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Yes, My King por SweetpeaMomote

[Reviews - 43]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del capitulo:

Perdon por la tardanza, realmente lo siento, perdi a alguien querido y desde ahi como que deje todo ma so menos, pero aqui estoy y voy a intentar escribir mas seguido si se puede. Supongo que para el mes que viene habra otro capitulo! Espero.... Perdonenme enserio y ahora, cntestare todos los reviews que debo responder... PERO AQUI!! espero que lo disfruten y perdon por que no sea tan largo como otros..pero sin mas! disfrutan!

El sirviente hacia la mesa preocupado, solamente pensando en su pareja. Tenia miedo de que Ukai le hiciera algo y eso lo ponía bastante nervioso. Al terminar de prepararla, se dio leves golpes en ambas mejillas y luego se dirigió a la cocina, pidiéndole a uno de los sirvientes que pronto tendrían que servir la mesa.

 

-          ¡Ennoshita, tú te encargas de traer la comida!, ¿entendido? ¡Yo me iré a buscar a los invitados para avisarles que la comida ya esta lista! –le grito desde la puerta, escuchando un “si” como respuesta.

 

Salió de allí y fue hacia el pasillo de los invitados. Primero fue a buscar al sobrino del Rey Ukai, ya que su habitación era una de las más cercanas, pero ese fue uno de sus más grandes errores. Al ya estar en la puerta, tocó tres veces y espero a que le abrieran, pero al no recibir respuesta, decidió poner su oído en esta para ver si había alguien. Al escuchar unos leves gemidos, decidió con cuidado abrir la puerta, pero se dio cuenta que se estaba entrometiendo en una incómoda escena que los dos jóvenes estaban teniendo.

 

Al parecer, el rubio le estaba dando un poco de placer a su pareja, y esa es la razón los gemidos, pero estos terminaron al ver al sirviente en la puerta. El pecoso se abrazo a su pareja para cubrir su desnudo pecho y miro incómodamente al joven que los observaba desde el otro extremo de la habitación. El rubio le tiro una cara de odio al sirviente cuando le miro, el cual ahí reacciono y decidió romper el silencio de la habitación.

 

-          Y-Yo… ¡yo lo lamento mucho! –hizo una reverencia para disculparse- Al no recibir respuesta, entre sin problema, ¡realmente lo siento! –Les miro incomodo, parándose en su lugar nuevamente y decirles lo que les debía decir desde hacía un principio- Uhum... el rey Ukai  y el Rey Kageyama los invita a una cena. La comida ya estará servida. Por favor bajen en cuanto puedan.

 

-          Ah… -el pecoso fue quien contesto ya que el rubio miraba con mucho odio al peli marrón- De acuerdo… en un momento estamos…a-allí…

 

Sin más, salió de aquella habitación, cerrándola detrás suyo. Su rostro estaba colorado y se encontraba levemente avergonzado. No debía haber entrado sin permiso. Volvió a caminar por los pasillos para ir justamente a la habitación de su Rey, Kageyama. Estaba yendo rumbo a esta pero se lo encontró en el pasillo con el joven peli naranja y aprovecho el momento para darle el aviso. No faltaba nadie más, así que decidió ir por Sugawara… pero no lo encontraba por ninguna parte, ¿a donde se había ido su novio?

 

/***/

 

Ya estaban todos en la mesa, El Rey Ukai, Sugawara a su lado izquierdo, Tsukishima y Tadashi al lado derecho de Ukai y por último, Kageyama y Hinata enfrente de él. La cena estaba servida y todos comían, pero había un poco de tensión en la mesa. Se tenían que presentar dos parejas y al parecer ambas estaban un poco nerviosas. El Rey miro a la pareja de su sobrino y le toco el vientre con mucha confianza, avergonzando un poco al pecoso.

 

-          Así que…Tadashi, ¿verdad? ¿De cuantos meses vas? Se conocen desde hace poco y ya están esperando un hijo, ¡que noches habrán tenido! –Rio ante lo que dijo, gustaba de burlarse de los demás, pero su sobrino le reto ante su comportamiento y contesto por su novio.

 

-          Lleva cuatro meses llevando a mi hijo… y por como esta abultado su vientre, parece que lleva dos –dijo con una dulce sonrisa dedicada a su novio, dándole así, un beso en la nariz- y tú no puedes hablar de tiempo tío… con todos los hijos que tienes. Deberías buscarte tú una pareja, necesitas un heredero al trono, ¿no? Todos esos niños son bastardos, no podrán ser Reyes nunca.

 

-          Ah….nunca te tomas nada como un chiste, ¿no? Solo cállate un momento, ahora hablemos de este colorado que está enfrente de mí con el “Gran Rey de Karasuno”. Eres muy lindo pequeño, ¿quién eres? ¿La puta del Rey? –El pelirrojo se sorprendió ante lo que dijo mientras escuchaba la carcajada de este. Kageyama tosió para detener la risa y miro serio a aquel repulsivo Rey.

 

-          Es mi pareja y futuro esposo. También, llevara a mis hijos en su vientre, verdad Hinata? –dijo con una sonrisa, dándole un beso en la mejilla y luego susurrarle en secreto “compórtate como mi pareja…”

 

-          S-Si a-amor…-dijo con un gran sonrojo en su rostro- espero tener muchos hijos con…contigo…-Kageyama, al escuchar su respuesta, se sonrojo, sonriendo medio incomodo. Decidió reírse y besar al pequeño para luego, mirar al Rey Ukai. Luego, se dedico a mirar a Sugawara, que se encontraba bastante callado y serio.

 

-          Hey Conde Sugawara –al decir su nombre, el peli platino alzo la vista y le miro con una sonrisa dudosa- ¿Cómo están las cosas con Daichi? Los veo muy románticos… - al escuchar eso, el Conde rio y acomodo su cabello para poder responder.

 

-          Por ahora, todo bien, excelente. Pero no hablemos de mi, hay tantas cosas interesantes para hablar y ustedes hablan de mi –miro al pecoso y le dedico la palabra- hablemos de ti, Yamaguchi Tadashi… ¿ya has pensado con tu esposo sobre el nombre del pequeño o pequeños? –dijo con una voz dulce, si que tenia aquel instinto maternal que muchos decían.

 

El moreno iba a responder felizmente, pero fue interrumpido cuando el Rey rubio se levanto de la mesa bruscamente, mirando con seriedad el rincón oscuro que te llevaba a las habitaciones. Con velocidad, se dirigió ahí y sin que se viera a quien agarraba y gritaba, salió de la habitación. En ese momento todos quedaron callados, pero no decidieron interrumpir. Sin más, el Rey Kageyama se levantó y pidió disculpas por el comportamiento de aquel irrespetuoso.

 

-          Si me permiten, iré a terminar unos trabajos que tengo pendientes. Por favor, no se levanten y terminen la comida que ahora se viene el postre y es muy apetitoso, no se lo pierdan –y fue así que este salió de la habitación, dejando solo a aquellos 4.

 

Aquella habitación  quedo en silencio, pero luego, el conde hizo que volvieran hablar, provocando así una muy linda conversación.

 

/***/

 

Takeda se sentía adolorido y con demasiada hambre, además de triste por todo lo sucedido hasta el momento… ¿cómo podía haberlo olvidado?

 

Negó con la cabeza y recordó algo. Había escuchado por los pasillos las voces de unos hombres. El tema del que hablaban era el de la cena. Al parecer habían preparado una cena a la noche y obviamente el no estaría invitado porque seguro ni sabían que se encontraba allí y aunque pensara eso, el seguía teniendo hambre, así que de alguna forma iría a pedir por un poco de comida.

 

Como pudo, se levanto de esta gran cama y se estiro un poco. Debía vestirse y limpiarse un poco ya que no podía bajar de esa forma. Como pudo, agarro una toalla del baño y la remojo un poco. Limpio así su cuerpo y luego se lo seco con esta misma. Se vistió con sus ropas que tenía desde el momento que le había violado. Al parecer estaban ahí… o bueno, por lo menos su camisa y ropa interior.

 

Cuando estuvo listo, abrió con cuidado y silencio la puerta de la habitación. Estaba un poco asustado, si el Rey le veía sabia que un feo castigo tendría. Sin más, salió al pasillo en puntas de pie, evitando cualquier ruido posible. De a poco, fue bajando las escaleras y llego a una habitación. Escucho voces y se asomo un poco, notando que la cena había comenzado… debía ser mas cuidadoso ahí, ya que ahí se encontraba Ukai.

 

Al parecer, la suerte no estaba de su lado esa noche, sin querer hizo un mal movimiento y movió algo, provocando un leve ruido. Miro a la gente que estaba comiendo y noto que el único que había escuchado esto había sido el Rey. Sus ojos se encontraron y fue ahí que sintió más miedo que nunca antes. Su mirada expresaba furia y cuando se levanto. Intento escapar, pero en segundos una mano grande tomaba su brazo, deteniendo cualquier cosa que estuviera haciendo. El rubio le empezó a gritar cuando ya lo tenía en sus manos.

 

-          ¿¡¿Qué estabas pensando, eh?!? –le tomo de los cabellos y con fuerza se lo llevo a la habitación nuevamente- vas a ver el castigo que te ganaste… ¡y es uno de los peores!

 

-          Yo...yo solo quería comer... –Takeda hablaba entre llantos y tironeo de pelo…dolía y demasiado- Ukai...para... ¡p-por favor!

 

-          ¡¿Que pare?!  ¿¡¿En serio?!? Te las vas a ver conmigo...

 

Lo tiro en la cama y fue ahí que le rompió ya la camisa y la ropa interior. Si este hablaba o hacia un ruido le golpeaba, estaba furioso y violento por lo que hizo el joven. Fue así que desvistió su parte baja y saco su miembro. Estaba a punto de violar nuevamente al hombre, pero fueron interrumpidos al escuchar la puerta abrirse.

 

Era Kageyama.

 

/***/

 

Nishinoya empujo con fuerza al más alto cuando el niño apareció. Se acerco rápidamente a este y le tomo en brazos, jadeando nervioso por lo que había visto el pequeño.

 

-          Kaoru… ¿Por qué no estás en la cama, amorcito? Paso algo, ¿tienes sed? –dijo intentando establecer conversación con el niño para que se olvidara lo que hace segundos estaba haciendo con el mayor.

 

-          Yo…yo zolo no puedo dormir mami… -dijo el niño, refregando sus ojos- bueno...zi puedo, pero tuve una pezadilla… -dijo el nene con cara de tristeza.

 

Nishinoya asintió ante esto y le sonrió, besando su frente, tranquilizándolo. Miro a Asahi y luego, fue a la habitación del niño. Por un rato le tarareo una canción y luego, le conto un cuento, provocando así sueño en el niño, dejándolo dormido sobre su cama.

 

El joven volvió luego de esto y se acerco a Asahi, mirándolo un poco triste. Suspiro y apoyo su cabeza en el hombro del más alto, para así, comenzar a hablar.

 

-          Así que fue todo una confusión tonta… -dijo apenado. Habían perdido tantas cosas juntos, ¿cómo podrían estar juntos devuelta después de todo lo sucedido? Fue ahí donde a Nishinoya se le ocurrió algo- hey, Asahi… -le miro y sonrió- haz que me enamore otra vez de ti. Hagamos nuevamente nuestra relación, ¡empecemos desde cero! –dijo mirándolo fijamente a la cara. Podría ser algo apresurado, pero no era una mala opción después de todo.

 

-          ¿Estás seguro...? – Asahi le miro sorprendido ante lo que el bajito le había dicho, pero a la vez estaba muy feliz- ¿Estás seguro? –volvió a repetir un poco más alto, abrazando la cintura del mayor- …si estás seguro, ¡yo también! ¡Yo...yo quiero! ¡Lo hare! ¡Te…te volveré mío otra vez! –luego de eso beso los labios de Nishinoya, provocando un poco excitación entre ambos. Se separaron riendo y Asahi no pudo contener y le dijo simplemente- te amo Nishinoya…perdóname.

 

-          Fue una equivocación de ambos, está bien… -le miro a los ojos y luego, acaricio juguetonamente el pecho del más alto- sabes…podríamos continuar lo que paramos por Kaoru, ¿no te parece? –dijo coqueto cerca de los labios del más alto.

 

-          Me parece perfecto... –dijo este con un leve sonrojo en sus mejillas...- simplemente perfecto.

 

/***/

 

Fukurōdani

 

El rey se encontraba besuqueando la panza de su querido marido, el cual estaba esperando un hijo desde ya hacía 8 meses y como era de esperar de este Rey, no lo dejaba en ningún momento, pero se tuvo que separar cuando le avisaron que una carta de un reino vecino había llegado. Beso a su esposo y fue a buscar la carta. La abrió y sonrió al ver que era Karasuno y que seguramente Kuroo iría. Luego pensó en su esposo… ocho meses, debía tener cuidado, pero no lo dejaría solo aquí, así que irían juntos de viaje, el cual se apodaría “Ya llega el príncipe”

 

-          Hey hermoso… partiremos mañana a Karasuno, ¿si? Va a ser un viaje tranquilo y corto, ¿entendido? Quiero que vengas, no te dejare solo aquí con esa pancita dulce y linda que tienes. Vamos…será un viaje para el bebé, ¿te parece?

 

-          No seas tonto Bokuto, no puedes llamar este viaje de discusión un viaje para el bebe –suspiro el pelinegro para luego, acariciar la mejilla de su esposo- pero te hare caso e iré contigo, pero si te vomito o te maltrato será toda tu culpa, ¿sí? –dijo acariciando su vientre con dulzura.

 

-          Está bien Akaashi, cualquier cosa que pase tomare la responsabilidad yo, ¿si? –puso sus labios sobre los del contrario y luego, le hizo un par de cosquillas- ahora descansa, que se vendrá un viaje de locos~

 

-          ¿De locos? –repitió Akaashi con una risa entre medio por las cosquillas.

 

-          El tema de la invitación es el Rey Ukai, así que, será literalmente, un viaje de locos.  


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