Sentía que mi corazón se rompía, que me faltaba el aire. No tenía ganas ni siquiera de respirar y el escuchar a Aron llorar tras la puerta me terminaba de matar. Yo lo amaba y escucharlo llorar me partía el corazón. Había una parte de mí que quería abrir esa puerta y correr hasta sus brazos, creerle lo que me dice y dormir a su lado. Pero mi otra parte no me lo dejaba, quería verlo sufrir. Que llorara todo lo que lo yo he llorado. No lo podía perdonar definitivamente, no aun. Solo quiero que sufra un poco lo que yo sufrí, solo eso y nada más.
Me levante del suelo y camine o mejor dicho arrastre mis pies hasta la cama. Al llegar me deje caer sobre la suave cubierta y cerré mis ojos. Quería descansar, quería olvidar por unas horas que Aron me había engañado, que habíamos terminado. Quería pensar que todo era como antes, cuando recién nos conocimos. Cuando si era su todo….
Caminaba a paso lento, mientras veía las flores de los cerezos caer suavemente en armonía con el viento. No hacia ni mucho calor, y tampoco hacía demasiado frio. El clima era perfecto para leer un buen libro o solo admirar lo hermoso que la naturaleza puede llegar a ser.
Saque mi celular del bolsillo de mi abrigo para poder cambiar de canción. Aplaste el botón de avance y de nuevo guarde mi celular, cuando lace mi vista me topé con una figura conocida frente a mí. Me quite los audífonos y los guarde en mi bolsillo para después caminar hasta llegar a lado de mi novio. Al estar a su lado note como tenía sus brazos escondidos detrás de su espalda.
—¿Aron que escondes? — trate de divisar lo que había en sus manos, pero él se movió mientras me sonreía de lado.
—Ni un “hola” o un beso a tu novio. — se hizo el ofendido y yo me acerque hasta estar muy cerca de él. Pase mis brazos por sus hombros y me fui acercando lentamente a su rostro, hasta que nuestros labios se rozaron.
—¿Qué escondes? — susurre mientras nos separábamos un poco. Aron se acercó a mí de nuevo y pude sentir como sus labios rozaban los míos, solo que esta vez mordió levemente mi labio inferior, sacándome un suspiro.
—Un regalo para mi hermoso novio. — nos separamos y dio un saltito hacia tras esperando mi regalo. Observe como sus brazos salían de su espalda y se estiraban para dejarme ver una cajita pequeña. Era pequeña, de color negro con unos hermosos acabados blanco con mi nombre en letra cursiva y de un color negro escalado.
La tome para abrirla lentamente. Pero cuando lo hice por completo no había nada, busque algo pequeño o por lo menos una bolita de cristal, pero nada de nada. Lo regrese a ver y él tenía una sonrisa mientras sus manos estaban juntas como si guardaran algo. Las acerco hasta estar encima de la cajita y fue bajándolas muy lentamente.
—Te estoy obsequiando mi corazón, cuídalo Minhyun. — con mis ojos empezando a llenarse de lágrimas mire como abrí sus manos. Como era de esperarse no había nada físicamente, pero sentimentalmente había algo demasiado grande. Cerré la cajita después que el alzo sus manos y lo abrace tan fuerte como mis brazos me dieron.
Quería hacerle sentir todo el amor que tenía por él. Que era la única persona que hacía que mi corazón lata fuertemente y así mismo que era la única persona que tenía mi corazón. Sabía que pasaríamos por momentos difíciles, como buenos. Pero aun así confiaba en que el cuidaría de mi corazón como yo haría del suyo. Nunca lo haría sufrir, nunca mis ojos mirarían a nadie más. Solo el seria para mí. Cerré mis ojos enjuagando mis lágrimas y nos separamos un poco para rozar nuestras frentes.
—Aron tu cuida del mío. No lo lastimes…te amo demasiado y no sé qué haría si tú me fallas — solloce mientras recordaba aquellas escenas de mi vida que me llevaron a un pozo oscuro, del cual Aron me saco.
—Nunca te lastimare Minnie, y si lo hago no me lo perdonaría ni yo mismo. Te amo lo sabes — sentí como sus labios besaban mis ojos y eso me hizo sonreír.
—Tonto yo también te amo — nos soltamos y empezamos a caminar hasta mi casa, aunque no podía pasar Aron, siempre me acompañaba.
En el transcurso sentí como me picaba mis muñecas, y trate de rasparme disimuladamente. No podía hacerlo enfrente de aron, no quería que conociera ese lado mío. Solo quería que nos amemos sin miedo nada.
Lo amaba demasiado y no podía imaginarme que él me llegara a lastimar tanto. Me arrogue al vacío solo por él, porque era Aron.
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Sentí como unos brazos se aferraban a mi cintura y un aliento tibio acompasado golpeaba mi oreja. Me removí un poco tratando de despertar completamente de mi sueño, pero aquellos brazos no me lo dejaron y al contrario me acercaron más a su cuerpo. Suspire y deje que me abrazara porque reconocía muy bien ese calor. Ese calor que hacía sentirme como si estuviera en casa. Aquel calor que desprendía Aron…
—¡Aron! — grite tratando de zafarme de aquel abrazo, pero él no lo hacía. Me gire para empujarlo y vi como abría un ojo lentamente.
—¿Qué pasa Minnie? ¿Hoy tienes expresión corporal? — abrí mi boa en signo de indignación y lo volví a empujar.
—¡Aro, lárgate del cuarto! ¿Que se te olvido lo de anoche? Que descubrí todo sobre Victoria — sentí como su cuerpo se tensaba y abría sus ojos para mirar fijamente con una mirada llena de tristeza. No aguante más aquella mirada, porque si me quedaba un rato más estaba seguro que lo besaría para que ya no este triste y eso no debo hacerlo.
Me levante eufórico y camine hacia el aramio buscando esa caja que sabía que la tenía guardada. Busque de arriba abajo, cajo por cajón hasta que al final del armario en una esquina estaba la cajita guardad en una funda transparente. La tome y me gira hacia Aron, el cual ya estaba de pie al frente mío.
Miro la caja y sus ojos brillaron pero al mismo tiempo se entristecieron.
—Minhyun debemos hablar.
—Nada de eso. Ya tome una decisión y la cumpliré — camine hasta él y trate de entregarle la caja, pero no me lo dejo ya que escondió sus manos.
—No quiero la caja, es tuya.
—Te equivocas es de la puta de Victoria — trate de nuevo de darle pero no me la recibió haciéndome aún más difícil el momento.
—Tu prometiste cuidarla — susurro y yo solo sentí mis lágrimas caer.
—Y tu prometiste no lastimarme y mírame.
—Minhyun….
—Toma esta caja y dale a la puta de Victoria. Espero seas feliz con ella — abrí mis manos y deje que la caja cayera para luego salir del cuarto, tomar un abrigo e irme con Rome