A pasado ya varios años y no pare de pensar en todas las cosas que he hecho en la adolescencia ahora tengo 27 años. Termine mis estudios y estoy trabajando de doctor, siempre me ha gustado la medicina de chico soñaba en ser doctor y ahora lo soy.
-Pip pip pip- Mi celular me interrumpiendo mis reflexiones igual que siempre.
Fía telefónica
-¿Hola Kevin?- Era Marcos mi colega de trabajo que después se convirtió en mi mejor amigo.
-Sí, ¿Quién es?-Le respondo sabiendo quien era.
-Marcos Matías Mendoza- Me dice riendo. Marcos que era buen mozo, rubio, simpático, dominado y mi novio hace 3 años ambos trabajamos en la parte de internación en el hospital.
-Ha el de las tres M-Le digo riendo-¿Vas a venir por mi o me voy solo?-.
-Ya estoy afuera esperándote, como siempre- Me dice con una sonrisa que se notaba aun cuando no lo veía-Ven baja rápido que llegaremos tarde al trabajo-.
-Bueno- Le respondo mientras que abro la puerta.
Fin de la llamada telefónica
Voy bajando las escaleras rápido ya que a Marcos no le gusta esperar. Pero cuando toco el piso me caigo.
-¿Kevin estas bien?-Me dice Marcos corriendo hacia mí.
-Si me resbalé en el último escalón-Le digo mientras me ayudaba a levantarme.
-Bueno ven que te ayudo-Me dice mientras me alza entre sus brazos como una doncella que se rompió el tobillo y ya que no peso no se le dificulto mucho. Llegamos al auto.
-Gracias-Le digo sonrojándome-Creo que no era para tanto-.
-Sí, ya sabes cuánto me preocupo por vos-Me dice con una sonrisa.
-Sí y abecés es algo demasiado-Digo en susurros para que yo solo escuche lo que dije.
-Si te molesta solo empújame-me dice sentándose en el asiento del piloto-Sabes que no me mido cuando estoy cerca de ti-Parece que escucho lo que dije.
-Perdóname lo dije con cariño y lo sabes-Le digo mientras que me acerco a él y le robo un beso. Primero no correspondió pero después sí. Su besos eran cálidos y me hacían sentir seguro. Me separo de él y me vuelvo a sentar en el asiento del copiloto.
-Eres un tramposo sabes que no me puedo enojar contigo si me besas-Me dice algo enfadado-Pero ahora me quede con ganas de mas-Dice acercándose a mi hasta que mis labios se juntaron.
-Pip pip- Otra vez mi celular interrumpiéndome.
Marcos se aparta de mí y toma su lugar en el asiento del piloto y empieza a manejar mientras que yo agarro el celular.
Mensaje
Kevin tienes que venir lo más rápido posible una de las pacientes de Marcos y tuya se desmayó.
Sandra
Fin del mensaje
Sandra era una doctora divorciada con cabello negro, ojos oscuros que he atrapan con la mirada
-Marcos conduce rápido que se desmayó una de nuestras pacientes-Le digo algo alterado a mi Marcos.
-Bueno pero no te alteres-Me dice Marcos mientras manejaba mucho más rápido.
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Llegamos al Hospital “Santa Mónica” donde trabajamos, bajamos del coche y entramos al hospital.
-Kevin, Marcos-Dice Sandra.
-¿Sandra quien se desmayó?-Dice Marcos con cara de preocupado.
-Evelin, La niña de cuarto 3- Dice Sandra soñándonos como llegar al cuarto.
Marcos y yo vamos caminando rápido al cuarto y la vemos desmayada en su cama. Le hacemos un chequeo completo como siempre lo hacemos y todo daba que la chica está bien. De pronto Evelin abre los ojos y mira a Marcos y a mí con una sonrisa.
-¿Qué paso? ¿Porque estoy en mi cuarto?-Dice algo alterada borrando esa sonrisa
-Te desmayaste pero por lo que se ve está bien ahora-Dice Marcos con una sonrisa arrogante que me gustaba.
-¿Puede ser porque estuve tanto tiempo en el sol?-Dice Evelin mirándo a mi Marcos.
-Sí, si estuviste mucho tiempo expuesta al sol seguro será por eso-Dice mi marcos besándole la frente a la niña de 13 años.-Ahora descansa-.
Salimos Marcos y yo del cuarto y nos miramos fijamente. Caminamos a nuestras oficinas.
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Llegamos a nuestra oficina y vemos que tenemos que hacer hoy. Teníamos que revisar a los chicos de 7 años con problemas en el corazón.
Terminamos de chequear a los niños y volvemos a nuestra oficina compartida por Marcos y yo ya que somos equipo de trabajo. Me siento en mi escritorio y comienzo a leer unos papeles que tenía que firmar para pedir el remedio de los niños.
-¿Sabes cuánto te amo?-Me susurra Marcos al oído mientras que pasa sus manos por debajo de la chaqueta de doctor. Esos hermosos dedos tocando mi cuerpo sentía un placer enorme.
-Pa..ra Por..favor que te hago mío…acá en el escritorio-Le digo excitado mientras que Marcos me besaba y mordía mis labios.
-¿Y cuál es el problema?-Dice marcos separándose y dándome una de esas sonrisas hermosas que tiene el.
-Estamos en el trabajo y nos pueden atrapar –Le digo sonrojado.
-Como digas-Dice y toma asiento en su escritorio.
Ya eran las 12 de la noche teníamos que irnos pasó rápido el tiempo firmando esos contratos.
-Vamos Kevin hay que irnos a la casa ya es demasiado tarde- Dice él mi hermoso y dominado caballero.
-Bueno-Le digo mientras que comenzaba a guardar las cosas.
Salimos del hospital y nos dirigimos al auto de mi Marcos. Mi caballero me abre la puerta, entro y tomo asiento el cierra la puerta y da la vuelta abre la puerta se sienta y cierra la puerta.
-¿Vamos a comer en mi casa?-Dice Marcos arrancando el coche.
-Bueno-Le digo asentando la cabeza.
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Llegamos a la casa de mi Marcos,me abre la puerta
-sentiste como en tu casa-Me dice mientras que pasaba él y cerraba la puerta.
-Pero si vivo en un departamento-Le digo sonriendo
-Es lo mismo-Me dice mientras que me lleva a su cuarto.
Paso a el cuarto de mi Marcos el pasa y cierra la puerta se acerca a mí me toma de la cintura y me empieza a besar con esos besos cálidos y que te hacen sentir protegido. Eran los besos más deliciosos y tentadores que había recibido.
Me lanza a su cama sin separar nuestro beso desprende la camisa que llevaba puesta y empieza a remarcar cada parte de mi mientras que iba desprendiendo pantalón, me saca el pantalón y pasa su mano por mi pene por delante del boxer.
-Hay que calmar eso-Dice el mi príncipe azul de capa y corona.