Sehun llamó a Jongin por la mañana, reclamando que él, Luhan y Chanyeol habían ido al cementerio a buscarlos, pero se llevaron un par de sustos y no los encontraron a ellos. Sonaba un poco preocupado, pero no pidió ningún tipo de explicación cuando Jongin le dijo que se había quedado en casa de Kyungsoo.
Tenían que trabajar ese día, así que Jongin dejó la casa luego de una brevísima charla con un Kyungsoo adormilado, quien se veía y sonaba lindo por las mañanas.
-Me gusta estar contigo, sólo no compliquemos las cosas ¿si?
En ese momento Jongin no entendió muy bien a qué se refería, pero dijo que sí. Siempre y cuando pudiese repetir la grata experiencia que era tener intimidad con el mayor, el diría que sí, incluso si el otro le pidiese que se cortara el dedo para prepararlo en un platillo que vio en la tele, en un programa de comida exótica.
Cuando regresó a casa y se dirigía al trabajo con Sehun, el menor lo miraba con expresión traviesa, no le decía nada, pero su mirada lo decía todo. Todos podrían notar ese brillo que siempre rodeaba a Jongin cuando tenía buen sexo.
Sehun le explicó a Jongin esa mañana que alguna fuerza de la naturaleza lo había hecho decirle a Luhan, que se ofrecía como instrumento para que éste olvidara a Minseok.
Jongin se preocupó, pero no estaba en posición de decirle nada, ya que él estaba seguro que también estaba siendo usado.
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Heechul se sentía preocupado cuando vio a su empleado portando una tienda de campaña en sus pantalones, la misma resaltaba cómicamente por debajo del delantal. Jongin estaba mirando ausentemente a la pared. Heechul consideró enviarlo al depósito para que…se calmara un poco.
-No lo asustes,- Sehun susurró. –Se volteará abruptamente y podrás sentirlo…
-¿Qué?
Sehun puso su mano en posición vertical sobre su entrepierna, simulando la tienda de campaña de Jongin y se volteó rápidamente golpeando a Heechul con ella en la cintura. –Así…pero peor, porque será su pene en vez de mi mano.
Heechul miró a Jongin con desconfianza y luego a Sehun. –Suena como si tuvieses mucha experiencia con eso…
-Sí, me ha pinchado un par de veces hoy y créeme, no es nada lindo.
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Jongin tenía muchas dudas acerca de las últimas palabras que había compartido con el otro, pero cuando empezó a pensar en eso, recordaba unos labios rosados alrededor de su…y su cosa por dentro de...eh…la parte trasera del otro y ¡BAM! ¡Empalmado instantáneo!
Entró a la Funeraria ese mismo día, pero se sitió confundido, ya que la persona que estaba ahí era muy alta para ser su Kyungsoo.
¿Su Kyungsoo? ¡Vamos, Jongin! Sólo estuviste con él una vez y para colmo, él estuvo en control todo el tiempo.
-Em…hola…-Jongin saludó al muchacho, éste se veía amodorrado.
El chico abrió un poco más sus ojos ávidos y negó con la cabeza.
Jongin habló nuevamente. –Buenas tardes…em… ¿sabes dónde…?
-¡No!- el muchacho exclamó, con voz más aniñada de lo que su cuerpo denotaba. –¡No me gusta que muera la gente!
-¿Qué-Qué? ¿Le pasó algo a Kyungsoo?- Jongin se estaba asustando.
-¿POR QUÉ DEBEMOS MORIR? ¿POR QUÉEEEEEEEEEE?-el chico se lamentó y se notó que tenía acento.
-¡NO!-Jongin chilló, histérico- ¡KYUNG…!
El supuestamente chino (o por lo menos eso parecía por su acento) habló de nuevo, esta vez recuperando su compostura. –No me gusta hacer esto, es muy triste. ¡Yo quería ser modelo!
Jongin arrugó su nariz. -¿Qué?
-Espera... ¿se murió alguien?
-No. Yo sólo quería saber donde estaba Kyungsoo.
-Oh, pensé que venías por los servicios. Kyungsoo tomó el día libre, supongo que está muy enfermo.
-Oh, Gracias,- Jongin dijo, aliviado. Todo había sido un total malentendido desde el comienzo. -¿Cuál es tu nombre?
-Zitao, pero me puedes llamar Tao. Soy el chico nuevo, estoy en entrenamiento,- el chino hizo una reverencia.
-Soy Jongin, vengo aquí muy seguido, supongo que te veré por ahí,- sonrió.
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Jongin decidió visitarlo para ver si todo estaba bien con el mayor. ¿Qué si estaba enfermo? ¿Qué si Jongin lo había ‘roto’? Al final él se había movido muy fuerte… ¿Qué tal si Kyungsoo estaba dolido y lastimado, pero no le había dicho nada por ser un principiante lastimero?
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Kyungsoo siempre caminaba raro luego de una buena follada. Él había decidido llamar y decir que estaba enfermo, para recuperarse.
¡Maldición! Jongin era muy bueno. No podía esperar más para tener de nuevo ese cuerpo sexy y ese pedazo de carne…pero Kyungsoo no se daría el lujo de parecer un animal en celo. En su lista de prioridades había un par de cosas antes que el sexo.
-Estoy enamoradoooooooooo,-Chanyeol dijo de manera soñadora, abrazando uno de los almohadones del sillón favorito de Kyungsoo. Estaba en bóxers, como usualmente se paseaba por la casa del bajito.
-No, no lo estás,- Kyungsoo espetó, saliendo de la ducha, con su cabello mojado y una toalla marrón alrededor de su cinturita.
-Tsk. ¿Y qué sabes tú de estar enamorado?-le saca la lengua al otro.
-No sé mucho de eso, pero sé que besarse con un desconocido no es amor.
-Baekhyun no es un extraño ¡Él es Baek!- Chanyeol respondió como si fuera lo más natural y Kyungsoo giró sus ojos por el apodo.-Estamos destinados a ser uno para el otro, conectados, como piezas de rompecabezas.
-Está feo.-Kyungsoo arrugó su cara.- No me gusta para ti.
-¿Y? Jongin es negro y no me he quejado de eso.
–Es que todos son demasiado pálidos- Kyungsoo frunció su entrecejo.-….está bien, tú ganas. Tienes mi bendición.
-¡Graaaciaaaaaaaasss!- Chanyeol hizo un movimiento para abrazarlo.
-PERO, si te rompe el corazón, no seré yo el que limpie los trocitos con aspiradora.
Chanyeol le esbozó una gran sonrisa y corrió hasta donde el más bajito, dándole un gran abrazo de oso, haciendo que ambos caigan en el sillón. El amigo gigante de Kyungsoo siempre ha sido muy cariñoso e invasor de las burbujas del espacio personal.
-¡Sueltame, gigante de mierda!-Kyungsoo empezó a forcejear y su toalla terminó cayendo de su cintura. -¡HEY! Kyungsoo gritaba y pataleaba como loco.
-Hyung!-Jongin eligió ese mismo momento para entrar a la casa. El moreno se encontraba sin aliento porque había llegado corriendo. Había entrado sin permiso porque escuchó gritos…todo había sido un error. -¡Lo siento!- dijo antes de cerrar la puerta e irse.
-¿Viste su cara?-Chanyeol preguntó divertido.
-… ¿qué mier…?- Kyungsoo estuvo ahí confundido por lo menos diez segundos antes de reaccionar y saltar fuera de los brazos de Chanyeol, poniéndose su toalla y caminando tras Jongin.
Los ojos de Jongin se agrandaron cuando vio que el otro corría tras el agarrando su toalla para evitar que cayera.
-¡Jongin! ¡No es lo que…!
-Está bien, hyung,-sonrió tristemente.- Quiero decir… no tienes por qué explicarme nada acerca de…está bien. Estamos bien, ahora regresa a casa y ponte algo de ropa.
Al fin había entendido a qué se refería el mayor con “No compliquemos las cosas.”
-Está bien,-respondió Kyungsoo, sin estar convencido totalmente. -¿Nos vemos mañana?- un poco de alivio llegó a él cuando el otro asintió con una sonrisa.
Poco era lo que sabía Kyungsoo acerca de un sentimiento que empezaba a crecer dentro del menor: Los celos que carcomen el alma.
Bueno. Gracias Chanyeol.