Capítulo VIII
Roy
O6:OO AM anuncia el despertador con el sonido molestoso de siempre, semidormido tomo el aparato, lo apago y lo vuelvo a colocar en su lugar, me acomodo y vuelvo a dormirme completamente hasta que el sonido del despertador pero de mi reloj pulsera comienza a sonar. Carajo y la Puta Madre que lo Pario justo ahora tienes que sonar porquería inmunda, lo apago de mala gana y me despierto otra vez.
Me levanto, friego mis ojos y me desperezo, miro hacia la ventana y veo que esta todo nublado; quizás llueva, murmure observando el cielo gris, un movimiento de sabanas me hizo despertar de mi transe, volteo y observo a Jason completamente dormido, todo despeinado y con una línea de baba chorreando de su boca. Qué asco. Ahora voy a tener que lavar la funda de la almohada, mejor dicho voy a tener que lavar todo el juego completo de cama, ya que a causa de nuestros “juegos” gran parte de nuestros fluidos han ensuciado las sabanas inclusive las almohadas.
—Ummm Roy espera no te lo lleves… aun puedo comérmelo— murmura Jason destapándose.
Río despacito, lo tapo con la sabana y le beso suavemente en la cabeza. Me siento en el extremo de la cama juntando mis rodillas y lo examino mientras duerme pacíficamente; su cabello negro café, su hermoso lunar que está muy cerca de su linda nariz curvilínea, su barba en forma de candado y sus lindos labios rosáceos del cual con solo tocarme me hacía perder de placer.
—Que idiota fui al pensar mal de ti a noche Jas—susurre acariciándole la cabeza.
::::::Flashback::::::
—Entonces donde fuiste porque me dejaste solo en el bar—cuestione triste. Él suspira.
—Bueno… veras recibí un llamado de… mi hermano—responde acariciándome la cabeza.
— ¿Tu hermano?
—Sí—exclama sacándose sus zapatillas y acomodándose en la cama.
—Y que paso— examine viéndolo acercarse a mí.
—Bueno el hijo de puta me llamo diciendo que mi hermana Melody tuvo un accidente y que se estaba… estaba muriendo— declaro entristecido; —Mi hermana es la única persona de mi familia en quien yo puedo confiar y se le pasara algo yo… yo no sé qué aria—dice abrazándose las rodillas. Estaba llorando, Uau acaso esto era un sueño o una alucinación. Jason Robinson llorando no pensé verlo así, veo sus lágrimas caer por su cara, es horrible y muy doloroso. Me acerco a él y lo abrazo fuertemente.
::::::Final-Flashback::::::
¿La única persona de su familia en quien puede confiar? Y que hay de su padre o su madre, acaso no tiene o que. ¡No! que estoy diciendo Jas tiene papá y mamá, los he visto a ambos en portadas de revistas y diarios anteriormente. Entonces porque dice que es la única persona confiable, al menos que tenga problema con ellos, no lo sé. En fin eso no es de mi incumbencia.
Vuelvo a mirar el reloj O6: 1O de la mañana, será mejor que me levante y deje de dar vuelta, una vez que el reloj da y diez la hora vuela a toda prontitud y no se detiene por nada. Suspiro y me siento en el borde de la cama, me da flojera levantarme a demás me duele todo el cuerpo y el trasero pero más este último, puto Jason porque siempre que cojo contigo termino todo adolorido, mientras que tu acabas tranquilo y sin dolor alguno, pero ya verás algún día tendré mi venganza y te hare probar una cucharada de tu propia medicina, maldita perra.
A hora que me pongo a pensar esto nunca me pasaba cuando estaba con Michael es más cuando hacia el amor con él, no había dolor, siempre terminaba exhausto y satisfecho, pero cuando lo hago con Jason me arde todo el cuerpo, ¿porque será? Será por la diferencia de edad o el tamaño de los miembros o la forma en que me lo hacen. No lo sé. Pero que cara, puta madre porque mierda estoy pensando en esto, carajo mira lo que estoy pensando, que idiota soy, es más que claro que hay una diferencia una gran diferencia entre ambos, Jason es Jason y Mike es Mike, ambos son distintos. No tengo porque compararlos.
—Sera mejor que me deje de pensar en cosas estúpidas y me dé un baño de una maldita vez— exclame. Me levanto y comienzo a caminar mejor dicho a cojear de dolor. Me acerco a la puerta del baño pero me detengo, miro hacia el suelo y veo mi celular todo descuajeringado, me acerco y junto las partes, lo armo y lo enciendo. Mientras que el móvil se prende vuelvo a avanzar hacia el baño.
Entro y cierro la puerta, una vez adentro mi celular comienza a sonar 1, 2, 3, 4, 5 y así sucesivamente comienzan a llegar mensajes y todos son de Jason; reviso el primer mensaje.
*Roy perdóname por irme del Frutti Music sin avisarte pero lo que pasa es que surgió una emergencia y me necesitan, luego te explico. Te amo*
Leo el segundo mensaje o mejor dicho escucho el audio que Jason dejo:
*Hola Roy, soy Jason…bueno lamento haberte dejado solo en un día tan especial para los dos… me hubiese gustado seguir deleitándome con tu hermosa y melódica voz en el bar, pero a causa de un problema abandone el lugar ya que mi hermana me necesita y bueno si escuchas este mensaje llámame y perdón nuevamente, te prometo recompensarte. Te amo*
Al oír la voz triste y frustrada de Jason del otro lado del aparato hicieron que mis lágrimas comenzaran a caer por mi rostro mojando mi pecho, entonces él se ha estado intentando comunicarse conmigo. Y yo muy imbécil hice mierda mi teléfono a causa de mi…. Argg Que torpe, más que torpe, imbécil un completo y total imbécil, soy un pelotudo, idiota, boludo y así sucesivamente un sinfín de insultos hacia mi persona comenzaron a invadir en mi mente.
No debí arrojar el teléfono contra la pared, pero bueno por lo menos volvió a casa y eso me tranquiliza. Pero aun así me odio, a la próxima no voy a hacerme mala espina pensando cosas bobas de él. Al menos claro que suceda algo malo hay cambiaria todas las cosas.
Bloqueo mi Samsung y abro la ducha, dejo que el agua caiga como un torrente sobre mi cuerpo. Limpio mis ojos y comienzo a bañarme, friego mi cuerpo con la esponja y enjabono mi cabello con shampoo. Dejo escurrir la espuma y luego cepillo mis dientes. Cierro el grifo y agarro la toalla, empiezo a secarme desde mi cabeza hasta mis piernas, enrolló el paño por mi cintura y salgo. Me miro en el espejo.
—Tengo que cortarme el cabello, lo tengo muy largo y aparte también tengo a afeitarme—comente acariciando mi barbilla donde varios vellos empezaban a crecer, no tengo muchos pero igual. Abro el botiquín del baño y busco la rasuradora y la espuma de afeitar. Pongo el jabón en mi mano y lo empavono en mi rosto, tomo la maquinita de afeitar y comienzo a desmalezar mi barbilla y rostro.
—¡¡Auchh!! Mierda— chille, un mal movimiento hiso que me cortara cerca de mi barbilla; —O no sangra— murmure sacándome la espuma y cortando un pedazo de papel; —Puta madre, que idiota soy— exclame apretando el papel sobre la herida. Termine de higienizarme y salí a vestirme.
Camino hacia el closet y busco algo de ropa abrigada ya que estaba fresco afuera. Elegí unas mangas largas a rayas y un vaquero negro. Saco del cajón mi bóxer de Calvin Klein y me empiezo a vestir, ahora solo falta calzarme, busco mis borceguíes color marron y me las pongo, ahora si ya estoy listo.
Miro la hora O6:4O tengo tiempo todavía, la hora de entrada de la facultad es de O7:3O aun me queda media hora. Camino hacia la puerta y miro hacia la cama donde el cuerpo seminconsciente de Jason descansaba cómodamente.
—Como te envidio hijo de puta—dije mirándolo, él gruñe y abraza una almohada. Sonrio y salgo a la cocina. Preparo mi desayuno y lo devoro, una vez terminado busco mi bolso y mi chaqueta de cuero para contrarrestar el frio.
—Dejare la llave por si las dudas, total Jason está durmiendo y dudo mucho que alguien entre—exclame cerrando la puerta, camino hacia el ascensor. Una vez a bajo saludo al guardia del edificio y salgo al exterior. Purrr sí que estaba fresco, no parece febrero si no junio. Saco de mi mochila mi gorro gris y me lo pongo, empiezo a caminar hasta la parada del bus que estaba a una cuadra del departamento.
Al llegar vi a pocas personas esperando el transporte, saludo como es debido a la gente, ellos a su vez retribuyen mi saludo con una amplia sonrisa y un gesto amable. En gardenia, aún hoy en día es motivo de alegría y a veces una bendición cruzarse con otro ser humano, por lo que es usual intercambiar saludos.
Miro mi reloj pulsera O7:1O carajo el puto transporte no llega si sigue tardando voy a llegar tarde a la facultad. Esto es un poco vergonzoso, tengo veinticinco años y aún no tengo un auto ni siquiera licencia para conducir, todos mis amigos lo tienen, creo que soy el único pelotudo que no posee un coche.
Mierda de la mierda de la reverendísima mierda, porque puta tarda tanto; O7:21. Necesito un auto y urgente, luego a hablare con Claus para que me aumente mi sueldo o de ultima consigo otro trabajo, na apenas puedo sobrevivir trabajando en el bar, si consigo otro voy a morirme además como lo hare, de día voy a la universidad y a la tarde estoy en el Bar como trabajare con el otro. Luego lo pensare.
Vuelvo a mirar hacia la calle y verificar si hay señal del bus y al fin la puta madre. Subo y pago el boleto, busco un asiento y lo tomo O7:26, tengo solo cuatro minutos para llegar a la facultad. Busco mis auriculares en el bolsillo de mi mochila y me los enchufo a mis oídos, indago en el reproductor del teléfono y pongo play; “Easier To Run” de Linkin Park suena en mis tímpanos, una canción increíble que más o menos se basa mi vida. Miro hacia la ventanilla y dejo que la música me domine.
— A veces recuerdo… La oscuridad de mí pasado… Trayendo de vuelta estas memorias… Que desearía no tener… A veces pienso en dejarlo ir… Nunca mirar atrás… Y nunca avanzar, entonces…Nunca habría un pasado… — recito la canción, apoyo mi cabeza en el vidrio y cierro los ojos fuertemente, derramando tres lágrimas. Debo dejar de hacer esto, no es bueno que digamos seguir pensando en el pasado, como me dijo una vez Claus; “No vivas en el pasado Roy, levanta tu rostro, debes seguir el camino ya que en cada curva hay un futuro enceguecedor que te está esperando y miles de objetivos te aguardan para que tú los cumplas”.
—Sabias palabras Claus y tienes razón no debo llorar más y debo seguir sobreviviendo en esta jungla de cemento— digo mentalmente mientras me limpio la cara; —Hay muchas personas que confían en mí, no debós defraudarlos en especial a Jason— exclame mirando mi teléfono, vuelvo a mirar hacia el cristal; —Aquí tengo que bajarme— comento, me levanto y camino hacia la puertilla, aprieto el botón para descender. El camión se detiene y bajo. Corro y entro a la universidad, en eso me topo con mis amigas.
—Galatea, Serena espérenme—grite corriendo, ellas voltean y se detienen; —Puff… lo siento— prorrumpí apoyándome en el hombro de una.
—Justo a tiempo Farrell—comenta una chica rubia, ojos marrones vestida con unas mangas largas cian por encima un chaleco de corderoi sujetado con un cinturón rosado, una falda azul claro, pantimedias rosadas con rayas azules y unos tacones celestes. Galatea es su nombre; —Pensamos que tú ya estabas adentro —dice acomodándose su bolso.
—Buenos días chicas y si llego a esta hora es por culpa del puto autobús, yo no entiendo por qué tardan tanto esas porquerías.
—Tienes razón, pero sabes ¿porque no me llamaste? te hubiese ido a buscar a tu departamento — examino Serena, una chica cabello castaño ojos verdes, tenía puesto una camisa rosa, chaleco verde hierba. Una falda fucsia de bordes afilados con rayas verdes y blancas atados con un cinturón rosado, calcetines largo color fucsia y zapatos de tacón alto verdes; —Sabes que yo no tengo ningún problema en ir a buscarte Farry.
—Si lo sé pero igual no quiero, ya voy a tener mi auto propio, solo es cuestión de que ahorre un poco más y así tener el auto que siempre quise.
—Y cuál es ese auto que tanto ansias— curioseo Serena.
—Pues el nuevo Toyota—respondí mirando mi Samsung.
— ¿Toyota? te refieres al Corolla.
— Ese mero, estuve averiguando su precio.
— ¿Y cuánto es? —hablo Galatea mirándome fijamente.
—Pues $242.OOO— revelé, las chicas al oír el precio del auto casi se caen.
—242 millones de pesos—gritaron sorprendida al unísono las chicas. Yo asiento lentamente.
— Pero Roy eso es mucho dinero— dice la rubia, yo vuelvo asentir.
— Si lo sé pero quien dice que algún día reciba ese auto, solo es cuestión de esperar.
—Sueña amigo, sueña que solo en tu fantasía podrás tenerlo pero quien dice que no jajaja— exclama riéndose serena.
—Tienes razón jajaja—respondí. Entramos al edificio y fuimos rápido al salón. Una vez adentro buscamos nuestros asientos, por suerte el titular de la clase aún no había llegado, miro todo el lugar y busco a mi amigo Agustín, lo busco y rebusco pero no lo encuentro, volteo y miro a mis amigas; —Oigan no veo a Harper por ningún lado— dije despacio, ellas voltean y lo buscan también.
—Qué raro ¿qué le habrá sucedido?
—No lo sé—declare encogiéndome de hombros y sacando mi cuadernillo y la lapicera. El titular ingresa al aula y comienza a dictar la clase, la primera hora tengo práctica profesional y metodología de la investigación científica y electroacústica hasta las nueve y media, a las diez tengo ruido acústico en el laboratorio de acústica y luego un pequeño receso para descansar después física III. Espero que Jason no se desespere y se enoje conmigo porque no le avise donde iba, será mejor que le mande un mensaje y le diga donde estoy, aunque seguramente debe saberlo o ¿no? De todas maneras le informare.
—Señor Farrell puede dejar su celular un segundo y prestar atención a mi clase—dice el catedra, termino de teclear el mensaje, lo guardo y miro al profesor, sonrio.
—Lo siento profesor pero descuide no volverá a pasar, continúe por favor—me disculpe, él sopla y continua con su clase; —Espero que Jason reciba el mensaje—murmure mordiendo la birome y mirando el cielo oculto, bajo toda esa capa gris que la cubre.
Jason
Que comodidad, esta tan caliente la cama que me da flojera levantarme, volteo y busco a Roy para abrazarlo, estiro mi manos hacia el lado opuesto de la cama para apapacharlo fuerte y jugar un poco con él pero al no sentirlo abro de inmediato los ojos y veo que está vacío, me levanto y examino todo el lugar; la puerta del baño está abierta y la luz está apagada, conclusión Farrell no está en el baño.
Corro las sabanas y camino hacia el living, vuelvo a examinar el lugar y no lo veo; donde demonios estás pendejo de mierda, voy devuelta a la habitación para buscar mi celular y veo que tengo un mensaje, desbloqueo y veo de quien es.
—Es de… Roy, a ver que dice— abro y leo el SMS.
*Buenos Días Jas antes de que pienses mal y comiences a mandarme textos para saber dónde carajos estoy, te recuerdo que como todos los días voy a estudiar, mientras que tú HDP duermes como un oso en plena etapa de invernación, bueno en fin donde estaba a si, espero que sepas preparar tu desayuno porque como ya verás no estoy en casa, yo volveré para las una y media más o menos. Cuídate y no hagas macana. Te amo RF.*
—Oso en plena etapa de invernación jajaja, mocoso de mierda— bloqueo el teléfono y me tiro en la cama; —Bueno al parecer tengo el departamento para mí solo hasta las una y media, a ver qué hora es— levanto mi rostro y veo el reloj O9:38 de la mañana, tengo cuatro horas libre hasta que llegue Farrell. Me levanto y voy a la ducha.
Abro el grifo y me sumerjo en el agua tibia despabilándome por completo; no hay nada más saludable que comenzar el día con un buen baño caliente y un poco de música Punk, busco en la biblioteca del teléfono y pongo la canción que Roy me paso antes de ayer; “Lost In The Echo” dice en el menú, no tiene el nombre de la banda o los artistas quienes lo cantan, lastima luego le preguntare a Roy. Mientras el agua cae sobre mí, la música suena a todo volumen generando eco en todo el baño. Es increíble la voces de estos sujetos son maravillosas, extraordinarias y muy copadas, mierda me gustaría saber quiénes no.
And these promises broken
Deep, feeble
Each word gets Lost in the echo
So one last lie I can see through
This time I finally let you
Go… go… go…
Intento cantar como ellos pero es inútil mi voz no fue hecha para cantar si no para malgastarla en reuniones y conferencias ante un millón de burócratas incompetentes, Jump me pregunto que habrá hecho Roy para poder cantar mejor dicho gritar como un demonio, su voz es fantástica, muy melódica y atractiva.
Que sucede ya no escucho la canción, mierda que pasa ahora, miro el teléfono y verifico el problema y una llamada de Casandra, dudo en atenderla y si la contesto comenzara con sus preguntas diarias de como estoy, que hago, donde y con quien estoy. Jajaja es gracioso terminamos hace mucho tiempo y aun me sigue haciendo esas preguntas como toda una novia celosa.
—Diga—pregunto, escucho su suspiro.
—Hola Robinson al fin contestas, ya me estaba preocupando ¿Cómo estás? ¿Por qué no te presentaste a trabajar? te informo que hoy tenías dos reuniones extremadamente importantes y…
—Cielo mujer como hablas se ve que te gusta darle a la sin huesos ¿no?
Oigo su risa del otro lado del aparato.
—Muy gracioso Jason pero ya enserio ¿Cómo estás? Me entere de lo que le paso a tu hermana, dime está bien ella verdad.
Suspiro.
—Si Casandra ella está muy bien, gracias por preguntar y tu como estas, que haces.
—Pues… oye yo te pregunte primero donde carajos estas, necesito hablar contigo de algo muy importante.
—Con que algo importante ¿eh? y que tan importante es.
—Súper importante Jason dime donde estas hospedado ahora o…. ya se seguramente estas en la casa de ese chico el cual conociste verdad.
—Que comes que adivinas mujer, si estoy en su departamento ahora quieres venir y así hablamos sobre ese tema importante.
—Okey, dime dónde vive.
—Pues a ver…. Calle Múnich y San francisco, enfrente de una veterinaria está el departamento, tiene dos árboles en sus extremos y…
—Hay un buzón de correo color azul verdad—exclama ella interrumpiéndome.
—Exacto ¿cómo lo sabes?
—Paso todos los días por ahí jajaja.
—Okey entonces…
—Estoy cerca como a cuatro cuadras de San Francisco, yo te aviso cuando llegue ah y prepara café porque tengo un pastel de frutillas que urgente necesita ser devorado. Chau.
—Bye— respondo.
Corta, bloqueó el Samsung y suspiro. Genial lo que me faltaba y yo que quería relajarme un poco. Pero bueno que se le va hacer. Termino de ducharme y salgo a vestirme.
—Mierda me olvide no tengo ropa que ponerme—exclame cruzándome de brazos y mirando la pila de ropa que use ayer; —A hora que voy hacer—me pregunte, en eso me acuerdo lo que Ryo dijo la otra vez; “Debes en cuando es bueno que estas ropas respiren un poco llevan años encerradas en ese armario”; — Pero yo no puedo Roy— “No tengas miedo Jason seguramente a mi padre le encantaría que uses sus ropas, vamos úsalas”; —Bueno, si insistes.
Me acerco al closet y busco algo cómodo para usar, está un poco fresco afuera asique debo escoger algo abrigado para no cagarme de frio. Puff está difícil la cosa, mi suegro es decir el padre de Roy sí que tiene ropas para dar y prestar y muy buenas por cierto, escarbo un poco en el armario y encontré algo bastante bueno. Unas mangas largas roja, un pantalón de mezclilla negra y mis fieles converses. Me visto y me miro en el espejo.
—Quien lo diría el hombre sí que tenía buen gusto en elegir su vestuario— comente mirándome de pies a cabeza, volteo y miro el reloj 1O:O2 de la mañana; —El tiempo sí que vuela—murmure mirando el aparato oscilando en la pared cuando en eso me llega un texto, agarro mí el teléfono y miro quien es, Casandra.
*Ya estoy abajo, ven a buscarme por favor*
Ya está aquí, termino de arreglarme y salgo al living, me pongo mi chaqueta negra y una bufanda, camino hacia la puerta y la cierro con seguro, viro y camino hacia el ascensor, entro aprieto el botón y espero que el elevador llegue al primer piso, una vez allí saludo al guardia y salgo al exterior. No esta tan fresco como lo esperaba. Volteo hacia todos lados y veo a mi expareja, ella al verme sonríe y se acerca.
—Hola Jason, que bueno que ya estás aquí ya me estaba empezando a cagar de frio—chillo ella abrazándome. Rio y la miro.
—Sí que eres insoportable mujer, vamos adentro hay te vas a calentar y espero que hallas traído ese pastel porque me muero de hambre—comente arreglado su saco. Ella asiente arregla su cartera y me da la caja donde descansaba el pastel de frutillas que tanto me gusta, caminamos al interior del edificio y entramos al elevador. Una vez arriba salimos y entramos al apartamento, dejo el pastel en la mesada y la veo a ella parada en la puerta viendo todo el lugar.
—Que pasa, porque no entras—pregunte, ella entra y cierra la puerta.
—Uau asique este es el pequeño hogar de tu pequeño novio verdad Jason—pregunta ella sacándose su saco. Yo sonrio y asiento.
—Porque te esperabas otra cosa verdad—cuestione, niega y camina donde estaba yo.
— ¿Dónde está? quiero conocerlo—inquiere.
—Lamentablemente no se encuentra por ahora, pero si quieres dejarle un mensaje con mucho gusto se lo daré— respondo con sorna.
—Y donde está, oh déjame adivinarlo seguramente está en la universidad ahora ¿no?
—En efecto señorita Forlán el joven Farrell está en la universidad y no vendrá hasta las una y media—Respondí jocosamente. Ella ríe y me pega con su bolso.
—Lastima me hubiese gustado conocerlo pero bueno luego lo conoceré…pero sabes mejor así no quiero que este aquí ya que tenemos cosas importantes de que hablar Robinson y no quiero que él lo escuche—dice sacando una carpeta azul la cual yo conozco perfectamente. Yo asiento y caminamos hacia los sillones; —Bueno debemos decidir que vamos hacer con esto, no puedes seguir ocultándolo, si él se llega a enterar de esto tu…
—No hay necesidad de que se entere de esto porque no voy a cumplir con este puto contrato es más voy a rechazarlo rotundamente—respondo mirando el marco de fotografía donde estaba la foto de Roy y sus padres.
—Pero Jason sabes lo que sucederá si no lo cumples verdad.
—Si lo sé y no me interesa, ya no voy a seguir haciendo caso lo que mi padre me dice si quiere sacarme la empresa pues que lo haga no me importa—respondí mirándola, ella asiente y vuelve a mirar los papeles.
—Okey me parece muy bien entonces debemos buscar un punto débil en este contrato para que te puedas librar de el—dice leyendo la hoja. Muevo la cabeza en afirmativo y hago lo mismo que ella.
Roy
11: OO de la mañana eso quiere decir hora de receso, las chicas y yo salimos del laboratorio de acústica hecho bostas por el enorme descajete que nos insertó el profesor por suerte llego la ahora que tanto ansiamos, no dirigimos al patio pero más al puesto de comidas rápida a conseguir algo para morfar y zafar la siguiente hora.
—Me estoy muriendo de hambre creo que el café y las tostadas ya cumplieron su ciclo en todo mi organismo—comente acariciando mi vientre.
—Igual yo, mi estómago no ha parado de rugir en toda la hora de clases —dice Galatea acariciándose también la barriga.
—Eso a mí me consta, no paraba de oír tu estómago rugir en toda la clase, ya me estaba empezando a hartar—exclamo serena guardando su libro en su mochila; —Por suerte llego la hora de receso.
—Eso quiere decir que es hora de recargar combustible—dije levantando mis brazos y saltando de alegría.
—Ahora que dices combustible, me hace recordar que debo cargarle gasolina a mi auto si no morirá en pleno camino hacia casa— prorrumpe la castaña; —Ustedes vallan ahora los alcanzo, primero voy a alimentar a mi bebe luego iré a comer con ustedes—dice caminando hacia el sentido contrario al que nosotros íbamos.
—De acuerdo estaremos en el lugar de siempre, buena suerte—grita la rubia. Ella asiente y se pierde de nosotros. La chica de ojos marrones y yo caminamos hacia el puesto de comida. Llegamos y compramos unas hamburguesas y coca cola light para beber. Una vez que teníamos nuestras comidas fuimos a un pequeño banco cerca del puesto.
—Al fin—exclame sentándome y quitando el papel film a mi hamburguesa. La blonda se sienta delante de mí y bebe una poco de su coca; —Uhmm que delicia— pronuncie degustando la carne picada.
—Enserio entonces lo voy a comer—dice comiendo su hamburguesa; —Es verdad esto esta delicioso—declara devorando como una maniática el emparedado.
Ambos comíamos tranquilos hasta que una extraña sensación invadió en mi interior, más que una sensación fue como una especie de repulsión hacia algo, algo anda mal en mi cuerpo otra vez. Esperen es el mismo estremecimiento que he tenido en los días anteriores. Dejo la hamburguesa y cubro mi boca. Creo que voy a vomitar. Volteo y me agacho mirando hacia abajo. Galatea al ver mi estado deja de comer y se acerca a mí.
—Roy que sucede ¿te encuentras bien? —pregunta preocupada. Yo niego y la miro.
—No sé qué me sucede, últimamente todo lo que como me da arcadas y…—cubro mi boca y siento que todo lo que ingerí sube por mi garganta y se queda en mi boca. Trago y escupo un poco de saliva; —Argg mierda— balbuceo bebiendo un poco de agua.
—Roy que te pasa ¿hay algo que no me quieras decir?
—No lo sé Galatea es difícil, últimamente unas fuertes nauseas, mareos y dolores de cabeza me atacan y no dejan que me alimente como corresponde, esto es algo anormal, nunca me paso esto.
—Y nunca fuiste al médico—pregunta sentándose a mi lado. Niego y suspiro.
—No, no he ido.
—Y porque no vas, no es normal que te suceda esto Roy.
—Si lo sé pero no le doy importancia ya que por ahí es solo un colito estomacal que afecta a mi organismo—explique bebiendo otra vez agua.
—Bueno quizás sea eso pero dime desde cuándo te pasa esto.
—Creo que… creo que… una semana atrás más o menos, desde el viernes pasado me empezó a suceder esto.
—Una semana entonces no es una enfermedad del estómago Roy, debe ser otra cosa— revela ella acariciando su barbilla
—Entonces y si no es eso, ¿qué puede ser?
—Y yo que sé, no soy doctora Roy, te recomiendo que vallas al médico y te saques las dudas amigo ya que no es normal que te suceda esto —dice ella acariciándome la espalda.
—Tú crees —ella asiente, soplo y miro nuevamente para abajo; —Tienes razón voy a ir al médico, pero no ahora.
— ¿Qué? ¡Por que no! —Pregunta levantándose y apoyando sus manos en su cintura; —Si es por las clases, te recomiendo que te olvides de eso Farrell.
—Pero.
—Pero nada es increíble que te interese más la clase que tu salud Farrell, escúchame bien lo que te digo vas a ir al doctor y fin de la discusión oíste — declara molesta, fulminándome con su mirada. Cuando Galatea se molesta es muy aterradora, será mejor que le haga caso porque si no voy a ligar una cachetada. Asiento rápidamente, ella suspira y sonríe; —Eso me gusta lo vez, que fácil fue ¿no? Farrell —examina ella.
—Sos una demente, pero okey iré ya que si sigo aponiéndome a ti voy a ligar un golpe de tu parte—respondo cruzándome de brazos, oigo su risa; —Loca de mierda, pero dime algo que doctor quieres que valla si no conozco a ninguno — cuestione clavando mis ojazos azules en ella, Galatea reflexiona un poco, saca su teléfono y sonríe.
—Tienes suerte de que mi hermano es doctor, le llamare y le preguntare —dice tecleando y acercando a su oído el aparato, bebe un poco de su coca cola y empieza a hablar con su hermano.
—Jump loca de mierda —susurro bebiendo más agua, volteo y miro hacia el otro lado. Me pregunto que estará haciendo ahora Jason, espero que se haya levantado y hecho un poco de limpieza ese maldito holgazán bueno para nada. Me hace recordar esa vez que el intento limpiar con la aspiradora. Jajaja “maldita porquería funciona” jajaja como no se fijó que el aparato no estaba conectado al toma corrientes jaja; —Seguramente todo el departamento debe estar hecho un caos — murmure riéndome y girando mi rostro hacia mi amiga. Ella sigue hablando, sí que es hermosa me pregunto cómo es posible que una chica como ella no tenga novio, es muy inteligente, atractiva, astuta y muy charlatana. Si fuese mi novia no la dejaría nunca, pero me conformo ser novio de Jason. Él también es muy guapo y sabe cómo satisfacerme.
—Listo ya hable con mi hermano —dice guardando su BlackBerry en su cartera y mirándome.
—Y que te dijo —pregunto bebiendo el líquido cristalino que estaba bebiendo hace rato.
—Bueno — bebe de su refresco; —dijo que no tendrá ningún problema en atenderte, te reservo una turno después de clases asique después que salgamos de la facultad iremos a verlo de acuerdo — culmina sonriendo. Yo muevo la cabeza en afirmativo; —Okey, por cierto Serena ya se está tardando ¿no? —dice mirando hacia el estacionamiento, volteo también y miro hacia el lugar donde mi amiga estaba observando. Y es verdad el auto de serena no estaba aún.
—Seguramente debe a ver muchas personas en la estación de servicio —respondí jugando con mi teléfono.
—Seguramente — exclama comiendo una manzana. La hora de descanso termino y volvimos al salón a continuar con nuestra clase, en eso nos topamos con serena quien volvía con una hamburguesa y una Sprite en su mano, yo al ver la comida me agarra arcadas de vueltas, volteo y miro para otro lado. Galatea nota mi actitud y mira a la castaña.
—Serena puedes por favor alejar eso de Roy, gracias—dice apuntando el alimento que ella traía, la otra la mira confundida; —veras a nuestro amigo le dan nauseas al ver comida—comenta apoyando su mano en mi hombro.
—Y porque—pregunta la ojiverde; —Roy que te sucede—inquiere mirándome.
Yo volteo y vuelvo a ver a la comida, mierda ya no aguanto, le doy mi bolso a Galatea y corro hacia el baño. Entro al toilette y voy directo al cubículo a vomitar todo lo que tenía en mí estómago. Puta madre pero que me está pasando no es normal que me suceda esto, y todo comenzó la otra vez, después que hice el amor con Jason, al otro día me levante y vomite como un borracho. ¿Qué sucedió? no lo sé, pero si sigo así voy a morirme, pero no solo los vómitos me atormentan sino también las náuseas, las jaquecas, los dolores de cabeza y una enorme fatiga. Que son estos síntomas, acaso comí algo en mal estado y me está afectando el organismo, no lo sé ahora cuando valla al médico sabré lo que me sucede. Tiro la cadena y salgo, me acerco a la pileta y me mojo, me observo en el espejo.
—Uau mira estas ojeras parezco un muerto—vuelvo a sumergir mi cara en el agua, me seco y salgo a encontrarme con mis amigas quienes me miraban preocupadas.
—Estas bien Roy—pregunta Galatea. Yo niego; —Suficiente iremos a ver a mi hermano ahora—dice arrastrándome a mí y a serena quien ya había guardado su alimento.
—A tu hermano ¿porque? —cuestiona serena. Galatea voltea y mira molesta a la otra.
— ¡¿Por qué?! ¡¿Porque?! Es demasiado fácil este idiota se está muriendo no lo vez—dice apuntándome. Yo no digo nada, no tenía ganas de decir algo ya que me dolía mi cabeza y mi vientre; —Sabes que quédate y dile al profesor que Roy y yo fuimos al hospital de acuerdo— serena asiente; —Bien Farry iremos a ver a mi hermano ahora, escuchaste no te preocupes por las clases Serena se va encargar de darnos todo luego.
—De acuerdo— escupo apoyándome en el hombro de la rubia. Ella suspira y nos despedimos de la castaña. Salimos al exterior y caminamos hacia su auto, entramos y partimos rumbo hacia el consultorio del hermano de Galatea.
Llegamos al consultorio del doctor, Galatea estaciona el coche y bajamos. Qué vergüenza en verdad debo conseguirme un auto.
—Ven Roy apresúrate—dice ella abriendo la puerta del estudio. Entro y sí que estaba agradable, en el interior había una conjunto de sillas en forma de L detrás de esta estaba la ventana cubierta con una bonita cortina celeste, una pequeña mesa en el medio de los bancos donde una revistas de chimento descansaban, una planta de ficus a lado de la puerta. En la otra parte había un cubículo donde estaba sentada una mujer morocha ojos marrones. Nos acercamos a ella. La chica al vernos sonríe.
—Hola Galatea como te va, que haces aquí—cuestiona la mujer.
—Estoy bien, dime esta mi hermano en su oficina.
—Tu hermano, si esta hay ahora.
—No está con nadie verdad—inquiere Galatea. La chica niega; —Perfecto escucha dile que aquí le traigo a mi amigo, él le reservo un turno y me dijo que le traiga después de clase—dice mi amiga rubia. La morocha asiente y camina hacia la puerta, entra y luego de unos segundos, sale ella se acerca a nosotros y sonríe.
—El doctor dijo que pases te atenderá ahora—exclamo ella. Yo miro a Galatea.
—Muy bien te deseo suerte con mi hermano Roy, no tengas miedo él no te hará daño, él es bueno y si te llegase a ser algo malo avísame que lo golpeare—dijo la blonda formando un puño, sonrio; —No te preocupes por mi yo voy a estar aquí esperándote con Sandra—dice acercándose a la morocha. Yo asiento y camino hacia la oficina. Me acerco y golpeo.
—Adelante—gritaron, trago duro y entro.
—Per-permiso hola—balbuceo. Entro a la habitación y veo al hermano de Galatea.
—Asique tú debes ser Roy Farrell verdad—pregunta un chico hermoso, es como Galatea solo que en versión masculina, rubio, ojos marrones y muy enorme; —Vamos pasa no tengas miedo, siéntate dime y lo que te sucede— me pregunta. Me acerco y tomo asiento; —Y bien.
—Bueno yo… pues hace una semana atrás me he sentido muy mal, he tenido nauseas, dolores de cabeza, cambios de ánimos, repulsión hacia lo alimentos, fatiga y bueno, no sé lo que me sucede doc. A qué se debe esto.
—Mmm dices náuseas y dolores de cabeza verdad— inquiere. Yo asiento.
—No solo de cabeza sino también de cuerpo, pero más en mi vientre, me duele demasiado y no sé porque me pasa esto.
—Mmm voy hacerte un análisis de sangre para saber lo que tienes y hay sabremos lo que te pasa estamos—dice, yo asiento. Él sonríe saca una jeringa, algodón de una gaveta, luego extrae una botella de alcohol de un botiquín, se acerca a mí. Moja el algodón con el alcohol; —Necesito que te saques la campera y arremangues las mangas—ordena, asiento y hago lo que él me dice.
—Listo—exclamo, él sonríe y acerca el algodón húmedo en mi brazo. Tira el algodón en un cesto de basura y toma la inyección.
—Esto no te dolerá, será algo rápido y nada doloroso—dice metiéndome la aguja en mi brazo desinfectado, siento como un piquete y luego veo como la jeringa se llana de sangre, mi sangre. Sí que es oscura y muy pero muy roja; —Listo, toma ponte esto hay y apriétalo—dice entregándome un pedazo de algodón, lo tomo y pongo donde el me lo dijo; —Muy bien mientras que tú haces eso yo voy a llevar esto al laboratorio y lo analizare, tardaré como media hora en averiguar algo— exclama guardando mi sangré en un frasco de laboratorio.
—Y que hago mientras usted hace eso—pregunte. El voltea y sonríe.
—Puedes esperar afuera con Galatea, mientras yo investigo un poco, esto solo como ya te dije llevara solo media hora, tranquilo, cualquier cosa que encuentre te avisare. De acuerdo—dice caminando hacia una habitación, yo asiento y salgo al exterior, veo a Galatea y la moracha hablando. Las chicas voltean a verme y sonríen.
—Y cómo te fue, que te dijo— curioseo la rubia, niego; —Que acaso no te reviso.
—Si me reviso—respondí haciendo una bolita el algodón y botándolo en el basurero, camino hacia el sillón y me siento. Galatea se acerca a mí y toma asiento.
—Y entonces que paso.
—Me saco un poco de sangre, dijo que lo analizara y luego me dirá lo que tengo—conteste a su pregunta. Ella suspira y cruza sus piernas y brazos; —Debo esperar por lo menos media hora más o menos.
—Media hora—asiento; —eso es poco debemos esperar.
—Correcto—respondí sacando mi Samsung y mirando la hora 11: 58 de la mañana, debo esperar por lo menos hasta las doce y media o menos, genial. Como me gustaría estar ahora con mi grandote y que me apapache fuertemente.
12:35 del mediodía, el jodido doctor no sale aun, ya me estoy empezando a impacientar. Me levanto y comienzo a caminar por toda la sala, veo a las chicas hablando de chicos, enserio creí que hablarían de cualquier cosa pero no, bueno que se la va hacer así son las mujeres. Vuelvo a mirar la hora 12:37, carajo. Pateo el sillón hasta que veo que sale el hermano de Galatea de su oficina. Tenía una mirada de confusión, sorpresa y ¿felicidad? Se acerca y sé queda parado mirando a su hermana y su secretaria, luego voltea y me mira, no dice nada. El silencio nos invade a los cuatro. Puta dígame de una vez maldita vez que es lo que tengo, que es lo que descubrió maldito hijo de perra. Bajo mi rostro y veo un papel en su mano izquierda, ese seguramente debe ser mi examen médico. Él lo mira y no dice nada, puta madre. Estaba por decir algo hasta que Galatea se me adelanta.
—Hermano todo bien— pregunta a su hermano mayor. Este lo mira y voltea a verme.
—Señor Farrell puede acompañarme a mi oficina—ordena, muevo la cabeza y camino de vuelta a la sala, él viene detrás de mí, cierra la puerta; —Toma asiento por favor—dice, obedezco y me siento. El camina y se sienta en su puesto, vuelve a mirar el papel. Su mirada es seria y eso me intriga.
—Y… bien doctor que es lo que tengo acaso.
—Dígame algo señor Farrell—interviene clavando sus ojos marrones en mí. Yo muevo la cabeza de arriba hacia abajo lentamente; —Usted tiene pareja—pregunta. ¡¿Qué!? Que si tengo pa-pareja y eso que le interesa, dígame de una vez que es lo que tengo maldito, mis mejillas se tiñen de rojo y volteo para el otro lado; —Y bien—insistió, volteo y lo miro, sigue serio al parecer necesita que le responda.
—Depende—respondo, el curvea un ceja.
—Como que depende—exclama inmutable.
—Argg, a que se debe todo esto, que tiene que ver con que tenga pareja a con lo que me está pasando—pregunte, él chista.
—Tiene que ver y mucho, pero otra pregunta—dice apoyando sus dedos sobre sus labios rosados.
—Lo escucho—respondo. El suspira.
—Ha tenido relaciones sexuales últimamente— cuestiona sin rodeos, yo abro los ojos y mi rostro se funde de carmesí otra vez.
—Y-y eso a usted que le importa doctor—conteste avergonzado.
—Esa no es manera de contestar señor Farrell, dígame si o no y punto.
—Bueno yo, que está tramando usted conmigo—examine, el me mira confuso.
—Yo nada porque lo dice.
—Y entonces porque me hace estas preguntas— él carcajea y me da la hoja la que él estaba leyendo, yo la agarro y examino. Lo leo detenidamente y que es esto, lo único que se puede entender es donde dice resultado y debajo de este dice positivo (+). Positivo entonces eso quieres decir que estoy enfermo, trago duro y miro al doctor; —Do-doctor que es esto porque dice positivo acaso yo.
—La verdad es algo increíble pero raro, hice las pruebas como cuatro veces y todo me daba lo mismo, creí que era un desperfecto de la maquina asique volví a intentarlo y me dio positivo— declara cruzándose de brazos y mirando hacia la ventana, bajo la mirada y vuelvo a mirar el examen; —Nunca en toda mi vida como doctor pensé encontrarme con esto y es fantástico, había oído casos parecidos pero no creí que fuesen reales—confiesa mirándome, yo lo miro. Que es esto acaso le gusta lo que me está pasando o quizá sea otra cosa y yo lo estoy malinterpretando.
—Doctor que este examen, no lo entiendo— comente devolviéndole la hoja, el ríe y niega.
—Señor Farrell no sé cómo decirle esto pero pase lo que pase no se valla a desmayar de acuerdo— ¡¿desmayar?! Oh, oh algo anda mal, aquí se viene la verdad adiós a mi vida, a mis sueños, a todos, asiento lentamente; —Okey se lo diré sin rodeos ya que se puede a preciar en sus ojos azules que por cierto son muy bonitos y…
—Argg mierda doctor dígame de una vez, deje de decir cosas bobas y escúpalo de una vez, dígame cuanto tiempo de vida me queda un año, un mes, un día, una hora—dije derramando lagrimas; —Por favor— el medico a siente y sopla.
—Muy bien escúcheme atreves del examen descubrí que…
—Que, que.
—Usted esta— doctor hijo de puta deje el drama para las telenovelas y dígame de una vez que es lo que tengo, esta chanta lo voy a cagar a trompadas enseguida.
—Que yo que— volví a recalcar.
—Está embarazado—dice. ¡¿Qué cosa?! Pero no manches buey.
—Doctor no estoy para bromas dígame cual es mi diagnostico—declare limpiando mis ojos.
—Es que ese es el diagnostico señor Farrell, usted va a hacer padre, que no lo entiende—contesta poniéndose de pie.
Q-que voy a hacer pa-padre, Uau. Esto, esto no puede ser cierto seguramente debo estar soñando, como que voy a ser papá eso es físicamente imposible, es algo ilógico, algo raro, algo… algo grandioso más que grandioso es hermoso, majestuoso, fantástico. Siento que mi rostro empieza a humedecerse, mis lágrimas están cayendo como una catarata y mojando el examen, me siento feliz y pero a la vez confundido, como es posible. Na la mierda tiro el papel y abrazo al doctor estrujándolo fuertemente contra mí mientras que lloro de la felicidad.