// Pensamientos //
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back ---------
8.- POR FAVOR, ABRE LOS OJOS… (1ªparte)
Capitulo anterior:
-¿Ron eres tú? – Dijo el rubio apareciendo en el lugar, pero grande fue su sorpresa al ver al director Dumbledore ahí mirándolo serio.
-No, Draco, no soy Ron – Malfoy quedo inmóvil mirándolo fijo, tratando de no demostrar el miedo que sentía el verlo ahí, sabía que este no lo quería, había comprobado en carne propia su odio y desconfianza – ¿Estas solo? – El rubio no contesto, solo lo miraba – Bueno… Vengo a darte una triste y lamentable noticia Draco… - Su voz era baja y letal - Nuestro querido Harry ha muerto – Lo soltó sin más,el mayor miro la reacción del rubio y se enorgulleció de su resultado, Draco había abierto los ojos desmesuradamente y sin poder contener más su autocontrol y careta, lo vio derrumbarse en el suelo y exclamar un grito de dolor desgarrador.
//////////////////////////////////////////////////////
-Algo anda mal aquí – Dijo Ron preocupado ha Blaise, ambos estaban sentados tomándose un café, habían agarrado esa costumbre, aunque ninguno de los dos sabia porque, cada día que pasaba se juntaban más seguido. Al parecer se entendían bien, ambos eran viudos de una amor no correspondido – Es extraño que no tengamos noticias del estado de Harry en más de año y medio. Iré a Londres y buscare a Hermione.
-¿Crees que ella te ayudara? – Zabini puso mala cara, podía aguantarle al pelirrojo que hablara de Draco todo el día, pero que ahora metiera a la sangre sucia era mucho - Si no te ha dicho nada en todo este tiempo es por algo ¿Por qué crees que te ayudara ahora? ¿Y por qué ella precisamente?
-Blaise… - Hace tiempo que ambos se tuteaban, eran demasiado confidentes ya el uno del otro. En ambos crecía algo… pero ninguno se daba cuenta, más bien Ron. Blaise ya estaba entendiendo lo que sentía – Si no te conociera tan bien pensaría que estas celoso de Hermione – La cara de Ron era de burla, de hecho lo había tirado como chiste pero vio la cara roja del moreno y se sorprendió mucho ¿Acaso podría ser verdad?
-¡Que estúpido eres comadreja! – Blaise se enfureció en el acto, sintiéndose descubierto y ridículo – ¡Como se te ocurre pensar semejante estupidez! – Se levantó de la silla rápidamente tratando de huir de la situación, Ron lo tomo de la mano para detenerlo y ambos corazones temblaron por el puro contacto.
-¡Ya cálmate! Era una broma… Lo siento – Lo soltó y el moreno volvió a sentarse de mala cara con los brazos cruzados, pero todavía rojo como tomate. Ambos disimularon muy bien lo que le produjo ese contacto de piel con piel – Pero de verdad necesito hablar con ella – El moreno enarco una ceja inconscientemente – Es solo por Draco que lo hago, lo juro. No quiero nada con ella.
-Y eso que me importa a mí, no entiendo por qué te justificas tanto – El moreno miro por la ventana enfurecido.
-Blaise de verdad, necesitamos saber qué pasa. ¡Y en todo caso yo tampoco entiendo porque te estoy dando tantas explicaciones a ti! – Ahora el moreno lo miro con una sonrisa en la cara. Los Gryffindor eran tan estúpidos y lentos. Nunca se igualarían a ellos, las serpientes siempre eran más suspicaces y astutas. Siempre.
-Bien Ron ve ahora, mientras terminemos con esto rápido mejor – El pelirrojo asintió con la mirada y le sonrió, el corazón de Zabini volvió a bombear rápido. Si el pelirrojo supiera como le hacia sentir. Pero para lastima de Blaise, Ron solo miraba a Draco, a nadie más. Hasta la estúpida sangre sucia tenía más cabida en su corazón que el mismo.
-Gracias Blaise – Y Ron se acercó al moreno y le beso la mejilla, un gesto sincero y de cariño – Volveré enseguida y te contare lo que pasa – Ron se marchó dejando a Zabini como nunca en su vida, ósea, sin palabras.
////////////////////////////////////////////////////////////////
-Sé que es algo terrible pero debemos superarlo por Harry y por lo que significó para nosotros – El director hablaba tranquilamente, se agacho al lado del rubio que se deshacía en llanto en el suelo, Draco no lo miraba, estaba más concentrado en su propio dolor – Vamos Draco debes calmarte – Su sonrisa era ancha, había logrado lo que quería, desmadejar al rubio rápida y brutalmente, con él vivo y presente, jamás controlaría a Harry, y eso al mundo mágico no le servía, el necesitaba al salvador como antes, a su entera y absoluta voluntad, necesitaba recuperar a ese chiquillo manipulable y sumiso. El Harry de ahora rebelde e indomable no le servía. No para lo que él quería. Y como dijo antes, no escatimaría en gastos para lograr sus objetivos. Poco importaban sus manos llenas de sangre.
-¡No puede ser verdad!... ¡No por favor!... ¡Dígame que no es verdad! – Un lloroso y desarmado rubio lo aferro suplicante, sus ojos grises anegados en lágrimas y sus finas facciones marcadas por el dolor ¿Su vida de que servía ahora si no estaba él?
-Es verdad Draco – Dijo el viejo mirándolo fijo, directo y letal como un cuchillo – “Tu” hechizo lo mato poco a poco, no pudimos hacer nada. Es triste que te diga esto ahora pero “TU LO MATASTE”
-¡No!... ¡Por favor No!... ¡Yo quería salvarlo!... ¡No matarlo!... – Draco ahora se agarraba la cabeza más desesperado aun ¡Asesino! Eso gritaba su mente. ¡Asesino! Eso decían los ojos de Dumbledore.
-Aunque duela es verdad, pero debemos resistirlo por su memoria y por lo importante que era para nosotros. Mi deber era avisarte personalmente por eso estoy aquí.
-¡No!... ¡NO!... ¡Harry!… - El rubio estaba en un ataque de pánico e histeria, era mucho dolor para él, mucho para su alma y mente rota. La esperanza en volver a verlo lo mantenía con vida. Ahora, ya nada importaba.
-¿Te duele mucho Draco? – Pregunto el profesor con todo la mala intención que tenía - ¿Quieres que pare de una vez? ¿Quieres que este dolor se apague para siempre?
-S… Si…
-Bien, yo puedo ayudarte – El rubio lo miro desesperado – Hare que este dolor desaparezca para siempre ¿Quieres que lo haga? ¿Quieres realmente tener paz? – Y el rubio asintió, no sabiendo realmente que caía redondo en la trampa del director – Muy bien muchacho yo te daré lo que deseas.
Y tomo la cabeza del desmadejado rubio y le lanzo un hechizo no verbal, uno que el mismo había inventado hace muchos años atrás, ese hechizo que le había servido para eliminar a tantos que se oponían a sus propósitos y anhelos. A esos, que según él, hacían tambalear la estabilidad del mundo mágico.
El cuerpo de Draco se desplomo con un quejido de dolor sobre el viejo, pero sus ojos se cerraron, su magia se consumiría lentamente, en una agonía sin fin. Donde mientras eso pasaba lo envolverían los miedos y pesadillas. Donde su vida y errores se reflejarían una a una en un círculo sin fin. Desmadejar una mente rota, siempre había sido un castigo brutal. Y Voldemort no era el único que sabía hacerlo. Dumbledore lo sabía muy bien, tanto o mejor que el primero.
Tomo el cuerpo inconsciente del rubio y lo dejo sobre el sillón, para todos Draco estaría durmiendo, pero solo el sabría que sería su ultimo sueño y la muerte lo alcanzaría al fin. Ya que su magia se secaría en su organismo y un mago sin magia jamás podría vivir.
El viejo se fue feliz del lugar, y lo hizo rápidamente, sin dejar rastros de magia. Snape aparecería en pocas horas más ahí. Cuando él lo notificara con una lechuza. Todo estaba bien planeado. Nadie sospecharía de él. Ahora solo le quedaba controlar a Harry y su plan estaría terminado completamente.
/////////////////////////////////////////////////////////////
Snape caminaba rápido por la facultad, quería encontrar luego una chimenea y llegar al departamento que compartía con Draco y Ron. Tenía un mal presentimiento, desde que recibió la lechuza de Dumbledore y sus pésimas noticias. Algo le estaba carcomiendo el pecho hace rato. Y sabía que se trataba de Draco. Debía darle el mismo la mala noticia, esperaba de corazón que su pobre ahijado lo resistiera, aunque sabía que no iba a ser así.
Salió por la chimenea más cercana al lugar y subió rápido las escaleras, estaba tiritando como nunca antes lo había hecho, abrió la puerta y grito el nombre del rubio. Al acercarse al sillón del living lo vio recostado durmiendo, suspiro aliviado de verlo ahí, aunque sabía que ahora vendría la peor parte, lo movió suavemente pero Draco no despertó, comenzó a tocarle la cara y su cuerpo estaba frio. Lo zamarreo violentamente ahora, pero nada. Le vio el pulso y estaba casi desapareciendo. Lo tomo entre sus brazos desesperado y lo apareció en el Hospital mágico de New York, los médicos al verlo lo internaron enseguida. Snape mando un Patronus a Ron para avisarle. No pasaron ni siquiera 10 minutos para que el pelirrojo pálido llegara. Ambos se abrazaron y lloraron ¡¿Qué diablos había pasado?! ¡¿Cómo ocurrió esto?! ¡Draco estaba bien! ¡¿Por qué ahora?! ¡¿Cómo?!
Blaise llego después e inconscientemente abrazo a Ron dándole consuelo, el pelirrojo estaba desarmado y expuesto ante él como un chiquillo herido, al moreno se le partió el alma verlo asi..
-¿Familiares del señor Malfoy? - El doctor Maxwell se acercó a ellos con cara preocupada.
-Sí, nosotros – Snape que se veía el más sereno de todos hablo - ¿Cómo está?
-Bueno… Le hemos hecho una serie de análisis toxicológicos, el paciente no ingirió nada. Después de una evaluación mágica hemos detectado que fue hechizado por una maldición extraña. El señor Malfoy está consumiéndose poco a poco. Su magia y su vida están extinguiéndose de a poco. No hay rastro de pelea o forcejeo por lo que creemos que fue hecha con consentimiento.
-¡Pero como es eso posible! ¡Draco estaba solo en la casa! – Ron se paró angustiado, no entendía nada. Blaise lo atajo fuertemente para controlarlo.
-Eso no lo sabemos. Una vez que llegue el cuerpo de aurores podremos hacer una investigación, por el momento solo nos queda esperar y ver como evoluciona.
-¡Que! ¡¿Por favor díganos realmente que es lo que pasa?! – Grito el pelirrojo desesperado.
-Cálmate Ron – Zabini estaba realmente preocupado por él y su amigo rubio, se sentía impotente. Severus le hizo una señal al medimago para que se retirara, ya después hablarían con él.
-¡¿Cómo quieres que me calme?! ¿¡Cómo?! ¡Yo debía cuidarlo! ¡Debía protegerlo! ¡Se lo prometí a Harry! ¡Debía hacerlo y ahora pasa esto! ¡Qué voy a decirle a Harry cuando vuelva!
-Potter está muerto Ron – Dijo Snape serio. Se mostraba tan frio y con un increíble auto control, aunque era solo una careta, el profesor estaba agotado mentalmente, su ahijado estaba en esa situación y él se sentía un inútil, no podía hacer nada. Nunca pudo hacer nada por él. Draco sufrió lo que sufrió porque nunca pudo defenderlo de nadie. Siempre supo que Voldemort regresaría y no lo protegió. Severus estaba en su límite, mental y físicamente. Se sentía como por primera vez en la vida derrotado y sin ningún tipo de salida.
-Eso no es verdad profesor – Ron le contesto firmemente - ¿Quién le dijo eso?
-¿Cómo? – Severus miro el suelo aturdido – Hoy hace unas horas me llego una lechuza de Dumbledore avisándome del deceso. El jamás mentiría con eso. Mucho menos si se trata de Potter.
-Yo hoy hable con Harry hoy en la mañana y él está bien, recuperándose de sus heridas y secuelas de la última batalla, de hecho Dumbledore lo tiene encerrado y no lo deja salir hasta que se recupere realmente.
-¿Estás seguro de eso?
-Por supuesto Snape, YO LO VI CON MIS PROPIOS OJOS ¡Harry está bien!
-Ron – Dijo Snape pálido y entendió que es lo que podría haber pasado – ¿Dumbledore sabe que lo viste?
-No, Hermione me ayudo a colarme y entrar al lugar. Solo ella y yo lo sabemos.
-¡Maldito viejo desgraciado! – Exclamo Severus Snape fuertemente, ambos chicos lo miraron sin entender nada – Ron, Blaise debemos sacara a Potter inmediatamente de ahí.
-¿Qué? – Dijeron ambos chicos al unísono no entendiendo nada de nada.
-Debemos salvar a Potter por que de seguro Dumbledore jamás lo dejara salir de ahí – Una luz de esperanza se reflejó en los ojos oscuros de Severus - Porque estoy seguro que solo Potter despertara a Draco ¿Entienden? – Los chicos asintieron – ¡Bien, vamos ya! El tiempo corre y la magia de Draco se acaba.
Snape los transporto al departamento, ahí podrían conversar tranquilos y les contaría en detalle lo que pensaba hacer. Dumbledore se las pagarías, porque había tocado lo más sagrado para él, a Draco y al hijo de Lily. Se vengaría de él y terminaría de una vez por todas con esto. Ya no estaba Voldemort, pero estaba Dumbledore, igual de poderoso y peligroso. Igual de loco y estúpido. Pero ellos ya no eran unos chiquillos muertos de miedo. Ahora eran adultos y decididos. Lo que resolvieran ahora las nuevas generaciones se lo agradecerían después y podrían decir que acabarían por fin con todo el rencor y maldad de esa era.
El tiempo apremiaba y la vida de ambos muchachos estaba puesta en ellos tres.
********** Continuara *********