Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Carpe diem: Lovers on spiral por NozomiNekitaChan

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

*Escondida detrás de la puerta, abrazando a su osito* No... No... No me maten ;-;

Sí, ya lo sé, que es Miercoles D: Pero, es que mi mamá me volvió a quitar la laptop Q-Q

El capítulo lo hice m´s bien largo, para ver si eso compensa el que no subiera cap el día acordado

Es de los caps más largos, ¡no se puede n quejar! D:

Aunque fui mala 7u7

¿?: ¡Ya, pon el cap! *Le da un zape*

Owww TT.TT

Enjoy~~ TT-TT

Capítulo 9: Esto NO es una coincidencia.

                Soltó un gruñido, tratando de quitarse su brazo de encima de los hombros.

                -¿Qué haces aquí? ¿Acaso…?- se acerco a su rostro con una sonrisa lasciva

                “Muy cerca, Jong…”. Tragó la saliva…

                -¿… me estás persiguiendo?- susurró con voz ronca y una mirada y sonrisa llenas de lasciva. Estaba a escasos centímetros de sus labios… lo deseaba

                -No- dijo rápidamente, tragando en seco. Estaba demasiado cerca. Podía sentir su asiento contra sus labios, y también podía oler que claramente había estado bebiendo. Frunció el ceño, molesto-. Vamos, Jong, deja de jugar- lo alejó, empujándolo poco a poco. Si no lo hacía iba a acabar besándolo

                -Pero, si quieres esto tanto como yo- tomó su mentón, atrayendo su mirada hasta él

                -¡¿Qu…?!- no pudo decir nada

                Sintió algo suave y cálido contra sus labios. Estaba húmedo, de hecho. Recorría su boca y sus labios, jugando con su lengua… espera,  ¿Qué era…? ¿Quién…? Abrió los ojos desmesuradamente, tardó varios segundo en caer en cuenta que Jonghyun lo estaba besando, ¡lo estaba besando! ¡¿Por qué…?!

                -Ngh… mph, ah… J-Jong, ¡par…! Ghuh

                El platinado no dejaba de besarlo, y por ende tampoco lo dejaba hablar. Lo abrazó con fuerza, apegando más sus cuerpos y besándolo más salvajemente, sin rodeos, sin detenerse ni un segundo para tomar aire. Por otro lado, Kibum trata de alejarlo, empujaba contra su pecho, dándole uno que otro golpe, moviendo efusivamente el rostro. Quería separarse de él, ¡quería acabar con eso! ¡¿Qué estaba haciendo?! Sin embargo, con un brusco movimiento echó hacia atrás la cabeza, separando sus labios, pero Jong no se detuvo. Bajó sus besos de su boca, a su cuello. Sintió escalofríos. Todos los bellos de su cuerpo se erizaron, y la sangre comenzaba reunirse en un solo punto: sus mejillas ardían de lo rojas que estaban. De un momento a otro dejó de forcejear con el platinado, sintiendo sus caricias y reprimiendo algunos gemidos y suspiros. Sus manos desabrocharon los botones de su camisa, recorriendo su cuerpo. ¿Qué estaban en público? La gente estaba muy concentrada en bailar como para ir hasta ese punto solitario donde ellos estaban. El pelinegro, no se negaba, pero tampoco cooperaba, sólo estaba dejándose hacer. Sintió sus manos, estaban frías contra su piel, y eso hizo que soltara un suspiro; subió hasta su rostro, dándole otro beso.

                -Se siente bien, ¿no, Kibum?- le susurró con una sonrisa

                No hubo respuesta por parte del pelinegro. Jong volvió a besarlo, y mientras lo hacía continuó recorriendo su piel con sus manos, hasta llegar al borde del pantalón. Abrió el cierre de este, y coló una de sus manos bajo la ropa interior del más alto, sintiendo el vello de este.

                -¡Estúpido!- se incorporó, sentándose de golpe en el sofá en el cual lo había recostado. Su cara estaba roja, pero no sabía si de la rabia o de la vergüenza- ¡¿Qué crees que…?! ¡Ahg!- se levantó, furioso. Dio zancadas, caminando hecho una furia por todo el lugar

                Gruñó al ver al rubio bailando con una rubia y una morena.

                -¡ONEW!- gritó- ¡Hijo de mil putas, ¿Qué crees que soy?!- lo tomó del cuello de la camisa

                -¡¿E-Ehh?! ¡Cá-Cálmate, Key! ¿De qué hablas?-preguntó algo asustado

                -¡No me vengas con mamadas, Lee Jin Ki! ¿Me crees idiota caso? ¡Dime! ¡¡¿Qué demonios hace Jonghyun aquí?!!- estaba furioso, en verdad furioso, y Onew lo notó

                -Eh, pues sí, lo invité. ¿Qué tiene de malo?- arqueó una ceja- Espera, deberías cerrar tu camisa, ¿no crees? Oh, ¿con quién estabas?- sonrió sugerente

                Lo soltó- ¡Cállate! Con toda esta gente, hace calor, ¿sabes?- dijo, sonrojado aún más- Hm, vale, ¡me voy de aquí!- se dio vuelta, dispuesto a irse

                Escuchaba la voz de Jinki protestante, sin embargo siguió hasta la salida sin detenerse, mientras se abotonada la camisa en el proceso. Llegó al elevador, porque bajar desde un vigésimo piso en escaleras no era lo más agradable. Se subió, pero antes de poder siquiera recuperar su tranquilidad notó que ese elevador iba a más arriba. Gruñó, soltando maldiciones y putadas para la máquina, pero calló cuando el elevador se abrió tres pisos más arriba, dejándole ver a cierto castaño que odiaba con su alma. Apretó la mandíbula, ¿ya no era suficiente?

                -Oh, pero miren, ¡si es Kim Ki Bum!- exclamó con una sonrisa maliciosa

                -Eun… ¿Qué mierda haces aquí?- escupió las palabras, presionando con insistencia la planta baja

                -La señora de arriba, es la única que vende buenos cigarrillos- dijo, recargándose de la pared y encendiendo uno. Le dio una gran calada, y luego soltó el humo, ahogando al Kibum

                -Ahí dicen “Prohibido fumar”- bufó, señalándole le señal junto a ellos

                -No hay nade más que nosotros

                -Desafortunadamente…- murmuró

                -Y bien, ¿aún me odias? ¿Además de ser una puta también eres rencoroso?- soltó una risa. Volvió a darle una buena calada al cigarro, y echó el humo, a propósito, en la cara del pelinegro

                -Bastardo, odio el olor de los cigarrillos- tomó la caja de cigarrillos, para luego lanzarlos al suelo y pisotearlos- Y este es el último- tomó el que aún tenía en los labios, y lo arrojó al suelo

                -¿Qué te pasa?- frunció el ceño- Si has tenido problemas con Jonghyun no vengas a pagarla con mis cigarros, ¡cuestan caro, puta de mierda!

                -¡Y me importa un carao! ¡Maldición, esta cosa no se apura!- rechinó los dientes- ¿Por qué tenía que encontrarme contigo, joder?

                -Lo mismo digo, imbécil- se recargó de nuevo, esta vez de la puerta

                -Es peligroso, idiota. Si se abre caerás al suelo- lo pensó de nuevo-… no, mejor sigue ahí. Será agradable verte así

                -Esto no va a avanzar si yo sigo aquí…

                Sin siquiera poder terminar de hablar, la puerta se abrió, dejándolo en el piso. El otro soltó una carcajada, y luego salió. Duodécimo piso, ¿Quién llamó al elevador? Giró la cabeza, bueno, no importaba. Siguió hasta las escaleras. Era mejor sudarse que seguir con ese imbécil en el elevador.

                Cuando llegó a la planta baja, no contaba con…

                -Kibum- le llamó, dándole la vuelta para mirarlo

                -¡Déjame!- gritó, encogiéndose. Su cuerpo temblaba- Jong, ¿Qué quieres? ¡Déjame!

                -No- lo abrazó, besando detrás de su oreja

                -¡No hagas eso! ¡Basta! Estás ebrio, Jonghyun, ¡déjame!- forcejeó hasta liberarse de su agarre, pero no contó con que Jong lo acorralara contra la pared

                Estaba atrapado, no podía escapar de él. Suspiró, resignado.

                -¿Qué quieres?

                -A ti- se acercó a besarlo

                -N… ¡No, basta!- se separó bruscamente de él- ¡¿Qué crees que haces?! ¡No juegues conmigo, demonios!- las lágrimas se asomaban en sus ojos- No me beses así… no… yo… voy a pensar que tú- su voz bajaba de tono cada vez más. Se recargó de la pared, como si en ella encontrara algo de apoyo emocional y no solamente físico -… que sientes algo por mí…

                El platinado se agachó a su altura, quitando sus brazos para poder ver su rostro. Estaba llorando, de alguna manera, le hizo doler el pecho esa imagen y un nudo se formó en su garganta. El otro apartó la vista de él.

                -¿Qué quieres decir?- tomó su rostro entre sus manos, secando las lágrimas con sus dedos y dándole besos en la frente

                -Detente… en serio…- murmuró

                -Dímelo- susurró cerca de su oído-. Quiero oírlo, ¿Por qué no puedo besarte? ¿Por qué no puedo tocarte?

                -¡¿Por qué ahora vienes con eso?! ¡¿Qué es lo que quieres de mí?! ¿Qué quieres oír, eh?

                Se acercó de nuevo, dándole un beso delicado. Fue un simple roce de labios, inocente y casto. El pelinegro apartó el rostro, suspirando, cansado.

                -Basta, Jong… por favor, déjame en paz- murmuró, desviando la mirada hacia el suelo

                -Te quiero- susurró en su oído

                Sus ojos se inundaron de lágrimas- No juegues conmigo así. Estás ebrio, ¡vete a casa!- su voz sonó quebrada y aguda

                El platinado asintió, dándose la vuelta para irse del recinto. En ese momento, las lágrimas se desbordaron por el rostro de Kibum… Jong hacía cosas tan estúpidas cuando estaba pasado de copas. Ya debía saberlo, ¿no? Esto…

                -Lo que pasó hoy…- secó sus lágrimas, para luego comenzar a caminar fuera de los edificios- sólo fue producto de su falta de sobriedad. Metete eso en la cabeza, Kibum- se dijo a sí mismo

                A esas horas de la noche no pasaban taxis por esa zona, ¿verdad? Ya eran las once de la noche…

                *

                Caminó abrazando su cuerpo, empapado, con el frío calándole hasta los huesos. Estaban a finales de mayo, por lo que tal frío era demasiado extraño. Lo ignoró. Siguió el camino hasta su casa, ya que luego de ser atacado por Jong se dio cuenta de que no había llevado suficiente dinero para un taxi a casi media noche, y que a esa hora ya los autobuses casi ni pasaban (por no decir que se los tragaba la Tierra); al final no encontró más opción que irse caminando a casa, y en mitad de camino lo había cogido la tormenta del año… ¡oh, vamos! ¿Necesitaba otro motivo más para decir que hubiera sido mejor haber lanzado en celular por la ventana y quedarse a dormir tranquilamente? ¡Mierda! Ahora, aparte de estar empapado, con un frío horrible y letárgico que probablemente significaba que se había refriado, acababa de encontrar una sorpresita en la entrada de su casa. ¿Qué? Pues, a Jonghyun. Soltó un bufido, acercándose a la entraba y captando la atención del platinado que jugaba con un gato, rápidamente ahuyentado por sus gruñidos. De todas las personas en la ciudad… de todas las personas en el continente… ¡de todas la personas en el universo!… ¡¿Por qué tenía que ser ÉL?!

                -¿Qué estás haciendo aquí?- soltó ácida, dura y secamente- ¡Dije que fueras a TU casa! ¡Idiota!- frunció el ceño, a tal punto en que le comenzaba a doler la cabeza de la presión

                Jong tan sólo se encogió de hombros, como quien dice “Meh… no importa”.

                Key suspiró. ¿Por qué tenía que ser así de despreocupado? Joder…

                Se resignó, echando al chico sentado a un lado, abriéndose paso hasta la puerta para abrirla; giró su cabeza, mirando de reojo al platinado, sentado, con la cabeza casi entre las piernas, y una expresión de cansancio. Estaba en el límite de sobriedad y ebriedad “parcial”. No podía dejarlo así en la calle… su casa no quedaba nada cerca.

                -Ah, ven aquí- soltó un respingón. Con sus palabras llamó la atención del platinado

                Giró la cabeza, mirando por encima de su hombro, encontrando a un Kibum que se agachaba a su altura, ofreciéndole una mano para levantarse y un hombro para que se apoyara, porque era evidente para el pelinegro que se iba a tropezar con todo lo que hallara en el camino, y lo que no, también.

                Sonrió, agradecido, y tomó su mano para levantarse, perdiendo el equilibrio y cayendo sobre el otro. Quedaron ambos en el suelo; Kibum estaba contra la puerta, si no fuera por esta, y sus codos apoyados contra el piso, habría caído de largo a largo en el suelo. Sobre él, Jonghyun estaba prácticamente  “acurrucado” contra su pecho, mareado, sin poder orientarse aún, mantenía una mano en el suelo para apoyarse, y la otra sobre el hombro de Key. Su cabeza gacha, estaba sobre su cuello, incomodando al pelinegro.

                -L-Lo siento… yo… estoy algo m-ma-reado…- tomó aire, tratando de calmarse un poco. No lograba nada, al menos de lo que quería

                Mantuvo su cabeza ahí por unos segundos más, inhalando y exhalando una y otra vez, buscando controlar el repentino mareo que había sufrido, a causa del alcohol. Luego de unos minutos lo logró, levantándose sobre sus rodillas, quedando frente a Key, le extendió la mano para ayudarlo a levantarse y hacer lo mismo.

                -Sinceramente- murmuró Key, con las mejillas rojas a más no poder, se dio la vuelta revolviendo las llaves para abrir la puerta-. Eres un desastre andante. No puedo dejarte así en la calle… sólo hará que me preocupe por ti- masculló, encendiendo la luz y entrando en la casa con Jong apoyado sobre su hombro

                Fue hasta la sala, el sofá estaba lleno de los cojines de su madre, así que los lanzó al suelo y luego lanzó a Jong sobre el sofá. No hubo resistencia alguna, y de hecho, cayó azotándose un poco. El pelinegro fue hasta la cocina a por un vaso de agua, dejándolo solo.

                Suspiró al ver su silueta perderse entre el living y el comedor hasta parar en la cocina.  Observaba cada movimiento, cada expresión, cada gesto que hacía. En verdad le encantaba ese chico, lo quería, todo. Quería todo de él, pero… de repente, la pequeña y modesta sala comenzó a hacérsele calurosa, así que simplemente lanzó la camisa al suelo, junto a los cojines bordados de la madre del más alto. Cerró los ojos, colocando su brazo sobre ellos… no podía tenerlo, ¿verdad? No sentía lo mismo por él. Las palabras que quería oír salir de su boca no salieron, un “Vete a casa” fue lo único que obtuvo. Sin embargo, sabiendo perfectamente a lo que se refería, lo contradijo, yendo hasta su casa aún a sabiendas que probablemente lo iba a sacar de sus casillas. Se había arriesgado a eso, y ahora tenía un problema enorme. Quizá dos; su madre, no le apetecía que la madre de la Diva lo viera en tales condiciones; como había dicho Kibum, no podía regresare a su casa, así que iba a tener que quedarse, luego ¿Qué? Mañana había escuela… quizá pudiera pedirle el uniforme prestado, y luego… ah, eran demasiadas cosas, su mente se saturaba, y más estando en aquel deplorable estado. Pronto, sus pensamientos fueron disipados por una voz que le llamaba a la distancia

                -Jong…

                A la distancia…

                -¿Jong?

                Se estaba acercando…

                -¿Estás bien?                     

                ¿Acercándose…?- ¡Jong!

                -¡A-Ahh!- se levantó del sofá de golpe, quitando su brazo de su rostro como resorte

                -¡Ah!- el pelinegro dio un salto hacia atrás. Jong se había levantado de golpe, haciéndolo derramar el vaso con agua sobre las últimas prendas que le quedaban- ¡I-Idiota…! ¡No… No hagas cosas como esa!- se apresuró en recoger los vidrios rotos del suelo, para luego correr a botarlos en la basura

                -Rayos…- bufó. Ahora, tendría que quedarse también sin el pantalón

                Comenzó a desabrochar el cinturón con parsimonia, captando la atención de Key, quien se puso rojo brutalmente. Desvió rápidamente la mirada, y Jong soltó una risilla.

                -¿Qué pasa? ¿Te has puesto rojo sólo con verme así? Si quieres puedo hacerte un Strippers…               

                -¡Cállate, mierda! ¡¡Sólo quítatelo rápido, no estoy para oír tus tonterías de borracho!!- gritó rojo hasta las orejas

                Se rió nuevamente.

                Súbitamente, las risas se detuvieron. Una expresión seria apareció en su rostro nuevamente… ¿y si lo hacía, qué? ¿Huiría? Si trataba de volver a decirle lo que sentía, de demostrárselo… ¿él iba a huir? ¿Iba a rechazarlo? ¿Acabar con la relación de amistad de años, acaso? No lo sabía. No tenía idea, pero no podía aguantarse, ya no podía soportar estar sin decírselo una vez más, sin tratar de hacerlo como antes… ¿estaría bien? ¿Llegaría tan lejos, a sabiendas que podría hacer que Kibum se alejara de él…? Sin responderse a sí mismo ni calmar sus preocupaciones, se acercó al pelinegro, que por ende retrocedía, cada vez más dentro en la casa. Acabó por acorralarlo contra una esquina entre la cocina y las escaleras. Fijó su mirada en sus ojos, siempre tan ávidos y desafiantes, ahora se veían asustados, nerviosos, eran los ojos de un animal acorralado. Él quería besarlo, y el otro sólo quería escapar de él. No. No iba a dejarlo, no esta vez…

                Juntó sus labios, en un beso que primero fue bastante casto. Se separó, tomando su rostro entre sus manos como antes… se veía tan hermoso, quería volver a besarlo. Quería mirar a sus ojos, verlo lo a la cara, pero era imposible: Kibum no lo miraba, sus ojos estaban clavados en el suelo, vidriosos, llorosos.

                -… Basta- murmulló con las lágrimas cortando su suministro de aire, y alterando su voz

                -Te quiero, Key- volvió a besarlo

                Esa fue la gota que rebasó la copa. Se dejó caer lentamente contra la pared y hasta el suelo, llorando como una colegiala, como una chica enamorada por primera vez a la que le rompen el corazón.

                A la mierda la “hombría”…

                A la mierda eso de que los hombres no lloran…

                ¡A la mierda todo eso!

                Sin importarle ya nada de eso, tan sólo importando sus lágrimas. Llorando con a mares, tratando de sacar todo aquello que durante tanto tiempo estuvo conteniendo. Su amor “No correspondido” por Jong, era la principal de la razones, pero no lloraba por eso. Lloraba porque había sido lo peor, la peor putada del mundo, sentir como esas palabras, como ese “Te quiero”, lo desgarraba. Lo besó, en la fiesta, estuvo a punto de dejarse llevar. Era el hecho de sentir que Jong tan sólo lo quería para eso lo que había hecho que todo se desbordara, y que ni siquiera estuviera sobrio era aún peor… ¿todo era por los efectos del alcohol, entonces? Eso lo hacía sentir aún peor… siguió en el suelo por un rato más, se había calmado un poco, pero aún seguían bajando saladas gotas traicioneras de sus ojos. Le platinado tan sólo se mantenía frente a él, sin saber muy bien qué hacer, si debía consolarlo o simplemente dejarlo desahogarse, o si disculparse. Al cabo de unos minutos más, dejó de llorare paulatinamente, hasta levantarse e ir hasta el baño del segundo piso.

                Una vez ahí, abrió la llave del agua, sumergiendo su rostro en un pequeño charco de agua fría que había formado con sus manos. Miró al espejo, sus ojos estaban rojos, y sus mejillas también. Suspiró… si así iba a ser la cosa…

                Abajo, Jong seguía dándole vueltas a todo… había metido la pata, y bien hondo. Hacer llorar a Key ya era una cosa grave, desde hace 2 años que no era un llorica, pero si así naces, así mueres. El hecho no ese… el hecho era que, ¿lo había hecho llorare, así? Lloró tanto. Seguramente hacía bastante tiempo estaba conteniéndose, conteniendo algo, pro ¿Qué? ¿Qué sería tan destructivo para Key que claudicó de esa manera? Con sólo un beso… no, no el beso, no era eso, ¿o sí?

                De la nada, y bastante fuera de lugar, el silencio se rompió, y sintiendo como bajaba de regreso a la Tierra- Jong- le llamó desde arriba

                -¿Qué ocurre?- respondió, sonando algo nervioso. Por un momento había olvidado su presencia en el segundo piso

                -¿Podrías subir? Sube… ahora

                Frunció el ceño, confundido, ¿Por qué le pedía algo así tan de repente? Bueno, aún sin entender, y haciendo caso de su orden (porque eso no había sido una petición, fue una orden) subió las escaleras, hasta toparse con el pasillo oscuro que daba a las habitaciones, y a un lado de este la puerta del baño. Miró ambos alternativamente, sin saber a cuál entrar.

                -Estoy en mi habitación- dijo en un tono de voz más bajo

                Miró de nuevo al oscuro pasillo, con una tenue luz saliendo de debajo de la puerta de su cuarto. Se dirigió allí, abriendo la puerta, pero sin esperar a ser atacado con el pelinegro. No hubo tiempo de reaccionar, ni de corresponder o de negarse; fue un beso rápido, algo salvaje y nervioso, precipitado… ¿Por qué ahora…? Ah, sus sentidos estaban demasiado nublados por el pelinegro ahora, no podía ni formularse una pregunta. Y, antes de siquiera poder ubicarse un poco más, la voz de Key lo sacó completamente de su órbita, lo descolocó instantáneamente.

                -Jong… te amo…- susurró, mordiéndose en labio inferior ligeramente. Sus brazos había caído tensos y firmes a sus costados, pero su cara sonrojada seguía en la misma posición, mirando frente a él, a sus ojos, a los ojos de Jonghyun

                -Key…- suspiró, sin previo aviso se lanzó también a besarlo

                Sí. De ninguna manera Jong se lanzaría así, tan ávidamente, de no ser por los efectos de la bebida. ¿Cuánto habría bebido? ¿Cuánto… Cuánto se necesitaba para… para que Jong lo mirase de esa forma? ¿Qué tan ebrio tenía que estar para poder decirle “Te quiero” y besarlo como lo había ahora? Maldición, se estaba sumergiendo demasiado en esos pensamientos, pero ¿Qué más daba ya? Fuera de todo eso, ¿A quién le importaba si estaba ebrio o sobrio? ¿A quién le interesaba que le dijera esas cosas o no? Obviamente, a él, pero estaba decidido a dejarlo. Sería todo una manera de “escapar”, ¿no? a partir de esa noche… lo que ocurriera allí, estaría completamente aislado de todo lo demás, ¿cierto? Sí, todo iba a nacer y morir ahí, en las cuatro paredes de esa habitación.

                -Quiero estar contigo…- susurró, entrecerrando los ojos, tratando de controlar sus nervios y su miedo- quiero… quiero… ¡yo…!

                -Entiendo- acarició su rostro con las yemas de sus dedos. Bajó sus besos, hasta su cuello, dejando algunas marcas-. Yo también… lo quiero hace mucho- comenzó a deshacerse de su ropa, acariciando cada centímetro de piel descubierta

                Ese iba a ser el inicio y el fin. Todo comenzaba y acababa allí. Sus sentimientos iban a ser liberados, desbocados, y sus deseos carnales también… ambos pensaban eso, ambos querían hacerlo, pero sólo Key tenía en mente… dejarlos morir ahí. Sólo Key iba a decir “Te amo”, por primera y última vez; porque iba a enterrar todo, ¡porque iba a tragarse de nuevo esos asquerosos sentimientos! Porque… porque… no soportaría que para Jong fuese tan sólo un acostón…

Notas finales:

¡¡HAHAHAHA!! *Se ríe con ganas* Díganme, ¿ahí se corta todo, no? >:3

¿?: Te van a matar u.u

Si me matan no tendrá la conti :v

¿?: Cierto

¡Nyaaaa! Espero les haya gustado, y nos leemos el domingo, ¡palabra, PA-LA-BRA de Fujoshi que NO voy a fallar! Subiré el capi ese Domingo, ¡pase lo que pase! Palabra uwu

Así deba llevarme la laptop a la casa de mi abuela, ¡subo capítulo el DOMINGO!

Oh, y si no es obvio, el siguient capítlo será el lemon/porno/hard/chacachaca o como sea que le digan :v

¿?: Si no entienden: Sexo entre Jonghyun y Kibum

Exacto~~ Bye~

An-chan


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).