Capítulo 6-Nada nuevo bajo el sol.
Hacía ya un mes que no sabía nada de él, ni un rastro de su bella figura, y ya se sentía morir, no podía dormir, su apetito había bajado drásticamente...
Él ya no era el que solía ser... Su vida se había marchitado, se había esfumado junto con aquel alegre joven que se había escurrido de su vida como el agua entre los dedos...
Minutos antes de que den las 3
Igual que ayer y antes de ayer
Sigo mirando al techo una y otra vez
Como si no tuviera nada más que hacer
La noche se había ido lentamente, y el sueño no le llamaba a su lado, aunque sabía que Morfeo se había marchado junto con el pelinegro aun no le aceptaba, mira el reloj digital; el cual marca las tres menos cuarto, y no sabe que más hacer, estaba harto de pensar una y otra vez sobre la ruptura de la cual no quería saber nada más, dolía porque estaba latente en su corazón, con una fría y lacerante cicatriz a la vez, y de un momento a otro el techo se la hace lo más interesante del mundo... Solo una palabra cruza su mente...
Patético.
Yo nunca me sentí tan tonto
Al menos nunca como tu
No quiero levantar sospechas sobre mí
Espero que no tengas nada que decir
Sabía que fue un imbécil al dejarlo todo así, él lo amaba y era correspondían, deberían de ser feliz por eso, aprovecharlo y vivir feliz... Pero era un tonto, y tenía miedo de eso, miedo de ser feliz, de acostumbrarse a despertar a su lado, besarle y que luego de un día para otro... Que todo terminara.
Pero no era toda su culpa, Takao también fui un imbécil al pensar que eso solo era una relación en base al sexo, él no se acostaba con cualquiera, y Takao debía saberlo... Ambos fueron los imbéciles y lo admitía, fue un imbécil al dejar que todo acabase así.
Debía dejarlo hacer su vida... ¿Entonces que hacia espiándolo?
Se sentía un criminal, un demente acosador...
Antes de darse cuenta reparo en que al pelinegro le faltaba su sonrisa, esa que iluminaba su día a día, faltaba la luz de su mirada, el brillo en esos azules platinados, faltaba la vida en él.
Pero de pronto entro Akashi, y se acercó a él, le abrazo y supo que todo estaba perdido... Al ver que los ojos que antes eran solo para él, lo miraban con esperanza y visa, al ver nacer de esos rosas labios una sonrisa que antes era de su propiedad exclusiva.
Supo que ya no quedaba nada que decir.
Lo intento todo para ser
Mejor de lo que fui
De lo que fui hasta ayer
No hay nada nuevo bajo el sol
Ni escombros de un amor
Que pueda recoger
No tengo nada que esconder
Paso a su lado con la excusa de ver a su superior, sus ojos se cristalizaban, pero él ya no podía hacer nada, lo había perdido, Takao ya tenía a quien le curara las heridas, e irónicamente era el que fue su primer amor... Menuda jugarreta, sus únicos dos amores tenían sus hilos conectados, sentía que moriría de un momento a otro.
Pero él ya no lo dañaría más, no se entrometería, lo único que podía hacer era desearles que fuesen felices, y lo haría.
-Hola Takao, Akashi-dice al salir de la oficina en la que antes se había refugiado antes-espero que estén bien, nanodayo.
-sí Shintarou, estamos bastante bien-dice Akashi, pasando se brazo por la cintura del pelinegro-¿y tú?, te vez un poco pálido...-el más bajo de los dos se muestra un poco preocupado por el más alto, quien en realidad se estaba sintiendo mal desde hace días.
-no, estoy bastante bien, en realidad un poco ocupado, bueno, que estén bien los dos... Takao, sin necesitas tiempo libre para verte con él-no puede evitar que le tiemble la voz, ni fruncir un poco el ceño-dime, puedo conseguir un reemplazo-dice y se inclina-bueno, adiós.
-Shin-chan-escucha en susurro, y solo puede tapar su boca para evitar se escape un sollozo, o un grito de dolor, pero se da la vuelta lentamente y ve que Takao le miraba, solo él, Akashi le estaba abrazando, y por consecuencia estaba de espaldas, sus miradas llenas de lágrimas conectan un segundo y se ve descubierto, no pudiendo esconder nada, rebelándole todo lo que pensaba guardar en el fondo de su corazón, sellado por siempre.
Algunos ya no saben que es amar
Se portan bien cuando las tratan mal
Se miran al espejo todo el tiempo para ver
Las marcas que quedaron presas en su piel
Desde semanas que hacía lo mismo cada mañana, se miraba en el gran espejo del baño, mirando las marcas purpureas causadas por su ex, Miyagi Kiyoshi... Él le golpeaba, le amarraba y violaba si es que este no quería acostarse con él, le dejaba cardenales y cortes con los cuales después se admiraba de ser superior a él...
Sí, lo recuerda con tanta claridad, esos 'te amo', esas falsas promesas de aquel rubio que se declaró y al cual le dio la oportunidad para tratar de olvidarse del peliverde, como le resulto todo después, ser un estropajo para limpiar el derroche de 'masculinidad' del cual se admiraba tanto el rubio...
Quien lo salvo de todo, al darse cuantos dos años después, de dejarse convencer tantas veces, hasta el aburrimiento fue Shintarou.
-él no te ama, nanodayo-dice-y tú tampoco a él, porque no dejas de humillarte por esa sabandija... Un día de estos te terminara matando... No debería de marcar tan bella piel, nodayo.
Se dejó convencer, aun no olvidaba a ese hombre correcto frente a él, y le hizo caso... Sabía que siempre lo amaría...
Pero... ¿cómo hacerle admitir que él también lo amaba?
Lo intento todo para ser
Mejor de lo que fui
De lo que fui hasta ayer
No hay nada nuevo bajo el sol
Ni escombros de un amor
Que pueda recoger no tengo nada que esconder
No tengo nada que esconder
Intentaba todo para ignorar lo que veía siempre... Hacia todo para ignorar a su antiguo amor saliendo y besando a su gran amor...
Intentaba todo para ser el tipo de siempre, ignorar a los demás, ser mejor ocultando lo que sentía...
Nada en su interior cambiaba, nada cambiaba en su exterior... Nada cambia en su día a día, el seguía amando con todo su corazón a Takao Kazunari, lo sabía, y sabía que solo lo amaría a él, por siempre, y nunca iba a cambiar.
Pero no, nunca volvería a tener a Kazunari de nuevo... No podría volver a tenerlo, había perdido su oportunidad y ahora solo tenía que esperar a que formalizar su relación con Seijuurou... Y no, cuando eso pasara él se retiraría de ese ligar, se iría... No soportaría verlos a ambos juntos, no quería ocultar su sentir, ese sentir que le hacía trizas su corazón.
Si fuera más demente
Un poco más valiente
No bastaría con dejarlo todo así
Rebobinar las horas
No es lo que más me importa
Yo solo cuento con que estés aquí
-si ambos fuesen más seguros de su sentir no tendría que hacer esto Furi-le explicaba un pelifresa a un castaño que lo miraba resignado-debo ayudarles, te explique lo que ellos hicieron por mi... Discúlpame.
-sí, Akashi-san... Pero me duele igual-dice el castaño, con lágrimas en sus ojos.
-sabes, tendré que subir el nivel de la relación con Takao... ¿te molestaría?
-hazlo, pero... Solo no hagas algo de lo que te arrepientas, ¿sí?
-soy seguro de mí.
*********
Se besaban como si no hubiese un mañana, se besaban como si sus vidas dependieran de ello, acariciaban sus labios y sus dulces lenguas se acariciaban...
Pero el pelinegro le aparto, con sus manos en su pecho...
-lo siento, Sei-chan... No puedo-dice el pelinegro.
-lo sé, pero no te preocupes-dice el pelirrojo-¿pero dime Kazu, no harás nada con Shintarou?-
-no, eso ya paso, Sei-chan... Y como él me dijo alguna vez, me valorare.
-¿Por qué... Por qué terminaron?-dice, exteriorizando sus dudas.
-por imbéciles, a mí solo me bastaba al principio tenerlo a mi lado, pero al tiempo me faltaron sus palabras, de amor, de cariño, o al menos de amistad, pero nunca pasó... Aunque ahora quiera revólver atrás para verle de nuevo, abrazarle y decirle te amo, no podre... Lo amo, y lo amare... Pero no seré más quién le quite las ganas.
Lo intento todo para ser
Mejor de lo que fui
De lo que fui hasta ayer
No hay nada nuevo bajo el sol
Ni escombros de un amor
Que pueda recoger
No tengo nada que esconder
La rutina, trabajar, trabajar y trabajar...
Intentaba ser el mismo de antes, reír, sonreír, bromear... Vivir.
Pero no, sentía que algo le faltaba... Sentía que una parte de su vida había muerto, y la otra se había se había ido para siempre, sentía una presión en su pecho...
Quería ser mejor en el trabajo, para cubrir el no ser mejor persona.
Quería volver a ver el sol brillante de antes, quería ver los nuevos días que vendrían... Quería volver a vivir.
Quería volver a besarle, quería abrasarle.
Quería vivir en el pasado, pero no se podía.
No había nada que hablar, nada que ver, ni decir... No quedaba nada.
Y él...
No tenía nada que esconder,
Ni las marcas en su piel,
Ni las ojeras en su rostro...
Ni los cortes en su muñeca...
No, él no tenía nada que esconder.
No tengo nada que esconder
No tenía nada que esconder,
Ni su mal humor, ni su ceño fruncido, ni nada...
Si el no escondía la relación con Akashi...
El ya no tenía orgullo para esconder... Todo lo que sufría por él.
Él se las busco...
No, ya no tenían nada...
'Entonces corazón deja de sufrir'-Susurra el peliverde a su pecho.