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The cat problem por Black kuro

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Notas del capitulo:

Hola y muchas gracias por comentar, me ha hecho muy feliz que comentaraís ya que no estaba muy segura de si acabaría gustando (aunque fuese un poquito).

Respecto el Aokise tengo que decir que tardará un poco en aparecer ya que quería centrarme en Kagakuro un poco ya que me han dado mucho juego y admito que lo he disfrutado xp 

Siento la espera por el Aokise pero os prometo que la espera valdra la pena ;)

Y mi obra aún contunua así que aquí dejo un capítulo más :) 

-Lo siento de verdad…yo…no-dijo un Kagami muy arrepentido tapándose los ojos con la mano-Lo siento mucho no pretendía atacarte-.

Kuroko lo medito de verdad parecía arrepentido y al fin y al cabo había sido cuestión de impulsos animales, aunque en el fondo nunca lo iba a reconocer en voz alta, él había provocado al tigre al poner esa cara ante el aroma de Kagami.

-No pasa nada, lo importante es que has reaccionado-dijo Tetsuya sintiendo se muy en el fondo tan culpable como Kagami.

-¡No, no ha estado bien!-dijo Kagami un poco enfadado, él era un chico correcto, nunca había forzado a nadie ya fuese chicas o chicos nunca, siempre que había tenido una relación siempre había sentido que era porque ambas partes quería hacerlo (La cosa que no solía pasar, las chicas con las que estaba nunca le habían hecho detenerse, no entendía de donde venía la resistencia de Kuroko)-Prometo que nunca volveré a tocarte a menos que me des tu permiso-.

-¿Eh?-dijo un aún más confundido Kuroko-¿No estas exagerando un poco?-.

-¡Para nada, no puedo perdóname el haberte herido!-dijo Kagami de rodillas y con los ojos fuertemente cerrados.

Aquellas palabras hicieron que esta vez el de orejas y cola (aún visibles) celestes se sonrojase.

-De acuerdo- dijo un gatito aún un poco sonrojado, aquello si Kagami lo decía en serio sería un alivió ya que podía salir con él sin el problema de que le atacase, ¡un segundo! ¿Cuándo había decidido él que saldría con él por ahí sin que Taiga le dijese nada? ¿Tanto quería estar con ese tigre falto de autocontrol?

-Bueno….yo….-dijo Kagami intentando romper el silencio que la situación empezaba a generar.

-Primero creo que deberías ponerte algo-dijo un Kuroko con cara sería pero muy rojo mientras miraba a la cara de Taiga.

 La cara de Taiga exploto con colores muy rojos, se había olvidado por completo que lo único que cubría su cuerpo era una toalla. Y subió corriendo a ponerse algo más y al rato bajo con un atuendo informal que consistía en una camiseta blanca, su importante collar de plata y unos pantalones azul claro largos con unas bambas del mismo color de la camiseta.

 

-¡Kuroko!-llamo Kagami al de pelo celeste para atraer su atención antes de entrase en su piso y cerrase la puerta-Esto…sino tienes nada que hacer mañana ¿te gustaría quedar conmigo para dar una vuelta?-.

-Sí, me parece bien-

-¿Nos vemos en tu puerta mañana a las 16:00 h?-le pregunto un Kagami levemente sonrojado-.

El bajito solo asintió.

-Entonces hasta mañana-se despidió Kagami -.

-Hasta mañana- le respondió Tetsuya cerrando la puerta pero se detuvo cuando le pareció escuchar un leve “me gustas” de Kagami lo que hizo que se girase, pero Kagami ya estaba bajando por las escaleras ¿se lo había imaginado? Sí debía ser eso ¿pero si de verdad se lo había imaginado porque su corazón latía tan rápido? ¿De verdad podía haberlo dicho Kagami? ¿Si era así como podía oírlo desde tan lejos?

Las dudas le asomaban tanto en la cabeza que nada más cerrar bien la puerta de su piso se tiró en el sofá.

“A ver Tetsuya vamos a aclararnos” pensó él gatito sentado cogiéndose las piernas en un abrazo y mirando al techo.

Estaba claro que Kagami le atraía y para colmo siempre se encontraban también se había alegrado de que le rescatase de aquel arbusto, le hubiese ayudado a encontrar su teléfono móvil, que alejase a todos los pervertidos. Aunque después de lo que paso esa tarde hablando como amigos como si nada hubiese pasado fue estupendo… Se veía que Kagami haría cualquier cosa por él y no siempre cualquiera era algo bueno ya que en dos ocasiones había intentado algo con él, aunque esta segunda vez él había tenido algo más que ver ¿pero era realmente cierto? Porque ahora que lo pensaba Kagami también lo había salvado una primera vez después de ver su cara aunque no fuese exactamente la misma había un parecido, pero no por poner una cara adorable tenía que hacerle aquello pero cuando pensaba en lo que le hacía Kagami no le odiaba, no sabía porque pero no podía odiarle solo sentir vergüenza.

“Me pregunto si Kagami sentirá algo parecido a lo que yo siento” pensó un gatito muy avergonzado tanto que no pudo evitar que las orejas y la cola le saliesen, sentía tanta vergüenza que a lo mejor por eso detuvo al tigre cuando le estuvo devorando, en verdad no sabía la respuesta…por mucho que lo pensase.

“¡Oye! ¿Cuando empecé a pensar en Kagami-kun  de nuevo?” se preguntó Kuroko cayendo en la cuenta de que de nuevo ese tigre se había instalado en su pensamiento de nuevo “¿Es que no solo quiere corromper mi corazón sino que mi cabeza también?”.

Aunque aún no estuviese muy seguro que significaba la expresión ‘corromper mi corazón’ no podía negar que algo sentía por Taiga aunque no fuese amor se acercaba algo. Aquel pensamiento llevo a otras mil preguntas ¿qué pensaría Taiga de él? Está claro que le interesa en el sentido más estricto de la palabra ya que estaba dispuesto a ir más lejos en el terreno de ‘explorar su cuerpo’ pero él no, al menos no tan pronto.

Koroko ya se había dado por vencido en el tema de apartar a Kagami de su mente ya que era una empresa imposible, cada vez que quería no pensar en él pensaba aún más y el estando solo no es que ayudase mucho, justo pensaba en eso cuando sonó el teléfono fijo.

-¿Hola?- Contestó desprendiendo el auricular de su sitio-¡Ah!... Sí, estoy bien…No te preocupes no ha pasado nada…Venga que no tengo 3 años puedo arreglármelas solo…Bueno adiós, hasta pronto, que pesado-.

Y colgó, que pesado era haciendo llamadas rutinarias pero en el fondo aquella llamada le sirvió para no pensar en Kagami por un rato…no…ya lo tenía otra vez en la cabeza. Kuroko ya no quería tentar más a la suerte de su cabeza así que se cambió su  ropa por su pijama azul celeste y se durmió.

 

-¡Ka-Kagami-kun aaaag no! ¡Aaaaaah!- gritaba un gatito con orejas y cola debajo de su peso mientras él mencionado lamía el cuello del gatito.

-Vamos Kuroko relájate….ngh-dijo entre gemidos un Kagami antes de que el bajito rozase la zona donde estaban sus partes-¿Vaya vaya ya te has empezado a animar?-

Ante aquella provocación el gatito solo sonrió con una sonrisa preciosa que cautivo y encendió más el tigre de Taiga por lo que rompió la camiseta de Kuroko sin ningún cuidado haciendo que el pequeño gatito pusiese una cara erótica y de regalo un gemido. Entonces Taiga empezó a lamer todo su torso y a succionar los pezones de Tetsuya provocando así más gritos de placer.

-Me gustas, me gustas mucho-le susurro Kagami a Kuroko en su oreja mientras que con su mano izquierda seguía jugando con los pezones de Kuroko-.

Justo cuando iba a arrancar las últimas prendas del gatito sonó el despertador y un Kagami muy sorprendido y confuso se levantó de su cama.

¡¿En serio había tenido él un sueño húmedo con Kuroko?! ¡¿ÉL?! ¿Que nunca antes había tenido un sueño húmedo con nadie? Es verdad que él gatito bajito le gustaba ¿pero hasta tal punto? Hasta él tigre se había quedado atónito.

-Creo que después de esto ya no hay defensa posible-dijo Kagami sentado en el borde de su cama.

Y no la había a menos que quisiese ser quisquilloso cosa que no le apetecía ser, tener aquel sueño significaba que le gustaba ese gatito y mucho.

Miró el reloj las 7:00 h aún faltaba un rato (más bien mucho) para volver a ver a su gatito… ¡Quieto parado! ¿Desde cuándo era su gatito? Que él supiese desde nunca (aunque se moría de ganas de que lo fuese, ese cuello del gatito lo enloquecía, es una de sus partes favoritas sin duda). Considero sus opciones así que decidió por irse a correr como haría cada mañana.

 

Kagami no podía creer lo nervioso que estaba llevaba horas probándose ropa y aún no se había decidido porque ropa ponerse, ¿iría formal?¿ O casual? No es que fuese una cita, cita (aunque por el comportamiento de Taiga no parecía eso) sino más bien una salida con un amigo, seguro que así lo veía Tetsuya pero no por eso no iba a causarle más mala impresión, tenía muchas cosas que arreglar. A diez minutos de las 16:00 h se decidió por un atuendo informal ya que uno elegante daría una impresión equivocada, aun así fue complicado decidirse, no es que Kagami fuese alguien que se preocupase en exceso por la moda pero le gustaría que el bajito le dijese algo positivo sobre su conjunto que consistía, en sus bambas rojas, con pantalones azul celestes que por algún motivo le recordaron a Kuroko, una camiseta roja con un dibujo de un gato y se hecho por encima un chaleco negro de mangas cortas dejándose lo abierto, sin olvidarse de su anillo con la cadena de plata.

Mientras caminaba hacía casa del gatito se preguntó si haría falta que le comprase algo pero en seguida se deshizo de la idea, aquello seguro que daría mala impresión y daría a pensar a Tetsuya lo que no es.

A cada paso que daba sus nervios se incrementaban, no tenía nada pensado ¿debería haber hecho planes? ¿Acaso era necesario?  No las tenía todas con él…  Aun metido Kagami en esos pensamientos escucho un par de voces que le hicieron volver al planeta Tierra.

-¡Ya te he dicho que me dejes en paz!-decía un Kuroko Tetsuya enfrente de la puerta de su piso-¡No necesito tu ayuda para nada!-.

-Estas cargado hasta los dientes, deja que te ayude-decía un cuervo poniendo la mano al lado derecho de la cabeza del gatito apoyándola así en la pared.

-No hace falta ya he llegado a mi casa, puedes irte-decía Tetsuya metiendo la llave en la cerradura.

Entonces el cuervo cogió al gatito del hombro izquierdo y le dio la vuelta así quedando los dos de cara, aquello puso a Taiga en guardia y muy enojado por lo que rápidamente llego a donde se desarrollaba esa escena a tiempo de coger la mano derecha del cuervo con la suya, antes de que tocase a Tetsuya, mientras que Kagami con la otra mano cogió al gatito de su brazo atrayéndolo hacía si, mientras le rodeaba en un abrazo.

-¡Lárgate de aquí o te desgarrare la garganta!-rugió un Kagami muy enfadado al cuervo él cual no quiso averiguar si la amenaza iba en serio o no y opto por irse.

Kagami miró como aquel cuervo pervertido se alejaba mientras un Kuroko permanecía inmóvil y sonrojado enterrando el rostro en el cuerpo de Kagami.

-Siento el haberte tocado-dijo Kagami apartándose de Kuroko.

-No te disculpes por haberme ayudado-dijo Kuroko desviando la mirada de la de Kagami-Muchas gracias-.

-No hay de qué pero a la que me despisto los lobos se echan sobre ti-dijo Kagami sonriendo a un Kuroko que ahora miraba al suelo.

-Acababa de hacer la compra ¿quieres pasar mientras la guardo en su sitio?-dijo un Kuroko que recogía las bolsas que había dejado caer por el atrevimiento de ese cuervo.

Kagami solo asintió por lo que Kuroko puso la llave en la cerradura abriendo la puerta, se puso a un lado dejando pasar a Kagami, cerrando la puerta después de que este pasase, se descalzaron y Kuroko dejo las bolsas en la cocina así fue poniendo su contenido en su lugar correspondiente.

Kagami observo que Kuroko vivía en un piso un poco pequeño, para solo una persona podría decirse, Taiga se preguntó si el gatito necesitaba tan poco espacio, y  recorriendo la sala de estar con la mirada cayo en que cerca había una silla en la que estaba cargando el móvil del peli celeste, con razón no había podido avisarle…

-Perdón por dejarte desatendido, me cambio y nos vamos-dijo un gatito saliendo de la cocina y entrando en la que el tigre supuso que sería la habitación de Kuroko.

Entonces a Kagami le llego el aroma del gatito que impregnaba toda la habitación y dejo llevarse por sus fantasías se imaginó al gatito cocinando y comiendo allí solo, también se lo imagino tomando un baño solo, al imaginarse aquella escena se sonrojo y le devolvió el recuerdo de aquel sueño caliente que había tenido con kuroko.

-Bien ya estoy, ¿nos vamos Kagami-kun?-dijo Tetsuya con un conjunto blanco y azul mientras cerraba la puerta de su habitación, se le veía adorable-.


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