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UNDEAD por Zkatlmjx2

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Notas del capitulo:

Hoy le decía al Carlisle E. Miller que no iba a poder actualizar porque mi pc estaba rota. ¿Que creen? Si, ya me la arreglaron kkkkk

 

— ¿Aquí es dónde viven? — Dice él más bajo enormemente asombrado. Pues claro, al entrar, se abrían unas enormes puertas, colosales, de hierro y luego había una verja con barrotes, como los de prisión, y luego estaba una puerta pequeña con barrotes que entraba a un tipo de bodega, pero no era una bodega común sino que era una especie de supermercado y había muchos estantes con provisiones.

— Si, vivimos aquí… desde que todo empezó — Mira la punta de sus zapatos gastados, restándole importancia al asunto. Casual. — Vamos te voy a presentar a la cuadrilla. Si son oscos no te preocupes, siempre son así cuando hay alguien nuevos. Otro miembro, otra boca que alimentar, ya sabes.

— Entiendo.

— Bueno, vamos. — No se giró a verlo simplemente le guio con la mano a que le siguiera. En el camino se encontró cajones enormes con armas y municiones, su padre estaría saltando de felicidad si las viera, ya que como las municiones eran escasas tuvieron que buscar herramientas poco convencionales, como cuchillos, destornilladores, fierros, piedras y etc. Caminaron un par de metros hasta una puerta que daba hacía el exterior, y este estaba muy bien cercado, esa pared estaba muy alta. — Muchachos, acercaros — Su voz, de un momento a otro, se volvió autoritaria y gris. Los que estaban trabajando, y algunos descansando, se acercaron hasta su líder. El más bajo era dueño de algunas miradas curiosas.

— ¿Otro más? — Se acercó un muchacho de voz gruesa, y le intimido mucho. Principalmente porque técnicamente le doblaba en altura y su fachada no era de ser muy amigable. ¿¡Quien mierda sería amigable en esa situación!?

— Su nombre es Kim Minseok, tuve que salvarlo de un caminante en la farmacia. — Dice mirándoles fijo. El castaño sintió como sus mejillas se teñían de rojo, pues decir “Lo salve de un caminante”, en esos momentos, sería: “lo salve de un perro”. Si, así de podridos estaban todos, si no te puedes defender solo no sirves para nada.

— Si no puede cuidarse solo ¿Para qué lo traes? — De lo obscuro sale un chico de piel morena, labios gruesos y mirada fría, muy guapo por cierto.

— ¿Acaso te deje desprotegido a ti cuando más lo necesitabas? — Le hizo recordar, que en los momentos más difíciles, aun cuando el de piel canela no servía para, literalmente, nada, él lo había acogido y lo había llevado al grupo. — No, entonces no veo por qué debía dejarlo allá afuera. Él vio a su padre convertirse en un caminante, ¿te crees que eso es fácil?

— Solo lo dices porque te vez reflejado en él, no pongas tu vida personal en esto. La lastima ya no existe, es sobrevivir o morir. Todos tenemos vidas difíciles, no es el único a quien se le fue alguien.

— Jongin, no me interesa lo que pienses. Tratadlo bien ¿de acuerdo? — Dice Luhan — Suho, acompáñame iremos a buscar provisiones. — Le dice a un chico rubio— Chicos enseñadles lo que podáis al nuevo, no sabemos que truquillos tendrá bajo la manga ¿bien?

— Es solo una molestia. — Dice el moreno.

— Yo creo que es lindo — Se acerca el muchacho de voz gruesa — Hola, mi nombre es Chanyeol. Es un gusto conocerte.

— Mi nombre es Kim Minseok, un gusto conocerte. — Hace una venia — Es un gusto conocerlos a todos. — Y aunque le ignorasen Minseok siguió haciendo sus reverencias, si, los otros se habían ido sin saludarles. El castaño miro desilusionado el suelo. Hace mucho que no veía más gente, había pasado dos años desde que el grupo que lideraba su padre se había desintegrado porque muchos habían muertos, y le daba un sentimiento lindo volver a formar parte de algo, y no le importaba que le despreciaran. Daría lo mejor de él.

— Hey, no te preocupes, actúan así siempre que Luhan trae alguien nuevo.

— ¿Es tan tirado en confiar en un completo desconocido? — Susurró mirando al alto.

— No, hace dos años que no recoge a nadie, y mucho menos ayuda. Fue tu día de suerte. — Le palmea la espalda. — Ven te enseñaré el lugar. — Caminan donde era el enorme comedor, lo suficiente para unas veinte personas. — Ya no usamos tanto lugar, ya sabrás el porqué. — Dice mirándole, pero sin abandonar esa sonrisa. — Ese de allá — Señala a un joven bajito de cabello sedoso —es Baekhyun, es un tanto molesto cuando lo conoces pero es agradable. — Siguen caminando por un corredor y entran a lo que es la cocina — Ese es Kyungsoo o como le decimos, D.o. — Le señala a un chaparro de cabello negro y brilloso. — Es muy tímido, pero tiene buen corazón. Luhan lo encontró escondiéndose de unos caminantes en un descampado a la edad de doce. — Retoman el camino. — Esos de allá son Sehun  y Chen. — Ríe — El que parece camello es Chen y el otro pues ya sabes.

— Se ven muy ocupados.

— Claro, ¿es que no lo sabías?

— ¿Saber qué?

— Luhan localizo una enorme horda de caminantes venir para esta zona.

— ¿Y cómo es eso?

— Las sirenas. — Susurra —  Tenemos sirenas y cuando alguien intenta entrar a la fuerza estas se encienden automáticamente. Ya lo solucionamos pero parece que fue tarde. No sabemos cómo pueden guiarse tan bien.

— Es instinto. Cuando estuvimos en el campo, se encendió el claxon del auto de mi padre… — Susurro — Técnicamente estábamos rodeados pero salimos casi ilesos — Dice emocionado. Claro, esas aventuras con su padre era digna de recordar. — Y luego…

— Poneros a trabajar — El muchacho de piel obscura se acerca a ellos, mirando al castaño con un dejo de desprecio.

— Lo siento — Hace una venia.

— Hey, ¿Qué tal vas con las armas?

— Pues, he sobrevivido ¿Qué crees? — Susurra — Aunque soy del estilo patada y cuchillo, con mi padre no teníamos…

— ¿Puedes callarte? — El moreno le grita, haciendo que algunos de los del grupo voltearan a ver. — Tu padre ya no existe, deja de joder con eso. Estás haciendo que todos nos deprimamos por tu culpa.

— Yo… lo s-siento. — Murmura. Baja su mirada y juega con los dedos de sus manos. El ambiente se había vuelto incómodo para él.

— ¿Lo sientes? — Su voz sonaba hiriente. — ¿Acaso crees que eres el único que ha perdido a alguien aquí? — Golpea un estante — No eres el único que está sufriendo por algo ¿Me entiendes?

No respondió, ni asintió. Simplemente se quedó ahí, aceptando todo reproche. ¿Qué podía hacer? Le daban un fuerte y no se pondría a pelear.

— Kai, tú no tienes el derecho de gritarle a nadie, mucho menos a él. — Dice.

— Pero ha llegado aquí con ese aire de “yo sufro, no me miren que me rompo” — Gruñe — Tengo los huevos llenos de que traigan más gente ¿Es que no pueden dejarlos allí?

— ¿A ti te negaron un hogar? ¿Te negaron protección? ¡NO! Así que vas bajándole a esos humitos porque si no te parto la cara en este momento ¿Me escuchaste? ¡Ya sabes que no te aguanto! — El muchacho alto grito, y su voz se volvió más profunda.

— ¿Vas a pegarme solo porque le levante la voz a este protegidito? — Susurra mirando hacia otro lado, menos a esos ojos negros que le intimidaban (pero que no lo iba a admitir)

— Es porque te crees mucho y no eres más que miseria.

— Y-yo… — murmura Minseok.

— Perdón, siento que hayas tenido que presenciar esto. — Dice el pelinegro, Chanyeol.


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