Era una noche fría como muchas otras de las que he pasado, pero hoy el aire es más denso que los otros días, caminaba junto a himchan mi mejor amigo conversando de cosas triviales de cómo nos fue en el trabajo o en la universidad.
-ah – suspire y vi como salía en una ligera capa de humo de mi boca – esta helando, será mejor apurarnos antes de que nos enfermemos
-lo mismo opino – dijo para apurar el paso a nuestros apartamentos – pero primeros vamos por una café, mi cuerpo esta entumecido
- como quieras – le dije, caminamos un poco mas entrando al café donde siempre íbamos y pasábamos nuestra mayor parte del tiempo, sentándonos en la mesa de siempre debajo de una gran cúpula de cristal cerca de la entrada.
- muy buenas noches que desean ordenar – nos dijo myungsoo uno de los meseros del lugar
- yo quisiera un café negro muy caliente si es posible – le dijo himchan al chico
- y usted señor bang – me pregunta dirigiéndose a mi
- para mí también un café por favor – le dije
- se los traeré enseguida – hizo una reverencia y se marcho para ir por nuestras ordenes
- jamás pensé que aria tanto frio – me dijo
- si – dije sin ánimos
- te vez mas desanimado que la ultima vez – dijo
- ella me llamo otra vez – le dije
- y que dijo – pregunta
- lo de siempre, que no la odie por lo que hizo, que no era su intención lastimarme, y ya sabes el resto, no me hagas recordarlo – dije mirando fuera de la cúpula
- aquí les traigo sus pedidos – nos dijo myungsoo
- gracias myungsoo – le dijo himchan, myungsoo hizo una reverencia y se marcho a atender otra mesa
Nos tomamos el café en silencio después de esa pequeña plática, yo seguía mirando hacia afuera viendo a la poca gente que pasaba, algunos solos, otros con sus parejas o grupo de amigos riéndose de sus temas incoherentes. En eso entran ocho hombre bastante sospechosos para mi gusto cada uno traía un traje de distintos colores cada uno, todos entran sentándose en una de las mesas de al fondo, veía como myungsoo miraba hacia ellos, dudando si iba o no a preguntar su orden, pero su jefe apareció y le dijo que los atendiera, vi que dio un gran suspiro y se acerca a ellos lo mas clamado que podía, al llegar a su mesa todos los hombres lo quedan mirando.
-desean ordenar algo señores – les pregunta como si fueran clientes normales, pero sabía que no eran así, eran bastante sospechosos para ser esa clase de clientes, en especial si entran a un café como este – se los traeré enseguida – le responde después de anotar sus ordenes, les da una reverencia y se dispone a irse por lo pedido por ello – pero uno de los hombres lo detiene agarrándolo de su muñeca y tirándolo hacia él, para susurrarle algo, y meterle algo en el bolsillo de su delantal y lo dejo ir como si nada hubiese pasado,
Pero el rostro de myungsoo lucia más pálido, y sus ojos denotaban miedo, este distraído choca con uno de sus compañeros botándolo junto con la charola, que llevaba en sus manos con la losa sucia, que hizo un fuerte estruendo
-lo siento…te encuentras bien lee joon – dijo mientras le ayudaba a levantarse del suelo – te lastimaste – dijo al ver el brazo de su compañero
- descuida estoy bien no es nada grave myungie… solo fue un pequeño corte es todo – le dijo tranquilizándole
- aun así ven conmigo te curare eso – le dijo
- myungsoo…limpia aquí por favor, y lleva las ordenes…yo me encargo de lee joon – le dijo sungkyu su jefe
- si… - le responde, y se queda parado viendo como su jefe se pierde por una de las puertas junto a lee joon, para después limpiar y llevarle las ordenes a los hombres, dejándola encima de sus mesa con notorio nerviosismo.
Yo y himchan seguíamos mirándolos, pero himchan era más disimulado que yo era inevitable no hacerlo, todos actuaban sospechosamente, y aun me intrigaba que le dijo ese hombre a myungsoo para que el pobre chico llegara a temblar y saltara cada vez que alguien le pedía el costo de la cuenta alguna orden, la tención del lugar era demasiada, y provocaba que uno no se sintiera cómodo, ni siquiera tomándose un café
-será mejor irnos, no me gusta el ambiente de este lugar – menciona himchan
- solo esperemos un poco mas – le dije sin dejar de mirar a los hombres
- te has vuelto loco, no me gusta esta tención que hay…vámonos quieres – me suplica
- ah –suspiro – de acuerdo – le dije levantando la mano pidiendo la cuenta, myungsoo se acerca a nosotros diciéndonos el costo de los cafés
- son 23.95 - nos dice
- te encuentras bien – le pregunto, mientras le pasaba el dinero por los cafés
- eso creo…solo espero irme luego a casa – dijo mirando con miedo al hombre que antes le había hablado – que pasen una buena noche – nos dijo antes de marcharse. Nos levantamos, y caminamos a la salida nos despedimos de sungkyu el dueño del lugar y salimos de allí estremeciéndonos por el frio que aun había fuera, seguimos caminando unos cuantas cuadras mas, íbamos a cruza al otro lado y tomar la calle principal y llegar a nuestros apartamentos, en eso veo a dos autos que venían directo a nosotros.
-cuidado – grito agarrando a himchan y tirándonos a un lado donde los autos por suerte no nos agarraron – animales…acaso no saben conducir – grite – estas bien – le pregunto a himchan
-s…si gracias –me responde, siento un fuerte ruido parecido a una explosión y un rechinido que provenía del primer auto que freno bruscamente, y el segundo le choco la parte trasera al intentar frenar, ambos autos quedaron detenidos.
de ambos autos bajaron los mismos hombres con trajes sacando sus armas debajo de los chaquetas apuntando en ambas direcciones como si buscaran a alguien o algo que los pudiese lastimar.
-que intentan hacer –me pregunto himchan
- no lo sé…pero hay que salir de aquí pronto – me levante despacio y ayude a himchan, cuando estuvo ya de pie lo tome de la muñeca y nos ocultamos en uno de los callejones, ya que no me iba a arriesgar a que nos dispararan
- sal de donde quiera que estés no te escondas –grito uno de los hombres – me al rato después grito desgarradoramente, me asome tan solo un poco y vi como el hombre ponía sus manos en la garganta tratando de detener la sangre que corría de ella, removiéndose en el suelo para después quedar completamente inmóvil
-bastardo - grito otro disparando directo en el callejón que estaba frente a él, provocando que sus amigos también dispararan en esa dirección, en eso del callejón continuo veo una sombra salir a una muy rápida velocidad, saca una espada apuñalándolo sin piedad en la espalda al hombre de traje blanco, este cae de inmediato al suelo sin ninguna señal de vida, pero esto hizo alertar a sus compañeros que voltearon inmediatamente.
-junjin – grito otro disparándole al hombre que mato a su amigo, pero este esquivo las balas saltan por encima de su cabeza rebanándole el cuello para después cortarle el vientre al que seguía y así sucesivamente acabando con todos a una gran velocidad en tan solo unos segundos. Quedando todo en un completo silencio.
- es un monstruo – dijo himchan que al igual que yo estaba viendo todo detenidamente, tenemos que salir de aquí yongguk
-si hay que irnos de aquí – le dije saliendo lo mas silenciosamente posible, pero himchan de un descuido bota uno de los basureros, que provoco que por el fuerte ruido el chico mirara en nuestra dirección, y rápidamente nos volvimos a ocultar en el callejón, pero tan solo al darme vuelta ese hombre estaba frente a mí con su espada en mi cuello, trague duro por la sorpresa tratando de alejarme despacio del filo de la espada con un himchan bastante asustado tras mío, ocultando su cabeza en mi espalda, dando leves espasmos a causa del miedo. Al ver que el hombre no aleja ni un milímetro de la espada de mi, levanto mi vista para verlo, al verlo tan cerca me percate que era tan solo un muchacho de tan solo unos 17 o 18 años, y pensé como un niño puede ser capaz de matar a todos esos hombres de tal manera.
El me miraba fijamente sin ni siquiera pestañear. Tenía unos ojos grises, su cabello era gris con toques negros, su piel era blanca, y se encontraba oculta tras un tapabocas negro, al igual que toda su ropa, en eso el acerca más la espada a mi cuello cierro mis ojos fuerte esperando que todo eso acabe pronto, hasta un extraño pitido se escucha a lo lejos, comienzo a abrir mis ojos lentamente al no sentir el filo de la espada atravesar mi garganta y para mi sorpresa, el ya no estaba volvimos a quedar solos en ese oscuro callejón.