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Atrapado en mis pecados... por William Michaelis

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Notas del capitulo:

#LasAmoConH

William frunció el seño molesto de la actitud tan inmadura de ambos.

-Si lo han notado no vivimos en un cuento de hadas... Vivimos en un mundo cruel... y lujurioso, en el que para tener nuestras comodidades... la corrupción, el crimen, y la lujuria... siempre serán nuestros compañeros... LA avaricia... y la obsesión son unas fieles acompañantes de estas...

-¿A qué viene eso en esta situación?

-Muchos quieren vernos muertos... Como... también quieren nuestros puestos...

-Tú te has ganado el puesto... pese a...

-He corrompido a dos personas, he asesinado a mi padre, me he dejado hacer por la lujuria... Mi avaricia es poder comprar a una única su amor... mas mi obsesión es por esta misma...

-Lo que dices no tiene sentido...

-Lo tiene... son los pecados que menciono...-Dijo Claude ajustando sus lentes mirando a William. Enseguida escuchando a Sebastian hablar.

-¡Crees que un simple dios de la...! -Se calló viendo la asesina mirada de su hermano.

-Ustedes son débiles... Como dos malditos cachorros alejados de su madre... -Rompió la puerta frunciendo el seño. Se había hartado de la incompetencia de sus hermanos.

Salió por esta enfurecido, entonces caminando con distinguido sigilo.  Dentro de la habitación ambos se habían mirado, Spears podía estar débil y lo que quisiera, pero ya no quería estar ni un minuto más en esa habitación y menos en la mansión aquella.

Caminaba a la salida, entonces suspiro al sentir la presencia detrás de él. Era desagradable aquel olor, un olor pútrido, que emanaba de aquel ser.

-Un ángel... muere a manos del dios de la muerte.

-Mientras el ángel le corta la yugular.

-Ambos perecen por causas diferentes. -William menciono mientras Ángela se apresuro con una espada en las manos, William detuvo está entre las manos, quemándole los guantes. Miro a está tornando su iris violáceo. Aplico la fuerza bruta dando un rodillazo en el estomago del ángel, extrayendo su aire. William sabia como defenderse en verdad, solo que su especialidad se hallaba con su guadaña.

El ángel no se dio por vencida, con fuerzas sobrehumanas ataco a este repetidamente a la altura del tórax, intentando que la espada se encajase de lleno, mas él shinigami esquivaba cada uno hasta topar con pared, hasta entonces lo consiguió haciendo que el mensajero cayera al suelo.

Su interior ardía a cada segundo que la espada estaba en su interior. Frunció el seño viendo sangre sobre su guante.

-Honestamente, eres...despreciablemente patética...-Se levanto rápidamente del suelo tomando la espada del ángel y de pronto vio una ilusión, una proporcionada por el ángel.- ¿S-Sebastian? -Miro al moreno en las escaleras y este le sonrió, extendiendo su mano hacía el recolector.

El ángel había encontrado el punto débil del shinigami.

-¿No crees que alguien como tú, no debería de tener sentimientos?

-Y no los tengo... -El dios de la muerte abrió las piernas al caer sobre los escalones, recibiendo la espada en medio de sus piernas. Un poco más arriba, y este quedaría... estéril de por vida...

-Algunas personas no merecen ser dioses de la muerte....- la divinidad le tomo por el cuello de la camisa, en un movimiento rápido siendo lanzada por este, al pasillo superior. El ángel corrió en dirección hacia la habitación en la que antes se hallasen presos. Dispuesta a ir a por Sebastian.

William le detuvo de la ropa recibiendo una bofetada de esta, entonces una patada en el estomago alejándolo de su alcance. Está corrió hacía la habitación y recibió la defensa de Claude, bloqueando cualquier golpe que el ángel le proporcionara.

-Algunas alimañas deberían de permanecer en el infierno...  ¡Yam...! - El ángel fue lanzado fuera de la habitación por la ventana de esta. Cayendo en el verde césped, con un peso extra encima suya.

William tenía el canto de la espada en las costillas, dentro, de su mal herido cuerpo. El ángel le empujo haciendo que se levantara y extrajera la espada, viéndole sangrar, y teñir sus ropas de ese colorido carmín.

-Sobre mi cadáver, tocaras a uno de mis hermanos...-Frunció el seño seguido de obtener su guadaña logrando bloquear con esta las estocadas de la espada. Claude miro al perro negro detrás de William, cazándole dispuesto a morderlo, hacía lo posible para que el ángel acabara igual de lastimado que el.

El demonio detuvo al perro antes de abalanzarse sobre su hermano. Eso distrajo al ángel haciendo que William tomara ventaja suficiente, de un sonoro golpe rompió la espada del ángel.  Jadeaba por el esfuerzo hecho, una migraña le ataco haciéndole retroceder.

Miro al ángel cayendo de rodillas, se aferro a su guadaña golpeando a Ángela en el rostro.

Por su contraparte Claude tenía un pequeño problema con aquel gigante perro, lo golpeaba duramente, mas este no cedía o se cansaba. El demonio estaba perdiendo poco a poco las energías.

Entonces Sebastian se le unió, pateo al perro a una distancia bastante lejana, quebrándole una costilla. El perro gimoteo de dolor mas no cedía el ataque contra ambos.

Encima del tejado de la mansión yacía sonriente Joker, ¡que diversión aquel espectáculo!

Veía ir de un lado al otro al dios de la muerte, y miro como Ángela llevaba desventaja.

¡No  acabaría tan rápido su diversión!

Chasqueo sus dedos audiblemente, apareciendo diez sombras que pronto le apresaron.

-¡Dequieremen...! - Llamo la atención haciendo que las sombras desaparecieran y pudiera seguir atacando al ángel que por fin ya lo tenía en el piso.

Dos alas blancas y emplumadas emergieron de los omoplatos de Ángela, aprisionando al shinigami contra si, haciéndole jadear de dolor...

Está levito a ambos haciendo que el castaño pataleara un poco para zafarse de su agarre. Los demonios en tierra vieron eso. Distraídos solo pudieron bloquear un arañazo del negro can, mas las mandíbulas de este apresaron a ambos. Spears cerró los ojos apretando los puños a su incompetencia. Dejándose hacer por el dolor.

-¡Spears! -Jadeo el moreno de ojos carmín, entonces tanto Ángela como Joker se dieron cuenta.

-¡Amor! ¡Eso es un pecado imperdonable para ambos! -Ambos amantes miraron a Joker en el techo de mansión, en ese entonces queriendo golpear su rostro tan rápido... que fuera irreconocible para los paramédicos. Aquel perro aplico más fuerza a su agarre, preocupando a William pese a un jadeo de dolor.

Spears mordió el cuello de su captora y cayó al suelo viendo a esta desangrarse y caer de espaldas.

Lo consiguió con un audible grito de esfuerzo atravesó el pecho de la peliblanca entonces consiguió una cinemática tan impropia de un ángel...

Capturo su alma jadeando, paso saliva y miro sus manos llenas de sangre, tanto propia como ajena. ¡Ahora tendría trabajo extra! Como blanquear su camisa y aquel insoportable papeleo de una muerte no programada.

-¡No tan rápido shinigami...!  -Exclamo Joker desde el tejado aquel.

-Un paso más y el pajarito se muere... junto con la viuda negra-Sebastian se retorció en sus brazos mirando con odio a su captor.  Miro a Claude suelto en el suelo intentado respirar, y entonces lo vio el perro aquel aferrándose  a lo que por definición era suyo. Miro al perro ahora transformado en humano, ¡conocía a ese maldito!

-Honestamente...-Crujió sus guantes sobre su guadaña sintiendo impotencia. Aquel perro, Vincent Phantomhive.

-¿Sorprendido, shinigami?  - Musito Vincent con sorna y burla al mirar su impotencia de William.

-No, solo me disgusta al hecho de que la escoria como tú tenga que buscar... otras alternativas para la venganza... -Miro el cuerpo del ángel genocida enfrente de él y trataba de razonar alternativas para sacar aquellos dos idiotas de ese apuro. Si se movía Sebastian perecía... uno u otro...

-Venganza... ojo por ojo, o como desees llamarle... esta vez... hijo por hijo... desearía llamarle yo...

-¿Y cómo sabes que tu ex-yerno... fue el causante de la muerte de tu nieto? -El mismo se metía en un problema que ni siquiera le incumbía...

-Simplemente su grado de sadismo... debo admitir que ustedes son muy difíciles de rastrear...

-No tienes idea alguna, de cómo terminare contigo mortal... Lo mismo como termine con tu primer nieto. -William suspiro y miro a Sebastian. -Soy el verdadero culpable de ese crimen... Y por lo tanto asumo mis responsabilidades...-Sebastian frunció el seño, no dejaría que su hermano terminara en mal estado de nuevo.

-Oh Spears, fortuna la tuya de decir eso....- Vincent soltó a Sebastian. Joker ordenando que varias sombras apresaran a William y Claude. Esta vez siendo pervertido con este; las sombras contenían cierto grado de lujuria. Acariciaban la tersa y nívea piel del dios de la muerte.

Este no les daría el lujo de ser escuchado gemir.

-Anda demonio...-Eso enfureció a Spears agitándose por liberar sus manos, que yacían apresadas atrás de su espalda. Sus ojos centellaban en un violáceo color, a punto de cambiar a rojo, estaba cansado de esa maldita situación. -Gime, gime como la puta que eres...-Las sombras tocaban lascivamente sus parte intimas separándole las piernas rudamente. Acariciando su miembro, William no cabía del asco que eso le provocaba...

-Anda a  que te den...-El shinigami tomo a Vincent por el pañuelo de su camisa y lo halo hacía abajo atravesando a este con su guadaña y empujo para retirarla. Tomo a Vincent apuñalándolo repetidas veces con la guadaña. Las sombras desaparecieron, había ignorado el hecho de que Joker yacía aún arriba de aquel tejado. Ahora mismo podía ir a la corte aquella... no le importaba... (Lo hacía y temía perder su cargo por salvar al estúpido de su hermano.), Corrió a socorrer a Claude, al que su cuello había tomado un color morado...

Entonces se sintió detenido por una fría mano, no permitido de avanzar más.

-Jaque Mate shinigami...-Joker le había apuñalado en el corazón, y con su esquelética mano, hecho un corte tan profundo y fino en su garganta. William sentía aquel frio liquido recorrer su pecho. Sebastian había tomado los tres cuchillos de fina plata y arrojado directamente al cráneo de Joker. Dando en su blanco al fin. Corrió arrodillándose en el suelo y tomando a su hermano, recargando su cabeza en sus piernas lloriqueando en su frente.

-Idiota... dime que no puedes morir...

-Déjate de sentimentalismos tenemos que llevarle a un hospital... -Claude le motivo a que se levantara y al menos hicieran algo.

-Mgh... -William solo se quejo, cubrió la herida de su cuello con la mano enguantada, hasta el momento la herida seguía abierta, permitiéndole ahogarse con su sangre, al no permitir que esta fluyera más. Este mismo tosió manchándose un poco el rostro de sangre.- Sebastian... -Llamo a manera de susurro y le mancho la blanquecina camisa con su sangre por halarlo de esta hacía abajo, le beso tan profundamente con sus últimas fuerzas que se retiraban de su ser poco a poco. -Nunca te dije lo... lo enamorado que estaba de ti... -Susurro contra los labios del menor, dejándole ir y recostando su cabeza en las piernas de este, dejando escapar un suspiro.

-¿William? -Sebastian lo movió al sentirle frío. - ¡William Spears! -Frunció el seño y le sacudió bruscamente.

-Sebastian...-Claude le toco el hombro al ver la mano de William caer al suelo. Sebastian sollozaba por ello.

-Sabía que te irías... maldito shinigami... -Abrazo el frío cuerpo de su hermano.- Eres un maldito mentiroso...-Sebastian lloraba sobre aquel que una vez amo con locura y este también lo hacía, se hubo manchado las manos y cuello de la sangre que aun emanaba de este, entonces llorando.

-Sebastian, escúchame, lo que sostenientes en tus manos, no es más que un envase vacio de lo que alguna vez fue tu hermano, u amante...-Claude sabía que el único con el que podía entenderse era William, ahora con esta repentina perdida...

-Claude, tu no entiendes lo que me pasa... El se sacrifico, dio todo lo posible por quedarse conmigo, por no lastimarme... Ahora el que lamenta que esto haya sido así soy yo... por mi cobardía misma... por no defenderle...

-Comprendo tu dolor... Sebastian, el no fue mi amante, pero fue la única persona que lograba comprender lo que yo sentía, el que me apoyo en cada problema que pasaba... ¿Quién crees tú que sanaba mis heridas? Las heridas provocadas por aquellos abusadores...

-¡A mí me duele Claude! Siempre le trate con despecho por ser el favorito de papá, hasta hace poco... Lo odiaba Claude, lo odiaba con toda mi negra alma... Después descubrí aquellos sentimientos que tenía hacía mi... Me arrepentí tanto en aquel momento, cuando confeso lo que yo le había hecho a su corazón... Esa noche en que se comprometió, creí que me había librado del alacrán... Me suicide, porque no podía olvidarle... Me suicide porque lo había lastimado, y la única forma de que el... no volviera a cargar conmigo era esa... ¡Me equivoque! -El demonio seguía llorando, detrás de él invisible para ellos dos, yacía William.

-¿Así que me odiabas? -Se mofo y miro el césped manchado de sangre. Su cuerpo material había muerto, pero podía seguir eternamente viviendo como dios de la muerte, hasta que alguien tomara su registro cinematico.

-Me equivoque, porque él se sacrifico, dio su vida convirtiéndose en dios de la muerte, para que yo pudiera seguir viviendo...

-¡Sebastian! -Claude lo abofeteo.-El hombre que sostienes en tus manos, hizo todas esas acciones porque te amaba, te amaba con locura, el jamás quiso lastimarte. Jamás quiso que te suicidaras, ¡jamás quiso que lloraras por sobre de él...! El nunca quiso estar casado, con nadie más que no fueras...

-¿quién te lo dijo? El nunca mostraba sus sentimientos...

-¡Fuiste tan ciego para no ver! ¡No ver cuán loco estaba este hombre por ti! ¡Cuánto estaba dispuesto a dar por amarte!  ¿Quieres saber un triste hecho?  Cuando saliéramos de aquí, el iba a huir contigo... Lo tenía planeado todo, todo por ti...-Sebastian se quedo callado y entonces vio la mano de su hermano, contenía dos anillos, uno heredado, y otro, otro pertenencia de él mismo, así como su mano derecha portaba el anillo de matrimonio. -Eres un idiota...

Claude le miro y se separo de él.

-Sebastian Michaelis, desde este momento, ya no hay nada más que tu y yo podamos discutir...-Dijo  fríamente el demonio ajustando sus lentes levemente. -Hasta nunca...-Le miro con desprecio.

-Claude, nos queda un asunto más por discutir...-Dijo en un susurro viendo a su hermano irse.

-¿Qué? -Reclamo el pelinegro de amarillos orbes.

-Su funeral...-Frunció el seño y entonces miro a Claude.  -Después de eso, que cada quien parta por caminos diferentes.

-Hmm...- Musito ajustando sus lentes de nueva cuenta. Pensó por un momento la situación, entonces suspiro asintiendo. -Tienes hasta hoy en la noche... no quieres que su cuerpo, entre en estado de putrefacción. -El moreno mayor se fue dejando aquellos dos solos.

Sebastian abrazo el cuerpo frió de su hermano. Vuelto loco por aquella perdida, tomo sin permiso una de las manos del difunto frente a él. Desnudo esta de su guante, así como la misma. Blanco y negro.Entrelazo sus dedos de ambos en un acto mirando detenidamente las facciones muertas del dios, serias en demasía como a él le gustaban.

El dios de la muerte seguía de pie atrás de él. Estaba a unos cuantos minutos de marcharse, entonces  vio ese gesto y se maldijo así mismo por hacer caso de ello. Ya no podía aparecer en el mundo humano como cualquier cosa. Podía retomar su cuerpo material, pero eso implicaría demasiado dolor, como para él, como para su alrededor. Observo aquella conducta extra de Sebastian, sin saber a donde quería llegar.

-Lo lamento...- Escucho decir de los labios del moreno. Entonces le vio besándole, por instinto llevo una mano a sus labios, tratando de sentir aquella sensación, que en vida, su hermano le proporcionaba. Sebastian beso su mano. -Si tan solo... ¡Si tan solo no hubiera sido tan idiota! -Comenzaba a llorar nuevamente, ¿por qué le dolía tanto?

William quedo a su altura al doblar las rodillas. -Sebastian...-Le llamo removiendo su cabello, sabiendo que el menor ya no le escuchaba. El menor coloco una mano en su hombro al sentir gélido. -Si tan solo... hubiera...

-Te amo...-Suspiro el demonio cerrando sus puños. -Maldito shinigami... -Sebastian le volvió a besar esta vez dirigiendo su mano a los negros pantalones bajando el cierre.-No gustaría de hacer esto... Pero... quiero sentirte una vez más...

William se mofo un poco al ver el intento de su hermano. Era bastante seductora la escena desde otra perspectiva...

No entendía cómo es que su querido hermanito se sentía en el clímax del placer al tener su miembro dentro. Pero ahora el que tenía un problema y no podía ser atendido era Spears. Tendría que hacer algo que no le gustaba...

Sebastian termino después de un largo rato, manchando su camisa, entonces se abrazo al cuerpo frió.

-Desearía... que pudiera escuchar esas palabras de tu boca... una vez más...-Le sollozo encima deseando tenerle respirando y cálido junto a él. Entonces miro hacía donde el shinigami estaba. Llorando.

William puso una mano en su hombro dispuesto a irse de ese lugar. -Te amo... Sebastian Michaelis...- Musito dejando que Sebastian lo escuchara por última vez.

Su última vez... en que se verían... se amarían o se besarían. Le corrompía un poco el hecho de Sebastian llorando. Suspiro mirando hacia abajo. Estaba acabado.

Todo lo que tenía... ahora se resumía a su familia... y su trabajo...

Sebastian creyó haber escuchado esas palabras (en realidad dichas) para después pensar fuera un fallo de su memoria.

Un día después siendo enterrado. Por rara casualidad había asistido. Ya no estaba solo, tenía a su hijo a su lado, igual que su esposo.

Ronald estaba con él, si, como siempre. El rubio era el único que lo podía ver. Estaban tomados de la mano, así como William cargaba a su adorado Alexander.

Al lado de William yacía una pareja de shinigamis. Vestidos de negro.

-¿Porque han decidido venir?

-No todos los días... se ve a tu jefe enterrar...-Se mofo Eric del dios más viejo y entonces miro a Ronald. -Puro...

William suspiro mirando a su esposo. Entonces vio su "blanca alma" -Verdad...- en especifico buscaba a dos personas. La pareja de dioses miro el interés de este en un demonio.

Entonces los dos comprendieron... él...

-¿Alguien quiere decir algunas palabras? -Sebastian estaba muerto técnicamente. Miraba el ataúd. Eric miro la cicatriz plena que no se borraba o desaparecía del cuello de William. Entonces miro a este llevar una mano a su cuello. Sebastian se levanto y se paro en el estrado aquel.

Los presentes "invitados" estaban observando atentamente, entonces el moreno abrió los labios. -El... hombre que el día de hoy sepultamos... ha... ha sido el mejor hermano, compañero y amigo que alguien pudiera tener. William T. Spears... primer hijo de mi familia. Jefe de estado como muchos de los presentes sabrán...-El viento mecía su cabello y se denotaba estaba a unos instantes de llorar. -Esposo y padre... amado... único... sin duda...-Sebastian enmudeció y dio una reverencia tomando la flor de su saco y dejándola en su ataúd. Guardo silenció los siguientes minutos, único en soportarle llorar.... Claude.

Las lágrimas resbalaban de sus mejillas, mas nada mas podía hacer. En esa caja... en esa perdición... El cuerpo ya acabado de su hermano. Como un distinguido juguete de porcelana. Con esas distinguidas facciones serias.

Hubieron terminados los discursos, entonces miro hacia abajo y vio como el ataúd tocaba tierra. En instantes cayó de rodillas humillándose así mismo dándole lo mismo.

-¡Entiérrenme con él! -Dos de los presentes le agarraron antes de que cayera a la caja aquella. -¡Por favor! -Los demás presentes murmuraban acerca de la escena. Claude no vio a nadie más cerca, ni si quiera su mismo Ciel.

-¡Sebastian! -Los cuatro shinigamis se habían retirado dejando a William solo con aquellos tres... -¡Estás haciendo una escena aquí! -Claude le dio una bofetada mandándole al suelo.

Entonces William se enfureció sosteniendo su mano en el aire.

-Lo golpearas bajo mi jurisdicción... -William frunció el seño y sostuvo su mano, dejándole que le viera para segundos desaparecer y reaparecer. -Si lo golpeas... Recuerda... el poderoso dios de la muerte que lo cuida... -Sebastian miro a Claude aterrorizado y entonces reacciono. Todo había pasado...

Sebastian se levanto y miro a Claude, entonces desapareció dejando unas marcas negras en el suelo.

Claude entendió, Sebastian ya no tenía nada porque quedarse en aquel mundo.

Todo aquello que quería, perecido desde aquel día...

En una mansión que fue la que marco miles de veranos en sus infancias.

A manos de un "transformista" vengativo, un ángel genocida, y un mafioso loco de poder.

Se pregunto muchas veces en su existencia... si ese día... el hubiese cambiado algo...

¿Cómo sería su situación actual? Todos los días... buscando la solución...a un único día...

Notas finales:

#Yolen

#AkumaSpears

Para mas información :D


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