Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cuenta conmigo por Kuramochi Kazuya

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Diamond no Ace no me pertenece. Es una maravillosa obra de Terajima Yuji.

Ambos regresaron al campo de entrenamiento, escabulléndose de los pocos alumnos que lograban divisar tras su escondite de arbustos. No tenían a donde ir, las habitaciones estarían ocupadas y ni hablar de las duchas. En fin, estaban perdidos. Y Kuramochi se encontraba un tanto aturdido como para lograr pensar.

-Tengo una idea- musitó Miyuki, haciendo un click mental.

                Youichi reaccionó. Una idea de él. Por alguna razón, no sabía si era buena idea pero hasta ahora no había hecho más que seguirlo como un perrito, ¿Quién podría detener al catcher cuando tenía una idea? Solo pudo esbozar una mueca de disgusto.

 

 

Kazuya miró fuera de los vestidores para asegurarse de estar solos. Gracias al cielo el entrenamiento había acabado pronto y todos deben estar duchándose. De seguro se estarán preguntando sobre ellos dos.

-¿Qué crees que estás haciendo?- preguntó el campocorto elevando la voz.

-Sh, no grites- chitó el catcher- ¿luego de robarme un beso pretendes fingir que no ha pasado nada?-.

-¡Yo no robé nada!- gritó Kuramochi hecho una furia completamente avergonzada- ¡fuiste tú!-.

Miyuki cerró la puerta ahogando su chirriar con una fuerte carcajada. Youichi se plantó frente a él y tiró fuertemente de la corbata de su amigo.

-¡Puedo usar esta ridícula cosa para ahorcarte! ¡Y lo sabes!-amenazó.

-¿Eh? ¿Ahora te avergüenzas? ¿Realmente creíste que ese beso sería todo? Viniste corriendo para verme. Quedé conmovido- finalizó con sarcasmo.

Kuramochi gruñó, frustrado. Pero aun así no podía desquitarse con el molesto catcher.

Miyuki usó sus manos y tomó la cintura de su amigo, pegándolo más a su cuerpo. Acercó sus labios a su cuello mientras soltaba la mano de Kuramochi y al mismo tiempo quitaba su corbata.

-Dilo-susurró contra su piel.

Youichi intentó zafarse, apoyando sus manos en el pecho de Kazuya pero su cercanía, su calor le impedía tener fuerzas para apartarlo. Se quejaba pero muy en el fondo él sabía lo que quería.

-¿Qué demonios quieres que diga?- logró decir con la voz temblorosa.

-¿Te gusto, verdad? Si no fuese así, ahora mismo estaríamos en caminos diferentes. Estarías golpeándome como si fuese Sawamura-rió- pero el beso y esto no parecen molestarte-.

-Cierra la boca, ¡idiota!- intentó gritar el campocorto pero su voz salió entrecortada por los jadeos.

-Bien- sonrió Kazuya.

Sin soltar su cintura, unieron sus labios. Kuramochi fruncía el ceño pero su cuerpo demostraba otra cosa,  pegándose y amoldándose inconscientemente al de Miyuki. Ni siquiera notó que sus propias manos se enredaban en su melena café.

Cansado de movimientos lentos, el catcher obligó al campocorto a entreabrir sus labios, dejando que su lengua se hiciera paso entre ellos para convertir un dulce beso en algo mucho más pasional. Ambos giraron de tal manera que Youichi quedara atrapado entre la puerta y el cuerpo de Kazuya. Éste último se apartó unos pasos únicamente para quitar la camiseta de su amigo y luego unir sus labios de nuevo para no dejarle musitar palabra alguna.

Kuramochi no podía escapar. No quería escapar. La boca de Miyuki era algo que había estado deseando profundamente todo este tiempo, negándoselo a sí mismo.

Anhelo.

Felicidad.

Deseo.

Sentía como todo su cuerpo ardía. Parecía estar en el infierno cada vez que se rozaban. Y, a pesar de eso, no le importaba quemarse. Quería quemarse.

Las manos de Youichi liberaron el cabello del catcher y se dejaron caer sobre sus hombros, moviéndose hasta situarse en el cuello de su camisa. Sus dedos temblorosos desataban los botones con torpe rapidez desesperada mientras sus labios no daban ninguna señal de querer separarse uno del otro. Cuando logró su cometido, hizo hacia atrás el molesto trozo de tela y Miyuki únicamente lo soltó para ayudar y quitársela.

Kazuya estaba feliz. Porque jamás fue bueno hablando sobre sus sentimientos. Pero ahí estaba él: el muchacho de rápidas piernas, risa contagiosa y mirada aguda. El único que podía ver dentro de su corazón. El único que realmente le importaba hacerlo.

No quería dejarlo ir. Porque lo quería. Y amaba saber que siempre podía contar con él.

Con cada vez menos tela entre ellos, Miyuki se pegaba aun más a Kuramochi pero ahora sus labios estaban separados para encontrar el aire que faltaba. El catcher sonrió al ver que el campocorto jadeaba con los ojos cerrados. Besó su frente para luego ir deslizándose por sus hombros. Kuramochi posó ambas manos sobre los hombros de él, apretándolos y mordiéndose el labio mientras Miyuki lo abrazaba a la vez que su boca deambulaba por distintos lugares.

Youichi se estremeció.

-¡Ah! Mnh- gimió.

Avergonzado, tapó su boca abriendo sus ojos de par en par. No dejaba de estremecerse cada vez que los labios del catcher rozaran su cuello, su piel. O peor, cuando algo húmedo se deslizaba por esa zona. Miyuki se apartó, también sorprendido que su amigo pudiera hacer tales sonidos. Apoyó su cabeza en la frente de él y rió cálidamente, acariciando con su aliento la piel de Kuramochi.

-Eso sí que fue vergonzoso- bromeó Kazuya.

Youichi liberó su boca y lo apartó de un empujón.

-¡Esto es tu culpa!- jadeó en respuesta.

Pero ambos sabían que querían más.

Miyuki carcajeó y lo abrazó nuevamente.

-No te creeré si dices que odias esto-.

Youichi tragó con dificultad. Kazuya lo hizo dar un traspié y ambos cayeron al suelo. El catcher lo besó nuevamente con intensidad y los dedos del campocorto exploraban el pecho y el abdomen de Miyuki. Conociendo lo que podía lograr, este último deslizaba su boca y su lengua por el cuello y el pecho de Youichi, el cual se vio obligado a tapar su boca y apretar sus ojos pero los continuos estremecimientos lo delataban.

Lo peor era que la boca de Kazuya estaba en su abdomen. Kuramochi apretó el puño libre. Miyuki solo tuvo que usar una mano para desprender la parte inferior de la ropa de Youichi.

-E-espe...ra-jadeaba el campocorto.

Pero Miyuki detuvo abruptamente su avance al oír un par de pasos y voces acercándose a los vestidores.

-Tch- se quejó- hay que escondernos. Si no me equivoco es Furuya y Sawamura- finalizó Miyuki, enderezándose.

-¡Cómo puedes olvidar tu ropa aquí!- gritó el molesto pitcher- casi nunca usamos este lugar-.

-No te preocupes- respondió el tranquilo novato monstruo.

-¡Ese no es el problema!-.

Kuramochi se puso de pie como pudo y recogió la ropa esparcida. Creo que era la primera vez que experimentaba tanta desesperación. ¿Qué pensarían esos dos?

-Ey, Kuramochi- susurró Kazuya dentro de un casillero- entra-.

-¿Eh? ¿Estás loco?-.

-¡Solo ven!-.

Sin hacer ruido, lo hizo. Cerró la puerta de aluminio lentamente y esperaron.

-Apresúrate ¡Quiero ducharme antes de que amanezca!- se quejó el ruidoso.

-Eso estuvo cerca- suspiró Miyuki- oe, di algo- sonrió.

-Eres molesto-.

El catcher contuvo la risa.

-Llegaron en el peor momento ¿no crees?-.

-¡Cállate!- respondió Kuramochi.

-Bien- dijo antes de besarlo con suavidad.

Fue un roce. Como siempre, empieza lento. Pero ir despacio cuando uno quiere más, es aburrido. No tuvieron más opción que aumentar el ritmo. Y, para eso, Miyuki sabía que podía contar con él.

Notas finales:

Este es mi capítulo final ^^ espero que les haya gustado!

Gracias por leer!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).