Zanibar, el bar que visitaron, estaba lleno de personas. Aparentemente había presentaciones en vivo y ¡Oh! Open bar hasta la media noche.
Jongin y Sehun caminaron entre la tertulia de la gente, cuerpos estáticos y ligeramente danzantes. La música no estaba muy alta así que podían entenderse con facilidad.
-Iré a buscar una mesa, tú busca los tragos,- Sehun ordenó.
Jongin serpenteó su cuerpo y estiraba su cuello para encontrar la fuente de alcohol gratis, pero un océano de personas no lo dejaba ver ni un poco.
Se estrelló con unas cuantas personas y se disculpó mucho, sólo para seguir caminando y estrellarse con más personas. Chocó fuerte con alguien que cargaba como cuatro botellas de licor en sus brazos, lo supo por el sonido que escuchó.
-Lo sien…-iba a disculparse pero cuando miró hacia abajo, pudo darse cuenta que se había estrellado con Kyungsoo. El chico usaba un abrigo con capucha, que le quedaba demasiado grande, con pantalones negros y zapatillas. Su cabello caía en cascada hacia abajo, casi cubriendo sus ojos. El chico estaba cabizbajo con los ojos cerrados protegiendo las botellas como una madre protege sus hijos.
¿Por qué tenía que estar ahí? En ZANZIBAR , el bar favorito de Jongin. Kyungsoo no parecía ser el tipo de persona que sale en la noche a bares, pero ahí estaba de nuevo, sorprendiendo a Jongin.
Una persona pasó apurada, abriéndose paso, casi tumbando a Kyungsoo, pero Jongin lo sostuvo. -Déjame ayudarte con eso,- Jongin ofreció y Kyungsoo miró hacia arriba por primera vez, sorpresa reflejada en sus ojos grandes y redondos. El más alto trató de tomar una botella de licor, pero Kyungsoo se alejó.
-Busca tu propio vodka, yo tuve que pelear con más de dos para obtener estos.
Jongin rió por lo bajo, sintiéndose un poco avergonzado, lo último que quería era robarle su licor.
Otra persona pasó e hizo que el moreno se estrellara contra el más bajo. Ésta vez se quedaron viendo de cerca mirándose nerviosamente, recordando la última vez que estuvieron así.
-¡Bebé, tengo el Bacardi!-llamó una voz y Kyungsoo se volteó de repente, casi tirando todo lo que tenía en sus manos.
Ésta vez Jongin pudo tomar dos botellas antes de que éstas se hicieran añicos en el suelo. El que llamaba era el chico alto de la heladería.
-¡Tengo el vodka!-Kyungsoo respondió y volteó a ver a Jongin. –Ven con nosotros.
Sonó demandante así que Jongin terminó siguiéndolos mientras trataba de encontrar a Sehun entre las hordas de personas atestando el bar.
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Encontraron un buen lugar, una sofá cómodo en una esquina con poca iluminación. Tan pronto como Kyungsoo y el chico de la heladería ( Jongin supo hace un momento que se llamaba Luhan) se sientieron cómodos, comenzaron a bajar grandes cantidades de alcohol puro. Jongin se sintió como una verdadera pendeja teniendo que mesclar su alcohol con coca-cola.
Luhan y Kyungsoo interactuaban amenamente. Kyungsoo iba a empezar una oratoria de su trabajo pero Luhan evito que siquiera comenzara. Nadie quería oirlo hablar sobre muerte. Luhan hizo un brindis luego, ignorando a Jongin de manera olímpica.
-Se ve que ustedes son muy buenos amigos,- Jongin dijo, tratando de iniciar una conversación y formar parte del grupo.
-¿Disculpa? Yo soy el novio de Kyungsoo,- Luhan admitió seriamente, su tono denotaba que estaba ofendido.
Jongin comenzó a tartamudear sin poder decir nada coherente, mientras miraba con pánico a Kyungsoo. –Yo los siento, no sabía…
Pero ambos comenzaron a reírse de él.
-Pensé que exagerabas cuando me decías que eran un tonto, jajajaja,-Luhan confesó, muerto de risa.
Jongin se sintió confundido y abusado.
-Jajajaja debió haber sido bien incómodo para él porque intentó besarme hoy en la mañana,- Kyungsoo comentó, riendo él solito.
-¿Qué?-Luhan preguntó con ojos grandes como platos.
-¿Qué?-Jongin repitió entrando en pánico.
-¿Qué?-Kyungsoo preguntó sin saber qué pasaba.
-¡Sehun!” Jongin chilló cuando divisó a su amigo, quien lo buscaba con sus cejas fruncidas. Su mejor amigo había aparecido justo a tiempo para salvarlo de su miseria.
Sehun lo miró sorprendido y articuló con la boca un “¿Qué rayos estás haciendo?” meneando su cabeza en un gesto negativo y se acercó a ellos mientras esquivaba a un par de personas.
-Tú no pareces gay,- Luhan le comentó a Jongin.
-Yo no soy gay. ¡Pensé que él era gay!-Jongin se defendió, acusando a Kyungsoo con un dedo.
-¡No soy gay!-el más bajito dijo, con el entrecejo fruncido.
-Bueno adivinen… ¡Yo sí soy gay!-Luhan dijo de manera orgullosa.
-¿Pero de que carajos están hablando?-Sehun preguntó desconcertado.
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La felicidad de Luhan se esfumó en el momento en que Sehun se sentó con ellos y Sehun tampoco estaba muy feliz que digamos. Jongin recuerda que Sehun le contó sobre Luhan (para ese tiempo su nombre era “el estúpido chico de los helados”)
Sehun narró que una vez fue a comprarse un helado de choco-almendras y un chico cachetón lo atendió. Cuando el gordito le dio su lácteo, el mismo tenía una porción de helado de pistacho a un lado. Sehun pidió otro helado porque el suyo estaba “contaminado" por otro sabor y justo cuando se lo iba a reemplazar, apareció Luhan. Luhan le dijo muy cordialmente a Sehun que “Se fuera a la mierda” y el resto es historia.
Ese no fue lo que uno consideraría como el inicio de una buena amistad. Ambos se detestaban.
-Mejor me voy a bailar porque siento que éste tipo me va a apuñalar en cualquier momento,- Sehun confesó levantándose.
-¡Eso no significa que no puedo ir a bailar y apuñalarte mientras lo hago!-Luhan dijo, tomándose lo que le quedaba de su trago y se tambaleó a la pequeña pista de baile, dejando a Jongin y a Kyungsoo completamente solos.
Después de varios minutos, la incomodidad era más de lo que podían soportar. Jongin sorbía su trago mientras Kyungsoo tomaba vodka como si fuera jugo de manzana.
Jongin se movió de manera discreta hasta quedar a una distancia decente, pero cerca del más bajito, sus brazos casi rozándose.
-¿Por qué querías besarme si no eres gay?-Kyungsoo preguntó, mirándolo con ojos curiosos.
Jongin pensó que le costaría responder esa pregunta, pero no sabía si era porque estaban solos o si era por la bebida que estaba consumiendo. Lo que sea que era, lo hizo responder naturalmente. –No lo sé. Simplemente sucedió… ¿Por qué te inclinaste hacia arriba para besarme?-
Kyungsoo se encogió de hombros de manera despreocupada, aunque sus mejillas se tornaron rojas y Jongin no sabía si era fruto de las cantidades de alcohol que había consumido. –Porque me dio la gana de hacerlo. Me gustas, pero no por eso me considero gay, ya que me gustan algunas chicas también pero…No sé, me gusta quién me gusta no importa si es chico o chica.-
Jongin creyó entender ese concepto y era exactamente lo que sentía últimamente. Independientemente si Kyungsoo era una chica o Satanás que subió del averno para tortúrarlo…A Jongin le gustaba Kyungsoo, le gustaba más que como un amigo. –T-tú me gusta también. ¿Lo sabías?-confesó sonrojándose, mirando su trago.
¡Dios! Decir eso se sentía raro, todos esos sentimientos encontrados lo abrumaron de nuevo: asco, rabia y algo como un tornado dando círculos en su estómago.
Entonces otro silencio incómodo reinó.
Jongin habló de nuevo luego de un rato. -¿Quieres bailar?-
-¡Sí! Espera… ¡No, no podemos irnos de aquí! ¡Alguien nos quitará nustra esquina!
-Bailemos aquí, entonces,- Jongin dijo meneándose al son de la música, arrancando una carcajada de la boca de Kyungsoo.
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-Hola, soy Sehun,- el chico guapo se presentó a una chica que prácticamente tenía la palabra “FÁCIL” tatuada en la cara.
La chica lo miró de arriba abajo, con una expresión pícara. “Un gusto conocerte, yo soy…
-Él es adicto a la cocaína,- Luhan apareció de la nada y con sólo esa frase espantó a la chica.
-¡¿Qué carajos pasa con este tipo?!-Sehun escupió.
Luhan lo ignoró y caminó como si nada en otra dirección.
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Si bien Jongin no estaba completamente seguro de lo extraña que era la personalidad de Kyungsoo, en esos momentos en que el bajito bailaba junto a él, sentado en el sofá, todas sus dudas se disiparon.
Kyungsoo movía su cuello de una manera extraña (como cuando un perico quiere vomitar) y no importaba la canción el chico encontraba la manera de bailar de la misma manera.
Jongin por su parte se pavoneaba de sus habilidades en el baile, incluso cuando no podía hacer mucho porque se encontraba sentado en un sillón arrinconado. Se movía e perfecta sincronía con el pulso de la música, moviendo sus hombros brazos y pecho de manera grácil.
-¡Maldita sea, Jongin! ¡Tu manera tan elegante de bailar sólo hace que yo quiera hacerlo peor!-Kyungsoo siseó, comenzando a hacer el infame baila de la gallina, pero en cámara lenta y totalmente fuera de ritmo.
Jongin rió mucho mientras hacía el mismo baile, haciendo el ridículo totalmente.
El más alto se estaba divirtiendo. ¿Quién diría que eso era posible en la compañía del otro?
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-Hola…
-No le hagas caso, tiene Hepatitis C,- Luhan apareció, como si hubiese usado tele-transportación.
-¿Por qué eres así?
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-Te queda bonito ese peinado, pero me gusta más el usual, -Kyungsoo dijo mientras Jongin bailaba todo su repertorio de danzas ridículas, ésta vez aquella danza en la cual se tapan la nariz y mueven las manos en forma de ondas.
-Gracias, me gusta tu abrigo de capucha.
-¡Es de mi amigo el gigante!
Ambos se dedicaron sonrisas genuinas.
El teléfono de Jongin vibró con un mensaje de Sehun. “Siquiera intentarás tener sexo esta noche?” Jongin tecleó rápidamente su respuesta. “Aún no, la noche es joven”
Aprovechó ese momento de distracción para ver sus alrededores, había chicas sexys en cada esquina. Tal vez esperaría a que Kyungsoo se fuera a su casa y entonces él enterraría todos esos sentimientos encontrados dentro de una "cuevita".
Tal vez de esa manera su tensión sexual se disiparía y dejaría de ver a Kyungsoo como la cosa más linda del mundo, aunque, ese pensamiento no parecía ni la mitad de tentador de lo que debería.