// Pensamientos //
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back ---------
7.- TODO SEA POR LA PAZ…
Capitulo anterior:
Pasaron 3 meses donde las enfermeras de San Mungo vigilaban constantemente las reacciones del gran héroe mágico, 3 meses donde el mundo oró por su héroe y un milagro. 3 meses de silencio y resignación por perder a uno de ellos, por parte de los Weasley y de Hermione. 3 meses y 1 día exactamente donde con pequeños movimientos de dedos y fuertes latidos Harry despertó. Todos sus amigos se acercaron a mirarlo con lágrimas en los ojos. Llenos de felicidad y esperanza. Donde las primeras palabras del enfermo fueron dirigidas para una sola persona…
-¿Dra… Draco?
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El Café Express Dreams ubicado en el corazón de la ciudad de New York era un lugar muy bonito y acogedor, ese había sido el punto de encuentro que había dado Blease para reencontrarse. Los tres amigos conversaban tranquilos sabiendo que nadie los miraba con malos ojos, en américa no había prejuicios hacia ellos y sus familias. No así como en Londres.
Sabini vivía hace meses ahí, trabajaba en una oficina particular y estaba bien, tranquilo, olvidando los dolores de la guerra y todo en sí. Se sorprendió saber que su mejor amigo lo buscaba y más cuando estaba acompañado del pelirrojo Weasley, era tan ridículo y extraño que casi le da un infarto al saberlo y sobre todo verlo en vivo y en directo.
Draco se veía tranquilo aunque una sombra de dolor se teñía en sus ojos, su pelo rubio lucia muy corto, dándole una apariencia más infantil a pesar de ser muy alto, sus rasgos finos se marcaban más. Ron siempre a su lado, lucia con el cabello más largo y desordenado, no despegaba los ojos del rubio y mucho menos se le escapaba ningún detalle de este, parecía casi el guardaespaldas de Draco.
-¿Crees que tendrás alguna oportunidad con él? – Dijo Blease a Ron burlonamente una vez que quedaron solos en la mesa, Draco se había levantado al baño - ¡Eso es ridículo! Sabes perfectamente que Draco jamás olvidará a Potter – Ron lo miro fijo y arrugo la frente, la morena serpiente era tan odiosa como lo imaginaba. Blease se dio cuenta en el acto lo que pretendía el pobretón con su amigo, pero Draco parecía que ni lo notaba – Podemos ser para ustedes unas viles serpientes sin sentimientos pero en cuanto se toca nuestro corazón no lo soltamos jamás, Draco vivirá eternamente para él, aunque no lo queramos ninguno de los dos, es así.
-Lo sé – Dijo sinceramente el pelirrojo, no era estúpido y sabía perfectamente que Draco nunca lo miraría como él deseaba. Tampoco era el chico tonto que aguantaba todo en el colegio, ya no. Y Sabini le estaba quitando la poquita paciencia que poseía.
-¡¿Si lo sabes que haces aquí humillándote por el?! – Se miraron fijos, echando chispa por los ojos, jamás se llevarían bien.
-Soy su amigo – Contesto Ron seco, contando hasta 10 para no tirársele encima y darle un buen golpe en su respingada boca.
-¿Amigo? ¡Ja! No me hagas reír comadreja.
-Sí, su “Amigo”. Eso que nunca serás tu – Blease levanto las cejas enojado, quedando aturdido por el comentario ¡Que se creía esa estúpida mierda! – Un Amigo, que nunca lo dejaría abandonado y prefería arrancar como un vil cobarde y dejarlo solo en el momento que más me necesitara – Escupió Ron sus palabras con toda la mala intención que sentía, gozando enormemente con la cara de congoja de Sabini.
-¡Eres un maldito desgraciado! – Blease trato de controlar la furia que sentía para no hacer un escándalo, pero no le resulto mucho. Aunque sabía que en el fondo el estúpido de Weasley tenía razón. Pero jamás lo admitiría, por lo menos delante de él.
-¿En serio? ¿Qué es lo que te molesta realmente Blease? ¿Qué yo si lo allá ayudado y acompañado o que tú eres un cobarde? – Ron disparaba con su lengua balas de plata, tratando de herir profundamente al moreno.
-¡Cállate! ¡Tú no sabes nada! - El moreno quería matar a la comadreja pobretona, pero nunca había visto a un Weasley ser sarcástico e hiriente con alguien, eso lo descolocaba más.
-¡No me digas! Eso es nuevo… - Ron usando su autocontrol (Ese que había adquirido gracias a la guerra) para humillar y hacer comer sus insultos a Blease, aunque sabía que debía detenerse, por el bien de Draco, ya que era su amigo y el rubio lo quería a pesar de su abandono - ¿Qué no se nada? Ahora tú eres el ridículo Sabini, no yo.
-Eres un…
-¡Ya basta serpiente! En serio, lo que menos quiero es discutir mis puntos de vista contigo, estoy aquí porque Draco quería verte y decidimos con Snape que no era bueno dejarlo solo. Puede verse bien por fuera pero por dentro está muy dañado. El shock de disparar contra Harry fue más grande de lo que pensamos y súmale lo que vivió con quien tú sabes, ha tenido grandes desniveles de magia producto de su depresión, incluso ha habido veces que se desvanece por nada. Tómalo como sobre protección o lo que sea, pero los dos lo estamos cuidando ¿Entiendes eso o prefieres que te lo dibuje en una servilleta? – La mirada de furia de Blease no intimido para nada a Ron, al contrario le causo mucha gracia, podría decirse que gozaba enormemente fastidiarlo.
-Es muy encantadora tu versión de amigo fraterno, de hecho, me soltaron varias lágrimas de emoción – Por supuesto que el morocho no se iba a dejar ganar por el pobretón Weasley – TU jamás entenderías como pensamos nosotros y me da exactamente igual lo que pienses de mí. Pero debo decirte que en algo tienes razón – Ron abrió los ojos con sorpresa – Draco es prioridad ahora. Lo sé ¿Qué es lo que quieres exactamente que haga?
-Nada, solo apóyalo y quiérelo como amigo, eso es lo que necita Draco, nada más. Por desgracia la persona que puede curarlo no está consiente ahora.
-¿Volverá a despertar? – Pregunto Blease ahora con un tono de voz más conciliador.
-No lo sé, sabemos que está vivo, pero sigue en coma, Hermione me informa de su estado siempre, ya son 8 meses y nada, ninguna reacción ha tenido, eso tiene destrozado a Draco.
-Esa actitud suya de ser tan sacrificados, por eso me caen mal los Gryffindors como ustedes – Dijo bufando infantilmente el moreno.
-¿Eso fue un cumplido Sabini? Me sorprendes – Dijo divertido Ron.
-Cállate mejor comadreja, porque no me escucharas nunca decir algo mejor que eso hacia ti.
Ambos chicos sonrieron de medio lado y luego miraron por la ventana hacia la nada, sabían que la situación de Harry era difícil, pero esperaban un pequeño milagro sobre todo para ver brillar nuevamente a su Dragón.
Un pequeño silencio se formó entre ellos. Draco llego y los miro fijo.
-¿Se estaban peleando?
-No, claro que no – Dijo Ron cohibido sabiendo que lo habían descubierto.
-¡Me insultas Dragón! – Dijo Blease sabiendo mentir mucho mejor que Ron y haciéndose el ofendido – Hasta un civilizado como yo puede compartir unos minutos a solas con un Weasley! ¡Aunque debo decirte que fue una gran tortura! – Draco sonrió con la respuesta, Blease jamás cambiaria.
Estuvieron toda la tarde juntos, quedando de acuerdo de juntarse y visitarse nuevamente, sobre todo ahora que vivían en la misma ciudad, así paso a ser Blease una visita constante del pequeño departamento que compartían Ron, Severus (Que trabaja de profesor en un colegio mágico de la ciudad) y Draco.
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-¡Contéstenme! ¡¿Dónde está?! – Harry estaba furioso en la cama a pesar de lo débil que estaba, su magia parecía descontrolada y los vidrios del hospital comenzaban a tiritar por la presión.
-¡Cálmate Harry por favor! ¡Te estás haciendo daño! – Hermione lloraba histérica.
-¡Demonios! – Harry comenzó a respirar con dificultad - ¡Draco! ¡Quiero ver a Draco!
-El ya no está aquí - Dumbledore entro con calma a la habitación he hizo salir con un gesto a la chica y las enfermeras – Y si quieres volver a verlo será mejor que te calmes – La mirada de odio de Potter no pasó desapercibida por el viejo, pero no se intimido.
-¡¿Que le hiciste?! – Harry apenas sintió que parte de su cuerpo no se movía.
-Hice lo que tenía que hacer, cuando todo termino esto era un caos, tú estabas en coma y la presencia del solo traía odio y resentimiento. Tuve que tomar la mejor opción para todos y eso significaba que debía irse, sinceramente Harry no me arrepiento de nada. Él nunca fue parte de nosotros y tú lo sabias.
-¡Lo dejaron solo! ¡Lo botaron como si fuera una cosa! ¡Son unos desgraciados!
-Bueno, tu tampoco te portaste muy bien con el los últimos días.
-¡Estaba poseído por Voldemort! ¡Draco nos salvó a todos! ¡Él lo mato realmente! ¡EL ES EL HEROE! ¡No yo!
-Pero la gente jamás lo creerá y lo sabes, al fin de cuentas le hice un gran favor – El director lo miraba fijo, no sentía ningún remordimiento de sus actos.
-Tú y Remus jamás lo entendieron, sus malditos prejuicios e ideales le cerraron la mente.
-Puede ser, pero ahora gracias a nuestros prejuicios estas vivo. Si deseas tanto verlo recupérate pronto, porque yo no lo traeré ante ti. Ya decidimos con el ministerio que él no volverá de nuevo al mundo mágico. Y eso es una orden política que sobrepasa tú poder y fama. Tómalo como quieras, me da lo mismo. Hemos luchado mucho para por fin tener paz y orden. Recupérate y ve por él, esa es tu decisión, pero mientras estés aquí seguirás mis órdenes.
-Eres igual que ellos Dumbledore lo sabes – Dijo con absoluto odio el moreno.
-No es la primera vez mi querido alumno, que tomo decisiones duras y dañan a mis seres queridos. Mis sentimientos son lo menos importantes ahora. La paz y estabilidad del mundo mágico están por sobre mi corazón. Eso es lo que deberías hacer tú.
-Está bien Dumbledore – Harry nunca le bajo la mirada, desafiándolo siempre. El director enarco una ceja, Potter se mostraba ante el como un adulto decidido, no el chiquillo manipulable de siempre – Seguiré tu juego de mando, voy a recuperarme y cuando lo haga me iré con él. Si él no puede volver nunca más aquí yo tampoco lo hare. Aun soy joven y me queda mucha vida por delante, en cambio tú, ya estás en el final de tus días. Podrás tener un gran poder de mando hoy, pero morirás luego. En cambio yo seguiré existiendo siempre, para tu grandioso mundo mágico “Soy el héroe”. Tú, solo eres Dumbledore y nada más. Quien sabe que cuando no estés venga a cambiar todo… Eso nunca se sabe… - Burla salió de sus palabras dejando al director sorprendido, el Harry de antes jamás diría eso.
-Solo son palabras tontas de un chiquillo enojado, no te temo Harry, nunca lo hice y nunca lo hare. Y lamento enormemente ver que nuestra amistad y cariño está perdido – El viejo se dio vuelta hacia la puerta para retirarse, las palabras de Harry lo habían herido profundamente aunque no lo demostrara
-Y respeto – El viejo se volteo al escuchar la última palabra – Amistad, cariño y respeto eso entre nosotros se ha terminado - El viejo director salió cabizbajo de esa habitación y no volvió a entrar nunca más. A pesar de todo él lo quería, Harry siempre había sido su favorito y también su instrumento. Nunca estuvo en sus planes perderlo de esa forma y todo por Malfoy. Un estúpido chiquillo inútil y roto.
Desde ese día Potter se concentró en recuperarse, su cuerpo había quedado severamente dañado, teniendo su brazo y pierna izquierda paralizada. Un largo y doloroso tratamiento comenzó. Pero su mente estaba fija en solo una cosa y era volver a ver a su dragón y tenerlo entre sus brazos.
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Cuando Draco entro a su habitación miro la ventana que reflejaba el paisaje de la gran manzana, la ciudad recobraba vida en las noches, sus luces de colores y destellos iluminaban todo el lugar. Draco se abrazó a sí mismo, odiaba las noches. Sobre todo cuando traían tantas pesadillas y recuerdos amargos, se sentía tan vulnerable y débil. El terror que sentía al dormir no pasaba a pesar de los meses. Severus lo llenaba de pociones raras para que pudiera dormir en paz, solo funcionaban unos días, luego se volvía a repetir el mismo sueño. Ese donde apuntaba, disparaba y mataba a Harry. No podía sacárselo de su mente. Cada noche lo revivía y quemaba por dentro. Se sentía un asesino y por la forma que lo trataron en el colegio sabía que era así. Sus manos estaban manchadas de sangre. Había disparado a la persona que amaba. Al final de cuentas no había podido salvar a nadie, ni a su padre, a su madre y a Harry. No había sido útil en nada y ellos tres se sacrificaron por él, por su cuerpo impuro y mente rota. Vivía porque tenía que hacerlo. Por qué sabía que Ron y Severus jamás dejarían que se fuera. Solo por ellos.
Ya había pasado año y medio y no sabía nada de él. Las lechuzas dejaron de llegarle a Ron desde hace meses. El maldito mundo mágico lo odiaba y no le dejaban saber nada. Se sentía débil y vulnerable. Una aparición en la casa lo saco le saco de sus lamentaciones. Fue al living del departamento a ver, de seguro eran Blease y Ron que habían llegado y estaban peleándose ahí. Severus ese día le había tocado clases.
-¿Ron eres tú? – Dijo el rubio apareciendo en el lugar, pero grande fue su sorpresa al ver al director Dumbledore ahí mirándolo serio.
-No, Draco, no soy Ron – Malfoy quedo inmóvil mirándolo serio, tratando de no demostrar el miedo que sentía el verlo ahí, sabía que este no lo quería, había comprobado en carne propia su odio y desconfianza – ¿Estas solo? – El rubio no contesto, solo lo miraba fijo – Bueno… Vengo a darte una triste y lamentable noticia Draco… - Su voz era baja y letal - Nuestro querido Harry ha muerto – Lo soltó sin más,el mayor miro la reacción del rubio y se enorgulleció de su resultado, Draco había abierto los ojos desmesuradamente y sin poder contener más su autocontrol y careta, lo vio derrumbarse en el suelo y exclamar un grito de dolor desgarrador.
********** Continuara *********