EL COLOR VERDE
El viernes llegó, y más allá de su poder y voluntad, Baekhyun llegó a la escuela justo a tiempo para la última llamada para abordar los autobuses. Nunca prestó atención a la forma en que el maestro lo regañó por aparecerse tan tarde, casi perdiéndose el viaje, ya que de todas formas no le importaba mucho si terminaba observando las largas prisiones de tránsito encerrar a todos los de su año rumbo al campamento que asemejaba el infierno.
Después de pasar su equipaje, Baekhyun subió al autobús, sin sorprenderse por la falta de asientos mientras todos se habían acomodado ya hace mucho tiempo antes de que tocara los terrenos de la escuela. Suspirando, caminó por el pasillo, ignorando las miradas y empezando a buscar por un asiento vacío, rezando en silencio que no fuera a lado de alguien a quien no iba a ser capaz de soportar. Para su suerte, encontró un asiento vacío justo al lado de Yixing, el chino de intercambio, a quien Baekhyun no le importaba. La vida, sin embargo, creía en el balance del yin y el yang así que Chanyeol estaba sentado justo cruzando el pasillo en el asiento pegado al pasillo. Y por el hecho de que Yixing se movió hacia el asiento pegado a la ventana, Baekhyun se quedó con el que estaba pegado al pasillo, haciendo parecer como si él y Chanyeol estaban sentado uno al lado del otro.
“¡Lo lograste!” Dijo Chanyeol mientras dejaba salir un suspiro de alivio cuando Baekhyun colocó su mochila debajo de su asiento. “Te estaba mandando un mensaje para ver si ya estabas aquí porque no te había visto en la multitud antes de que nos empezaran a dejar subir, pero no contestaste.”
Baekhyun encogió los hombros antes de dejarse caer en el asiento y darle a Yixing una pequeña, amable sonrisa. Luego regresó su atención al gigante inquisitivo a su derecha. “Lo siento, mi celular está muerto,” contestó “Me dormí tarde y se me olvido cargarlo.”
“Oh,” Chanyeol observó como el castaño metía sus manos en los bolsillos frontales de la chamarra ligera color gris. Pensó que Baekhyun se veía un poco aburrido y perdido sin sus usuales audífonos. Alcanzándolo, el gigante jaló suavemente a su vecino. “Ey, ¿Te puedo decir algo?”
Mirando alrededor, Baekhyun miró precavidamente a Chanyeol. “¿Es tan importante que tentará a las personas a espiarnos?”
Rodando sus ojos, Chanyeol se encogió de hombros. “Nadie espía en esta escuela más que tú,” se burló “No, de hecho, estoy pensando si debería o no disculparme.”
Baekhyun parpadeó. “¿Por qué?”
“Ayer en la noche”
Sabiendo que Chanyeol se refería al incidente después del partido de básquetbol el día anterior, Baekhyun sostuvo el aliento por un momento. “No hay nada de qué disculparse.”
“¿Estás seguro?” Chanyeol continuó insistiendo. Baekhyun estudió sus características por un rato antes de decidir mirar hacia otro lado y alcanzar su celular en el bolsillo trasero “¿No tengo que disculparse por esa… cosa?”
“¿Qué tiene de malo?” Baekhyun bufó, sacando los audífonos de la capucha de la sudadera. “¿Te arrepientes de haber invadido mi burbuja de espacio personal?”
El gigante sonrió de lado, encogiendo los hombros casualmente “En realidad no, pero no quiero que estemos incómodos”
“Qué trágico sería eso,” Baekhyun murmuró mientras prendía el aparato, despertando de su letargo. “¿Hacerte sentir como si estuviera mal hablar conmigo? Porque, eso sería una pesadilla.”
“Tu sarcasmo no me espanta.”
“Solía hacerlo”
“He aprendido una cosa o dos desde la última vez que nos vimos.”
“Entonces, ya sabrás cuándo es mejor dejarme solo, ¿cierto?” Baekhyun insertó el audífono en el celular. Chanyeol lo miró mientras lo hacía, atrayendo la atención del castaño y sonriendo. “¿Qué?”
“Se te olvido cargar, ¿eh?”
Los labios de Baekhyun se curvaron hacia arriba y miró hacia un lado. “Quizá me acorde de alguna memoria falsa—”
“La segunda.”
“Cierto,” Chanyeol respondió, chasqueando su lengua mientras se acomodaba en su silla y se reclinaba. “Como sea, ¿Quieres escuchar mi lista de cosas por hacer para este viaje o ya estás ignorando ante Three Day grace o—”
“Bien, eso me da aproximadamente diez segundos antes de que reproduzcas tu lista de música,” Dijo rápidamente Chanyeol “Básicamente, pensé que, quizá, ojala, tu y yo podamos volvernos más cercanos y tu veas que yo no—“
Baekhyun cerró los ojos y relajó los hombros, señalando le a Chanyeol que ya no estaba consciente de las palabras que salían de la boca del gigante. Chanyeol, a cambio, lo miró antes de que continuar con una sonrisa y encogerse de hombros. Después de que el gigante se metió en sus asuntos, alejando su atención del aislacionista a su lado, Baekhyun echó una ojeada y miró antes de reproducir la lista de música que había creado la noche anterior.
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Había dos cosas que sorprendieron a Baekhyun cuando se despertó de la siesta que nunca había planeado en tomar. La primera fue había caído dormido en el hombro de su compañero, y la segunda sorpresa fue cuando al desbloquear su celular, notó que su fondo de pantalla había sido cambiado por la cara sonriente de Chanyeol. Dejó escapar un gruñido suave antes de darte al gigante su atención cansada, y cachar al deportista sonriendo para sí mismo sobre nada en particular.
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Registrarse tomó veinte minutos de la vida de Baekhyun mientras esperaba en la fila con Chanyeol a su lado hablado sobre la naturaleza que los rodeaba. Baekhyun, como siempre, pretendía como si no estuviera escuchando, pero en realidad, escuchaba lo mal informado que estaba Chanyeol sobre algunos tipos de plantas y peligros a su alrededor. Sonrió a si mismo durante un rato ante la idea la estrella de basquetbol tratando de impresionarlos con su alto conocimiento en verdes (plantas), pero cuando sentía los ojos en él, Baekhyun dejaría caer su expresión fácil y optaba por algo más simple y aburrido.
Mientras se acercaban al edificio de madera para registrarse, Chanyeol codeó suavemente al castaño a su lado y se inclinó. Por reflejos, Baekhyun se movió en la misma dirección poniendo un espacio entre los dos. Miró hacia los lados hacia el chico a su lado con una mirada de fingida molestia en sus ojos.
“Espacio personal y apariencia pública” dijo en una voz que sólo era lo suficientemente fuerte para que escuchara el gigante. “¿Qué es lo que hablamos al respecto?”
“hmmmmmm” Chanyeol tarareó, mirando hacia arriba al cielo con una sonrisa en su rostro “¿Qué es lo que hablamos al respecto? ¿De qué hablamos con nuestros labios?”
Alerta hacia donde iba dirigiendo la conversación de Chanyeol, Baekhyun giró drásticamente en su dirección para mirar a Chanyeol en forma de advertencia. “No te atrevas—”
“¿Labios como los que usamos para…” Chanyeol pausó y Baekhyun paró de respirar mientras el gigante se inclinaba para susurrar en su oído “besarnos?”
Inmediatamente, el rostro de Baekhyun se volvió rojo como los betabeles de la tienda que le gustaba frecuentar a su abuela (aún más desde el día que descubrió quien era Chanyeol para su nieto), Chanyeol cubrió su boca con el dorso de su mano, y aguantó una sonrisa ante la reacción nerviosa de Baekhyun.
Tan rápido como pudo, Baekhyun dejó a Chanyeol atrás, caminando rápido en la oficina para registrarse dándoles su nombre. Podía sentir a Chanyeol observándolo desde atrás mientras recogía su gafete y su camisa. Tan pronto como tuvo su gafete y camisa del campamento, murmuró sus excusas y se apretó para pasar por la puerta.
Caminó por un rato, lejos de la fila llena de gente y hacia un área más despejada. Desdoblando la camisa, Baekhyun se tomó un rato para verla, aun así sólo necesito unos segundos para decidir que no le gustaba mucho el color ni el diseño. Suspirando, puso la camisa bajo su brazo y miró a su gafete, volteándolo y viendo lo que Kyungsoo había dicho sobre el acomodo de los cuartos era cierto. Realmente lo habían puesto en la cabaña treinta. Por un segundo, Baekhyun se preguntó si podría pedirle a alguien que cambiara con él, pero el pensamiento fue interrumpido cuando sintió una mano en su hombro, quitando su atención de sus pensamientos.
“¿Qué dices si vamos por nuestras cosas al autobús y te ayudo con las tuyas?”
Baekhyun levantó su cabeza y exhaló, oponiéndose a reflejar la felicidad que el gigante le estaba mostrando. “Yo puedo cargar mi propio equipaje. Gracias por el ofrecimiento,” rechazó rápidamente.
Si Baekhyun fuera Rusia, entonces Chanyeol se volvió cada vez más resistente a su invierno. Cada insulto, cada intento de alejarlo se estaba volviendo más y más fácil de superar y esquivar. “Lo sé, pero no quería que cargaras nada pesado.”
“Tengo una mochila y una bolsa de la que puedo lanzar sobre mi hombro.”
“Si cambias de opinión, estoy justo aquí”
“Sé que lo estas. Estás bloqueando el sol,” Chanyeol sonrió y Baekhyun miró a otro lado mientras se empezaban a movilizar de regreso al autobús.
“Eres chistoso,” contestó el gigante, codeando juguetonamente a Baekhyun mientras lo rebasaba. “Sé que soy alto y todo eso, pero no me confundas con un árbol, ¿está bien? Los árboles no tiene labios.”
“No pregunto porque me gustan, entonces.”
Chanyeol sonrió aún más. Mientras el tiempo avanzaba, encontraba mucho más fácil el interactuar con el castaño testarudo en comparación de la primera vez que se había acercado a Baekhyun aquel día en el salón de clases. Lleno de felicidad, bajó su cabeza y se rió entre dientes para sí mismo, ganándose, por un pequeño momento, la atención y concentración de Baekhyun.
“¿Algo es chistoso?”
“No.”
“Hn.”
Tan rápido como bendijo a Chanyeol con su tiempo, Baekhyun continuó tan veloz como podía. Había una belleza en caminar con el silencio rodeándolos, y había una sensación de completa serenidad. A su alrededor, no había nada, más que árboles —delgados y anchos— habitando el área, en volviéndolos, y forzando cada individuo a sorprenderse con su belleza masiva. Sin embargo tan difícil como pudiera parecer para el hombre el rehusarse a las últimas maravillas de la naturaleza, Chanyeol quería diferir que el testarudo, introvertido, y aun así amable rompecabezas que caminaba delante de él era mucho más hermoso que cualquier paisaje que la madre naturaleza pudiera confeccionar para ofrecer.