Los días pasaron y la vida en la casa de los Oh siguió igual que siempre, ya que todos, menos la más vieja de la familia, ignoraba que D.O junto con Kai se habían ido para siempre, sin una queja, pues la muerte les había llegado juntos.
Y como solo esa mujer lo sabía el suceso, el pequeño SeHun regreso a hurtadillas al despacho de su abuelo luego de una semana más o menos para buscar a D.O y jugar con él, se había quedado solo en casa aquella tarde así que decidió aprovechar esa oportunidad, pero no lo encontró en el lugar de siempre, preocupado porque lo hubieran escondido por su anterior travesura, comenzó a buscarlo por toda la habitación.
-¿Qué haces Sehunnie?- pregunto una voz que el menor recosió enseguida.
El pequeño se giró al escuchar aquella voz, sintiendo como su corazón se aceleraba a mil por horas, volteo enseguida y rápidamente su mirada se giró hacia el lugar de donde la voz provenía, apoyado en el marco de la puerta estaba Luhan, su vecino, niñero y querido amigo, al verlo inmediatamente una pequeña e inexplicable alegría invadió a Sehun, la cual fue reflejada en una amplia sonrisa dedicada al mayor, la cual tuvo otra sonrisa igual de radiante como respuesta de parte del niño de la puerta.
Al más joven de los Oh le encantaba la compañía de su hyung, quizás demasiado, pero nadie le tomaba mucha importancia, pues era lógico que Sehun lo quisiera tanto ya que compartía más tiempo con ese chiquillo que con su familia, gracias al trabajo de sus padres y a que los abuelos del pequeño ya no tenían mucha energía para lidiar con él, por eso, aunque Luhan solo era un par de años mayor que Sehun este se encargaba de cuidarlo siempre que tenía tiempo libre, pero Luhan siempre tenía tiempo si se trataba de Sehun.
Pero a alegría del pequeño Sehun duro muy poco, pues recordó los recientes sucesos navideños, al hacerlo sintió una extraña punzada en el corazón, lo cual le evito sonreírle por más tiempo a su hyung como siempre lo hacía y en su lugar mantener el rostro inexpresivo antes de seguir con lo que estaba haciendo antes de que él llegara.
-Busco algo- contesto serio, tratando de no demostrar que la voz de su hyung lo asusto un poco.
-¿Puedo saber qué es? Podría ayudarte a buscar-
-SI te lo digo debes prometer que no me regañaras con los demás- contesto el menor mirando a su hyung.
A la vez que Sehun hablaba, Luhan se acercó a donde estaba, se puso delante de él y entrelazo su dedo meñique con el de Sehun, el pequeño solo sonrío por aquel contacto que hizo que sus mejillas se tiñeran un poco de rojo.
- Estoy buscando a D.O el muñeco de cuerda, ya sabes con el que a veces jugábamos, en navidad mi madre me descubrió jugando con él y por eso tengo miedo de que por mi culpa mi abuela lo escondiera o se lo hubiera llevado- dijo un poco nervioso de que el mayor rompiera su promesa.
-Te ayudare entonces- dijo Luhan con una sonrisa.
Los ojos de Sehun se abrieron con alegría y abrazo a su hyung quien lo envolvió en sus brazos protegiéndolo tiernamente.
Luego de aquel acto ambos se pusieron a buscar a D.O en cada rincón del lugar, ignorando la dulce, poética y trágica historia detrás de su desaparición. Hasta que debajo del escritorio de su abuelo Sehun encontró el sombrero de copa de D.O mientras que Luhan entre las cenizas del fuego ya apagado encontró la hebilla del cinturón de Kai, pero no encontraron nada más, por lo que Sehun comenzó a llorar, recibiendo de inmediato el consuelo de Luhan que lo abrasaba y susurraba amables palabras de consuelo pues Sehun no dejaba de culparse de algo que él no había provocado.
Quizás ellos dos no sabían la representación de aquellos objetos que encontraron y que quedaron como recuerdo de la pequeña historia de Kai y D.O, pero a ambos los invadió un sentimiento extraño y decidieron conservar uno cada uno en memoria y recuerdo.
Antes de salir del despacho Sehun recordó de nuevo la recién pasada navidad, tomo la mano de su hyung y lo detuvo, lo miro por un momento mientras se mordía el labio inferior por los nervios de lo que diría.
-Omma dice que la navidad es para estar con la persona amada, esa persona a la que nunca quieres dejar ir, a la que siempre quieres a tu lado…tu estuviste toda la noche con MinSeok hyung- trago saliva pesadamente- ¿Tu lo amas?
Luhan quedo perplejo ante la pregunta, le tardo un tiempo salir de la sorpresa y miro a Sehun que ansioso esperaba una respuesta.
-Hablas con demasiada propiedad para ser un niño- comento con una sonrisa- pero sí, yo amo a MInSeok, él es mi mejor amigo.
-¿Y a mí?- pregunto el menor nervioso sin realmente saber porque estaba preguntando todo aquello.
-A ti también te amo, pero es diferente- respondió mientras desordenaba un poco el cabello de Sehun.
-Yo también te amo- contesto alegre el pequeño, pero luego tu felicidad fue opacada por otra duda en su cabeza-¿Diferente? ¿Cómo diferente? Explícame hyung.
-Promete me que conservaras el sombrerito de copa que encontraste, yo te prometo conservar la hebilla y que si aún tienes el sombrerito cuando seas mayor te lo explicare- respondió besando la nariz del pequeño.
Sehun quiso protestar pero no pudo pues un casto y rápido beso por parte de mayor lo silencio, luego Luhan tomo su mano y ambos salieron de la habitación.