-El tipo es celoso, Kyungsoo. -Chanyeol le explicó.
-No lo es. Claramente me dijo que no le debía explicaciones. Es de mente abierta y además sabe que, a pesar de que no vemos a nadie más, no estamos en una relación, por así decir-AH! ¿Qué estás haciendo?-chilló cuando la boca de Chanyeol se pegó a su cuello, chupando de él.
Chanyeol siguió mordisqueando el cuello blanquecino del otro, hasta que estuvo satisfecho con la roja, casi morada mancha que había nacido ahí. –Estoy tratando de probar mi punto con esto.
-Sólo buscas meterme en líos. ¡Especialmente en mi trabajo!-Kyungsoo gruñó , sobando su sensible y profanado cuello.
-Apostemos algo. Si él es celoso, me conseguirás el número de Baekhyun, me dejarás vivir contigo y además, podré tener sexo con él…aquí.
Kyungsoo levantó una ceja. -¿Y si no lo es?
-No invadiré tu valioso espacio personal nunca más. ¿Trato hecho? ¿Promesa del dedito?- el alto preguntó, mostrando su dedo meñique.
Kyungsoo rodó los ojos y dejó que el dedo meñique de Chanyeol rodeara el suyo. –Trato hecho.
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Kyungsoo trataba de no pensar mucho en la apuesta cuando su boca aprisionaba la lengua de Jongin. Se vieron al día siguiente, justo como Jongin lo prometió y a Kyungsoo de verdad…de verdad le hubiese gustado esperar por lo menos una semana antes de meterse en la cama con él nuevamente, pero el menor lo miro de cierto modo, con deseo y el recepcionista inmediatamente se vio a si mismo invitándolo a su casa.
-Te deseo, Kyungsoo,-Jongin suspiró en su oreja, cuando lo tiró suavemente al sillón y se posicionó entre sus piernas. El cuerpo entero de Kyungsoo se estremeció cuando Jongin introdujo una de sus manos por debajo de su camisa y acarició su pecho y pezones.
¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!
En otras circunstancias, además de haber esperado por más de una semana, dejar que el otro rogara, se arrastrara por sexo, también se habría quitado con cuidado su saco y lo hubiese doblado con amor en una de sus cómodas, pero se deshizo de él y lo tiró como si fuera basura y ni le importó porque pronto, cuando ambos estaban desnudos, Jongin los masturbaba simultáneamente.
Dios lo bendiga.
Jongin pensó la otra noche que Kyungsoo se veía hermoso bajo la luz de la Luna, pero ahora mirándolo a plena luz del sol de la tarde, estaba completamente convencido que Kyungsoo era deslumbrante en su desnudez. Amaba el contraste alto de ambas pieles con tonalidades distintas y para otros hubiese sido enfermo y asqueroso, pero Jongin amaba también, como se veían sus penes, uno contra el otro, siendo envueltos y acariciados por su mano.
El menor preparaba al otro con su dedo índice y corazón, ambos moviéndose delicadamente afuera y adentro de su entrada, mientras Kyungsoo se retorcía y soltaba pequeños gemidos debajo de él.
-¡Ah! ¡Métela ya!-Kyungsoo chilló, tirando su cabeza hacia atrás, cuando los dedos del otro finalmente encontraron su próstata.
No fue hasta ese preciso momento que Jongin notó la marca morada en el cuello pálido de Kyungsoo. El otro se dio cuenta de que Jongin se había detenido en seco y lo miraba ávidamente. El mayor cubrió su cuello con su mano inmediatamente.
Jongin frunció su entrecejo. -¿Qué…?
-¡Oh! ¡No es nada! Sólo Chanyeol tratando de ser gracioso y meterme en problemas. –dijo despreocupadamente, pero esa era la verdad.
Jongin tenía una expresión de confusión, pero tal parecía que su pene estaba confundido también porque comenzó a perder su dureza.
¡Precaución!
¡Precaución!
-¡De verdad no es nada!-sintió que debía explicarse con urgencia, mientras daba tirones al pene del otro para revivirlo. –Sólo métela, ¿si? Házmelo como tú quieras…
Jongin sintió una ola de excitación ante las palabras del mayor y gruñó cuando sus caricias devolvían la vida a su pene. Decidió almacenar su confusión en una parte de su cabeza denominada “Para encargarse después.” Escupió en su mano y lubricó un poco la cabeza de su pene, alineándola luego con la entrada rosada del otro.
Kyungsoo sintió un familiar ardor cuando el otro se introdujo completamente y no esperó nada para empezar a moverse a un ritmo que Kyungsoo describiría como “muy apasionado.”
-¡Oh! ¡Joder!-gimió, poniendo sus manos atrás de su cabeza, sosteniéndose del reposabrazaos del sillón.
Jongin portaba una expresión sexy mientras embestía, concentrado en la parte donde sus cuerpos se unían, lamiendo sus labios ante la escena. Jongin trató de ir más profundo, flexionando las piernas del otro y follándolo más fuerte.
Siempre quiso tener al otro, debajo de él, a su merced, chillando y estremeciéndose, aunque, en su cabeza todo habría sido mil veces más…tierno. Pero habían factores que lo impulsaban a hacerlo diferente, además, le encantaba y sabía que a Kyungsoo mucho más. -¿Se siente rico, Soo?
-¡Dios! ¡Jongin!-Kyungsoo chilló, sus paredes contrayéndose por esas palabras y la manera tan ronca y sexy que sonaban.
Jongin se inclinó hasta que estuvo cara a cara con el otro, sin detener sus movimientos lamió y chupó sus labios, para entonces besar y chupar su cuello y pecho.
Kyungsoo enterro sus dedos en el cabello suave de Jongin mientras sentía que un sollozo se formaba en su garganta, porque en el momento que el otro se inclinó, cambió el ángulo y su próstata estaba siendo golpeada directamente con cada estocada, empujando al mayor a su límite.
-Quiero que te vengas...-Jongin murmuró, mordiendo la piel delicada delante de él y como si estas palabras fuesen mágicas, Kyungsoo tembló completamente y se corrió.
Jongin se sorprendió mucho por eso, pero más lo sorprendió que él mismo estuviera a medio camino de alcanzar su orgasmo.
Kyungsoo emitía pequeños gemidos mientras Jongin lo embestía erráticamente, tratando de buscar su placer rápidamente, ya que sabía que el otro se encontraba en un estado hipersensible. El menor decidió detener su dulce tortura al otro, Kyungsoo parecía a punto de llorar por placer y algo de dolor.
Cuando Jongin sintió los primeros espasmos de su delicioso orgasmo, se salió del interior del otro y tiró de su miembro hasta que, con un gemido ronco, vertió su semen sobre el pene semi-erecto y mojado del otro.
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-Siento que la Navidad se me adelantó, -comentó Kyungsoo.
Jongin empezó a reir, escondiendo su cara en el cuello del mayor. Estaba algo avergonzado por el ataque de lujuria que lo hizo ser más agresivo y hablar un poco sucio…-Cállate.
-¿Me acabas de decir que me calle? Kim Jongin, tienes suerte de estar vivo.
-Perdón.
-No, no pidas perdón. -Kyungsoo acaricio su sudoroso cabello. El bajito estaba contento, porque Chanyeol se había equivocado. Kyungsoo se había asustado mucho, pensando que Jongin se iría enojado en el momento que vio las marcas…pero se quedó y lo folló deliciosamente duro. A Kyungsoo le gustaba más de esa manera, era mejor que esa mierda del misionero y verse a los ojos con ternura.
-¿Quieres otra vez? –Jongin aventuró, levantando su cara y mostrando una sonrisa pícara.
-¡Sí! ¡Me muero por montarte como la otra vez! –Kyungsoo dijo, casi gimiendo por anticipación.
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Jongin se fue tarde en la noche, cuando el aroma de Kyungsoo pudo ser embotellado y llamado “Semen y Buen Sexo, Tuve Mucho de Ambos, una fragancia auspiciada por Kim Jongin."
Bueno, al final, sucedió que Chanyeol tenía razón. Kyungsoo tuvo que admitirlo cuando al mirarse al espejo, luego de una ducha, se fijó que Jongin lo había marcado.
Su cuerpo estaba lleno de centenares de marcas moradas, su cuello y pecho parecían un lienzo blanco con muchas manchas.
-¡Mierda! ¡Carajo!- exclamó mientras se voteó y miró su espalda, igualmente adornada por muchas manchas.
¡Jodido Jongin!