Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Carpe diem: Lovers on spiral por NozomiNekitaChan

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Waaaah! No vayan a matarme, por favor >.< Faltan dos minutos para el lunes, sorry, pero es que estuve haciendo Fanfic's Rol's con mi loca yaoista y se me fue el tiempo xD

Bueno, mi castigo se fue muy rápido :v

Vale, este... ¿recuerdan el cap extra que iba a subir el miercoles pasado? Pues se lo pondre hoy <3 Y para la semana que viene el cap 9 que es la segunda parte de "Esto NO es una coincidencia" donde habrá algo interesante eue Y donde quizá me vayan a putear algunas(?)

Bueno, basta de cháchara y al cap

 

Enjoy~

Capítulo 8: Puppy.

                Asomó la cabeza hacia el exterior del salón como quien trata de escapar de un adulto cuando hace travesuras. Giró la cabeza, mirando a todos lados una y otra vez hasta cerciorarse que no había nadie cerca, y mucho menos Kibum. Soltó un suspiro, liberando el aire y la tensión que había mantenido hasta entonces.

                -No hay moros en la costa…- murmuró

                -¿Qué haces, Hyung?

                -¡Waaah!- dio un salto, escondiendo la que traía en los brazos detrás de su espalda- ¡Taemin! ¡¿Es que quieres causarme un infarto?!

                -Lo siento, Hyung. Pero, ¿Por qué te escondes?- preguntó ladeando la cabeza

                -Pues porque…- guardó silencio, volvió a asomar la cabeza, y vio al pelinegro charlando con algunos compañeros

                -¿No quieres que Umma te vea?

                -¡¿Qu-Qué?! ¡No, no! ¡Claro que no! Jajaja, ¡¿Por qué debería, yo, esconderme de Kibum?! ¡Ohh, ¿pero qué cosas dices, Tae?! No, no, definitivamente no tengo que ocultarle- rió nervioso. El menor lo observó fijamente-. “Mierda, debo aprender a guardar silencio”

                -Yo nunca dije eso, Hyung

                -“¡Mierda!”

                -Hoy es su cumpleaños, ¿cierto?- sonrió, inclinándose hacia adelante y acorralando a Jonghyun. El mayor sólo asintió- ¡No le diré nada sobre tu regalo a Umma!

                -¡¿R-Regalo…?!- se sonrojó brutalmente

                -¡Adiós, Hyung! ¡Nos vemos en casa de Minho Hyung!- gritó alegremente mientras se alejaba corriendo

                Suspiró. ¿Era tan obvio? Volvió a suspirar. Después de todos, no era como si Tea fuese a decirle a Key, no era un soplón, pero… era algo vergonzoso, que supieran que sí iba a regalarle algo. ¡Oh, Dios! Se estaba comportando como la Diva. Agitó la cabeza efusivamente, ¡no, él no era como esa Dvia! Sin embargo, era su mejor amigo, desde hace ya 3 años, y junto con Minho, Onew y Taemin se habían vuelto bastante cercanos. Ese día era cumpleaños 15 de Kibum, e iban a invadir la casa de Choi para celebrarlo y luego salir huyendo antes de tener que limpiarlo todo.

                Recordaba que hace algunos días había estado en la casa de Kibum…

Flash back

                Se quedó parado en el marco de la puerta, observando al pelinegro hecho una bolita sobre su cama, temblando y sollozando, ¿Qué había pasado? ¿Por qué estaba así? ¿Qué sería tan malo como para que Kim Ki Bum se pusiera a llorar de esa manera? Quiso averiguarlo, pero cuando abrió la boca y el otro se percató de su presencia, dio un salto, aún dándole la espalda. Se secó las lágrimas con el dorso de la mano. Su voz sonó ahogada, forzada.

                -¿Qué haces aquí?

                -Venía a verte, para hablar contigo- murmuró, sonrojado-. Este… en 3 días… es… es tu cumpleaños. Nos reuniremos en casa de…

                -No voy a ir- susurró, conteniendo las lágrimas que querían salir

                -¿Por qué no? ¿Y por qué estás llorando?- se acercó a la cama, observando por encima de su hombro

                -¡No estoy llorando!- gritó inmediatamente. La voz se quebró, y comenzó a llorar nuevamente- ¡Tonto, tonto! ¡Vete! ¡Vete de mi casa!- se levantó, tomando una de las almohadas y lanzándosela al platinado

                -¡O-Oye, ¿Qué rayos te pasa?!- frunció el ceño- ¡Sólo pregunté porque estaba preocupado, idiota! ¡Bien! Quédate solo, ¡yo me largo, habla con Minho y los demás sobre la reunión!

                -¡I-Idiota!- sollozó, lanzándole almohadas, cojines y algún que otro peluche- ¡Idiota, idiota, idiota! ¡¡Jonghyun idiota!!- siguió llorando escandalosamente

                El platinado había salido y había cerrado la puerta, quedándose de pie en el medio del pasillo, recostado contra la puerta y oyendo los gritos de Kibum insultándolo.

                -¿Qué rayos le pasa? ¿Ahora qué he hecho para que se enfadara conmigo?- frunció el ceño- No importa. Es un idiota

                Se dio vuelta, caminando hacia la salida del pasillo. Mientras lo hacía pensaba en las posibles razones por las cuales podría estar tan enfadado, aunque… pudo haber sido porque simplemente le vio llorando. ¡Era un Diva! ¿Qué se puede esperar de alguien como él? Era tan impredecible. Aún así le tenía bastante cariño, y ya se enteraría, ¿no? cuando llegó a la puerta, se detuvo, oyendo la voz de una mujer; se giró, hallando a la madre del pelinegro.

                -¿Ya te vas?

                -Sí…- dijo simplemente, extrañando a la mujer

                -¿Pelearon?- preguntó preocupada. Jong asintió, algo dudoso- Oh, no… ¿estuvo llorando?

                -Llorando…- repitió las palabras mirando hacia el suelo- sí, lloró como un desquiciado

                -… ¿Te dijo algo?

                -Nada importante, señora- se encogió de hombros-. Pero, ¿Por qué…?

                -Shine murió, está mañana- dijo con pesar, bastante triste

                -Shine… ¡¿el perro que…?!- abrió los ojos se par en par

                         Ella asintió… ¿entonces eso era? Eso explicaba la razón de su llanto… esos almohadazos, ¿fueron para desahogarse? Conociendo a Kibum, era más probable que lo hubiera hecho para desahogarse un poco, y no porque en verdad estaba molesto. Soltó un suspiro, dándose media vuelta para regresar por el pasillo hasta llegar a la puerta de su habitación. Tomó una gran bocanada de aire antes de convencerse a sí mismo de que no iba a recibir más almohadazos (Mentira. No se convenció ni él), colocó su mano en el pomo de la puerta, y con la otra, tocó. No hubo respuesta a la primera. Volvió a tocar, y…

                         -… Vete, Jong- respondió al otro lado de la puerta

                         -Kim…

                         Hubo un silencio durante varios segundos, y después el pelinegro abrió la puerta con la cabeza gacha. No quería verle. Definitivamente no quería verla y que supiera que había vuelto a llorar. Por otra parte, el pelinegro sintió ganas de abrazarlo, le recordó a una chica que acababa de llorar; se golpeó mentalmente por pensar eso… ¡era su mejor amigo, CHICO! “Por Dios, Jonghyun”, se repetía una y otra vez. Mientras él se regañaba a si mismo internamente, una voz lo sacó de sus pensamientos.

                         -… Te había dicho que te… fueras…- chilló, intentando contener las lágrimas que querían dejarlo en evidencia (más que antes)

                         -No me voy- negó firmemente, entrando a la habitación-. ¿Por qué llorabas?- reiteró esa pregunta

                         Sólo silencio total por parte del pelinegro, al menos durante algunos segundos, ya que volvió a estallar en llanto (N/A: ¡Que llorón!).

                         -Lamento lo de Shine- habló bajo, sintiéndose mal. No quería verlo llorar, definitivamente NO lo quería ver llorar

                         Hubo un silencio incómodo, durante el cual Key trató de detener su llanto y Jong se resistía a abrazarlo de repente. Luego de algunos minutos, se calmó, secó los rastros de lágrimas que había en sus mejillas y miró al platinado con algo de arrepentimiento.

                         -Lamento haberte echado. Y, sobre la reunión…

                         -No debes ir si no quieres

                         -¡S-Sí quiero!- se apresuró a explicar. Se sentó en la cama, tomando aire y soltando algunos suspiros- Nos veremos en casa de Minho- sonrió ampliamente

                         -Sí

End flash back

                         Ya habían pasado los días, y era el cumpleaños de ese llorón. Salió del salón, caminando por los pasillos con aquel bultito en brazos que comenzaba a removerse. Suplicaba para que no lo descubriera la directora… o estaría en serios problemas; soltó un suspiro de alivio y sonrió, liberando la tensión de su cuerpo cuando pisó fuera de las instalaciones del instituto, y una vez fuera comenzó a correr en dirección a la parada de buses más cercana. Había comenzado a llover y además de eso, había visto a Key salir detrás de él, lo había evitado todo el día y seguramente quería saber por qué… ¡pero Jong no quería verlo! Joder, que cuando Kibum quería arruinar las sorpresas, ¡las arruinaba! Pero esta vez, no. no podía dejar que lo viera antes de entregárselo en la casa de Minho. Miró por encima de su hombro, el pelinegro estaba empapado, y probablemente él y el regalo también lo estarían. Corrió para evitarlo, y no notó cuando pasó junto a la parada de buses del lado contrario de la casa de Choi. Espera… si estaba corriendo en esa dirección, y acababa de pasar la parada más alejada de la casa de Minho… eso significaba… que…

                         -¡Oh, DEMONIOS!- gritó mientras se detenía en seco

                         ¡Estaba yendo en la dirección contraria! ¡Y hasta ahora se había dado cuenta! Iba a tener problemas serios. Estaba lloviendo y ya los buses no iban a ir a hasta el otro extremo de la ciudad con esa casi-tormenta. Los taxis tampoco, y dudaba mucho que siquiera le quedara dinero para pagarlo, aunque bien podía subirse y luego pedirle algo de dinero a Minho u Onew, ¡el problema seguía siendo podre detener uno! Ahh… si quitaba esas opciones, tan sólo le quedaba seguir caminando, una cuadra, hasta llegar a la estación y tomar el metro.

                         -¡Pero no dejan…!- gruñó en voz baja

                         -¡JOOONG!- escuchó la voz del pelinegro acercarse, y pisadas sobre los charcos de agua- Maldición, mi ropa- bufó

                         Arrancó a correr de nuevo. Ya se las arreglaría para entrar al metro.

                         *

                         -¡¡JOOOOOONG!!- gritó, furioso y empapado, con el frío calándole hasta los huesos- ¡¡Kim Jong Hyun, más te vale no dejarme aquí!! ¡Bastardo! ¡NO TE VAYAS, IDIOTA!

                         -¡Lo siento! ¡Nos veremos en casa de Minho!- dijo mientras se cerraban las puertas del metro

                         “¡JOOOONG!” alcanzó a leer sus labios, se veía bastante molesto, a punto de golpear la ventana del metro.

                         Suspiró, seguramente no acabaría bonito, por lo menos un par de golpes le iba a dar.

                         Fue un viaje corto, pero le pareció una eternidad ya que se había sentado frente a una de las cámaras y ese jodido regalo no dejaba de moverse. También estaba el hecho de que Kibum probablemente iba a estar esperándolo cuando llegase, o llegaría después que él, pero ese no era el problema… el problema eran los golpes de pelinegro. Afeminado, llorón y todo, pegaba bastante fuerte el condenado. Suspiró. Ya se las arreglaría en la casa de Minho, y si estaba muy molesto, siempre podía usar a Taemin de escudo, ¿no? o a Onew… ahh, estaba perdido.

                         Aún faltaba una estación pero decidió bajarse y caminar, a ser descubierto y echado del metro (jodido regalo inquieto). Notó que para esos lados no estaba lloviendo aún, pero que las nubes grises amenazaban con descargar toda su furia sobre la ciudad en cualquier momento y sin previo aviso. Le hicieron recordar a Key por un momento. Caminó durante algunos minutos, perdido, sin poder recordar cómo llegar a la casa Minho, aunque era de esperarse: siempre iba a en metro, y Minho vivía a una cuadra de la estación, lo único que debía hacer era seguir derecho hasta su casa. Estaba a punto de darse por vencido y regresar a la estación, pero escuchó su nombre. Reconoció automáticamente al dueño de la voz.

                         -¡K-Key…!- ni siquiera se dio vuelta

                         -¿Qué estás haciendo aquí, Jong?- preguntó el rubio, ladeando la cabeza

                         -Tú, bastardo hijo de mil putas- vociferó el pelinegro. Se quitó la chaqueta y arremangó la manga de la camisa del uniforme. Estaba furioso… que diga furioso, ¡colérico!

                         -¿Para algo?- Choi miró a ambos chicos. A Key, que parecía estar a punto de asesinar a alguien, y a Jong, que estaba petrificado, pero listo para echar a correr en cualquier momento

                         Sonó sus nudillos, haciendo que Jong se tensara aún más.

                         -Hyung, te aconsejo correr- el castaño obtuvo un asentimiento como respuesta

                         -¡¡Me las vas a pagar, Jongyun!!- salió tras él

                         -¡M-Mi casa está por allá!- Minho señaló la dirección contraria

                         -¡Te lo agradezco!- el platinado dio la vuelta lo más rápido que pudo, y corrió igual, haciendo alardes inconscientemente de sus altas calificaciones en educación física

                         *

                         Corrió como desquiciado. Como si no hubiese un mañana. Como si su vida dependiera de ello… oh, espera, ¡SÍ dependía de ello!

                         Luego de llegar a la estación del metro siguió derecho hasta encontrarse frente a esa casa con aires de mansión. Para su desgracia, no tenía llave y no había nadie en esos momentos dentro de la casa. Key lo acorraló en la entrada. Estaba mirándolo con toda la ira que tenía por dentro, pero cuando el platinado miró a sus ojos sólo vio otra cosa; se había sentido aterrado, pero en realidad no iba ni quería golpearlo, tan sólo quería alcanzarlo, pero se enfureció tanto que no pudo evitar amenazarle. Todo el día Jong había estado huyendo de él y no sabía por qué.

                         -Si tienes algo que decir sólo hazlo. ¡Si estás molesto conmigo no me evites y sólo dímelo a la cara, joder!- soltó de una vez por todas, alejándose un poco de Jong

                         Hubo un momento de silencio total entre ambos. El platinado había logrado calmarse un poco, en cambio, la expresión de Kibum pasó de ser molesta, a ser bastante triste. ¿Cómo podía cambiar sus expresiones tan rápidamente? Era una de las cosas que había notado, y que más lo confundían del pelinegro. Lo caprichoso, celoso, malcriado, gruñón, frío e irritable que podía llegar a ser, pero también lo cariñoso, llorón, dedicado, dulce, amable, sencillo, infantil y sobre todo lo fácil de contentar que podía llegar a ser; todas esas cosas le gustaban de él, lo cautivaban y lo dejaban K.O también. Y no era sólo su personalidad, cómo era, igual físicamente podía dejarlo fuera de combate.

                -… Si ya no quieres seguir tratando conmigo, lo entenderé. Sólo deja de evitarme- su voz le bajó de las nubes, y le cayó como balde de agua helada

                -¿Qué? ¡No! ¿De qué rayos hablas, Kibum?- tomó su mano, atrayéndolo hacia él. Miró sus ojos, como en una competencia de miradas fijas- Vamos, deja ya de ser un llorón. ¿No crees ya te habría dicho si no quiero seguir siendo tu amigo?

                -… No. Tú no eres tan directo, Jonghyun- lo miró con cara de póker

                -Pero tampoco soy tan cobarde como para huir en ese caso- se acercó más a su rostro, escudriñando en su mirada-. Soy un idiota, sí. Lamento haberte hecho creer eso. Y lamento haber estado evitándote todo el día; merezco tus golpes por imbécil

                -Me basta con que me digas por qué me evitabas, y dependiendo de la excusa que me des, decidiré si golpearte o no- se cruzó de brazos, observando con desdén al platinado

                -Hay que ver cómo eres de…- murmulló. El pelinegro soltó risillas, y guardó silencio al ver que el otro se agachaba para desenvolver algo que traía en el suéter escolar

                Inclinó la cabeza al verlo sacudirse, y el suéter acabó sacudido en su dirección. Su rostro quedó cubierto por la prenda empapada, y cuando lo quitó para lanzárselo a Jonghyun, vio en los brazos de este a un cachorro. No pudo evitar soltar un “Owww” al verlo. Eso era lo que tanto le gustaba a Jong; esas reacciones tan adorables, que lo hacían parecer incluso algo inocente (aunque no tuviera ni la I de la palabra, claro está…); como inclinaba el rostro cuando observaba a esos tiernos animales; la forma en que sus labios hacían una O perfecta, curveada exquisitamente; como sus mejillas se sonrosaban; como… como… la forma de ser de Kibum, su peculiar manera de reaccionar ante un regalo le fascinaban. Quería abrazarlo cada vez que veía en él esas expresiones, pero, eso… ¿Qué sería? Sin pensarlo mucho sacudió de su mente ideas abstractas que querían formarse y traicionar su orientación. Fue bajado rápidamente de esa nube, sacado de su línea indeseada/deseada de pensamiento.

                -¿Esto es para mí?- preguntó, acariciando la cabeza húmeda del animalito, que en respuesta alzó su hocico para lamer tiernamente sus dedos- Oh, pero qué lindo- sonrió, con un ligero rubor en sus mejillas

                -¿Para quién más podría ser? Es tu cumpleaños, ¿o no?- Jonghyun desvió la mirada, haciendo un ligero mohín. Estaba avergonzado y sus mejillas lo delataban

                El pelinegro se quedó en silencio por unos segundos. Recordó aquella vez, hace tan sólo tres días… ¿lo estaba haciendo por Shine? Era tan… lindo. Todo el enojo que quizá había sentido cuando lo dejó fuera del metro, y todo lo demás, se disipó de su mente. Tan sólo podía pensar en el detalle que acababa de tener su querido amigo con él. Quizá no fuera un genio leyendo a la gente o adivinando lo que podría gustarles, pero aún así le había regalado ese cachorrito corriendo el riesgo de que le armara la Mari Morena por querer reemplazar a Shine.

                -Sé que querías mucho a Shine…

                -Quiero

                -Vale, que quieres mucho a Shine- corrigió-. No puedo traerla de vuelta, y tampoco puedo reemplazarla, sería imposible eso, pero al menos…- miró a todos lados, vacilante- quiero intentar acabar con tus lloriqueos

                -“¡Oyes…!”

                -Shine fue bastante especial, y como no quiero que te sientas solo sin ella, ahí le tienes- le entregó al cachorro con las mejillas rojas-. No soy el mejor dando estos “discursos”, pero en verdad no quiero que estés mal por ello. Piensa en que Shine te quiere mucho también, y que no va a dejarte solo, al igual que ese pequeño

                Miró al suelo. Jong había sido tan lindo al decir eso… al tener ese detalle…

                Sonrió dulcemente, con los ojos aguados, y abrazó con fuerza al platinado. Este tubo que sujetarse de la reja para no caer al suelo con todo y Kibum.

                -O-Oye…

                -Gracias, Jonghyun

                -¿Sigues llorando? Ya basta, hombre. Hasta Taemin es menos llorica- rodó los ojos, tan sólo quería fastidiarlo-. Espero no seas tan llorón para el bachiller… ¡AUCH!

                -Cállate, idiota. Sólo cállate de una jodida vez- soltó una risa y volvió a abrazarlo. Le había dado un puñetazo en el costado para que callara, y también para desquitarse un poco

                -Feliz cumpleaños, Diva

                Le sacó la lengua, burlón. Que le dijera como le dijera, no podía negar que ese platinado le encantaba desde primaria.

                -Y, ¿Cómo vas a ponerle?- preguntó curioso el de cabellera clara, sentándose en el umbral de la casa. Minho y los demás aún no llegaban

                -Hm…- lo pensó por un momento, y luego sonrió al encontrar una manera de nombrarle- Jong

                -…

                Soltó una carcajada al ver la cara de póker de Jonghyun- Broma, broma. Se llamará Puppy- volvió a sonreír, acariciando al cachorro mientras este se movía tratando de lamer con insistencia sus dedos

                -… Sigue siendo mi apodo, Key- miró hacia otro lado

                -Así te digo, ¿no? Pues ahora hay 2 Puppy. ¿Objeción?- ladeó la cabeza con una sonrisa provocativa. El platinado se encogió de hombros, dando su “aprobación”

                “Sí. Ahora hay dos Puppy, pero sólo uno no sabe que lo quiero”. Pensó, recordando ese día. “Si tan sólo no fueras tan idiota… tan ingenuo e incapaz de entender todo lo que hago y digo, que todo va dirigido hacia a ti…” Se giró, encontrando el cuerpo de esa persona recostado junto al suyo profundamente dormido y con el rostro teñido de un rubor rosado en sus mejillas. Se veía hermoso. Exquisito. Apetecible. No pudo resistir la necesidad de inclinarse y besar sus labios, beber hasta la última gota de ellos. “Si tan sólo te dieras cuenta que…”

                -… Yo te amo- tragó saliva con un nudo en la garganta, sintiendo su cabeza doler, su rostro arder, su garganta forzarse, y sus ojos inundarse-. Te amo, idiota. ¿Por qué? ¿Por qué no puedes darte cuenta? ¿Por qué demonios no puedes notarlo, joder?- se cubrió la boca con la mano, secando sus lágrimas con la otra

                No quería que despertara y lo viera llorando. Hace mucho había decidido no hacerlo…

                “Te amo tanto… pero, odio que no lo veas…”

                -¿Qué fue…?- susurró, hipeando ligeramente- ¿… lo que pasó contigo anoche, Jong?

Notas finales:

Owww~~ es tan tierno Jonghyun <3 ;u; Ahora, lo último es parte de lo que pasará dentro de *mira Worde*... unos dos o tres caps, así que~ háganse mente de que es lo que sigue, porque de mi boca y teclado no saldrá ni una palabra

Espero les haya gustado, y que haya servido de compensanción que sea de 8 páginas...

¡Joder, hombre! Que es el cap más largo que escribo en mi vida, y con más palabras uvú Así que, al menos, merezco un Rw, así sea para amenazarme u obligarme a poner porno o un beso, pero, ¡oigan! Key besó a Jong mientras dormía, ¿eso cuenta? ;u;

Ahí ta' peh, ya tienen su beso <3

Ahora, rásquense hasta el domingo que entra~

An-chan


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).