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Nadie dijo nunca que fuese fácil, pero eso no impidió que decidiéramos intentarlo una y otra vez… porque valdría la pena si funcionase
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Odiaba con toda mi alma las clases de cálculo
¿Por qué había decidido tomar ese ramo?
Oh, claro por Irina… mi brillante ex novia que estudia economía y a quien seguí en uno de sus electivos solo para pasar más tiempo juntos como la pareja soñada que éramos
Fruncí el ceño al pararme frente a la puerta del salón, claramente no podríamos sentarnos juntos y quedaba todo el resto del semestre para fingir que llevábamos una relación sana de ex novios pese a que mi corazón estaba destrozado
Ingresé al lugar sintiendo inmediatamente miradas sobre mí, caminé por el pasillo más alejado al de mi ex y me senté en uno de los puestos abandonados del fondo
Durante toda la hora de clase fingí que tomaba apuntes pero me dediqué a rayar mi cuaderno con todos los verbos en francés que conocía
Mi profesor del semestre pasado estaría orgulloso, y mucho si lo viera
-Bueno y para finalizar la clase quiero que conozcan a su alumno ayudante, en sus horarios están marcadas las horas de tutorías con él y aunque no es parte de los términos, si piden su ayuda en los pasillos también podrá brindárselas-
La puerta se abrió y los grititos emocionados de varias chicas resonaron por el lugar
Enterré mi lápiz en mi cuaderno, consiguiendo romper un par de hojas
¿Qué, acaso son niñas de diez años?
Alcé mi mirada por primera vez y me encontré con una persona que definitivamente NO quería ver
El chico que me había ayudado estaba de pie frente a la clase, con jeans desgastados y una chaqueta negra sobre una camisa blanca
Lucía exactamente como la clase de personas que NO se supone vienen a esta universidad
A la luz del día noté que también tenía un piercing en el labio inferior y que era mucho más alto que la mayoría
-Hola, soy William, espero poder ayudarle en cualquier duda que tengan-
Más grititos se escucharon
Intenté pasar desapercibido pero a los pocos segundos sentí su mirada sobre mí
Genial, ahora el maldito alumno ayudante va a preguntarme si estoy bien…
-Eso es todo, pueden irse chicos-
Arrojé mis cosas a mi mochila con violencia y opté por la puerta trasera, el ayudante de cálculo ya tenía un grupo de chicas rodeándoles y coqueteándole descaradamente
Avancé con rapidez hacia el punto de encuentro usual con mis amigos, una pileta cercana a nuestra facultad
-¡QUERIDOOO!-
Llevaba casi siete años de amistad con él y todavía no podía acostumbrarme a sus gritos agudos
-No grites- me quejé dejándome caer a su lado
Viktor apareció a los pocos segundos, con ropa y bolso deportivos
-¿Ya vas a entrenar?-
A Denis le brillaban los ojos, siempre iba a sus entrenamientos solo a deleitarse con la presencia de chicos altos y con bíceps marcados
-No todavía, pero no me da tiempo a cambiarme-
-¿Puedo ir?-
Ambos se quedaron mirando fijamente, no por nada Viktor era el capitán del equipo, pero de ahí a negarle algo a Denis…
-Bien, pero intenta no seducir a ninguno de mis jugadores mientras entrenamos-
-Osea que técnicamente sí puedo hacerlo antes o después-
Rodé los ojos, claramente el rubio debió estudiar leyes y no música
-¿Lo viste?-
El chillido emocionado de dos chicas que reconocí como compañeras de mi clase de cálculo volvió a bajarme el ánimo
Por las puertas de la facultad apareció William, con dos chicas a los costados y un grupito de cuatro detrás intentando conversarle
-¿Quién es él?-
Percibí la tensión en el cuerpo de mi mejor amigo y reconocí ese gesto como el de una pantera que acaba de visualizar una presa especialmente sabrosa
-Mi tutor de cálculo-
-¡Sabía que debí haber tomado ese ramo!- se quejó cruzándose de brazos
El grupo se detuvo a unos diez metros de nosotros, internamente me sentí satisfecho al comprar una vez más que él no encajaba aquí
Su ropa lucía desgastada e incluso su bolso contrastaba con las carteras de marca de las chicas que intentaban ligárselo
-No puedo creer que vayas a tenerlo a él de ayudante, es jodidamente caliente-
Fruncí el ceño
-No lo es- negué inmediatamente
-¿Tú estás ciego?-
Denis me miró como si me hubiese salido otra cabeza
-No me gustan los hombres, lo siento pero no hay nada en él que encuentre “caliente”- hice comillas con mis manos
-No tienes idea de lo que te estás perdiendo-
Me quedé mirando fijamente al chico de cabello oscuro
¿Qué era lo que a todos parecía gustarles tanto?
Era más alto que la mayoría, sí, pero su cabello estaba demasiado largo, llegándole hasta casi los hombros y los piercings le hacían lucir más como un vagabundo que como un alumno ayudante
A una de las chicas se le cayó el teléfono y él se inclinó para devolvérselo, en ese movimiento las mangas de su chaqueta se subieron un poco y alcancé a atisbar líneas negras rodeando sus muñecas
¿También tenía tatuajes?
-Luce como un criminal- espeté alzando la barbilla
-Luce como la clase de chico que todos han soñado tirarse-
Miré a Viktor en busca de ayuda pero él parecía ocupado hablando por teléfono
-Entonces ve e intenta algo pero deja de babear-
-Es hetero- replicó el rubio mirándose las uñas
Parpadeé confundido
-¿Disculpa? Acabas de verle por primera vez ¿Cómo podrías saber que inclinación sexual tiene?-
Los ojos grises de mi amigo brillaron
-Querido, tengo experiencia en esto y si algo puedo asegurarte es que al menos de momento, él es hetero-
-Bien por él-
-Perooooo, no está muerto-
Alcé una ceja con incredulidad
-¿Disculpa?-
-No hay nada que no se pueda conseguir si no se intenta lo suficiente-
-Llevas años enamorado de Dante-
-…-
¡Finalmente había conseguido callarle!
Sabía que él no se enfadaría conmigo, pero de cualquier forma me sentí algo culpable
“No deberías restregarle en la cara algo como eso, él te ha apoyado con lo de Irina”
-Denis…-
El aludido me sonrió despreocupadamente
-¿Qué pasa, ya nos vamos a almorzar? Tengo hambreeeee-
Le vi tomar sus cosas y colgarse como de costumbre al cuello de Viktor
“Eres un idiota Aleksey”
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-Cariño, no he visto a Irina últimamente-
El tenedor que llevaba a mi boca quedó suspendido a medio camino, miré fijamente la pared frente a mí, había olvidado mencionarles a mis padres que ya no tenía novia
-Bueno…-
-¿Está enferma?-
Odié la forma en que mi madre fingía preocupación con ese tono falsamente dulce
-Probablemente ya lo dejó-
Entrecerré los ojos, mi hermana mayor me sonreía con superioridad
-No te metas en algo que no te incumbe- siseé apretando el tenedor en mi mano
Ella parpadeó rápidamente poniendo una mirada patética en sus ojos oscuros
-¿Qué pasa Alyosha? ¿Acaso la zorra de tu novia se fue con otro? ¿Tal vez un moto…?-
-Basta Vera-
La voz de nuestro padre cortó de raíz el asunto
-Ya no es mi novia- reconocí dedicándole una mirada de desprecio a mi hermana
-Bueno, en ese caso ella no era lo suficientemente buena para ti, siempre pensé que su familia no era precisamente de una excelente reputación, escuché que a uno de sus tíos por parte de madre lo acusaron de malversación de fondos…-
De alguna forma mi madre consiguió sacar a relucir todos los aspectos negativos de la ascendencia de Irina, aspectos que por supuesto jamás nombró cuando ella estaba presente
De hecho, hasta cinco minutos no tenía idea que mi madre parecía mirar en menos a la familia de mi ex novia
-Sí Alyosha, no sé cómo pudiste fijarte en una chica con esos horrorosos antecedentes- se mofó mi hermana
Entrecerré los ojos y aparté mi plato de comida violentamente
-¡Cállate Vera!-
-¿Por qué, planeas sacar su árbol genealógico para impresionarme?-
-A ti no te interesa lo que haya pasado entre ella y yo-
-Pero si eres mi hermanito pequeño, no quiero que cualquier zorra se relacione contigo-
-¡IRINA NO ES UNA ZORRA!-
-Pruébalo-
-¡SUFICIENTE!-
El golpe en la mesa propinado por mi padre me trajo de regreso a la realidad, sus ojos, del mismo color que los de mi hermana, siempre me habían intimidado un poco
-Estamos intentando cenar, si van a comportarse como animales lárguense de aquí y tú Aleksey…-
-…-
-Si ella se fue con otro es culpa tuya, por no saber mantenerla a tu lado-
Palidecí bruscamente, el resto de la cena transcurrió en un silencio sepulcral, los sirvientes retiraron los platos en cuanto mis padres terminaron de comer… a nadie le importó que el mío siguiera intacto
Observé en silencio como mis padres se ponían de pie y en cuanto desaparecieron por la puerta me giré hacia mi hermana mayor
-Si hay una zorra aquí eres tú- espeté con furia
-Abre los ojos y acepta la realidad hermanito-
-¡Deja de reflejar tus estupideces en ella!-
-¿Entonces yo soy la que vio a la perfecta señorita montarse en la moto de un chico después de terminar contigo?-
-¡ESE NO ES TU MALDITO ASUNTO!-
Ella me ignoró y también se puso de pie
-Tienes razón, es problema tuyo si como dice papá con su pensamiento de troglodita, “no pudiste retenerla”-
Vera azotó la puerta del comedor que utilizó para marcharse
Dejé caer mi cabeza sobre la mesa
A veces odiaba a mi hermana y en otras me preguntaba cómo es que es la única en esta casa que siempre dice lo que piensa frente a mis padres
“Tal vez tu padre tiene razón, fue tu culpa por no saber darle lo que quería”
Apreté mis puños
¿Darle qué?
¿Sexo?
¿Dinero?
Me negué totalmente a creer que ella me hubiese engañado mientras estábamos juntos… pero ahora…
-Encima de todo con ese vagabundo asqueroso…-
¿Acaso valgo menos que el pobre ese?
-Señor…-
Una de las sirvientas se me acercó con mi teléfono móvil en sus manos, el aparato sonaba y vibraba
-Gracias-
Contesté mirando a través de uno de los ventanales del enorme salón
-¿Si?-
-¡QUERIDOOOO!-
Aparté automáticamente el teléfono de mi oído
-Maldición Denis, vas a dejarme sordo-
-Me gustaría dejarte de otras formas pero buenoooooo-
-¿Qué quieres?-
-¿Problemas en el palacio real?-
Mi ceño se relajó, recordando que desde la primera vez que él vino a mi casa había denominado el lugar como un “castillo real” por el enorme tamaño
No es que a él le faltase dinero pero a diferencia de mis padres, su madre había pensado que vivir en un penthouse en el centro de la ciudad era más apropiado para su pequeña familia de dos
-Siempre-
-Buenooo, te llamaba porque estoy alistándome para una fiesta-
Mi cuerpo se estremeció recordando lo que había pasado en la última
Apreté la tela de mis jeans con furia mal contenida
-No gracias-
-¡No seas amargado! Esta vez necesito que vengas porque Viktor tiene entrenamiento mañana temprano y no puede-
Ni que fuera su guardaespaldas o algo…
-Ya dije que…-
-¡Recuerda que me prometiste salir conmigo la última vez que me abandonaste por ir de manita sudada al cine con esa!-
Maldición…
-Bien, iré pero no me quedaré a ver como tienes sexo con quizás quién-
-Siempre puedes unirte-
Ni siquiera me molesté en responder, simplemente corté la llamada y me encaminé a mi habitación
Elegí jeans negros y una camisa verde, tomé mi chaqueta, mis llaves y mi billetera y salí de mi casa sin avisar
Mis padres nos habían dejado en claro que mientras no hiciéramos escándalos que empañaran sus carreras, como consumir drogas, robar o caer en la homosexualidad, podríamos hacer lo que quisiéramos cuando quisiéramos
Arranqué mi vehículo hacia el centro de la ciudad, en el camino me relajé escuchando canciones de Muse, tanto, que para cuando llegué al enorme edificio en el que vivía mi mejor amigo, había olvidado todo lo sucedido en la cena
-Buenas noches señor-
Saludé al conserje con una sonrisa y agradecí que hubiese un elevador desocupado, pero cuando las puertas comenzaron a cerrarse una voz me hizo extender mi mano para evitarlo
-¡Gracias! Disculpa por eso-
Me quedé mirando a William como si fuese un extraterrestre
¿Qué hacía alguien como él aquí?
Que yo supiera este edificio estaba entre los más exclusivos de la ciudad… si es que no era el más costoso
-Oh, Hola-
No me sonrió pero su voz sonaba tranquila
-¿A qué piso vas?-
-Veintidós-
Su brazo pasó sobre mi hombro para presionar el botón y una oleada de aroma a menta me dio en el rostro
El elevador comenzó a subir y se produjo un silencio muy incómodo
Fingí revisar mi teléfono para no entablar una conversación con él
-¿Cómo estás?-
Maldición…
Alcé mi rostro con la mejor sonrisa que pude poner
-¿Podrías hacer como que jamás viste eso?-
Él me miró sorprendido
-¿Por qué?-
-Porque no quiero tener que escucharte preguntándome cómo estoy cada vez que nos encontremos- repliqué con frialdad
Su expresión cambió un poco, volviéndose más seria
-¿Tu orgullo no se ha recuperado?-
Apreté mi mandíbula, había dado perfectamente en el clavo
-A personas como yo no les pasan cosas como esas, así que hazme un favor y no lo divulgues, de cualquier forma nadie te creerá-
Esta vez había enfado en su mirada ámbar
El ascensor se detuvo y yo miré por el pasillo que apareció frente a nosotros, incitándolo a bajarse
-Tranquilo, la gente como yo tiene cosas mejores que hacer que preocuparse por las apariencias-
Su espalda desapareció frente a mí y solo por la rabia arrojé mi teléfono contra las puertas que se cerraron en mi rostro
-Imbécil-
No tuve tiempo para enojarme más porque la pantalla mostró las letras PH y el mayordomo de Denis me miró con agrado
-Buenas noches señor-
-Buenas noches Arthur, ¿Denis está listo?-
-El joven amo parece estar teniendo dificultades para escoger un atuendo apropiado, por eso me ha pedido que en cuanto usted llegase, le dirija hacia su habitación-
-Gracias-
Le seguí en silencio admirando la forma estoica que siempre ha tenido para mantener la compostura con el carácter… impetuoso de mi amigo
De hecho, cuando llegamos a su habitación parecía estar maldiciendo en francés
-Me arrepiento de haberte enseñado esas palabras-
-C'est la vie-
Una enorme pila de ropa ocupaba casi todo el espacio entre su cama y un sofá blanco
-¿De verdad?-
-¡Necesito algo sexy pero sutil!-
Alcé mis ojos al cielo y me deslicé dentro de su armario gigantesco, estaba seguro que debía bordear los 35 metros cuadrados sin problemas
Miré todo con ojo crítico antes de tomar unos jeans blancos y una camisa roja
-Ten-
Denis parpadeó
-¡Póntelo antes de arrojarlo!- salté
Él sonrió contento de recibir ayuda en su crisis y en menos de cinco minutos apareció resplandeciendo
-¡Alyosha eres el mejor!-
No supe si sentirme alagado por eso, pero preferí ignorar el hecho de que un gay alababa mi gusto para elegir ropa
-Lo sé, lo sé-
Con ayuda de gel peinó su cabello hacia atrás y tuve que escapar de la abrasante ola de perfume que casi me asfixia
-¿A dónde se supone que vamos?-
-A la casa de un amigo de un amigo a las afueras de la ciudad, estuvo implorándome que fuera por varios días y como que me dio pena-
Le miré desconcertado
-Usualmente no aceptas ruegos-
-Nop, pero su hermano mayor es caliente como el fuego- me guiñó un ojo antes de tomar sus pertenencias
-Asumo que pretendes usarme de transporte-
Denis hizo un puchero y yo suspiré profundamente
-Solo porque no quiero que tu madre tenga que recibir una llamada diciendo que te estrellaste ebrio-
-¡Eres el mejor!-
-Ya te dije que lo sé-
Salimos del edificio en unos minutos, me compadecí de la sirvienta que tendría que ordenar la enorme pila de ropa de mi amigo
El camino hacia la casa no fue demasiado largo, además el tiempo siempre se pasa rápido cuando tienes a alguien hablando sin parar de quién es su integrante favorito del equipo de básquetbol
Para cuando estacioné mi carro frente a la casa ya estaba más que harto pero en cuanto Denis escuchó la música puso su mejor expresión de seducción
-Por favor no tires tu teléfono y contesta cuando te llame- pedí recordando la innumerable cantidad de veces que mi amigo me había ignorado por estar manoseándose con algún chico en una fiesta
-Lo que digaaas-
Me arrepentí de haber ido en cuanto puse un pie en el interior del lugar, aunque había una barra enorme en el jardín trasero, la fiesta parecía ser la típica que se organizaba en ausencia de los padres del anfitrión
Decenas de chicos y chicas bailaban y/o se manoseaban en diferentes puntos de la casa
Había muchas copas en el suelo y muebles y de hecho la fiesta ya se había desplazado hacia la piscina
-¡Denis!-
Un chico no mucho más alto que Denis se acercó a nosotros con dos copas en sus manos
Acepté la que me tendió fingiendo cordialidad
-Él es Aleksey, mi mejor amigo-
-Claro que sé quién es, ustedes tres son conocidos en toda la universidad-
Por la expresión babosa en su rostro podía deducirse fácilmente que estaba más que prendado de mí amigo, pero este miraba discretamente en busca, supongo, del hermano del chico
-¿Por qué no van al jardín?-
-Iré a la barra- anuncié
-Pero tú copa…-
Bebí todo el contenido de un solo trago, descubriendo en el proceso que se trataba de vodka y sonreí hipócritamente
-Necesito otro-
Sentí la mirada penetrante del rubio sobre mí sin embargo era problema suyo si el anfitrión estaba enamorado de él
De hecho no me costaba creer que había organizado la fiesta solo para justificar una invitación a Denis
Me paré frente a la barra y observé la increíble cantidad de botellas frente a mí
-¿Qué vas querer?-
Una chica vestida de negro me sonrió del otro lado
-Vodka con energética-
-Hey, podrías preparar dos tequilas por favor-
Mi cuerpo entero se tensó al escuchar esa voz femenina, lentamente, casi como en cámara lenta me giré hacia mi izquierda
Irina estaba inclinada sobre la barra junto a una de sus amigas, con un vestido negro muy pequeño y el cabello recogido en un moño
Su amiga me reconoció primero y golpeó el hombro de la rubia disimuladamente
-Oh…-
Miré a la mujer que había sido mi novia en silencio, preguntándome por qué no había rastro de tristeza en su rostro
Yo había estado destruido en mi habitación durante una semana
¿Era muy difícil para ella al menos fingir remordimiento?
-Aleksey-
Fruncí el ceño, ella siempre me había llamado Alyosha
-Hola-
Su amiga se rio bajito y fingió concentrarse en la chica que preparaba los tragos
-¿Viniste sola?- interrogué con una confusa mezcla de rabia y tristeza en mi interior
Ella miró a su alrededor algo nerviosa
-Bueno… no exactamente-
¿Había traído a ese vagabundo aquí?
Sentí la rabia apoderándose de mí
-Pensé que la fiesta tenía un límite de decencia- siseé con altanería
Ella se puso roja
-Michael no tiene ningún problema con nosotros-
Alcé una ceja
-No, puede que nosotros tengamos un problema con gente como él-
Su rostro se volvió más rojo aún
-¿Gente como él?- repitió marcando cada palabra
Me encogí de hombros fingiendo restarle importancia
-Me pregunto si está aprovechando de comer aquí, ya que es obvio que ni para eso le alcanza-
-¡No te pases Aleksey!-
Sonreí con burla aunque por dentro me dolía que lo defendiera de esa forma
-Solamente he dicho la verdad, es cosa tuya si no quieres ver al vagabundo con el que te involucraste-
Tomé la copa que había dejado la chica de negro frente a mí y bebí un sorbo
-Detente Irina-
Su amiga había tenido que sostenerla de la muñeca para evitar que se me acercara
-¿Sabes por qué te dejé?-
Ladeé mi cabeza para mirarla
-Deléitame-
-Porque estás seguro que no hay nadie mejor que tú, crees que la gente que no tiene tu dinero es inferior-
Apreté tanto la copa en mi mano que pensé que se rompería
-¿Y por eso corriste a revolcarte con él? ¿Para darme una lección? Oh, tal vez debería hacerte un altar por tu sacrificio-
Sus ojos se llenaron de lágrimas
-¡Cómo te…!-
-No intentes culparme a mí por eso- le corté con violencia
-¡Yo…!-
-Al menos hubieses tenido la decencia de irte sola de mi casa y no en la motocicleta de ese sujeto-
Pensé que mis palabras conseguirían que se sintiera culpable, pero no fue así, ella simplemente me miró con arrogancia
-No tendrá dinero pero al menos sabe contentar a una mujer-
CRACK
La copa se rompió e ignoré el ardor en mi mano
-A una mujer sí, pero a una zorra como tú es difícil-
Miré asombrado a Denis que bebía tranquilamente un Martini
Irina miró con odio a mi mejor amigo
-¡Tú…!-
-Vuelve cuando puedas unir dos neuronas, querida-
Al final la amiga jaló de ella y se perdieron en el interior de la casa
-¿Estás bien?-
-No-
-¿Quieres que nos vayamos?-
Sacudí mi cabeza, ignorando cualquier análisis de la discusión que acababa de tener con ella
-No, ve por el hermano ahora que te deshiciste de ese pobre chico-
Una sonrisa maléfica cruzó el rostro de Denis
-Ya tengo mi plan de acción- aseguró
-Iré al baño, tú tranquilo-
Fingí estar bien y caminé hacia el interior esquivando parejas emocionadas
Los baños del primer piso se encontraban ocupados con gente vomitando o teniendo sexo contra la pared así que subí las escaleras
El panorama se repetía en muchas habitaciones, pero encontré un baño desocupado y me apoyé en la puerta por unos instantes
Ella había dicho que siempre me siento superior a los demás…
¿Qué tan cierto podría ser?
No odio a la gente pobre, solo a estúpidos como el idiota con el que se fue…
“¿Y si tiene razón?”
De cualquier forma eso no le daba derecho a engañarme de esa manera…
Miré mi reflejo en el espejo de cuerpo entero, mis ojos lucían algo rojos, pero más allá de eso n o había indicio que denotara lo mal que me sentía realmente
Había llegado a pensar que me casaría con la mujer que me acababa de basurear en público
“Muy bien Aleksey, muy bien”
La puerta se abrió chocando contra mi espalda y tomándome por sorpresa
-¡Ay! ¡Está ocupado!- me volteé con enfado
-Golpeé pero nadie respondió-
No tú otra vez…
William se me quedó viendo con expresión neutra solo el instante que tardó en reconocerme, porque inmediatamente su ceño se frunció
-¿Tardarás mucho?-
-¿Te importa?-
Ignoró mi tono áspero y suavizó el suyo
-Todos los baños están ocupados-
Bonita forma de decirlo…
-Pues este también-
Volvió a ignorarme y me miró de arriba abajo, deteniéndose en mi mano
-Estás sangrando-
Como un idiota me miré la mano, así que por eso me ardía…
-No es tu problema-
-Dámela-
Ni siquiera esperó una respuesta, tomó mi mano y me arrastró al lavamanos para mojarla
Inconscientemente pensé que sus manos eran cálidas
-¿Rompiste algo?-
-Puede ser…-
Miré su perfil en silencio, el enfado había desaparecido de su rostro y sus ojos mostraban concentración
-Siéntate, debería haber un botiquín por aquí-
Me acomodé sobre el WC y continué mirándole
En el elevador no me había fijado, pero llevaba una camisa sin mangas negra, casi tan desgastada como sus jeans
La diferencia estaba en que ya no usaba chaqueta, y las líneas de sus tatuajes rodeaban ambos brazos construyendo complejos patrones
-Déjame ver-
Parpadeé cuando se arrodilló frente a mí con el botiquín a un lado, el vello de mi brazo se erizó cuando sostuvo mi mano y preferí ignorar mi reacción
-No parece muy profundo y el sangrado se detuvo pero te pondré una venda-
-¿Cómo sabes qué hacer?- cuestioné arrepintiéndome por sonar tan desconfiado
-Tomé un curso de primeros auxilios, me alegra no tener que ponerte puntos-
¿Puntos?
Pensé en mi intenso temor a las agujas, en ese caso estaba seguro que habría salido corriendo
Desinfectó mi herida y la cubrió con una venda sin dificultad alguna
-¿Te aprieta?-
Observé los ojos ámbar que esperaban una respuesta, negué con la cabeza, confundido
-Bien, procura no mojar la venda-
Cerró el botiquín y se irguió cuando alto era
Entonces recordé a Irina y su expresión de molestia
A Irina y sus palabras cargadas de rabia
¿Por qué no me había dicho lo que pensaba de mí cuando estábamos juntos?
¿Acaso yo había malinterpretado todo en nuestra relación?
-¿Piensas quedarte mientras uso el baño?-
-Ni de broma-
Salté lejos de él y me detuve con la manilla de la puerta en mi mano sana
-Supongo que debería darte las gracias- murmuré
-¿Supones?-
Suspiré, era más fácil hablarle cuando no le veía, de esa forma n o me recordaba al vagabundo ese
-Gracias-
Odiaba deberle nada y ya era la segunda vez que me ayudaba
-En el fondo no eres tan malo como quieres parecer Aleksey-
¿Cómo…?
-¡William apresúrate!-
La voz de una mujer del otro lado me irritó, abrí la puerta con violencia y pasé junto a ella sin siquiera mirarle
-¿Quién…?-
Ignoré olímpicamente a las personas que había dejado atrás, no tenía por qué importarme la presencia de esa mujer con ese tipo
Probablemente eran otra Irina y vagabundo versión 2.0 o alguna imbecilidad de ese tipo
Ahora resultaba que a todas las chicas les gusta mantener indigentes…
Qué gracioso
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