CONFESIONES EN LA OSCURIDAD
La inmunidad nunca estuvo en ninguna forma en favor del bienestar de Baekhyun. Aun cuando habló con el jugador de basquetbol temprano por la mañana, podía sentir la enfermedad comenzando a adentrarse en su sistema, amenazando con destruir su ánimo y su salud en un par de horas. Puede que Chanyeol se haya ofendido por la forma en que el castaño aumentaba la distancia mucho más de lo que se consideraría íntimo, pero todo era por una buena razón según Baekhyun. No quería que el chico se contagiara de su enfermedad.
Varios factores contendían por robarse el crédito de su estado de salud. Baekhyun pensó que había sido el clima húmedo y las ráfagas de viento que habían soplado los últimos dos días. Otro pensamiento que se le vino a la mente fue su tarde nadando en las aguas frías con Chanyeol, pero rechazó la idea. Él recordaba muy bien lo caliente que se había puesto después.
Para cuando llegó la hora del almuerzo, el dolor de cabeza ligero se había vuelto severo y Baekhyun sentía unas ganas extremas de vomitar. Kyungsoo había estado demasiado entretenido discutiendo con el capitán de futbol para notar que el castaño estaba perdiendo lentamente su batalla. Cuando fue demasiado, Baekhyun empujó su bandeja y se lanzó fuera del lugar, corriendo tan rápido que cuando se dejó caer de rodillas en la caseta del baño, se deslizó, raspándose mientras su estómago sacaba todo fuera de su sistema.
Tiró de la cadena, volteándose para no ver el vómito. Tambaleándose fuera del baño, logró llegar al lavabo, lavándose la boca antes de mojarse la cara. Con ojos pesados, los cerró, pensando que ayudaría un poco para aminorar la desorientación, pero no lo hizo.
Lo último que esperaba eran manos en su espalda. Volteando su cabeza, se encontró con los ojos de Chanyeol y una oleada de vergüenza se apoderó de él, pero antes de que pudiera reconocer el sentimiento y rechazar la presencia del chico, Chanyeol lo tomó por el brazo.
“Iremos a la cabaña de la enfermera”.
“Estoy bien”, Baekhyun gruño, jalándose para quedar libre. Una molestia es lo que hubiera sido si hubiera puesto un pie en la oficina. Para él, sólo era un dolor de cabeza y un estómago débil. Tenía otras opciones. “Regresaré a mi cabaña”.
Mientras se giraba hacia la otra dirección, escuchó a Chanyeol dejar salir un gruñido frustrado, pero sin embargo lo siguió. “Por una vez, ¿Dejarías de rechazarme?” Preguntó. “¡Te darán algo para que te sientas mejor!”
“Ya vomite. No necesito nada más mas que acostarme”.
“Baekhyun, por favor” Con sus hombros caídos, Chanyeol apretó la mandíbula y siguió adelante, tomando al castaño de la mano de una forma amable. “Pretende solo por una vez que soy Kyungsoo, y sólo—”
“Yo no voy a pretender que tú eres él, Chanyeol”, Baekhyun espetó, sobándose el puente de la nariz. “Tú no eres él, y nunca lo serás. Y nunca quiero que seas como él, así que opina lo que quieras, pero no te atrevas a comparar”.
Como si lo hubieran golpeado en el rostro, las mejillas de Chanyeol se sonrojaron mientras él jalaba su mano lejos. “Está bien” Dejó de caminar y Baekhyun se detuvo también. “Ve. Pero yo iré a la oficina y te traeré algo”.
“¿Por qué?”
“¡Porque estás enfermo!” Chanyeol se justificó, voz elevándose. “Y el clima no ha sido exactamente bueno, así que puede que empeores si no te tratamos ahorita. Y—” Dio un paso para enfrente, achicando el espacio entre ellos y colocando la palma de su mano en la frente del más pequeño. “Y estas caliente”.
“Sorprendente. Estoy vivo y radiando calor de mi frente como un adolescente no—”
“No es momento para que seas sarcástico” Chanyeol suspiró, removiendo su mano. “Por lo menos ¿Necesitas algo de ayuda para llegar allá?
“No”.
“¿Estás seguro de eso? Es enserio, Baekhyun”.
“¿Soy un niño para ti?”
“Sabes, ¡Algunas veces actúas como uno! ¡Como cuando eres testarudo y así!”
Eso golpeó más fuerte de lo que había anticipado y Chanyeol notó en el momento en que el rostro de Baekhyun decayó. Tragó, como si se pasara las palabras que había salido de sus labios, pero mantuvo su expresión, sosteniendo lo que había hecho y dicho.
“Lo siento por preocuparme—quizá demasiado, en tu opinión” Chanyeol comenzó, manos cerrándose y abriéndose. “Pero voy a hacer esto a mi manera. Si realmente estas bien, entonces vete. Entra a la cabaña y quédate ahí si no te sientes físicamente con ganas de nada más, pero de todas formas yo voy a ir, y te voy a conseguir algo. ¿Qué es lo que tienes? ¿Dolor de cabeza y una fiebre ligera? ¿Qué más? ¿Solo eso?”
Baekhyun no respondió; su mirada en blanco observando al chico que era más alto que él. A pesar de ser más intimidante por naturaleza, sus efectos ya no tenían ningún valor.
“Habla o te voy a llevar a la oficina—”
“Eso es todo” Baekhyun interrumpió. Tan amable como Chanyeol era, tenía el poder para hacer con él lo que quisiera si tenía que llegar a ese punto. “Nada más”.
Chanyeol lo miró dura y largamente. Baekhyun esperó por este último para que se retirara primero, pero se encontró con que sucedió lo opuesto mientras Chanyeol se quedaba de pie mirándolo, ordenándole en silencio que hiciera el primer movimiento. Cada hueso en su cuerpo quería rebelarse contra la orden no-verbal, pero sólo por mero hábito. Normalmente Baekhyun rechazaba las órdenes, pero ese era el estilo de vida y elección personal en la que había decidido embarcarse.
Rendirse ante la presión era similar a ondear una bandera blanca en el campo de batalla. Hería su orgullo, pero el premio de retirarse de la presencia de Chanyeol era tan refrescante como amargo para tragar. Aunque él deseaba haber sido más rápido, era algo sobre lo que no tenía control. De acuerdo con su cuerpo, no se sentía a la altura del desafío, pero por el bien de las apariencias, se tragó las advertencias de su cuerpo y enderezó su espalda, caminando fuerte hasta que estaba lejos de los preocupados ojos del atleta.
Dio vuelta en una esquina que lo bloqueaba de la vista del chico y se movió a un lado del edificio, dejándose caer y vomitando.
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Su sistema inmunológico siempre era débil en los momentos en los que Baekhyun más necesitaba una defensa fuerte. En soledad, hubiera aceptado sus dolencias en silencio, pero cuando estaba en compañía de otros, le irritaba mostrar debilidad frente a ellos, y Chanyeol era el último individuo en la faz de la tierra delante del que quería sucumbir.
Con la temperatura de su cuerpo elevándose, se enrolló en su cobija, maldiciendo la falta de competencia de su parte para empacar algo más grande, caliente y grueso. Sin aceptar excusas, el mismo no aceptó ninguna para detener el odio hacia sí mismo.
Esperó minuto tras minuto por el regreso de Chanyeol, pero después de que el tiempo avanzara con nada más que silencio de la cabaña taladrando sus oídos, Baekhyun se dejó llevar por el sueño, consciente de que nadie lo extrañaría más allá de las paredes de la cabaña.
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El viaje había tomado más de lo esperado, y Chanyeol se sintió así mismo alcanzando el fin de su paciencia. Sin ningún estudiante enfermo que lo acompañase, la enfermera se había rehusado a darle acceso a los medicamentos que necesitaba a pesar de lo tonto que era considerando que había pastillas en todos los mostradores. Cuando la mujer salió, él entró en su oficina y rápidamente encontró las cosas en su lista mental, pero todo el proceso había tardado más de lo que había anticipado.
La única imagen revoloteando en su cabeza todo ese tiempo era la de Baekhyun y el recuerdo de las rodillas del chico golpeando fuertemente el piso del baño. Mucho antes de que el castaño saliera apresurado del comedor, Chanyeol tenía la sensación de que algo en él iba mal. Entre la mirada distante de los ojos de Baekhyun y la forma en que su cuerpo se mecía para delante y para atrás, banderas rojas ondeaban captando la atención de Chanyeol, y no dudó en correr detrás de él inmediatamente siguiendo la partida del castaño.
Chanyeol se encontraba corriendo de regreso a la cabaña, sudando frío ante el pensamiento de Baekhyun sufriendo solo. Había ocasiones en las que había intentado llegar más allá de él mismo al cuestionar sus sentimientos por alguien que era implacablemente frío, pero pensó que el amor era una fuerza complicada de enredos y rompecabezas hecha para no entenderse.
El bosque estaba en silencio salvo por el río en la distancia, fluyendo con felicidad debido a la lluvia que había recibido durante los últimos días. Chanyeol tenía cierto grado de apreciación por la naturaleza, pero en ese momento no estaba presente. Parte de él deseaba poder cargar al pequeño joven fuera del hogar de la naturaleza y de regreso a la civilización donde los cuidados estuvieran más accesibles, pero por más fuerte que fuera, eso era casi imposible.
Llegando a la cabaña se detuvo justo antes de alcanzar la puerta. Había cierta falta de expectativa de su parte, pero estaba listo para enfrentar al castaño en cualquiera que fuera su actitud. Le dolía pelear contra el joven, especialmente cuando tenía que ver con el hecho de volverse asertivo y demandante, pero Chanyeol no tenía otra opción más que ser dominante en la situación que parecía tan terrible a pesar del sentimiento de impotencia que se revolvía dentro de él ante los padecimientos de Baekhyun.
Dando un paso dentro, la cabaña estaba a oscuras, y ningún saludo ni palabra de reconocimiento le recibieron. Vio un bulto en la cama de Baekhyun y sintió su corazón caerse. Por un segundo quiso regresar a fuera y gritar ante el horrible sentimiento de sentirse inútil para ayudar a Baekhyun a superar sus dolencias, pero Chanyeol sólo apretó los dientes.
Encendiendo las luces, caminó hacia el cuerpo y sacó las medicinas del bolsillo de su chaqueta antes de quitársela y colocarla a un lado. Baekhyun gruñó, murmurando palabras que parecían maldiciones contra el gigante y la luz, pero tuvieron en Chanyeol la reacción opuesta y sonrió.
“Hey. Siento haber tardado tanto. Hubo un problema, pero lo resolví”.
“Apaga las luces” Baekhyun graznó. Su voz quebrándose y Chanyeol apretaba los labios.
Moviéndose hasta su mochila, Chanyeol sacó una botella de agua y la abrió. “Siéntate, Baekhyun” dijo, arrodillándose a un lado de la cama de Baekhyun y empujándolo desde su costado. “Haz esto por mí, está bien. Sólo son dos pastillas. Es todo lo que pido”.
Baekhyun protestó, dejando a Chanyeol sin ninguna elección más que sentarse en su cama y suavemente forzarlo a que se sentara. Demasiado débil para dar batalla, Baekhyun accedió a su petición y se sentó usando el pecho del atleta para sostenerse en esa posición.
Sosteniendo las dos pastillas en su mano, Chanyeol colocó ambas en la lengua de Baekhyun y puso la botella de agua en sus labios. Tratando de animar el ambiente, tarareó una melodía mientras el castaño bebía. Una vez que terminó, Chanyeol dejó un pequeño beso a un costado de la cabeza y se movió gentilmente de la cama, recostando lentamente otra vez a Baekhyun.
“Voy a dejar el agua aquí a un lado tuyo, ¿Está bien? Hidrátate”.
“Bien” Baekhyun se quejó, volteándose y jalando la cobija sobre él regresando a su posición fetal. “Apaga las luces…”
Chanyeol juntó sus cejas, frunciendo el ceño ante la vista. Había sentido a Baekhyun extremadamente caliente contra él, y el gigante sólo podía imaginarse el frío que pudo haber sentido. El clima no tenía piedad, trayendo consigo vientos y a la cabaña le hacía falta aislamiento.
Maldiciéndose, Chanyeol caminó hasta su propia cama y tomó sus cobijas extras. Cubrió a Baekhyun holgadamente y se volteó para cerrar y asegurar la puerta de su cabaña.
Baekhyun esperó el momento en que las luces desaparecieran, pero ese instante tomó más de lo que había anticipado. Atrás, sus oídos captaron el sonido de ropa cayendo al suelo. Antes de que pudiera hablar, demandando que las luces se apagaran por segunda vez, la cabaña se bañó en la oscuridad previa.
Suspirando, Baekhyun regresó a su modo de descanso, irreflexivo de nada más en el mundo hasta que sus cobijas le fueron quitadas y un cuerpo se presionó contra su espalda.
Chanyeol escuchó un jadeo pequeño, pero no le prestó atención mientras continuaba poniéndose cómodo. Colocó una mano en el hombro de Baekhyun y lo volteó para que le diera la cara. Sonriendo, sabía que a pesar de la oscuridad, Baekhyun estaba intentando mirarlo intensamente.
Sin embargo, el atleta lo atrajo más cerca, colocando un brazo alrededor de la cintura del castaño.
“¿Qué es lo que crees que estás haciendo?” Baekhyun preguntó. El tono en que preguntó su voz, sin embargo, mostraba ningún veneno contra aquella acción.
Tarareando, Chanyeol acarició la cabeza del último con su mejilla. “Manteniéndote caliente”.
“Nunca te pedí que hicieras esto…”
“Nunca me pides nada” Chanyeol contestó suavemente. “Ese es el problema”.
Baekhyun se quedó en silencio y Chanyeol entendió, pensando que en este punto el castaño estaba demasiado cansado para generar alguna réplica. Luego, para su sorpresa, Baekhyun movió su brazo, y lo abrazó.
“Lo siento” La disculpa se dijo tan débilmente, que Chanyeol apenas y la escuchó. Luego oyó un pequeño sollozo. “No pretendía gritarte así, sabes… Tú sólo tratabas de ayudarme. Lo entiendo”.
Pasando saliva, Chanyeol no se pudo mover por un segundo. Luego besó la frente del castaño. “Está bien” Dijo comprensivamente. “Lo sé”.
“Debes parar de besarme de esa forma…”
“¿Porque haría eso?”
Baekhyun elevó sus hombros un poco. “No lo merezco”.
Jalándolo más cerca, Chanyeol tarareó. “No lo creo. Pararía si no los merecieras”.
Riéndose silenciosamente, Baekhyun presionó su frente contra el pecho del joven.
“Chanyeol”
“¿mmm?”
“Lo que dije sobre Kyungsoo antes…. lo dije enserio”.
Hubo una pausa. “Lo sé “.
Chanyeol se sintió un poco derrotado. Por su puesto que sabía que nunca sería Kyungsoo. Siempre había una parte de él que no alcanzaría a llenar los zapatos del joven bajo, pero era algo que no podía arreglar. Trató de no pensar al respecto. En ese momento, la única cosa que le importaba estaba en sus brazos.
Sin embargo, fue sorprendido después “Nunca serás como él, y espero que permanezca de esa forma.” Baekhyun prosiguió con la voz más débil. “Deja de sentirte tan inseguro sobre él… Terminé con él porque él cambió. Y por más voluble que sea en algunas cosas, una vez que está terminado, está terminado, ¿De acuerdo? Así que, sólo para”.
Era increíble que tan rápido Baekhyun podía romper su corazón y repáralo.
“¿Te he dicho lo tan enamorado que estoy de ti?”
Baekhyun bufó. “No lo creo, pero quédate con eso”.
“Como puedo quedármelo para mí mismo cuando se desborda de mi…” Chanyeol murmuró.
“Solo cállate. Estoy cansado”.
“Está bien” Segundos pasando y las manos de Baekhyun viajaron hacia el sur, alarmando al gigante. “Hey, ¿Qué estás haciendo travieso— ¡au!”
Chanyeol arrugó la cara por el dolor en su espalda.
“Sólo estaba verificando si tenías puesta ropa interior… idiota”