Casi sin querer nací
casi sin querer creci,
casi sin querer te conocí.
Hanamiya Makoto, 20 años de edad, estudiante Universitario en Física, se graduó de la secundaria Kirisaki Daichi con honores y tuvo muchas invitaciones para jugar en equipos profesionales de Basket, pero actualmente está sentado dentro de su cafetería habitual cuando sale de la Universidad, siempre la misma silla y siempre el mismo café. Usa este tiempo para divertirse lo cual significa leer algún libro policiaco. ¿Lo diferente de este día? Bueno hoy es un libro que contiene algo de comedia, así que aunque sea algo amargado y antipático, suelta una risa por lo bajo.
¿Lo raro?
Es que de la nada...Otra risa, frente a él...No conoce a la persona pero...
Me gustó tu risa fresca niño grandulón
y tu manera de mirar...
Lo miraba.
Parecia que lo provocaba con la mirada, lo unico que hacia era morderse el labio. Se dio cuenta que era más alto e incluso más musculado que el. Pensó que seguro trabajaba en alguna constructora, eso le gustaba. ¿Desde cuando miraba personas al azar? No sabe, pero lo unico que tenia en su mente era esa mirada. Ojos castaños igual que su cabello, oscuros como su café con leche de la tarde o como ese pastel en la vidriera.
Pero todo continuó así, varios días, varias semanas, varios meses, con miradas indirectas, ya no reía más, ya no por los libros, que ya casi no llevaba, incluso salía más temprano de sus clases, todo por un extraño, uno llamado Kiyoshi Teppei.
Fin de año...no era importante.
Navidad...No era importante.
Le hablo. Por fin le habló, era 6 de diciembre, eran las 17:37 de la tarde, había pedido un café con leche y un pedazo de lemon pie. El se sentó enfrente y le preguntó sobre su libro. Por un momento solo se olvido lo que leía, luego reaccionó y le habló.
Y ahí estaban, ya tenía 21, por fin lo había invitado a salir…
Fué difícil respirar
empecé a temblar
y casi sin querer te besé...
Y con eso, llegaron a una relación. También llegaron momentos felices,más risas sin libros en medio, más miradas sin necesidad de callar. Más felicidad para su nueva vida. Algunos días de estudio, algunos viajes de trabajo, solo eran vacío, no había recuerdo de aquello. No sin él.
Casi sin querer me río,
casi sin querer te extraño,
casi sin querer me enamoré
de este oso cariñoso niño grandulón
que sin querer también me amó,
y me llena de caricias
sin la obligación de prometerme eterno amor.
Y me llena de caricias
sin la obligación de prometerme eterno amor.
Volvió, volvimos, me propuso una vida juntos.
No tenía mucha opción y elegí la que me hacía feliz.
La acepte. Y ahora me va muy bien.
Y me llena de caricias
sin la obligación de prometerme eterno amor.
Casi sin querer se olvida,
casi sin querer se pierde,
casi sin querer se va el amor.
No era a propósito, tenía estudios, tenía que terminar la carrera, no había tiempo para tantos recuerdos por más que me hicieran feliz, quería primero hacer un futuro económico para poder hacer un futuro feliz.Por un momento me fui, tenía que tener espacio, relajarse, estudiar. Sobre todo...Pensar en ti.
Por eso te estoy queriendo
casi sin querer
jurarte eterno amor
no se, no se, no se…
Mis padres dijeron que no querían este hombre en mi futuro. Me gusta hacerles la contra, ya están viejos y se lo van a tener que aguantar. Ya tengo 23 puedo casarme con quien quiera. Si, ya volvi. Volví del lugar del que nunca me tendria que haber ido. El ya no viaja tanto, y si lo hace, por suerte es cerca y solo por unos días. Ya no más semanas ni meses, apenas horas o días.
Me molesta, me abraza mucho y me repite lo mismo desde que nos casamos.
Te amo.
Ahg...Yo tambien lo amo.
Dios...Me enamore.
Tal vez algún día
nos sorprenda la vejez
muy juntos
casi sin querer...
Por fin termine mis estudios...Ya estoy trabajando. Lo unico malo es que Kiyoshi tuvo un accidente, no puede trabajar más en la construcción, ahora es administrador, es la misma empresa nada más que el ya no levanta cosas. Ya no puede. Siento que fue mi culpa. En la luna de miel insistió en cargarme de princesa, nos caímos en la escalera. Eso fue bastante estúpido de su parte, debería tomar las precauciones necesarias. Yo debería hacerle ver esas cosas…¿Acaso me dejo llevar por mi felicidad? ¿O por el amor?
Es por ambos...
Tal vez algún día
nos sorprenda la vejez
muy juntos
casi sin querer…
Este es nuestro 50º aniversario de bodas.
Nuestro hijo planeo todo. Esta noche le dije a Kiyoshi que estábamos viejos. El idiota solo se rió y siguió abrazándome.
Parece de 5 años.
Mis rodillas ya no me aguantan mucho, los otros maestros en Física dicen que me jubile, hasta que me vea en una cama postrado dejare de trabajar…
Kiyoshi esta en casa, seguro con los nietos, le encanta jugar con ellos.
El si se queda en casa, siempre cuando vuelvo esta.
Este día Kiyoshi ya no esta.
Este día yo tampoco.
Casi sin querer nací
casi sin querer creci,
casi sin querer me rio...