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El Bar Músico Frutal por Marianema Fuseneco

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Notas del capitulo:

Hola muy buenas noches a todos/as como están espero que bien por que les traemos el quinto capitulo de esta historia. Espero que les guste en especial a las personas que les gusta nuestra historia. Bueno sin más que decir:

¡¡Corra la lectura!!

Capítulo V

Jason

05:55 de la mañana. Lo veo en medio de las sábanas como un ave acurrucada que espera el amanecer para poder despertarse. Pero aún estaba lóbrego y fresco allá afuera, incluso los querubines hubiesen tenido demasiado frío como para poder volar.

No importa cuántas veces lo mire, realmente era hermoso y más cuando dormitaba, jamás voy a olvidarme la forma irregular de sus cejas, su cabello lacio y negruzco como la noche en la que lo vi en ese bar, y aunque no los viera, recordaba a la perfección el color oceánico de sus ojos. Esos que con solo verlos te sumergías en un naufragio maravilloso.

Un rayo de luz estuvo a punto de despertarlo, él solo hizo una mueca y se revolvió en su sitio, despertando la incandescencia de mí sonrisa por verlo en una de sus formas más naturales; así, casi sin conciencia de que alguien vigilaba su sueño. Me acomodo mejor descansando mi cabeza sobre mi puño para de esa forma seguir contemplándolo mejor.

Roy no sé lo que tienes pero realmente me traes loco ¿Qué demonios tendrás muchacho? para que pueda perder la cordura con solo verte sonreír y cantar.

06:00 de la mañana apunta el despertador con su sonido molestoso, lo tomo y apago. Seguramente él lo pone por los dias que tendrá clases pero, hoy es domingo porque no lo desactiva.

Lo veo moverse otra vez, voltea y se acurruca pasando su brazo sobre mi pecho formando un abrazo.  Yo me acomodo mejor y sigo contemplándolo mientras lo acaricio. Como es posible de que un chico tan bueno y amable haya estado encerrado, ¿Qué es lo que habrás hecho para que te priven de tu libertad Farrell? Es todo un misterio, pero ya lo averiguare, te sacare la verdad te guste o no Roy Farrell.

— ¿Que tanto me ves?—pregunto él sacándome de mis cavilaciones. 

Lo miro y veo sus zafiros azules clavados en mí, sonrio y lo beso en su cabeza.

—Nada, solo estaba contemplando la hermosura de un chico que conocí en la noche—exclame, él sonríe.

—Así, yo también lo quiero conocer.

Sonrio y lo vuelvo a besar.

— ¿Cómo amaneciste hoy? —inquirí

—Mejor que ayer y tú.

—Ummm, no sé cómo podría describirte mi estado de ánimo, pero ayer en la noche, puff fue la mejor de todas, gracias a un chico muy gentil que acepto salir conmigo—comente. Él sonríe y se abraza más a mí.

— ¿Qué hora es? —cuestiono jugando con mi tetilla derecha.

—Seis y diez de la mañana.

—Ah… aún es muy temprano ¿No?

—Así es por qué.

—Por nada quería saber no más—exclama recostándose por mi pecho.

Ahora puedo verlo bien gracias a los rayos del sol que traspasaban las cortinas de terciopelo alumbrando toda la habitación, su pelo neutro estaba todo revuelto, sus mejillas y labios las tenían todas rojas,  y en su cuello donde dos grandes marcas amoratadas se notaban en ambos lados, producto de nuestra alocada noche de desenfreno y pasión.

Realmente amo a este chico, no lo pienso soltar ni un segundo, por más que se me valla la vida o se esté cayendo el mundo, bueno hoy en día el mundo se ha caído por completo, toda esperanza ha desapareció, el vandalismo y la corrupción se ha apoderado de las calles de este planeta sumergiéndolo en un caos horrendo, debes en cuando se puede apreciar en algunas persona su bondad y amabilidad pero es muy escaso el porcentaje de eso.

Pero en fin a mí no me importa mientras que no se metan conmigo y Mi Roy yo estoy tranquilo, Ja me gusta cómo suena eso mi Roy, verdaderamente estoy enamorado de esta chico, que amor.

—En que piensas—cuestiono.

—En nada.

Él me mira incrédulo.

—Seguro—asentí.

—Sabes tengo un poco de curiosidad.

—Sabes que la curiosidad mato al gato ¿no?—respondió él. Sonrio.

—Ya lo sé, pero hablando enserio te quiero hacer una pregunta Roy.

—De que se trata.

—Pues anoche me olvide preguntarte algo y es sobre… tus padres, es muy raro de que no nos hayan dicho nada después del gran escándalo que hicimos tú y yo anoche—cuestione riéndome, pero al parecer fui el único quien se estaba riendo ya que él estaba callado, paro de reírme y lo miro tenía la mirada apagada; —Que sucede ¿acaso dije algo malo?

Se levanta y se sienta en el borde de la cama.

—Roy que sucede ¿estás bien?

—Puedes usar el baño si quieres, yo voy a hacer el desayuno—dice poniéndose su bóxer, se levanta y camina hacia la puerta.

Y ahora que mosca le pico, no entiendo la razón del porque se puso así solo le pregunte sobre sus padres, al menos que, o no mierda. Estaba por levantarme y disculparme cuando mi celular sonó. Lo tomo y miro quien es: Melody, justo ahora tienes que molestar. Voy al baño y atiendo.

Roy

 Que mis padres, pues ellos… ellos, mierda porque tuvo que preguntar, bueno es más que claro que querrá saber de ellos pero Aghh, puta madre por que no puedo superarlo, ya han pasado quince años de eso y aún me sigue afectando.

Me acerco a la pequeña mesita que está en el living y agarro un marco de color negro y blanco, en el cual estaba la imagen de un hombre joven cabellos castaños y ojos azules, una mujer bonita con el cabello largo y oscuro, ojos del mismo color que el cabello, en medio de ellos estaba un pequeño niño cabellos color oscuro como la mujer y ojos azules como el hombre; todos estaban abrasados. Ese era el día donde los tres nos fuimos al parque de diversiones. El último día antes de su fatídica partida. Miro en el borde del cuadro donde decía tallado: a34;Marshall, Larisa y Roya34; en color blanco; papá, mamá y yo.

 —Los extraño, daría todo lo que fuera por que estuvieran aquí a mi lado ahora— susurre viendo la fotografía. Las lágrimas empezaron a caer por mi rostro inconscientemente, siempre me he privado llorar ya que no quería verme débil pero ahora realmente quiero hacerlo, deseo llorar, gritar, romper algo pero no, voy a contenerme, Jason está aquí y no quiero alarmarlo, me siento en el piso de la sala y me puse a llorar en silencio recordando las cosas buenas que hacía con mis padres y las veces en la que fui feliz con mi familia.

Jason

Salgo del baño totalmente revitalizado, miro el reloj 06:45 de la mañana, valla sí que tarde pero yo no tengo la culpa, está Melody se puso a hablar  y hablar por minutos, no paraba, era peor que los paparazis; quería saber sobre cómo lo pase con Roy y que fue lo que hice, maldita entrometida a ella que le interesa de lo que hice con Roy.

Busco mis ropas y me visto, me puse solo mi bóxer y el pantalón. Salgo descalzo y camino hacia la cocina. Entro y lo vi, él estaba de espalda tarareando una canción mientras que lavaba una taza.

 I will surrender my sin

And give you control

Make me a martyr for love

Till the habits abide

 

In the darkness

My heart aches at the sight of you

Trembles and quakes within sight of you

In the darkness

Me recuesto sobre el marco de la puerta y lo escucho tararear, mientras que lo veo. Su linda y sensual cola oculto debajo de la tela del bóxer del cual tuve la oportunidad de verlo subo mi mirada hacia su pequeña espalda pálida y lampiña donde cerca de la nuca había algo escrito, algo que no me percate desde un principio: “By Demons Be Driven” decía con letras antiguas y rodeadas de alambres de púa. Los demonios me guían; sonrio, me acercó sigilosamente a él y beso su nuca muy cerca del tatuaje.

—Hola— salude, él voltea y me besa en los labios. Tenía los ojos rojos, acaso estaba llorando, estaba por preguntarle pero decidí guardar silencio.

—Te tardaste, ya estaba por entrar al baño para verificar si seguías vivo o por si no te había chupado el inodoro—bromeo él.

Sonrio y lo vuelvo a besar.

—Aún estoy vivo y no, no me chupo el escusado.

—Jajaja lastima—exclama sonriendo; —vamos a desayunar—pregunto. Yo asentí y caminamos hacia la mesa donde un rico desayuno nos aguardaba. En él había unos platos con wuaffles y miel, cereales con yogurt, dos tazones de ensalada de frutas y jugo de naranja.

—Eso es todo lo que pude hacer espero que te guste.

—Valla todo esto hiciste en solo veinte minutos—pregunte sorprendido. Él asiente.

—Por qué no te gusta.

—No es eso es solo que Uau realmente me sorprendes Roy.

—Jajaja no es para tanto pero gracias de todos modos, me alegro de que te haya gustado, mi vida—dice sonriendo; —siéntate traeré el café—dijo caminando hacia la mesada. Lo noto distinto, se ve más tranquilo y feliz que hace rato pero sus ojos estaban aún colorados.

Se acerca y sirve el café en las tazas que ha estado lavando. Se sienta y empieza a comer. Yo también hago lo mismo. Ambos desayunamos en silencio.

Quería preguntarle sobre sus padres pero no quiero que vuelva a poner la mueca triste. Eso me recuerda.

—Lo siento—murmure. Él deja los wuaffles y me mira.

—Por qué te disculpas.

—Por lo de hace rato.

Él me mira confundido.

—Tu sabes sobre la pregunta que te hice hoy—aclare, o no, no, no, no bajes el rostro. Maldición; — ¿Roy que sucede? —cuestione preocupado

—Nada Jason es solo que…

—Que.

Suspira y se levanta, camina hacia el living, toma algo, no sé qué es, es algo negro y cuadrado. Se acerca y me lo entrega. Lo tomo y lo miro, es un portarretrato en donde estaba un hombre, una mujer y un niño, seguramente son sus padres y él.

— ¿Quiénes son?

—Son… son mis padres

Lo sabía, di en el blanco. Lo miro bien y tenía unos nombres marcados en la madera: Marshall, Larisa y Roy decía rodeado de dos estrellas en ambos extremos.

—Te pareces a tu madre—comente notificando el parecido con la mujer.

—Gracias, es lo que me decían ellos.

Dejo el cuadro en la mesa y lo miro. Él tiene el rostro abajo.

—Roy que sucedió. Cuéntame—insistí.

—Pues—solloza.

Tomo sus manos y lo obligo a que me mire. Estaba llorando.

—Roy no estás obligado a que me lo cuentes.

—Pe-pero tú me preguntaste y me estas obligando a que lo haga.

—Si lo sé y fue un gran error obligarte, no debí…

—No

—No qué.

—Te lo voy contar—grito decidido.

—Estas seguro— él asiente.

—De acuerdo pero conste que te lo advertí Farrell.

Suelto su mano y me cómodo en la silla, ambos nos callamos y dejamos que el ruido del reloj oscilando en la pared sonara en la habitación. Pasados los dos minutos el empieza a hablar.

—Jason la historia que te voy a contar, quiero que quede entre nosotros, prométeme que no le contaras a nadie por favor—suplico Roy sujetando mi mano. Yo la aprieto y la beso.

—Te doy mi palabra mi vida, no se lo contare a nadie, será mi secreto y mi tesoro, te lo prometo— respondí. Sonríe y suspira. Volvió a callarse, bebe el café y vuelve a suspirar.

—Tenía cinco años cuando perdí a mis padres. Según lo que dijeron los policías a mis abuelitos, que el auto donde ellos se transportaban se incendió de la nada pero no fue así— yo lo miro atentamente; —Ellos perecieron a causa de un…— él empieza a llorar.

—Roy—intente detenerlo pero él prosigue.

—Ellos… ellos murieron en un accidente, cuando venían hacia la casa, el auto volcó y se incendió yo… cuando me contaron yo… yo no sabía qué hacer, sentí que… que— sus lágrimas caían como un torrente por su rostro; —Fue como si me cortaran las piernas Jason, recuerdo que ese día yo… yo no llore y me quede tieso sin pronunciar ninguna palabra, parecía un muerto vivo, sin conciencia y sentido, cuando volví en si mi llanto se desato en grande, llore incansablemente por cinco horas, me sentía pésimo, horrible…

—Roy por  favor detente—exclame.

—Mis abuelitos se hicieron cargo de mí, siendo mis tutores y yo bueno volví más o menos a la normalidad—comento limpiándose las lágrimas.

Guardamos silencio ahora el sonido del reloj no era el único que se escuchaba en la comedor si no también el sollozos de Roy.

—Si tus abuelos cargaron contigo que haces aquí y no con ellos—pregunte.

—Hay donde empieza otra historia—masculla; —Yo fui… a vivir con mis abuelos… y la misma puta historia se volvió a repetir—grito.

— ¿Qué quieres decir?

—Yo fui a vivir con ellos a su casa en las afuera de la ciudad en un vecindario muy pacífico y tranquilo, cerca de mi escuela donde hice la primaria…

—Y que paso—cuestione. Él ríe y vuelve a beber su café.

—15 de agosto del 2004, yo iba a quinto de primaria…

—2004 ósea que…

—Odio que pronuncien esa palabra—articulo él apretando los nudillos

— ¿Cuál? ósea— repetí bromeando.

—Cállate no lo digo, en verdad no me gusta que lo pronuncies—exclamo tapándose los oídos. Yo rio a carcajadas.

—jajaja okey no lo volveré a decir.

—Seguro—yo asentí.

—A ver 2004 quieres decir que tenías ehh… 9 años ¿no?— cuestione. Niega.

—10, tenía 10 años bueno prosigo, recuerdo que era un día muy bonito y soleado, sin ninguna nube en el cielo, o eso lo que yo creería.

— ¿De qué hablas?

—Quien diría que al volver de la escuela, la pesadilla que viví se regresaría a repetirse—mascullo reventando en llanto.

—Roy ya no sig.…

—Cuando iba caminando por la vereda pateando una simple y estúpida lata de coca, vi muchas patrullas de policías, bomberos y ambulancias fuera de la casa de mis abuelitos, yo me a cerco y traspaso la cinta amarilla, me acerque a un policía y le pregunte lo que había pasado.

—Y qué fue lo que te dijeron.

—Que la casa se había incendiado a causa de una fuga de gas.

—Oh, pero como es que…

—Un fusible o un cable no sé cómo era, estallo y las chispas entraron contacto con el gas y bueno… la casa exploto y…y yo pude ver como sacaban… como sacaban…

—Roy—intente de tenerlo pero él seguía contando.

—Vi como sacaban los cuerpos calcinados de mis abuelitos ocultos en esos sacos negros…

Me levante de la silla y fui abrazarlo, ver llorar a Roy fue lo más horrible que he visto en toda mi vida.

—Roy te ordeno que no sigas, me duele verte llorar y contar una historia llena de dolor para ti—exclame besándolo en la cabeza.

—Pero.

—Pero nada, yo también muy imbécil en obligarte a que me contaras esto aunque yo te lo advertí.

—No Jason, no eres un imbécil, eres un reverendo pelotudo pero está bien, tu solo querías saber sobre mis padres y bueno ya no tiene significado, a hora que lo sabes—murmuro él apretando mis brazos.

Nos callamos y deje que él se sosegara, luego de cinco minutos él volvió a hablar.

—Quieres que siga contándote o…

—No, olvídalo si sigues llorando yo voy a…

—No te preocupes, lo entiendo muy bien después te contare la otra parte.

—He de suponer que la otra parte corresponde a la correccional ¿no? —Él asiente, soplo; —Me lo suponía.

El silencio reino sobre nosotros, el tiempo transcurría y Roy ya se había tranquilizado por completo. Me encuentro arrodillado en el suelo abrazándolo. Miro el reloj 07:01 de la mañana.

—Jason—me llamo. Agacho mi rostro y lo miro.

—Que sucede.

—Te puedo pedir un favor.

—Claro, que es—respondí besando su frente.

—Yo necesito comprar algunas cosas.

—Cosas, como cuales—cuestione. Él sonríe

—Pues bueno tú sabes, cosas de la casa como alimentos, útiles de aseo, útiles de aseo personal y esas cosas, podrás…

—Pues a ver déjeme, déjame pensarlo—exclame; —Está bien.

—De verdad—Yo asentí; —Gracias.

—No hay de qué, pero dime iras así semidesnudo—pregunte mirándolo. Él se ríe y niega.

—Claro que no tonto me daré un baño ya que estoy lleno de sustancias viscosas, culpa de un tipo horrendo que me partió en dos mi pobre y lindo trasero duramente la anoche—dijo sonriendo.

—Con que tipo horrendo ¿eh?

—Jijiji lo siento se me escapo.

—No importa ya hablaremos después, será mejor te largues a bañar mocoso maleducado—exprese. Él se levanta y me saca la lengua, yo aprovecho y le doy una fuerte nalgada. El chilla de dolor.

—Oye eso me dolió—dije sobándose las nalgas; —Que cruel eres Jason— reclamo haciendo pucheros. Yo rio y le  muestro el dedo del medio, doy vuelta para limpiar la mesa; —Jason—me llamo, volteo y lo único que pude ver fue un almohadón estrellándose en mi rostro, Roy ríe a carcajadas y sale corriendo hacia el baño

—Ya verás mocoso—grite mirando hacia la puerta de la habitación. Sonrio y levanto la almohada y la pongo de nuevo en su lugar al igual que el cuadro.

Roy

Fue muy gracioso el haberle arrojado el almohadón a Jason en el rostro jajaja, se lo merece por a verme hecho eso ahora, mis nalgas están todas rojas y me arden, maldito depravado.

Pero por alguna extraña razón me siento mucho mejor ahora, creo que estando con Jason se me pasara todo esto, es decir podre olvidar a mis padres y mis abuelitos y dejarlos descansar como corresponde aunque viendo el calendario dentro de cinco días se cumplirá otro aniversario de sus muertes y genial. Las lágrimas se escurren por mi rostro otra vez. Ya para Roy no sigas.

Me limpio el rostro y me meto en el baño. Cierro la puerta y pongo el cerrojo. Abro la ducha y dejo que el agua caliente cayera. Me aparto un poco y me quito el bóxer azul de Calvin Klein. Me meto en la ducha y dejo que el agua recorra todo mi pálido cuerpo, agarro el acondicionador y me pongo en la cabeza acariciando suavemente mi cabello, tomo el jabón líquido y lo roció sobre la esponja de baño lo mojo y lo aprieto hasta que se genere la espuma. Me lo froto por todo el cuerpo. Me meto bajo la ducha y dejo escurrir toda la espuma. Una vez que las burbujas desaparecieron cierro el grifo. Agarro mi toalla y me seco, la enrollo sobre mi cintura y salgo a vestirme.

Camino hacia mi ropero y busco algo cómodo para usar y en eso elegí una remera con la mitad blanca y la otra celeste debajo me puse unas mangas largas negras, una bermuda gris y una John Foos celeste y blanca.

Me miro en el espejo y termino de arreglarme. Listo ahora busco mis gafas y me las pongo, odio usar anteojos pero por obligación de los médicos las uso, pero para serles sinceros no me quedan nada mal pero las odios igual. Agarro mi billetera y salgo hacia la cocina, al llegar vi a jajaja Jason peleando con la aspiradora jajaja que gracioso; “Maldita porquería inmunda funciona” gritaba e insultaba al aparato.

—Acaso no se te ocurrió ver primero si estaba conectado al toma corrientes—exclame enchufándolo.

—La puta madre ahora lo entiendo, por eso no prendía—vocifero pateando la máquina. Yo carcajeo y lo golpeo.

Él me mira detenidamente y sonríe.

—No sabía que usabas anteojos Roy.

—Gracias pero no me gusta.

—Porque si te quedan sensacionales mi amor—comento dándome un piquito en la boca.

—Gracias.

Miro el reloj 07:53 de la mañana.

—Oye te vistes para ir ya y evitar el tráfico—declare recordando que a esta hora el tráfico se ponía un poco pesado. Él asiente y camina hacia la pieza.

—Por cierto te ves muy guapo—expreso mirándome de pies a cabeza. Yo me sonrojo y miro para otro lado.

—Gracias, por cierto que te pondrás—pregunte. Se encoje de hombros y me mira.

—Usare la ropa de ayer—yo niego.

—No usaras eso.

—Y entonces que quieres que use—comenta mirándome.

Medito un poco y lo tengo.

—Ven sígueme creo que tengo lo necesario para ti—declare arrastrándolo a la habitación.

Entramos y busque dentro del placar de  mis padres y saque una camisa a cuadros color rojo y blanco y un vaquero azul ajustado.

—Toma esta, son de tu medida ¿creo?— exclame entregándolo las prendas.

— ¿De acuerdo? —dice no muy convencido.

Salgo de la habitación y lo dejo vestirse tranquilamente. 08:05, Jason sale a la cocina y Uau se veía realmente sexy con la linda camisa a cuadros con las mangas dobladas hasta sus codos, el pantalón azul extremadamente apretado a sus piernas atléticas, y sus John Foos blancas, además del lindo reloj que traía en su muñeca, claro.

—Uau te ves muy elegante mi amor—comente mirándolo fijamente. Sonríe y se sonroja.

—Gracias cariño, donde sacaste estas ropas Roy.

—Esas prendas son de mi papá—respondí arreglándole el cuello de la camisa. Él me mira sorprendido.

—Dijiste de tu papá, oh Roy yo no.

—Descuida Jason,  no te preocupes por eso, si mi padre te viera  seguramente se sorprendería por lo bien que te ves con sus ropas—comente sonriendo.

—Roy maldito enano—dice besándome apasionadamente, yo respondo a su mimo y lo beso también metiendo, mi lengua dentro de su boca y enroscándola con la de él. Una guerra intensa de lenguas se desato en nuestras bocas intercambiando saliva. Nos separamos y tomamos aire. Quedamos unos segundos mirándonos.

—Vamos antes de que sea tarde Jason—exclame acariciando su rostro. Él asiente.

Salimos del departamento y caminamos hacia el estacionamiento. Una vez en el auto salimos hacia el supermercado. Por suerte el tráfico estaba pacífico y sin ningún retraso.

Llegamos al súper y estacionamos el coche.

—Bien iré por un carrito tu mientras me esperas en la entrada ¿Okey?—comente mirándolo pero no me escucho; —Jason—lo volví a llamar pero no me escuchaba. Estaba serio mirando el carril contrario del estacionamiento. Miro el lugar donde él estaba observando y vi a un hombre con gafas oscuras, vestido con una camisa blanca y un jean negro. Lo observo y vuelvo a mirar a Jason; no me digas que te gusta este sujeto. Frunzo el ceño, tomo aire y me acerco al oído de él y muy fuerte le grito.

— ¡JASON! —él se asusta y se tapa los tímpanos. Él voltea y molesto me dice.

—Pero que puta te pasa, por qué demonios hiciste eso Roy.

—Que puta te pasa a ti, porque mirabas tanto a ese sujeto—exclame furioso mirando al sujeto de enfrente. Él saluda y camina hacia el interior del mercado. Gruño y camino a también hacia el supermercado, Jason me sigue y me toma de las manos.

—Espera Roy vallamos a otro lugar—exclama mirando el edificio.

—Por qué no me digas que no te quieres encontrar con tu amor platónico—exclame sarcásticamente. Él se ríe; —De que puta te ríes yo no le veo la gracia.

—Acaso mi pequeño Roy esta celoso.

—Celoso yo, hay ja no seas ridículo—declare irónicamente. Él se ríe y me besa.

—Qué lindo eres cuando te pones celoso.

—Que no estoy celoso y yo no dije nada—exclame entrando al supermercado con el changuito. Oigo su risa detrás de mí.

Puto Jason como se atreve a decir que soy celoso cuando en realidad no lo soy, la próxima vez que lo vea mirando a otros le voy a romper sus bolas con un martillo, le voy a cortar su salchicha y le hare que se los trague, para que aprenda a no ver a otros que no fuese yo y solo yo.

—Que tanto piensas—cuestiono él parándose a mi lado.

—En nada— articule poniendo una caja de cereales en el carrito.

—Enserio.

—Sabes en vez de estar haciendo preguntas estúpidas ayúdame quieres.

—Claro capitán en que quiere que lo ayude —bromeo él. Sonrio y le doy un golpe suave en su brazo.

—Necesito que busques la leche que está en el pasillo 7 por favor —ordene, él asiente y camina hacia el pasillo; —Oye espera antes de que te vayas te advierto que si vuelvo a ver que hablas o veas a otro tipo te mato —advertí. Él sonríe.

—Puedes estar tranquilo mi amor no volverá a pasar te lo prometo.

—Más te vale.

Él camina y se pierde doblando el pasillo, luego de veinte minutos ya terminamos de recolectar los comestibles y demás cosas. Ahora caminamos hacia la caja para pagar todo, cuando chocamos con otro carro. Me disculpo con la persona con quien choque y vi que era él sujeto del estacionamiento.

—Mil perdones no me fije por mi camino —exclama juntando las cosas que se cayeron de nuestros carros.

—No se preocupe está bien yo también no me fije por donde iba —respondí. Él sonríe y mira a Jason.

—Hola Jason me alegra verte —comentó mirándolo. Como acaso se conocen.

—Qué haces aquí —cuestiono Jason. El otro ríe.

—Acaso no es obvio lo mismo que ustedes —declaro irónicamente. Jason frunce el ceño y me mira.

—Camina Roy vamos a pagar las mercaderías —dijo arrastrando él carro. Yo asentí y camino a su lado.

—Realmente no creía lo que dijo Melody anoche durante la cena pensé que estaba mintiendo pero era cierto después de todo— sopló detrás de nosotros el sujeto extraño. Jason se detiene.

—Acaso a ti te importa lo que dice Melody.

—Sí que sabes elegir muy bien a tu pareja Jason, pero lástima que este pobre chico está destinado a sufrir estando a tu lado— declaró él; —Muchacho te recomiendo que te alejes de él, este hombre ya tiene su destino escrito y tú solo interfieres —eso fue ¿Una amenaza o advertencia?

—Muévete Roy salgamos de este lugar antes de que haya un homicidio—exclamo Jason caminando hacia la caja registradora.

—Eh si, adiós —me despedí del hombre extraño.

Qué quiso decir con que estoy destinado a sufrir, y por qué me dijo que me aleje de Jason. No lo entiendo quién es ese sujeto y por qué me dijo eso.

Notas finales:

Y que les parecio un poco aburrido segur apero no se preocupen a partir de ahora las cosa empezaran a ponerser un poco pesadas.

¿Quien es él sujeto extraño del supermercado? y ¿Que quiso decir a Roy con que esta destinado a sufrir con Jason? todo esto y mucho más en el proximo capítulo de EL BAR MÚSICO FRUTAL.

Nos vemos y cuidense.


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