Capitulo 2 - No Me Hables De Sufrir
El tiene más de una razón
Para pedir perdón,
A mi corazón.
-Kuroko-
Ya me aburría la rutina no era lo mío, deseaba, amaba a y adoraba con toda mi alma a Kagami Taiga, él era el dueño de mi ser y mi alma… y deseaba ser solo suyo… pero no quería dañar a Aomine…
-Aomine-
Hace meses venía dándome cuenta de que Kuroko estaba cada vez más distante de mí, no me miraba a los ojos y evitaba todo contacto físico, todas las tardes salía y regresaba tarde, con olor a otro hombre… sabía que lo nuestro había terminado, pero no, no quería aceptarlo, tenía mi corazón completamente dominado por él… lo amaba mucho, demasiado, pero no era bastante para el al parecer, no llenaba su corazón, ni estaba satisfecho… pero se notaba apagado y de una forma culpable, y él no quería verlo así, no, nunca.
Y por eso lo decidió, lo dejaría libre, su felicidad valía más que la de él,
Pero primero lo haría explicarle, todo… como comenzó y por qué.
El usa la culpa a su favor
mucho mejor que Dios
cero compasión
como si nada.
-Kuroko-le dijo-… tú, ¿tú tienes un amante?
El peliceleste lo miro, sorprendido y se acercó para abrazarlo, su cara en su pecho, y sintió las cálidas lágrimas en su pecho, y eso lo conmovió profundamente y solo atino con dolor en su pecho y con su corazón roto a abrasarle… eso solo decía que de verdad Kuroko lo engañaba.
-ya no tienes que esconderlo Tetsu-digo con lágrimas que se agolpan en mis ojos-no debiste de hacerlo nunca, aho-ahora puedes ser feliz…
El levanto de mi pecho su cara y clavo en mí sus celestes ojos, llenos de incredulidad…
-¿Aomine?...-dice con sorpresa.
-Tetsu, yo te amo, y no quiero verte triste, si él te hace feliz, y solo estas a mi lado porque no quieres dañarme, ve con él, yo prefiero verte lejos y feliz, que cerca y triste.
-Aomine… ¿tu estarás bien con eso?-me pregunta en un susurro-yo… yo no quiero hacerte daño… yo aún te quiero… tú eres una persona importante para mí.
-Pero tú a él lo amas, y a mí me quieres, Tetsu, tu lugar es a su lado, no al mío-le digo con un nudo en la garganta… “esto cada vez es más difícil, pero por él, por su felicidad debo hacerlo”-Tetsu, ve a su lado, tú lo amas y tú quieres estar hay.
-Aomine… Gracias por todo-me abraza y trata de dejar un beso en mis labios, pero me alejo, lo tomo de los hombros y el sorprendido me mira, yo sin embargo bajo mi cara y deposito un beso en su mejilla y frente.
-guarda tus besos para él-le digo de forma triste-ahora ve.
Sorprendido va hacia su pieza, donde yo le tenía hecha su maleta…
-¿desde cuándo…?-pregunta ya en la puerta con un susurro.
-desde el partido, Tetsu-le respondo con mi cara escondida-dale mis saludos a Taiga, dile que ya gano todo lo que yo apreciaba-el silencio lleno la sala, pero antes de cualquier cosa yo me voy hacia la habitación que vio todos mis mejores momentos y ahora vería los peores-adiós Tetsu, se feliz por mí-y en momentos después escucho la puerta cerrarse.
Me robó la vida
la dejó escondida
me quitó el aliento
aun así no me pidió perdón
No quise pedirle explicaciones de porque tenía un amante, porque me dañaría más de lo que ya estaba…
-aun te amo, Tetsu, y no creo dejar de hacerlo pronto.-susurro en la oscuridad, y ya que no había nadie más, deje salir todo mi tristeza, convertida en lágrimas y lamentos…
-Kuroko-
El cielo estaba rosa, y tenía en mí aun así un gran pesar, sabía que Aomine estaría triste en ese momento, pero aun así estaba con una alegría tan grande que me sentía culpable.
-¡¡¡Kuroko!!!-escucha una voz en su espalda.
-¿Kagami-kun?-dice perplejo mirando al pelirojo que corre a su encuentro-¿Qué haces aquí?
-me llamo Aomine diciendo…-
-¿Aomine-kun?-
-sí, me dijo que ustedes habían terminado y… y que te cuidara-le dice rascando su nuca-¿le dijiste tú, Kuroko?-
-no, él siempre lo supo, pero ya no me quería ver más triste, y si el verme feliz, significaba verme con otro, prefería eso a verme a su lado y triste…-dice con nuevas lágrimas en sus ojos…
-Kuroko… ¿estás seguro de esto?-le dice Kagami-¿si te duele tanto, como puede estar bien?
-Kagami-kun, yo lo quiero, pero a ti te amo, sé que esta; aunque dolorosa, es la mejor decisión, solo que me duele dejarlo-
-el de verdad te ama…-duce en voz baja el pelirojo.
No me pidió perdón.
-Aomine-
Era ya de noche y preferí salir de mi sufrimiento e ir a un bar… me vesti con unos bluejeans de mezclilla y una camisa negra luego de bañarme…
Era una noche estrellada y calida.
-¡Aominecchi!-
-¡Dai-chan!
“Esas dos voces las conozco”
Me doy vuelta y veo a Momoi y Kise levantando sus manos al otro lado de la calle que acababa de cruzar…
-¿Momoi?, ¿Kise?-pregunto, devolviéndome.
-¡vamos a un pub!-grita el rubio con emoción-y divirtámonos.
-sí, Ki-chan-
Me toman de la mano y me arrastran a un pub, Momoi sale a la pista de baile y unas chicas se ponen a bailar con ella, y Kise tira de mi hacia la pista y comienza a bailar una canción de forma sexy.
-o-oi, Kise…-digo, pero él me susurra en el oído.
-vamos, Aominecchi… solo por una noche, déjame ser tuyo-
-estamos en un pub-digo excusándome, pues el ambiente era sofocador y Kise era muy bello bajo las luces multicolores.
-es un pub gay, a nadie le extrañara…-
En su almohada me encontró el amor
pero partido en dos
muera la ilusión, con su mirada.
-Murasakibara-
“Sabía que esto pasaría… algún día.”
-¿Aka-chin?-llamo, pero nadie responde-¿Aka-chin?
La sala estaba oscura, prendo las luces y me dirijo hacia la pieza que ambos compartimos… estaba oscuro, prendo nuevamente las luces y veo que todo está cambiado, mas… vacío.
Me dirijo hacia el baño, un poco extrañado por la ausencia de Akashi, me desvisto, pues mi cuerpo esta sudoroso, abro la llave de la ducha y me coloco bajo ella, el agua calma mis agarrotados músculos y pienso en él.
Himuro llego en el momento más apropiado, nuestra relación estaba distante, las discusiones eran tan constantes y cada vez más dañinas y violentas…
“-¡esto ya es demasiado Atsushi!-grita un exaltado pelirojo.
-Aka-chin, ya relájate, no es nada-
-no, Atsushi, es el colmo que se te haya olvidado… es una fecha importante-
-Aka-chin…-digo de forma triste y lo veo salir…”
Esa fue una de las peores discusiones, no fue violenta, pero sí muy dolorosa… esa fue la primera vez que olvido un aniversario nuestro, la primera vez, pero no la última.
Al otro día no lo vi, pero lo atribuí a su trabajo de abogado y me fui a trabajar… no lo vi durante dos días.
Himuro Tatsuya llego una semana después, de forma inmediata capto mi atención esa suave sonrisa, su cabello negro y esa cara de una forma calida…
“-hola, soy Tatsuya, Himuro Tatsuya-se presenta en la nocturna y luego se sienta a mi lado, me sonríe cálidamente y mi corazón da un salto y comienza a latir de forma rápida.
-hola, yo soy Murasakibara. Atsushi, mucho gusto conocerlo-
-es un placer-“
Luego de eso conversamos muchas veces, lo encontraba cada vez más lindo, simpático, tierno a su manera y muy, muy sexy…
“-Atsushi, déjalo-
-¿Qué?-digo al escucharlo-¿Qué deje a quién?-
-a Akashi, déjalo, solo se están dañando… además…-su voz bajo hasta ser un murmullo en la última parte.
-¿además que?-pregunto un poco curioso y muy confundido por lo que hablábamos.
-además a mi tu… tú me gustas-dijo sonrojado, veo como su mano me toma mi corbata y la jala, robándome un suave, dulce y delicioso dulce.”
Luego de eso, no lo deje, aun lo amaba… un poco.
Pero ese amor, el que desaparecía por los problemas lo ganaba Muro-chin, como le decía, me comprendía, me mimaba, me ayudaba, me escuchaba… me amaba cada segundo, me hacía sentir amado, algo que ya daba por olvidado.
Por eso una vez.
Embrujó mis ganas
más de una mañana
me quitó el aliento
y aun así no me pidió perdón.
“nos devorábamos prácticamente con la boca, estábamos en el salón de clases y en el ya no quedaba nadie, nuestras manos rozaban fogosas nuestros cuerpos calentándolos más de la cuenta…
-At-atsushi-gime cuando mi lengua va de su cuello a la clavícula…-mgh… ¡ahm!
- Muro-chin… Muro-chin...-susurro contra su piel, saboreando el salado sudor en ella.
-Atsushi… no, para, por favor-
-Muro-chin-
-Atsushi-me toma de mi barbilla y me besa con pasión y deseo-ya no pararemos, esta vez haremos el amor.
-Muro-chin-le saco la camisa, botón por botón, rozando ligeramente su pecho-eres realmente hermoso.
-ahm…- ”
Eso era lo que había pasado hasta ahora, eran amantes, oficialmente amantes…
“lo amo demasiado… creo que más que ha Akashi”
Me dices que es muy tarde
me dices que es mejor
parece que no sabes
lo que nos guarda el dolor
mejor que no me hables
no me hables de sufrir
el tiempo es implacable
si se trata de ti
Salgo de la ducha, y tomo mi toalla, con ella en mano, voy hacia la pieza… voy a los cajones y los abro… estaban algunos vacíos…
“la ropa de Akashi no… no está…”
Suelto la toalla y corro al armario y lo abro… nada, nada suyo.
“no… de verdad no hay nada suyo…”
Miro buscando algo suyo en la pieza… nada.
Voy hacia la mesita de noche y la veo… una nota.
“Atsushi:
Ya no aguanto esto, no soy tonto y tú tampoco, por eso me voy.
Hasta nunca. Akashi”
“se… se ha ido… me ha dejado… Aka-shin se fue”
-se fue… y me dejo.-murmuro en la fría y asfixiante soledad… igual que Akashi, está hoy le parecía absoluta.
El usa la culpa a su favor
mucho mejor que Dios
cero compasión.
-Akashi-
No era tonto y me dolía que el pareciera creer que lo era…
Hace unos meses que vi con mi ojo del emperador que el conocería alguien que amara más que yo, estas cosas son las que no me gustan de esto, sé que va a pasar… mas no quise saberlo, lo ignore a propósito…
Luego de eso, él se fue alejando de mi de a poco, pero no lo suficiente. Discutíamos, peleábamos, nos dañábamos cada vez más, física y psicológicamente… todo horrible.
Pero él no me dejaba, ni yo a él… porque yo lo amaba.
Pero el dolor era cada vez más grande y lacerante.
Pasaban los meses y él era más obvio y eso dolía… llegaba a casa con olor a otra persona, me besaba y podía ver marcas en su cuello…
Le pregunte acaso me amaba, no me respondió nada…
Por eso no lo soporte más, un día estaba lavando en la casa, era mi día libre y un papel en su bolsillo, junto con preservativos.
“Atsushi:
Eres tú a quien yo más quiero… te amo y me haces cada día más feliz… pero me inquieta tu novio, ¿terminaras con él?
Además tu sabes que solo se hacen daño… pero es tu decisión.
Te esperare lo que sea necesario y si quieres que te deje, lo hare, yo quiero que seas feliz siempre, aunque eso no sea a mi lado.
Felices 4 meses, Atsushi!
-Himuro Tatsuya”
Leí cada línea con dolor en mi pecho.
“lo habrá echo a propósito. No solo es igual de distraído que siempre”
Una semana después de ese día fui a su escuela nocturna y busque a Tatsuya…
-¿tú eres Tatsuya, cierto?-
-sí, ¿y usted quién es?-
-Akashi, Seijuuro Akashi-
-…-me miro en silencio, y cuando le iba a dar un apretón el cerro los ojos como esperando una cachetada.
-no te pegare, solo quiero hablar contigo-le dije, serio.
Caminamos, ese día Atsushi había ido a ver a su familia.
-tu eres el amante de Atsushi, ¿cierto?-
-sí, tú eres su pareja-dijo con firmeza.
-¿lo amas?-
-sí, lo amo más que a mí mismo-me respondió con confusión.
-eso quería saber, tienes razón, solo nos estamos dañando, ve a esta dirección-le pase un papel con la dirección de nuestra casa-a lo que te llame.
-¿Qué?, ¿Por qué?-me pregunto confundido tomando mi brazo.
-porque él es feliz a tu lado, más que al mío… es el destino, y yo no puedo hacer nada contra el-le digo con un nudo en la voz-yo quiero ver feliz a Atsushi, y a mi lado no lo es.
Lo dejo confundido en la plaza y me voy a mi ex-casa.
Me robó la vida
la dejó escondida
y aun así no me pidió perdón.
Veo todo lo que un día me hizo feliz, y tomo mis pertenencias, lo guardo todo en una maleta y las coloco en mi auto…
Hago una nota que no demuestre lo que siento, solo logro hacerla luego de unas dos horas y veinte intentos fallidos…
-te amo, Atsushi, por eso te dejo ser feliz-susurro en la puerta, todas las luces apagadas, como yo mismo…
“aunque nunca me dijiste que me engañabas, veía tu culpa en tu miraba, sentía la pared que pusiste entre nosotros, veía la evasión de contacto físico, y los besos, esos dulces y suaves besos… nunca más los volví a saborear.
Nunca nos diremos adiós, tampoco perdón por que no nos hablaremos, y cuando lo hagamos, seremos ya felices, ambos con nuestras almas gemelas, hasta entonces, te digo adiós, Atsushi, mi amor.”
Veo como llega a la casa de lejos, y veo como prende cada luz en la casa, la de la sala, la pieza, la del baño, y luego de una hora la apaga…
“es la hora”
Tomo mi celular y llamo a su amante…
-¿Tatsuya?-
“-¿Akashi?-“
-ven a nuestra casa ahora-
“-¿no dirás porque?-”
-ahora es tuyo, todo tuyo… lo deje-le digo con voz quebrada.
“-¿Por qué?-susurra conmovido”
-porque lo amo, y será feliz contigo, solo hazme un favor-
“-¿Qué?-“
-no le digas nada de lo que hablamos, tu no me conoces ni yo a ti-le digo-pero mantén mi número, por si pasa cualquier cosa-
“-como quieras, gracias-“
-adiós-
“-adiós, y gracias-“
Cuelgo…
“nunca nos diremos perdón, porque nos amamos y esas son nuestras formas de no olvidar nuestro amor.”
Me dices que es muy tarde
me dices que es mejor
parece que no sabes
lo que nos guarda el dolor
mejor que no me hables
no me hables de sufrir
el tiempo es implacable
si se trata de ti
si se trata de ti…