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Helios por desire nemesis

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8—Información

 

 

 

No sabía bien que hacer, se sentía aislado, fuera de su elemento pero una cosa era segura, encontraría a esos hombres.

 

Preguntó en varios pueblos antes que ese. Se fue a la taberna porque allí era donde los hombres soltaban mayor cantidad de información. Habló con varios residentes que negaron saber algo de arracimeros, esas gentes no les agradaban como le hicieron entender.

 

Busco a un hombre de pelo algo largo castaño, sombrero verde y abrigo largo marrón. Estaba acompañado de un cojo y un hombre con una barba negra rizada—les explicó Wheeler pero nadie dijo nada.

 

Ya hacía varias semanas desde  que emprendiera su búsqueda y la fatiga y malas condiciones le habían hecho mella. Mientras hablaba con la gente un hombre sentado hasta atrás y solo de la taberna oía atentamente cada una de sus palabras sin parecer que le prestaba atención. Joey intentó preguntarle pero el tipo solo se paró e ignorándole por completo como muchos de los lugareños se fue de ahí después de dejar unas monedas sobre la mesa.

 

Joseph iba camino a otro pueblo cuando dos tipos le cerraron el paso.

 

¿Jack, dices que este tipo es el que ha estado preguntando por Freddy?—preguntó el más alto y el rubio se dio cuenta de que sus preguntas al fin habían llegado a oídos interesantes aunque peligrosos.

 

¡Este mesmo es Sam! ¡Que si conocíamos a alguien de pelo largo castaño que usa sombrero verde y abrigo largo y marrón. No sé que se trae pero no me huele a nada bueno—dijo Jack.

 

Si, esa es la descripción de Freddy. ¡Oye, idiota! ¿Qué lío te traes con Freddy?—le preguntó el alto a Joseph.

 

¡Eso es algo que voy a resolver con él!—le contestó el joven para luego ver como los otros se reían a carcajadas de lo que dijera. Esas risas eran molestas. Le recordaban a otras risotadas.

 

Cuando paró Sam le dijo a su amigo--¡Jack, este tipo es divertido!—luego se puso serio y miró al ojos mieles—Es divertido que creas eso—luego sacó un cuchillo de su cinturón--¿Qué te parece si te destripo sabandija y después me dices que quieres con él?—luego se lanzó a por él.

 

Jack observaba confiado en la destreza de su compañero. Ese joven paliducho no era rival para Sam el carnicero, pensó con una sonrisa.

 

Joey logró esquivar la estocada esforzándose porque el tipo no solo era un camión  con acoplamiento por lo grande sino por lo veloz. Esquivó de nuevo y cuando el otro se reponía del resbalón que le supuso el errar la mano del rubio tocó su hombro.

 

¡Ya no habrá más oportunidades!—dijo Joey que pacientemente esperó su oportunidad y liberó todo el odio que sentía por los de su especie.

 

Jack casi se cae de traste al ver como su amigo se convertía en una pira caminante. Para cuando retomó el control de sus movimientos el otro le agarraba por el brazo.

 

Casi balbuceando preguntó--¿Qué eres?—

 

¡Ahora vas a decirme como encontrarlos o te dejaré como a tu amigo de atrás!—le dijo el ojos mieles apuntando a su espalda con el pulgar justo en el momento en que el caminante saco de llamas se derrumbaba inerte lo que le dio más pavor a Jack.

 

Si te lo digo…--dijo el maleante.

 

¡Te dejaré ir!—contestó el rubio.

 

Por lo que sé está en la aldea al norte de la montaña Taka. Freddy quiere robar al terrateniente de ahí y los está rondando—le informó el flacucho.

 

Joseph se quedó de piedra. Solo había una aldea al norte de la montaña de Taka, la suya y un terrateniente, Pegasus. Su corazón se detuvo por un momento al comprender que Seto estaba en peligro y fuera lo que fuera lo que le pasase estaba seguro que él no contaba con tanta suerte como la suya. Esos malvados podían hacerle cualquier cosa.

 

¡Bien! Ya te dije lo que querías saber, ahora déjame ir—le dijo forcejeando Jack y él le miró a los ojos fríamente.

 

¿Para qué? ¿Para que sigas lastimando inocentes?—dijo Joey.

 

 

 

 

 

 

 

 

Serenity había cumplido 18 años apenas el día anterior cuando partió para la casa de Pegasus donde fue recibida como una princesa, al igual que sus padres que dieron de nuevo el pésame a Seto ya que le habían escrito cuando lo de su padre sucedió y le enviaron la carta con su tío.

 

La muchacha no era fea como su tío recalcó en varias ocasiones pero… no era Joey. Seto le sonreía amablemente por puro protocolo y porque sabía que era inevitable que terminaran casándose pues era lo que se esperaba de él.

 

Kaiba ya había perdido la esperanza de volverlo a ver. Desde que se fuera las noticias sobre él habían sido nulas. Había preguntado en la aldea primero todos los días, cosa que a los aldeanos les había parecido extraño pero que a él no le importó pero con el transcurrir de las semanas y la falta de nuevas se volvieron en dos veces por semana y luego no se molestó en ir más, resignado a su destino.

 

Cuando los invitados llegaron no era oportuno hacer más preguntas y mirando los preparativos de la boda se fue preparando para la nueva vida que llevaría.

 

Recorría la mansión viendo los arreglos de la fiesta cuando se encontró con la doncella Kai que arreglaba unos lazos blancos atados al barandal de la escalera por donde descenderían los novios en la fiesta luego de las nupcias.

 

¡Joven amo!—dijo antes de hacer una reverencia--¡Debe estar muy feliz! ¿No es así?—añadió con su cabeza llena de sueños románticos por la boda. Se imaginaba a Seto bajando por la escalera con su joven esposa, tan radiantes como dos príncipes de cuento.

 

¡Eso es algo que a ti no te concierne! ¡Sigue limpiando que para eso se te paga! ¿No?—dijo con aparente frialdad el castaño aunque por dentro estaba como un hierro caliente. ¡Que alguien siquiera mencionara que podía estar feliz!

 

¡Usted no es quién para tratarla así!—dijo el enfurecido Athos apareciendo y poniéndose entre Kaiba y ella. La muchacha se veía asustada y medio se ocultaba tras la figura protectora del hijo del lugarteniente de Pegasus.

 

¿Cómo te atreves tu a…?—preguntó el joven ojos azules.

 

¡Diga lo que quiera de mí pero usted no es un caballero si trata así a una mujer!—le gritó con desafío en su mirada el ojos verdes.

 

Por un momento el otro castaño estuvo a punto de contestarle algo grosero para que aprendiera su lugar cuando sus ojos fueron atraídos por el semblante de la doncella y la posición que esta adoptara. Y luego fue consciente del papel que el otro estaba desempeñando.

 

¡Me disculpo!—dijo Seto a la atemorizada muchacha después de aflojar su tensión, luego miró al otro y después sin decir más se fue dejando muy asombrados a ambos.

 

De pronto Athos oyó la voz de Kai decir “Gracias” y volteó para encontrar unos ojos brillantes que le miraban conmovidos—Pero no debisteis hacerlo. ¡Si el señor Pegasus se entera!—agregó ella.

 

El joven castaño tomó sus manos y mirándola víctima del increíble amor que sentía por ella le dijo—No me importaría lo que me pase si es para protegeros—

Pero… ¿Qué diceis?—dijo la joven toda avergonzada y… ¿esperanzada?

 

Digo que os quiero y que si voy a ser separado de vos antes quiero deciros mis sentimientos—dijo Athos arrodillándose teatralmente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¡Joven amo, deberíais entrar! Está muy fresco aquí—dijo Aramis a Seto que estaba sentado en la terraza cuando ya la noche caía.

 

Seto sin mirarlo se levantó y se dirigió a la puertaventana a un lado del lugarteniente.

 

A veces el aire fresco aclara las ideas—dijo el lugarteniente de Maximiliam.

 

Seto le miró por un momento antes de entrar y Aramis sonrió.

Notas finales:

Espero les guste

solo falta el final creo

^^

disfrutenlo

ja ne


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