a su hijo y ella tampoco quería exponerlo a esa clase de maltrato que recibía, pero tampoco quería que su hijo viva una vida infeliz.

—    ¿Por qué sigue engañando a su esposo, entonces? — preguntó una vez el bailarín.

—    Sigo pensando que, hasta que me dure la belleza, podría encontrar a algún príncipe que saque de este castillo y derrote al dragón.

De soltera ella solía llamarse Park Shin Hye, casada era Do Shin Hye y sin su apellido no era absolutamente nadie. Nunca estudió nada y tampoco tenía demasiadas habilidades. Pero era astuta como un zorro y Jong In encontró en ella la madre que nunca tuvo.

Ese mismo año, mientras su hyung estaba en la universidad, vio como su padre formaba una agrupación contra los homosexuales. Y fue como la última advertencia. Él le dijo que no tenía problemas con que Jong In fuese gay, pero si tocaba a su hijo, era hombre muerto. Y Hyung Soo también.

Fue ahí cuando Tae Min le ayudó, su hyung de la compañía de baile se ofreció para hacerse pasar por su pareja, así que el Señor Do no regañaría a su hijo.

Sabía que Kyung Soo tenía sentimientos por él, siempre lo supo. Pero se negaba a creer que su hyung lo amase de la misma manera que él lo hacía. Su hyung simplemente estaba encandilado por él y confundía la fraternidad con la atracción.

Tan grandes eran sus sentimientos que, aún siendo un niñato de dieciocho años, decidió amarlo en secreto. Cuidarlo como nadie y no dejar que nada o nadie le haga daño. Esa es la fortuna de ser amigo de tu objeto de amor.

Mentiría si dijera que muchas noches no lloro, o que muchas veces no bailó hasta que sus pies sangraban y se desmayaba por el cansancio. Mentiría si dijera que muchas veces las ganas de tomar entre sus brazos al mayor no eran más fuertes que él, de besarlo, de amarlo hasta desfallecer.

Se despertó incomodado por el sueño que tuvo. <<Ya ha pasado mucho tiempo>> pensó.

Kyung Soo siempre le preguntaba porque nunca lo llevó a su departamento de soltero, y él, simplemente se reía y cambiaba de tema con cuidado. Lo cierto, es su departamento estaba lleno de él. Tenía un montón de fotos de su hyung por todos lados, grandes, pequeñas, en cuadros, sueltas, en álbumes. Fotos de él, juntos. Videos de él cantando. Tenía una biblioteca en la que ponía los libros que a Kyung Soo le gustaban. Tenía discos de aquellos a los que su hyung admiraba.

Le gustaba leer eso y pensar que era precisamente lo que le gustaba a él y conocerlo un poco más todos los días. Escuchaba las mismas canciones que él y de cierta forma se sentía más cerca. Claro, todo esto era un secreto, porque si le preguntaba él no tendría ni la mínima idea de quién diablos era Wilde –el autor favorito de su hyung- aunque tenía todas sus obras.

También, tenía regalos que nunca le dio. Porque en cada cumpleaños le daba algo sencillo que cualquier amigo le daría. Pero él, tenía las cosas verdaderamente especiales que quería darle en verdad.

Guardaba en un cajón, millones de cartas con sus sentimientos garabateados en el papel. Cartas que jamás serían leídas o abiertas.

Tenía una pared llena de notas adhesivas, con cosas que le gustaría hacer si su hyung fuese su pareja. Cada vez que se le ocurría algo iba y lo anotaba enseguida.

Era, en sí mismo, lo más parecido a un sasaeng fan en su mente, pero le parecía su más divertido hobby. Una manera de matar el tiempo y no sentir tanto dolor.

¿Había intentando desenamorarse de él? Más de un millón de veces. Pero nunca lo logró y de alguna forma se sentía feliz así. Estaba bien amarlo de esa manera.

<<Tal vez, en otra vida podamos estar juntos hyung>> pensó Jong In mientras arrastraba los pies hacia la Cámara de Seúl.

Recordó que tenía que imprimir las fotos que se sacó con su hyung el día anterior, cuando fueron a tomar algo luego del repentino cambio de imagen de Kyung Soo. Sonrió para sí mismo, prefería ir a imprimir sus fotografías antes que volver al ensayo del Cascanueces. Después de todo, sin Tae Min, no tenía nadie que le hiciera competencia y era el bailarín principal. Se desvió tranquilamente, tarareando una canción, como si horas atrás no estuviese sufriendo por los celos causados por el amante de su hyung. 

Notas finales:

Se que esto fue relativamente más corto,pero el próximo capítulo se viene picante con una situación rara en el 2min. Ya les dije que estas dos parejas son inversamente proporcionales (?) 

Espero que haya podido explicar un poco aunque sea las emociones de Kai, ¿Vieron que no es tan malo y que tiene sus motivos nobles? Él solo quiere proteger a su Dodo en su sasaeng manera de ser xD

Muchas gracias a todas las bonitas personas que comentaron, en verdad, me emocioné mucho cuando por la mañana revisé y tenía muchso comentarios nuevos (Se que hay fics más populares pero para mi son muchos y me siento inmensamente feliz) Mucho love para todos ustedes <3

¡Nos leemos mañana! 


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