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Entre Regalos y Funerales por evynekomimi

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Notas del capitulo:

Holiiiii~ 

Gracias a las chicas que se compadecieron y me cometaron mi capítulo con tan sólo un mínimo de Kaisoo. Ustedes son las REAL MVP -llora-

  • Annie a86
  • Sandara Key
  • sope
  • vick sheckle
  • Anónimo
  • Momoland
  • Still
  • Kaifuckingsoo   

Para ustedes es este capítulo tan hermoso y especial (? ( sin mencionar que largo, es el doble de longitud de mis capítulos normales)

 

 

El Miércoles llegó y los chicos cantaban su versión de la canción de 2PM, llamada ‘Go Crazy’. Sehun y Jongin saltaban y cantaban mientras muchas chicas se aglomeraban gritando y aplaudiendo.

Heechul los animaba como una mamá orgullosa lo hace en el recital de sus hijos. Aunque él los quería a ambos como sus bailarines en un cover que pensaba hacer de la canción ‘Red’ de HyunA.

Jongin hacía el infame baile del pulpo cuando algo lo hizo mirar por la puerta y vio cmo Luhan literalmente arrastraba a Kyungsoo, quien caminaba de mala gana. Jongin casi se cae de culo por la sorpresa. Hizo reverencia a su público mientras se aproximó a la entrada donde ya estaban Luhan y Kyungso. El último miraba la tienda como si ésta fuera un basurero.

-Bienvenidos a Halmork,- Jongin saludó con una reverencia.

-¡Holi!-Luhan lo saludó y miró a Kyungsoo quien tenía la cara con una mueca de asco. –Creo que iré por allá ¡esos peluches de Hello Kitty se ven hermosos!-dicho esto se fue y dejó solos a los otros dos.

Jongin lo miró con una sonrisa.- ¡Viniste!

-Sí, pero este lugar es demasiado colorido para mi gusto,- Kyungsoo admitió con ambas manos en los bolsillos de su traje.

-Al principio era mucho rosa para mi gusto, pero al final terminé acostumbrándome. ¡Ven!-puso una mano en la espalda baja del otro y le dio un recorrido por la tienda: La variedad de globos al lado de las tarjetas, los peluches y animales de felpa, almohadas coloridas con mensajes tiernos, los gabinetes con pequeños objetos como adornos para celulares, covers y otros, dispuestos en orden por color…

Como Halloween estaba muy cerca, tenía una pequeña sección en la tienda dedicado a la festividad. Kyungsoo se vio mucho más interesado en esa sección repleta de calaveras y mini ataúdes.

-Zanzibar celebrará Halloween en dos semanas ¿quieres venir conmigo?

Jongin sonrió ampliamente. –Claro que sí. Iría hasta el fin del mundo después de poder pasar un rato contigo.

Kyungsoo giró sus ojos y siguió caminando. –Un ‘Sí’ era más que suficiente.

 

El cerebro de Jongin comenzó a funcionar propiamente y se fijó en que esta podría ser una oportunidad única para darle el excelente discurso acerca de la sinergia que tenía preparado hace casi dos meses.  Así que lo tomó por el brazo y lo dirigió a la sección de flores.

Kyungsoo silbó divertido. –Estas sí que son hermosas…- admitió mirando la surtida variedad de flores que adornaban la tienda con un colorido natural.

-¿No crees que estos hidrofolios se verían bien en funerales?-Jongin le susurró, dando una pequeña introducción al tema, señalando unas hermosas flores lilas.

-¿Hablas enserio?-Kyungsoo se rió amargamente. -¡Esas se llaman HELIOTROPOS, estúpido!

¡Ugh! ¡Maldición!  Jongin se debió preparar mucho mejor para ese momento. Él a duras penas conocía las rozas y podía distinguir los girasoles a veces…

Kyungsoo continuó: -Creo que los lirios son los mejores,- le sonrió a Jongin, caminando hacia las flores blancas. –Simbolizan la inocencia que ha sido restaurada al alma del fallecido.

Jongin escuchó con atención mientras Kyungsoo seguía caminando y se detuvo en una sección donde las flores lucían similares, pero variaban en color. –Estos son claveles. Los claveles son opciones populares para mostrar empatía.

Jongin siguió a Kyungsoo en un tour que se suponía él debía ser el guía. Kyungsoo nombraba cada planta y su significado, poniendo atención especial en aquellas que se utilizaban simbólicamente en su trabajo. –Los crisantemos son incluidos de manera frecuente en arreglos funerarios. En países europeos como Francia, Italia, Polonia y Croacia, estas flores son representantes de la muerte y sólo se colocan en tumbas. En países orientales como China, Japón y nuestro país, Corea, son simbolismo de lamentación y duelo.

Jongin estaba fascinado por todo el conocimiento, amor y dedicación que Kyungsoo le tenía a su trabajo.  Eso era admirable.

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Luhan estaba completamente enamorado de todos los artículos de Hello Kitty . Tenía en sus brazos como cuatro peluches diferentes  de la gatita blanca.

-Espero que los vayas a comprar, de otro modo no puedes desordenarlos,- una voz habló detrás del chino y obviamente éste pudo reconocer esa voz de minion.

-Los compraré. Deja de ser tan odioso o le diré a tu jefe,- Luhan lo miró con desdén pero terminí esbozando una sonrisa.

Aparentemente no se comportaría como una perra ese día.

Sehun alzó sus manos en un gesto de paz.

-Oye…eh…,-Luhan comenzó a hablar. –Quería darte las gracias por ayudarme y a Kyungie.

Sehun fue tomado por sorpresa por esas palabras de gratitud. –No hay de qué. ¿Se emborrachan así a menudo?

-No, no lo hacemos…pero es que hay un chico que…-dejó de hablar, él no tenía que darle explicaciones al menor. – Olvídalo.

-Si fue por el chico gordito ese, llamado Minseok. Lo siento, pero ¡guacala!

-¡Cállate! ¡Él no es gordo! ¡Es cachetoncito!

Con que era él. Sehun había adivinado.

-jajaja, sí, supongo que la pancita no se nota cuando está en cuatro.

Luhan se puso rojo de furia por las palabras inapropiadas de Sehun. -¡No vuelvas a hablarme en tu vida!- gritó y puso los peluches en su lugar, saliendo de la tienda con estruendo.

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Jongin dejó a Kyungsoo solo por un momento, mientras atendía a los últimos clientes.

Kyungsoo miraba fijamente a un contenedor de plástico, ubicado en la parte más alta de un gabinete. En su etiqueta se podía leer “Algodón de azúcar de pastelillos” y el chico de piel blanquecina estaba intrigado, pero siguió mirando fijamente el dulce como si eso haría que el envase baje de su alto lugar.

Jongin apareció y estiró su cuerpo, innecesariamente zurrándolo contra el costado del mayor. El chico alto miró a Kyungsoo con una sonrisa de medio lado antes de darle en envase.

Kyungsoo lo examinó de cerca, parecía tener algodón de azúcar adentro pero…¿sabía a pastelillos?

¡Oh! ¡La intriga!

-Llévalo,-Jongin le dijo.

Kyungsoo negó con la cabeza.

-Lo compraré para ti.

Kyungsoo agrandó sus ya características orbes redondas. -¿Para mí?

Jongin asintió y le sonrió.

Jongin llevó a Kyungsoo y el dulce misterioso hasta donde estaba Sehun, quien era el cajero en ese momento y el moreno pagó. Kyungsoo tomó el dulce y lo presionó fuerte contra su pecho, con una emoción contenida, como cuando un niño abraza a su peluche.

Sehun soltaba risitas porque la situación le resultaba ridículamente adorable. Kyungsoo por mientras miraba a Jongin antes de hablar.

-Oye ¿ya saliste?

-Ajá,-Jongin asintió, mientras Sehun le entregaba su cambio.

-¿Quieres venir a mi casa?

Sehun no pudo ahogar la risa que  salió de lo más profundo de su ser al ver la expresión de Jongin al escuchar esas palabras.

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Jongin no podía oír ni sus propios pensamientos mientras caminaba silenciosamente al lado de Kyungsoo, con su corazón desbocado, golpeando fuertemente su cavidad torácica.

El más bajito seguía abrazando su envase plástico, mientras caminaba. Su casa quedaba muy cerca, así que después de veinte minutos el mayor estaba deslizando la llave en el candado de su casa, abriendo la puerta de un lugar monocromático. Todo tenía patrones y simetría.

Olía muy bien, como a esencia de vainilla. Jongin divisó sus alrededores sonriendo.

¿Quién pensaría que iría a la casa del chico esa tarde?

¿Eh?

Espera…estaban solos.

Precaución, PRECAUCIÓN.

-Siéntate,- Kyungsoo le señaló hacia un sofá blanco con negro. –Me voy a quitar mi traje,-añadió naturalmente, dejando casi amorosamente el envase de algodón de azúcar en las manos de Jongin.

Regresó con un suéter negro y shorts , mostrando sus hermosas  piernas blanquecinas.  El chico se aventó en el sofá y sin palabra alguna tomó el envase, leyendo lo que decía en el:

-Está científicamente comprobado que es imposible comer Algodón de Azúcar de Dulces Divertidos sin sonreír…mmm,-terminó de leer dubitativo, quitó la tapa y llevó un trozo del dulce de algodón a su boca. La sonrisa nunca llegó. -¡Esto es pura mierda! ¡Los demandaré!

Jongin le quitó el envase de las manos. –No has leído las letras pequeñas. Dice que sólo aplica para personas típicamente felices, si eres un gruñón que no sonríe, no podemos hacer nada por ti.

-¡Qué groseros!-Kyungsoo frunció el seño y Jongin tomó un poco del dulce, lo saboreó bastante, moviéndolo de un lado de su bca al otro y al final sonrió de manera exagerada.

-¡Un envase plástico me dijo que soy un gruñón!-Kyungsoo escupió y Jongin seguía comiendo felizmente del dulce. – Y ni siquiera está tan bueno. ¿Por qué sigues comiendo?

Jongin vio tanta ternura en esa pataleta que se le antojó coquetear un poco. –Tal vez sepa mejor en mi boca. ¿Quieres probar?-tomó un trozo bastante grande y lo puso entre sus labios, inclinándose hacia el otro.

Kyungsoo arrugó su nariz y susurró. –Eso es asqueroso,-pero se inclinó hacía Jongin tomando con cuidado en dulce. Jongin abrió su boca y puso su mano en el cuello de Kyungsoo, atrayéndolo hacia él. Kyungsoo entendió y lamió la boca del otro, consumiendo todo el dulce hasta que estuvo satisfecho.

-Mmm, sabe mucho mejor de esta manera…-susurró sobre los labios sonrientes del moreno.

Jongin tomó otro trozo grande y lo metió en su boca. -¿Quiedes mos?-intentó decir con la boca llena. Kyungsoo se movió al frente y se sentó sobre su regazo, atacando la boca del otro con su lengua por segunda vez. Esta vez, el cuerpo del mayor contra Jongin lo estaba excitando demasiado, puso sus grandes manos en la cinturita del otro, declarando la guerra entre sus bocas y lenguas. El sabor del dulce mermó, dejando solamente los sabores de  las  bocas de cada uno. Chocolate y vainilla hacían una mixtura perfecta, el sabor de la excitación explotando en sus papilas gustativas.

Jongin intentó tomar otro trozo de dulce pero Kyungsoo tomó el envase y lo tiró lejos, atacado de lleno la boca del otro sin excusas de por medio. Kyungsoo se sentía suave y firme contra él, ambas sensaciones a la vez, era perfecto. Jongin gimió cuando Kyugsoo bajó a besar,  lamer y chupar su cuello, metiendo sus manos blancas dentro de la camisa de tirantes de Jongin, acariciando esa piel dorada, dejándola palpitando. Jongin bajó sus manos acariciando desde la cintura, su espalda baja hasta que finalmente tomó entre sus manos ese trasero redondo, presionando al otro contra él. Sintió que estaba poniéndose duro, dolorosamente duro.

La situación escaló rápidamente  y Jongin no tenía idea de qué sucedía…bueno, sí la tenía, pero trataba de no pensar mucho en ello y dejar que todo fluyera de manera natural…y le resultaba fácil dejarse llevar por el ritmo que le marcaba el otro. -¡Ah!-gimió, queriendo más, necesitando más.

Kyungsoo le dio una última lamida en su cuello y subió hasta su oreja. –Mira lo que provocas en mí,- Kyungsoo gimió ahí, tomando una de las manos de Jongin y presionándolas sobre su erección.

El moreno movió sus caderas hacia arriba cuando sintió la dureza por debajo de los pantalones del otro, luego de trazar la ardiente forma con sus ojos y luego, con la yema de sus dedos.

Kyungsoo comenzó a moverse, como si estuvieran teniendo sexo con ropa, gruñendo y chillando cada que sus entrepiernas se rozaban, todo era mucho para Jongin, estaba a merced de los movimientos del otro, la fricción era un estímulo muy fuerte. Los gemidos de Kyungsoo, soltando pequeños ‘¡sí!’ y ‘¡qué rico!’ lo volvían loco.  Había pasado tanto tiempo desde que sentía esa clase de placer. El más alto gimió, escondiendo su cara en el cuello sudoroso del más bajito, tocando sus muslos, acariciando sus piernas lampiñas, sin saber qué hacer con sus manos y su excitación. Estaba al borde.

-¡Ah! ¡Hyung!-con un chillido Jongin se tensó y explotó dentro de sus pantalones temblando de pies a cabeza.

Kyungsoo notó que el cuerpo de Jongin se había  estremecido relajado completamente, era como un muñeco de trapo. El mayor se detuvo de repente, dándose cuenta. -¿Te acabas de co…?

-Quiero morir…-Jongin gimió lastimeramente, con su cara aún escondida entre el cuello de Kyungsoo y su hombro.

-Wow…-Kyungsoo soltó, estupefacto.

-No te enojes conmigo, por favor,-el menor de verdad quería morir en ese mismo instante. Era injusto que le se hubiese corrido tan sólo con frotarse de esa manera con el otro. Estaba decidido a satisfacer a Kyungsoo también. Volteando hacia abajo, desabotonó los shorts del mayor. Respirando profundamente, sacó el pene enrojecido del otro.

-Jongin…-Kyungsoo susurró, sonando sensual e inocente a la vez. Jongin supo que el mayor estaba un poco avergonzado.

Su pene era rosado y hermoso, se veía insoportablemente duro y tenía líquido preseminal brotando por su pequeñita abertura. –Te haré sentir bien, hyung,-Jongin se lamió su mano y empezó a acariciarlo. El primer chillido de Kyungsoo y la manera en que tiró su cabeza hacia atrás fueron signos de aliento para que el menor siguiera. Jongin movía su mano emulando los movimientos que el realizaba en sus sesiones de masturbación, aumentando la presión y apretando más hasta que Kyunsgoo se corrió, sin aliento, soltando chorros  blancos de semen cálido, que mojaron los dedos del menor.

Jongin miró el semen perlado del contrario, que resbalaba por sus dedos. ‘Esto es de Kyungsoo hyung, lo hice correrse,’ pensó, cayendo en cuenta de lo que había sucedido.

¡Mierda! ¡Masturbó a Kyungsoo hasta que el bajito tuvo un orgasmo!

Kyungsoo rodó hacia un lado, quitándose de encima de Jongin, antes de que todo se volviese demasiado incómodo como para moverse. –Nada como lo que tenía en mente, pero estuvo genial.

Jongin suspiró contento porque a Kyungsoo se le veía feliz y saciado.- ¡Jamás volveré a ver el algodón de azúcar de la misma manera!

Ambos se echaron a reír.

 

   

Notas finales:

Jojojo mi pene metafórico está muy duro jojojo, yo también me hubiese corrido en los pantalones si Kyungsoo me montara de esa manera tan suculenta :B

Espero les haya gustado leer y aunque no fue full sexo, ya saben más o menos cómo describo lo que tanto me gusta: LEMON FTW!

Oh, por cierto, el dulce existe y me encanta. 

Pueden ver cómo es aquí y lo de las sonrisas también es real 


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