Era una soleada mañana de Domingo. Sehun y Jongin se sentían con mucha pereza, ambos eran demasiado perezosos como para levantarse de la cama o moverse o hacer nada. Ellos dormían en una habitación pequeña con dos camas.
Su apartamento estaba constituido por un baño, una sala que era usada también para comer y una pequeña cocina, además de la ya mencionada habitación.
El humor de Sehun había mejorado desde el viernes el el dolor de cabeza escrotal cesó el mismo día en que apareció con unos cuantos calmantes y pastillas para el dolor.
Jongin miraba todas las fotos de perfil de Kyungsoo ( que no eran muchas.) El chico necesitaba aprender a tomarse fotos con mejores ángulos, donde sus cejas prominentes no resaltaran demasiado. Sin embargo Jongin le puso “me gusta” a todas y cada uno de ellas y quedó encantado, en especial, con aquellas en que Kyungsoo intentaba esbozar una sonrisa.
Le hizo zoom con su celular a una foto en particular donde sus labios se veían especialmente jugosos y peleó fuertemente contra el impulso de poner a fajar con su teléfono celular.
Sí, Jongin estaba tocando fondo.
Sehun gruñó y parsimoniosamente salió de su cama, se puso una sudadera de tela delgada sobre su torso desnudo y unas zapatillas que encontró tiradas por el suelo. –Voy a comprar desayuno. ¿Te gustaría algo?
Jongin inmerso en el facebook lo miró con los ojos perdidos por unos segundos, ni sabía lo que le habían preguntado.
-¿Jongin?
-Sehun.
-Dije que voy a comprar desayuno…
-Me gusta Kyungsoo. Lo he besado ya dos veces y en la segunda las cosas se tornaron…un poquito calientes…
-Dije que…
-¿Te doy asco?
-Voy a comprar desayuno. ¿Te traigo algo o no?
-Sí, tráeme un batido de frutas mixtas, porfa.
-¡Bien! Ya regreso,- y Sehun se fue como si nada hubiese pasado.
Bueno…eso fue muy extraño.
Cuando Sehun regresó con su desayuno y el batido de Jongin, el mayor ya se había duchado y estaba acomodando su desordenada cama.
Ambos comieron y bebieron respectivamente, en silencio, hasta que Sehu hablo: -No tienes por qué decirme esas cosas ¿sabes?
-Lo siento, sabes que eres mi único amigo y…siento ser tan asqueroso…
-No, no me refería a eso,- Sehun suspiró algo agotado. –Si te sientes atraído por Kyungsoo está bien, no tienes que disculparte con nadie porque te gusta otro hombre.- Sehun se encogió de hombros.- Supongo que todos somos un poco gay.
-Sí…-dijo, muy agradecido por las palabras de Sehun.
-Una vez me besé con un chico, era un chino, por cierto y me gustó… no es la gran cosa.- Sehun se encogió de hombros nuevamente. –Pero espera…dijiste que se han besado ya dos veces ¿le gustó a Kyungsoo?
-Sí, puedo asegurarte que disfrutó mucho la última vez…
-Entonces tú planeas…ya sabes…- no terminó la oración pero movió sus cejas de manera sugestiva. -Apuesto a que te gustaría que te la meta por atrás…o viceversa. En realidad no sé cómo funcionan esas cosas.-
Esa mañana, un Sehun muerto de risa, presenció como Jongin se pintaba de diferentes tonos de rojo.
Él mayor de verdad estaba únicamente enfocado en los labios del recepcionista y lo maravillosos que se sentían… pero ¿sexo?
¡Sexo gay! ¡Mierda!
Eso daba mucho miedo y sonaba complicado.
Jongin estaba convencido que le resultaría mejor enfocarse en otras cosas ya que por lo menos por ahora, besar a Kyungsoo era suficiente para él.
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Ya era muy tarde en la noche, cuando de repente Jongin recordó su misión y el estómago se le revolvió, tenía que hacer algo al respecto. Una punzada aguda de culpabilidad lo golpeó como si miles de dagas lo apuñalaran. Resultaba increíble que aún pensaba en ello, pero lamentablemente se había comprometido e iba a lograrlo.
Heechul y Sehun tenían su palabra.
Ya se estaba durmiendo cuando su teléfono empezó a emitir sonidos extraños. Él gruñó y Sehun, quien dormía a unos metros gruñó también mientras se cubría de pies a cabeza con su cobija.
El reloj del teléfono marcabas las dos de la mañana cuando Jongin lo tomó, entrecerrando los ojos por el brillo de la pantalla y vio que tenía una llamada perdida de facebook. ¡Mierda! Él ni sabía que esa acción era posible. Su teléfono empezó a emitir pitidos de nuevo y vio que era Kyungsoo quien lo estaba llamando.
-¿Si?-contesto con voz algo temblorosa.
-¿Qui onda, nigga?
Jongin frunció el entrecejo. –Kyungsoo, eso es ofensivo. Deberías dejar de decir eso…
-Lo siento, jajaja, es que estoy jodidamente borracho, jajajaja
-Oh.
-Y en verdad necesito ayuda porque Luhan también está jodidamente borracho y ya se ha fajado como a cuatro hombres,- Kyungsoo hablaba rápido y casi no se le entendía. – Casi ni puedo caminar y estoy preocupado de que abusen de él.
-¿Estás en Zanzibar?
-¿Zanzibar?
-¡El bar donde fuimos la última vez!
-Ooooh, seeee, ese
-¡Ya voy!
Jongin despertó a Sehun, informándolo del problema y a Sehunno le importaba un taco de verga si violaban a Luhan, él sólo quería dormir, pero al final la insistencia de Jongin logró espantarle el sueño. El menor se dispuso a ser un héroe.
Cuando llegaron al bar, Luhan estaba un poco cerca de la entrada del mismo. El chico trataba de escapar de dos hombres gigantes que trataban de tocarlo de manera inapropiada. Estaba demasiado alcoholizado como para enfrentarlos y ponerse de pie a la vez.
-Dime cobarde, pero no quiero que me pateen el culo unos luchadores de la WWE,-Sehun le susurró a su amigo.
-¡Debemos pensar en algo!-Jongin le respondió, mirando alrededor en busca de Kyungsoo.
-Esperemos a que se orine o se vomite encima, no creo que falte mucho…- Sehun dejó de hablar por un momento hasta que se le ocurrió algo. -¡Tengo una idea! Ve y busca a tu “twink” ¡Yo me encargo!
Jongin asintió, sin saber exactamente lo que era un “twink”, pero de todos modos fue a “rescatar” al chico mayor.