Sehun caminó de manera casual hacia el bar y ordenó whisky. Aquellos hombros seguían intentando tocar a Luhan y poner sus grandes dedos como salchichas por debajo de su camisa con botones. –Yo no lo tocaría si fuera ustedes.
Uno de los presuntos luchadores se volteó para encararlo, su expresión era intimidante. -¿Disculpa?
-Supongo que no saben quién es él…pero este chico tiene herpes genital,- Sehun dijo mientras señalaba a Luhan con un dedo, antes de tomarse todo su trago.
Era el momento de Luhan de intervenir en la escena y se enredó en sus propias palabras, su lengua estaba adormilada por las cantidades de alcohol que había consumido. -¿Disculpa…Sehun?- de repente había notado que lo conocía.
-No se dejen engañar por sus hermosos rasgos, este muchacho tiene todas las enfermedades de transmisión sexual conocidas por el hombre,- Sehun siguió recitando estoicamente, señalando al chino.
Ambos hombres dieron unos pasos atrás, alejándose.
-Soy una de sus víctimas. Mírenme, estoy todo flaco mientras muero lentamente de SIDA que él me contagió,- Sehun finalizó de manera severa.
Los hombres se fueron, luego de ver con asco a Luhan. Sehun suspiró aliviado, estaba sudando frío. Gracias al Señor esos hombres no buscaron una pelea.
-Así que te contagié de VIH y ahora tienes SIDA ¿eh?-Luhan siseó y repentinamente se acercó a Sehun. -¡Ja! ¡Bien que te hubiese gustado que te cojiera!
Sehun se ahogó con su propia saliva al escuchar esas palabras de manera repentina y colocó sus manos en el pecho del otro para impedir que se acercara más. -¡Hey! ¡Sólo lo dije para salvar tu puto culo borracho!
-Mmmm…-Luhan murmuró como si estuviese de acuerdo con él. Pestañeó de manera coqueta, se mordió sus labios y el menor sintió su garganta secarse. Luhan posó uno de sus dedos en el cuello de la camisa de tirantes de Sehun y lo bajó lentamente.
Sehun giró sus ojos. Sí que era un puto. Aunque su piel de puso de gallina por todo el camino que recorrió ese delicado dedo. -¿Qué haces?- preguntó mirando como el dedo de Luhan estaba amenazando con introducirse dentro de sus pantalones holgados.
-Nada,-susurró eliminando aún más la distancia. -Te estoy dando las gracias,- se inclinó hacia arriba, sus labios muy cerca de los de Sehun, éste último podía sentir la calidez de su aliento a alcohol.
La respiración de Sehun flaqueó cuando el traviso dedo se introdujo dentro de sus pantalones y le rozó parte de su pelvis, pero movió la parte inferior de su cuerpo, evitando el contacto inapropiado.
-Luuuuuuu,-Kyungsoo, quien había llegado colgado del brazo de Jongin, dijo ebriamente (Jongin lo había encontrado dormido en el baño, recostado del dispensador de jabón) y el amigo del pálido se volteó y salto sobre el más bajo.
-¡Bebéeeeee!-gritó antes de besarlo en la boca de manera desordenada y abrazarlo después, quitando así del camino a Jongin, quien se le había desencajado la mandíbula por lo que acababa de presenciar.
Kyungsoo emitió esa risa de ñoño de nuevo mientras se limpiaba la boca con su mano. Tenía los ojos cerrados mientras abrazaba a su amigo y se caía ya que no podía con el peso de Luhan y su propia borrachera.
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La mirada molesta de Sehun le perforaba el cráneo a Jongin cuando decidió llevar a los dos borrachos a su apartamento.
Kyungsoo no paraba de insistirle a Luhan que vomitara, pero estaba muy amodorrado como para ayudarle. El pequeño hombre se hizo bolita en el pequeño sofá del apartamento.
El recepcionista era un borracho adorable, sólo era sonrisas y sonrojos. Era tan tierno que Jongin sintió algo en su pecho cuando lo vio de ahí de esa manera, como un gatito, sobre su sofá.
Luhan se tambaleaba en dirección a lo que él pensaba que era el baño para vomitar. Esa era su manera infalible para evitar resacas. Tenía que trabajar en unas cuantas horas, así que debía vomitar lo más pronto posible. Sehun gruñó molesto y fue tras él para cerciorarse de que no vomitara en otro lado, como su habitación.
Kyungsoo suspiró con los ojos cerrados de manera relajada. –Este lugar huele mucho como tú, me gusta.
Jongin se sentó en el suelo, junto al sofá, sientiéndo que unos jodidos murciélagos le bailaban en la panza y se dedicó a ver con recelo, como Morfeo tomaba a Kyungsoo entre sus brazos. Luchaba con todas sus fuerzas para resistir el impulso de reclamar esos labios carnosos.
-Jongin…-Kyungsoo lo llamó en un suspiro suave.
-¿Si…?
-Deja de mirarme, maldito pervertido,- le regañó-¡Déjame dormir en paz!
Jongin dejó que su cabeza callera hacia adelante, frustrado, porque Kyungsoo nunca dejaba de tener tan poco tacto para decir las cosas. Incluso después de varios besos y buenas acciones. “Tienes suerte de ser tan jodidamente hermoso, mierdita malagradecida!” Jongin pensó con ganas de estrangularlo sólo un poquito.
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Luhan miraba el agua translúcida del inodoro, todo lo demás a su alrededor le daba vueltas mientras esperaba de manera paciente que el vomito subiera desde su estómago a su boca.
-¿Te demoras mucho? No tengo to…
-¡Shh!-Luhan lo calló con exasperación.
-Ey, sólo me aseguro de que no te ahogues en tus propios fluidos,- Sehun admitió.
Luhan gruñó, volviendo lentamente a sus cinco sentidos. Claro que tenía que quedar en casa de esa basura de hombre. El destino debe estarse muriendo de risa, burlándose de él, amaba ser cruel con Luhan. Primero, el puñetero destino lo hizo gustar demasiado de un chico que no era gay y que ahora salía con la chica de los rulitos, la que lo había hecho preocuparse demasiado.
-¿Podrías introducir tu dedo en tu garganta ya terminar?
Luhan se volteó, desde su apoyo sobre el escusado, para verlo. –No tengo reflejo del vómito, aunque meta mi mano entera en mi garganta no vomitaré.
-Oh,-Sehun no pudo verlo a los ojos luego de que escuchó eso, trató con mucho ímpetu de deshacerse de imágenes que asaltaban sus pensamientos con respecto a la utilidad de eso.
Luhan gimoteó de repente, sintiéndose con nauseas, sus estómago contrayéndose mientras vertía los contenidos de sus entrañas.
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Luhan abrió sus ojos, teniendo problemas para respirar, su vista estaba bloqueada por algo que parecían tres almohadas apiñadas. Gruñó, queriendo quitarlas de su camino, pero no tenía libertad en los movimientos de sus brazos. Gruñó de nuevo tratando de incorporarse pero sus manos inmovilizadas le restaban balance. Logró sentarse en la cama con un gran esfuerzo y miró a un lado. Alguien estaba durmiendo en la misma cama. Tenía cabellos castaños, hombros anchos, cintura angosta y un trasero muy tentador.
-Nada mal…-se dijo a sí mismo antes de fijarse en sus brazos atrapados. Su camisa de botones estaba al revés y ambos brazos estaba atrapados dentro (como una camisa de fuerza.) Intento zafarse con movimientos poco gráciles, pero terminó perdiendo su punto de equilibrio y cayó a un lado, sobre el chico que dormitaba a su lado.
Sehun abrió sus ojos lentamente y lo miró de manera estoica, sus ojos pesados por el sueño.
-¡Mierda!- Luhan siseó, con la cabeza sobre el pecho del menor. -¡Quítame esto, pervertido!”
Sehun lo movió a un lado y se levantó de la cama sin pronunciar palabra alguna. Miró la cama de Jongin, ésta yacía igual como la había dejado.
-¡Quítame esto!-Luhan dijo, desde la cama, tratando de mirar cualquier otra cosa que no fuese ese trasero apretado en los negros bóxers.
Sehun se inclinó con su cara indescifrable y lo rodó hasta que quedó de espaldas a él.
-¿Qué estás haciendo?-lo regañó Luhan cuando sintió que Sehun se subía a la cama, sobre él.
-Prométeme que no trataras de violarme si te quito esto,- Sehun habló por primera vez con voz grave mientras desabotonaba la “camisa de fuerza.”
Luhan rió sarcásticamente. -¡Cómo si quisiera!
-Lo quisiste anoche, luego de que te dejé en el baño. Pensé que dormirías ahí, te veías cómodo sobre el inodoro, pero entraste aquí diciéndome que te sentías muy solo porque Kyungsoo estaba con Jongin.
-¡Mentiras!
-Dejé que te acostaras en mi propia cama después de que fuiste una pendeja conmigo desde que te conocí, pero, entonces intentaste tocar mi paquete…
-¡No lo hice!-Luhan se retorció cuando los dedos de Sehun rozaban su espalda mientras le removía la camisa.
-Por eso tuve que construir un fuerte con almohadas y atrapar tus manos,-le explicó, finalmente liberando a Luhan de la prenda de ropa, el mayor rodó rápidamente para encararlo con una sonrisa de burla.
-No suenes tan contento, sólo estaba borracho,-le dijo con desdén.
Sehun sonrió de medio lado por primera vez frente a Luhan.- No sabía que te atraía de esa manera. Pensaba que eras una pasiva porque te divertía.-presionó sus pecho desnudo contra el de Luhan y ambos cuerpos ardían, sus temperaturas elevadas, casi afiebradas.
-Tal vez si te desee… ¡Cuando saques tu cabeza de tu propio culo!-dijo, quitando a Sehun de su camino y saliendo estrepitosamente del cuarto con su corazón tocando una canción de guerra dentro de su pecho.
Kyungsoo apenas se estaba despertando, aún en el sofá cuando Luhan salió del cuatro sin camisa, formando un estruendo, dando pisotones hacia la salida del apartamento.
-¿Luhan?-Kyungsoo se puso de pie rápidamente, casi pateando la cabeza de Jongin por el apuro. El bronceado se despertó de un brinco por el ruido.
-¿Kyung…?
-Lo siento, debo irme,” Kyungsoo dijo, haciendo reverencias por todo el camino hasta que salió por la puerta.