Capítulo 9- Mira lo que dicen de nuestro amor.
Ya habían pasado dos años, dos años en que el engaño se había vuelto algo cotidiano en la vida de esas cinco relaciones... Pero también habían pasado dos años de maravillosa vida en pareja...
Mira lo que dicen sobre nuestro amor
Que con una mano tapó el sol
Yo sé que tú me haces bien
-Aominecchi-susurra el rubio modelo, tratando de llamar la atención de su pareja, para evitar que se enoje por la bruja de su madre, a quien le interesa más cuánto dinero llegara a su mano si los demás se enteran de mantiene una relación homosexual.
-con mucho respeto Sra. Kise, yo amo al sol que lleva por hijo.
-¡que saben ustedes, chiquillos malcriados, del amor!-grita la rubia de cuerpo escultural que se hacía llamar madre-ustedes solo se están dejando llevar por las hormonas, están cometiendo un error, chicos.
-disculpe mi insistencia, pero yo amo a Ryouta, y me arriesgo a decir que él también.
-claro.
-entonces no veo problema en que él, siendo ya mayor de edad venga a vivir conmigo.
-son hombres, por amor de Kami.
-eso no tiene nada que ver, ¿y sabes madre?, tú no me cuidarás ni harás más feliz que Aominecchi, porque tú nunca supiste apoyarme-dice enojado el rubio, tomando las maletas que su progenitora no quería dejarle sacar y marchándose tomado de las manos de su pareja, ignorando la última palabra de su madre 'olvida que tuviste padres, Ryouta'.
-¿estás seguro?
-claro, Aominecchi-dice-yo sé que tú eres quien me hace bien.
Nadie sospechaba que serías tú
La felicidad dormida en un baúl
Eres la luz mirándome
Vio a su luz salir del camerino con sus compañeros, estaban vestidos con su uniforme, la pollera manga corta negra de bordes azules, el short negro con los bordes azules cerca de la rodilla el nombre: "Jump Shoot".
Se veía tan agresivo, y en el partido rebosaba energía y naturalidad, al hacer las canastas y los dribles se veía a un agresivo tigre... 'Tan bello, y masculino'
Tetsuya sabía que todo lo vivido fue recompensado por su novio.
Sabía que había valido la pena sus engaños, el dolor que le provoco a Aomine... Todo con tal de llegar a estar con su tigre... Aunque haya engañado a la pantera.
No supo a la primera que era Taiga y no Daiki la felicidad de su vida. No supo que si hilo rojo estaba unido al pelirrojo y no al peliazul.
No supo, que Taiga estaba mirándole desde la cancha... Mirando a la luz que ilumina cada día... Su día a día.
Hay un lugar detrás del mar que nos abrigará
Pues la verdad esconde bien su oscura tempestad
Un sueño eterno
Quiere envolvernos
Un sueño negro
-Atsushi...-oye un llamado en la tienda.
-Muro-chin-susurra, mira al recibidor y ve a su pelinegro llegar con una bolsa con frituras.
-sí, ya llegue... Y te traje una bolsa de papas-le tiende la bolsa, pero el de morado sale del mostrador y toma la mano aun extendida para luego tomarlo de la cintura, robándole un beso profundo y dulce...
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Una semana después, Murasakibara pidió una semana de descanso y llego a la casa, Tatsuya estaban en la cama, tapado con finas sábanas.
-Muro-chin-llama con suave voz entrando a la habitación.
-¿eh?, ¿Atsushi?-murmura, fregándose los ojos con el dorso de su mano.
-vamos, tenemos que ir a un viaje~-canturreo, llegando a su lado, para robarle un beso-feliz aniversario~-le susurro en su oído.
-feliz aniversario-me dice, abrazándome.
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En el barco a media noche se podía ver las gotas de lluvia gracias a velas que iluminaban todo el lugar, un altar en la cubierta, tapándose por un techo de vidrio, sus amigos invitados por el titán... Todo por su aniversario nro. 8... Y su segunda boda.
-At-atsushi-susurro al verlo parado en el altar.
Camino a su lado a ritmo con la marcha nupcial... Una boda en el mar, abrigado por la lluvia... Ahora comprendía porque me pidió que me vistiese con el terno blanco.
-gracias por hacerme feliz... Atsushi, te amo-susurro, al llegar a su lado.
Mira lo que dicen sobre nuestro amor
Que no es fácil levantarse del dolor
Yo sé que tú me haces bien
Me encanta poder reírme en la cara de quienes me dicen que sólo soy un juego de él, reírme en la cara de las enfermeras que dicen que las mira con deseo... Pero lo que me saca unas encantadoras y bellas carcajadas son... Reírme de los que me dijeron que no volveríamos después de nuestra ruptura.
-¿Takao Kazunari, acepta como esposo a Midorima Shintarou?-pregunta el juez.
-acepto-digo.
Nos besamos y pido el favor para hablar.
-gracias-digo, tomando el micrófono, mirando a nuestros amigos... Y los no tanto-por acompañarnos, gracias también... Por la fe que tuvieron en nosotros-muchos sonrieron como: Akashi, Furihata, Aomine, Kise, Kuroko, Kagami, Murasakibara, Himuro... Y otros. Pero algunos también desviaron la mirada... Todos los de nuestro antiguo trabajo. Antiguo, hace unos meses nos cambiamos por las miradas de desaprobación, o malicia-estamos tremendamente felices de que estén aquí en nuestra unión-sonrío feliz-ahora los invitó a la fiesta-abro los brazos y recibo los aplausos.
-¿qué sucede, Kazu?-me pregunta mi —ahora— esposo.
-quería dejar claro a quienes no lo sabían-miro a las enfermeras de mi anterior trabajo, quienes me envían miradas de furia al irse del lugar-que ahora eres solo mío-le beso con pasión.
-vamos a celebrar-dice, evadiendo el tema, noto cierto tono de culpa en su voz, me siento culpable de igual forma.
-lo siento, no quería que lo recordases-susurro.
'Es cierto, él fue quien les dio esperanza a ellas, se me había olvidado'
-vamos, hoy comienza nuestra nueva vida juntos-dice, abrazándome.
-sé que será la mejor decisión que he tomado, viviré muy feliz junto ahí, amor.
Hay un lugar detrás del mar
Puedes llevar noches de amor para escondernos
Un sueño eterno
Quiere envolvernos
Un sueño negro
Caminábamos luego de todo lo ocurrido —el segundo matrimonio de Atsushi y Tatsuya, más el matrimonio de Shintarou y Kazunari—, tomados de la mano, Kouki miraba las olas, y yo le guiaba a nuestro nuevo hogar.
-Kouki-le llamó, y sus ojos brillantes me miran-ya has conocido todo de mí, a todos mis amigos que ya están casados... Y esto me lleva a querer preguntarte algo...-
-Se-sei-me nombra entrecortado-
Me arrodillo en la húmeda arena, sacando una cajita de joyería de mis bolsillos.
-¿querrías casarte conmigo?-le preguntó.
-claro, Sei-susurra, abrazándome con amor-te amo, Sei, Akashi-no puedo evitar reírme, se le ha hecho tan normal mi problema... Por eso quiero que —siendo un futuro sueño que brille de felicidad o tristeza— pasamos junto nuestro futuro.
-gracias-digo, deslizando el anillo de oro blanco en signo de futura alianza de nuestras vidas.
Sé que con él mi vida será más feliz, podría decir que por siempre él me hará feliz…
Y no necesito ninguna habilidad especial para saberlo, solo con verlo sé que es la verdad.