El pequeño pelinegro de ojos grandes le observaba atento todos los días, sabía que a esas horas el estaría practicando en aquella sala obscura donde creía que nadie más lo veía, pero lo cierto era que Kyungsoo lo hacía.
Kyungsoo le observaba mientras se movía al ritmo de la música, mientras las hebras de su cabello lacio y obscuro se mecían suavemente con cada movimiento del joven, le observaba mientras su rostro moreno brillaba por el sudor, y sus delgadas y bien torneadas piernas danzaban agiles y cambiaban de posición, todo el cuerpo del muchacho se movía sensualmente… parecía ser tan ligero con cada paso que daba y con cada salto y giro Kyungsoo creía que el chico volaría en cualquier momento, que mostraría las alas que parecían estar escondidas, porque si, para Kyungsoo el chico parecía un ángel, siendo iluminado solo por una luz arriba de su cabeza, mientras el bailaba. Era hermoso, simplemente hermoso a los ojos de Kyungsoo.
Era viernes, Kyungsoo había salido ya de sus clases y el estrés de todos los días se sentía realmente pesado en sus hombros, necesitaba despejarse.
-¿iras con nosotros al rato? – preguntaba su amigo, Baekhyun, su amigo de la infancia y compañero de clase, igual cantaba con él en el coro de la escuela.
-No. Tengo algunas cosas más que hacer – respondió el pelinegro recogiendo sus mochila y colocándose al hombro.
-¿tú con planes? Vamos Soo, estoy seguro que lo que harás, es encerrarte en departamento solitario y leerás o veras películas deprimentes hasta quedarte dormido. Es viernes, vamos al antro con Chanyeol y Suho.
-Pues si tengo planes, aunque no lo creas, así que diles que no podre ir. Enserio debo hacer algo.
-amargado – dijo el castaño con un puchero infantil.
-Y tu un molesto. Nos vemos después.
-¡llámame si cambias de parecer! – grito su amigo para que el pelinegro pudiese oírle.
El pelinegro tenía sus propios planes, si, como cada día, iría a ver al chico del teatro. Pero el problema era que para eso, debía esperar hasta que la noche cayese. Mientras tanto podría hacer algo parecido a lo que Baekhyun había dicho, leer o ver películas, pero no películas deprimentes, sino algo más romántico, si bueno, le gustaban ese tipo de películas.
Cuando el reloj de su pared marco las nueve el celular del pelinegro vibro, era un msj entrante de parte de Baekhyun.
De: Baek (alias tocino)
Para: Kyunggie
“Soo~ ¿Por qué no has llamado? ¿Enserio no quieres venir?
El pelinegro sonrió, ya sabía que Baekhyun no dejaría de insistir con el tema, tecleo rápidamente una respuesta y envió el msj.
Respuesta:
~Tengo algo que hacer. Veré a alguien.
Eso era todo lo que podía decirle, así Baekhyun dejaría de molestar, pero seguramente insistiría en conocer a ese “alguien” después.
De: Baek (alias tocino)
Para: Kyunggie
¿Enserio? O.o Wow… bueno te mando un mjs mañana. Suerte con esa persona. ¡Me contaras después!!!
Kyungsoo tecleo un rápido “ok, nos vemos” y guardo su celular. Ya casi era la hora, se levanto de donde estaba sentado y cogió su chaqueta para salir.
Quizás parecía un acosador, observando secretamente a un chico que bailaba todas las noches en el teatro de la escuela. Un joven que entraba al lugar de la misma manera que Kyungsoo, seguramente cruzaba la cerca del lugar y entraba por la puerta trasera, nunca le ponían candado a esa puerta y era fácil poder abrirla.
Caminar solo por la noche era un poco peligroso, mas al ser fin de semana, aunque por otro lado había más gente en las calles.
A esas horas la escuela tenía poca iluminación, algunos faros no servían y la parte trasera del teatro estaba casi en penumbras. Como siempre el pelinegro solo tuvo que cruzar la alta cerca, pero por suerte su agilidad se había desarrollado con cada día que iba a ver al chico, le costaba menos pasar la cerca ahora.
Entro con sigilo después de abrir la puerta gastada por la que entraba al teatro y camino entre el obscuro pasillo del lugar, pero esta vez hubo algo que le estrujo el corazón, algo que lo hizo deprimirse.
En medio del lugar donde habitualmente bailaba el joven, solo iluminaba la luz de siempre, no había nadie ahí. Pero unos metros más alejado el chico platicaba con una joven, una joven de apariencia hermosa y pelo largo y castaño obscuro, recogido en una coleta que dejaba al descubierto sus hombros.
No hacían nada más que platicar y sonreírse mutuamente.
Una persona que siente que le han roto el corazón haría lo que parecer ser lo más sensato en ese momento, correr, huir de la escena que te lastima, pero Kyungsoo se quedo, se quedo quieto ahí, observando a los dos chicos charlar animadamente. Incluso busco su asiento habitual, el mismo lugar alejado y obscuro donde siempre se sentaba a admirar al joven bailar, el mismo lugar al final de todo donde podía observar a su amor platónico bailar sin miedo a ser descubierto.
Se quedo ahí lo que le parecieron horas, pero en realidad solo habían pasado minutos. Minutos eternos donde observaba al chico de sus sueños charlar con una joven a la cual nunca había visto. Kyungsoo no podía saber de que hablaban porque a pesar de estar silencioso todo, ambos hablaban muy bajo, casi en susurros.
Pronto se escucho la suave música proveniente de un celular, haciendo eco en el espacioso teatro, se trataba del celular de la joven. Kyungsoo estaba alejado y supo que se decían ambos, pero ella se despidió con un beso en la mejilla y se alejo. Oh no, no… iba a salir por la misma puerta donde entro Kyungsoo, lo único que le quedaba hacer era lo que hacía cuando Jongin salía, esconderse entre los asientos y controlar sus respiración para no ser descubierto.
Error, había hecho un pequeño ruido, se había golpeado levemente con una de las sillas del teatro, un sonido no captado por los oídos de Jongin, pero seguramente si para los oídos de la joven que en ese momento no estaba lejos de él.
La chica salió, no sin antes murmurar un “deberías hacerlo”
Kyungsoo quedo un poco mosqueado,, ella no podría estar hablando con él ¿verdad?
Dejo de pensar cuando escucho música, la suave melodía se mezclaba con el sonido de pasos en el escenario.
Kyungsoo volvió a sentarse con cuidado en su silla aterciopelada y observo al joven bailando, nuevamente con esos movimientos sensuales, aquellos movimientos que parecían tener cierta delicadeza y suavidad, movimientos que capturaban toda su mente y vista, movimientos fluidos que hacían a su corazón saltar de emoción y a la vez estrujarse en su pecho.
Cuando la canción termino ocurrió algo que jamás habría imaginado, algo que nunca vio hacer al chico.
El joven se inclino como si le agradeciese al público y sonreía de manera radiante cuando levanto la mirada. Los mechones de cabello castaño se le pagaban a la frente por el sudor que bañaba su cuerpo y el esfuerzo hecho minutos antes, su respiración agitada hacia que su pecho subiese y bajase con dificultad, pero aun así el sonreía, satisfecho consigo mismo por su actuación.
-Gracias por venir – dijo alto y claro el joven.
Kyungsoo miro a los lados, buscando a la persona a la que le estuviese hablando el chico y volvió a centrar su vista en el escenario cuando no vio a nadie más. Si, Kyungsoo era el único sentado ahí, en el “publico”
-¿y si bajas para que hablemos? – el chico volvió a hablar y Kyungsoo sintió escalofríos. ¿Había sido descubierto? – me llamo Jongin, Kim Jongin ¿y tú? – volvió a hablar.
-K-Kyungsoo – pues si nadie más hablaba lo más seguro era que le hablaba a él.
-Me gusta ese nombre. ¿Bajaras ahora? Di mi mejor actuación por ti.
~
Jongin había descubierto a Kyungsoo hacia unas semanas, un jueves, cuando olvido algo en el teatro y mientras regresaba lo vio salir apresurado por la puerta trasera donde el siempre entraba. Se le hizo extraño ya que no lo había visto en el teatro, el más bajo cargaba solo un manojo de llaves y un celular, solo eso llevaba consigo.
Supo poco después que el joven siempre le observaba bailar, y Jongin bailaba para él, siempre que salía se escondía para verle salir, era rutina, después de cada baile era Jongin el que observaba en secreto al joven bajo, mientras este salía rápido del teatro.
Supo también que estudiaba en la misma escuela que Kyungsoo y que este era mayor, y un poco reservado. Jongin era tan distraído que nunca había prestado atención a su alrededor, por suerte tenia a sus amigos que le hacían volver a la realidad.
~ ~
-¿Quién era la chica con la que estabas esa vez en el teatro? – pregunto Kyungsoo cuando entraban a la sala de cine, la cual por ser martes por la noche estaba casi vacía.
A decir verdad, Kyungsoo no había preguntado por la joven hasta ese día, un mes después de haber conocido a Jongin formalmente.
-¿Por qué lo recordaste ahora? – pregunto Jongin con una mirada divertida.
-No lo sé, nunca pregunte y estaba recordando aquella noche.
-Bueno, era mi hermana. Me acompaño al teatro porque le daba curiosidad saber a dónde iba cada noche. No me quedo de otra que llevarla, hasta que por suerte su novio le llamo.
- ¿Por qué ibas a bailar cada noche ahí?
- ¿Y tu porque ibas cada noche a verme bailar ahí? – Kyungsoo se puso rojo con esa pregunta, las luces no bajaban del todo aun, pues la película no empezaba, el rojo de sus mejillas era visible para Jongin que en ese momento estaba muy cerca de él. ¡Oh no! Jongin estaba muy cerca de él.
Era un beso jodidamente prefecto en la mente de Kyungsoo, las lenguas de ambos se movían como si estuviesen danzando, con lentitud… una danza sensual y adictiva para los dos. Las manos del moreno recorrían la espalda de Kyungsoo queriendo atraerlo hacia sí, pero aun le quedaba un poco de lucidez y sabía que estaban en el cine, esperaría hasta que las luces bajasen del todo y entonces otra cosa seria.
Se separaron jadeando y Jongin junto su frente con la del otro, esperando recuperar el aliento perdido.
-Iba porque sabía que tú ibas. Después de un mes de estar practicando, quise dejar de hacerlo por las noches en el teatro de la escuela, podrían descubrirme, pero bueno ni la seguridad es buena ahí, también supe que tú ibas siempre, quise bailar para ti – susurro lentamente con una tierna sonrisa plasmada en sus facciones.
Kyungsoo no supo que responder a eso, así que dejo que sus impulsos lo hicieran por él, las luces habían bajado ya, así que a la obscuridad del lugar se sintió más confiado, robándole un casto beso a Jongin, un casto beso que dejo de ser eso cuando se levanto despacio aun sin dejar de besar a Jongin y se sentó en el regazo de este, el moreno lucía ligeramente sorprendido cuando se separaron para tomar aire, pero poco después sonrió coquetamente, volviendo a su tarea de besar al más bajo, apegando el delgado cuerpo contra el suyo. Kyungsoo hacia suaves movimientos de cadera y se movía encima de Jongin, debían detenerse o terminarían teniendo sexo en el cine, aunque la idea sonaba tentadora.
-Va- vayamos a mi casa después – murmuro Kyungsoo entre besos.
-Me parece una idea genial…
-Me gustas Jongin – Dijo Kyungsoo aun sobre el regazo del moreno.
Este no respondió enseguida, pero la sonrisa que le dedico al más bajo le hizo entender que la respuesta era la misma ¿o no?
-Me gustas mucho más Soo.