(En la oficina de Sehun)
Narra Sehun
-Lay , ya cálmate… Leo está seguro –Le acaricié el pelo-
-Aún siento esa opresión en el pecho…-respiró profundamente-
-Estará bien y tú también estarás bien –le sonreí y le besé la mejilla-
-Estoy cansado… -suspiró y se apoyó en mi pecho-
-Lo sé …-sonreí-
-¿Por qué sonríes? –me miró-
-Porque hoy te vi bailar…-me mordí el labio-
-Lo sé…-se sonrojó-
-Eres fenomenal bailando… pero sólo hay una cosa que me molestó –fruncí la boca-
-¿Qué? –abrió los ojos abruptamente-
-Que todos esos …-guardé silencio- hombres , te miraran así y que tiraran tantos billetes –cerré los ojos- estúpidos…
-Ah , ya estoy acostumbrado –rió- lo que me importa es que me viste tú –se mordió el labio-
-Sí y ya no quiero que bailes –me miró asombrado- pero cómo sé que te gusta bailar , no puedo hacer nada –se relajó-
-A-aaah… -suspiró aliviado- te odiaría si me impidieras bailar. –frunció el ceño
-Es tarde , y no quiero que estés solo en tu casa –miré el techo- ¿Quieres ir a mi departamento? –suspiré
-Claro , quiero…quiero conocerlo -rió –
-Está bien –sonreí aliviado y le tomé la mano- ¿Ya estás mejor? –lo miré
-Sí , un poco mejor… pero aún siento que me falta un poco el aire –cerró los ojos y apretó mi mano , su celular vibró y leyó el mensaje-
-¿Quién era? –pregunté con un poco de sorpresa por los mensajes a esa hora
-Mi hermano , me dijo que me quedara contigo –rió suavemente y se apoyó en mi-
Narrador.
-Pero…-Se levantó del pecho de Sehun y se miraron – podrías…-el castaño miró el piso –olvídalo.
-No , dímelo –el rubio tomó el mentón de el bailarín –
-No es nada –miró los ojos del rubio y se quedó en silencio-
-Ajá , y yo soy pequeño –levantó una ceja-
-Tsss –puso los ojos en blanco- te lo diré , pero cierra los ojos y deja tus manos tras de la espalda –sonrió de lado-
-Oh… está bien –puso sus manos atrás de su espalda y cerró los ojos –
Casi al instante sintió los labios del bailarín sobre los suyos ejerciendo una leve presión , moviéndose lentamente y tomando su cuello con firmeza.
-Sólo era eso –besó una vez más al rubio y se alejó-
-Me lo hubieras dicho –sonrió-
-Es vergonzoso –Se sonrojó-
-Ya , vamos -se levantó y tomó la mano del castaño atrayéndolo hacía él – Me encantas…
-Y tú a mí , eres maravilloso –se besaron una vez más-
Salieron riéndose y subieron al auto de Sehun , en el camino Lay cantaba suavemente y sonreía a momentos.
-Mira tú , no sabía que cantabas tan bonito –agregó Sehun cuando la canción terminó-
-Ja ja já –rió con sarcasmo-
Se fueron riendo en el camino por cada tontería que decían o sucedía.
Llegaron al departamento y subieron en ascensor , dónde se miraban con cariño y se sonreían.
El ascensor paró y caminaron por el pasillo tomados de la mano hasta el departamento de Sehun , que abrió la puerta.
-Adelante , bienvenido a mi morada –dejó pasar primero a Lay-
-Es muy bonito –sonrió y miró todo el lugar-
-Lo sé , tengo buen gusto-tomó la cintura del castaño- mañana es la fiesta de mamá
-Oh…se me había olvidado –frunció el ceño-prepararé las cosas mañana –suspiró
-Vamos a dormir , ya es tarde –giró un poco la cara del castaño y lo besó desde atrás-
Se fueron a la habitación y Sehun se quitó la camisa y se puso una polera más holgada y suelta
Lay se quedó en silencio observando la perfección de su cuerpo , a pesar de que él ha bailado toda su vida no tiene los abdominales tan marcados , ni la espalda tan ancha y los brazos formados…No cómo Sehun que era completamente perfecto.
-¿Por qué me miras así? –miró el alto al castaño inmóvil
-Por nada…¿Me prestas una polera? –hizo un puchero-
-Las que quieras –rió y le pasó una azul muy ancha para Lay-
-Esto es cómo un vestido para mí –rió-
-¿Quieres pantalones también? –preguntó amablemente
-Si tienes…-suspiró el bailarín
-Sí , si tengo –le pasó uno suelto pero ajustado en la cadera-
-Gracias –se quitó la polera y se la puso , se sentó en la cama y se puso los pantalones- Todo es muy grande –se comenzó a reír-
-Me gusta usar cosas que son holgadas- se acostó y atrajo a Lay hacia sí- pero , ¿sabes qué me gusta más?
-¿Qué? –se miraron-
-Tú –el alto besó una vez más al castaño- Tú me encantas –rieron
Se besaron por unos minutos más y luego se acostaron
Sehun puso su brazo en la cintura de Lay y éste apoyó su cabeza en el fuerte pecho de Sehun.
Se durmieron a los pocos minutos , felices con el simple hecho de estar juntos.