No, papá por Hiiro chan

Ciel y yo nos volvímos amigos recientemente cuando quedamos en la misma sección este año. Ahora siempre hacemos juntos los trabajos y exámenes y poco a poco vamos teniendo confianza el uno con el otro. Me he dado cuenta de que es un gran amigo. Él vive solo con su padre. Yo no tengo padres puesto que me abandonaron cuando era un bebé. Por ahora vivo con Francys y Louis, que son los que me cuídan.
Hoy voy a hacer un proyecto de química con Ciel, y sí, veo química porque estoy en 4to año. Vamos a reunirnos a su casa hoy a las 2:00 pm.
Llegué a su casa casi a la hora, solo me adelanté unos minutos. Toqué la puerta, y me recibió un hombre alto, blanco y con cabello obscuro, estaba muy serio, casi parecía que se había recien levantado
"Ee... disculpe las molestias, señor ¿se encuentra Ciel?" Dije algo nervioso y tímido. Él enseguída sonrió levemente y dijo:
"Ah, tú debes ser Antonio, el amigo de mi hijo Ciel"
-¡¡¿¿Que??!! Ciel es su hijo?- pensé -se ve muy jóven para tener hijos- parecía tener unos 30 años, y eso me sorprendió mucho.
Me permitió pasar, y me dijo que me sentara en la sala mientras Ciel salía. Noté una mirada algo extraña en sus ojos... era como una mezcla de ternura y perversión. Eso me puso nervioso. Se me pasó cuando Ciel llegó, a los 5 minutos.
Estuvimos haciendo el proyecto durante unas dos horas, y como tambien debíamos hacer unas maquetas, terminamos todos llenos de pintura, pegamento, papeles y otras cosas. Mi amigo decidió que nos bañaramos en la piscina para quedar limpios.
El tenía muy buen cuerpo a diferencia de mi, y su traje de baño le quedaba apretado, puesto que nos bañamos en boxer. Yo siempre, desde pequeño he sido muy delgado y mi boxer me quedaba casi como un short normal, me sentía raro, pero no le preste mucha atencion.
Ciel se zambulló primero porque, bueno, era la piscina de su casa, luego fuí yo, algo tímido, ya que es mi forma de ser.
Durante un rato estuvimos nadando, chapoteando y divirtiendonos, hasta que ciel se cansó, yo por mi parte aún tenía enegía y seguí tirandole agua, pero el se molestó un poco diciendo que que me quedara tranquilo,  yo le respondí que no podía y me contestó que tenía una forma muy efectiva de callarme. Yo estaba dudando de cual era. Se acercó y me beso en los labios, lo ví muy sorprendido
"¿Qué haces?" Pregunté
"Te dije que te tranquilizaría" me dijo sonriendo. Yo no sabía que hacer, solo estaba en shock.
"¿Quieres otro?" Dijo algo seductor y acercandose a mi, me toco la mejilla, y su cara estaba muy cerca de la mía. No pude evitar sonrojarme. Solo contesté que no sabía. Yo conozco los gustos de Ciel, y puede decirse que los comparto tambien, y... bueno, el era muy atractivo, así que me dejé llevar.
Nos besamos durante un rato. Yo estaba muy nervioso, sentía su lengua jugueteando con la mía. Su mano lentamente bajó hacia mi ombligo y comenzó a acariciarlo, yo solo jadeaba. Debo confesar que en ese momento tuve una pequeña ereccion, él se dió cuenta y apretó la suya contra la mía. Luego me dió una mas grande. Ciel siguió bajando su mano por mi ingle hasta llegar a mi mienbro, lo comenzó a apretar y a mastrubarme, al mismo tiempo que tomaba mi mano y la ponía sobre el suyo. Yo no tengo tanta experiencia como él, seguro el ha hecho esto con varios chicos.
Al rato me pidió que me sentara en el borde de la piscina, yo obedecí. Me bajó el boxer, yo estaba muy exitado y se notaba. Él se salió, levantó mis piernas y me introdujo su gran y erecto miembro. Yo gemí, ya que me dolía por ser mi primera vez. El se veía tan relajado y deleitado a la vez, yo continuaba gimiendo hasta que me calló con un beso. A veces me ponía algo nervioso al pensar que su padre podría entrar y vernos así, pero al rato me concentré. Él me penetraba y con su mano seguía masturbandome, de vez en cuando me daba pequeños besos en el cuello y en mi pecho. Seguimos así por un rato hasta que nos corrimos juntos. Fue la experiencia más exitante que había tenido, tal vez por ser mi primera vez.
Luego de ese momento seguimos actuando como si nada hubiera pasado , pero cada vez que iba a su casa siempre lo terminabamos haciendo o aunque sea tocandonos. Ya estaba acostumbrado a visitarlo casi a diario, a veces hasta dormía allá (ojo, solo dormía. No piensen mal). Su padre siempre me trataba como a su otro hijo, me daba regalos, me llevaba a pasear, incluso más que mis padres adoptivos, tanto fue el nivel de confianza con Sebastian (papá de Ciel) que hasta lo llegué a llamar oto-san (padre). 
Un día fuí a visitar a Ciel. Llegué a su casa y toqué la puerta. Me recibió oto-san, lo saludé.
" Lo lamento, Antonio, pero Ciel está de viaje" me dijo.
"¡¿Qué?! ¿como que de viaje?" Conteste algo irritado, puesto que no me había informado nada.
"Todo es mi culpa. Él me dijo que te avisara, pero... creo que lo olvidé" mencionó algo apenado
"No te preocupes, oto-san. Me quedaré a hacerte compañia"
"Eso estaría muy bien, ahora estoy lavando el auto"
"Vamos, ¿puedo ayudarte?" Respondí muy entusiasmado
"Claro, vamos".
Me quité la chaqueta que tenía puesta para no mojarla y quedé en una franelilla que me quedaba algo ajustada, la cual debería ser muy pequeña considerando lo delgado que soy. Oto-san y yo nos pusimos a lavar el auto. Pero no solo era trabajo, tambien teníamos momentos de diversión. Nos tratabamos de mojar, pero él me ganó empapándome toda la ropa.
"Jajaja... vaya, creo que gané" dijo en un tono burlón. Luego, se me quedó viendo. Esto era por el hecho de que la franelilla mojada dejaba ver mi torso y mis pequeños pechos, los cuales él vió. Me sentí como una chiquilla avergonzada, así que los tapé con mis brazos. 
"No te apenes" me dijo acercandose a mi "son... lindos"
Note que oto-san estaba algo exitado, así que me puse nervioso. Él se puso muy cerca de mi, me cargó y me sentó sobre la parte delantera del auto. Ahí me besó la boca. Traté de resistirme, pero era más fuerte que yo, y sus besos no estaban tan mal, pero no podía evitar sentirme extraño. Él continuó besandome, solo que esta vez me besaba por el cuello tambien. Luego levantó mi franelilla y besó y lamió mi pecho. Yo estaba muy apenado, y solo jadeaba. Por suerte estabamos en el garage y nadie podía vernos. Oto-san desabrochó su pantalón y sacó su mienbro, el cual me dijo que lo metiera en mi boca. Yo estaba muy sorprendido, apenado y no quería. Oto-san volvió a besarme en la boca y me insistió hasta que accedí. Se veía en un estado de profundo placer. Al cabo de un rato me detuvo y dijo que era mi turno. No sabía a qué se refería hasta que lo ví bajandome mi short para dejar ver mi miembro, que no era ni la mitad de lo grande que el de oto-san. Jugó un poco con él antes de meterselo a la boca luego se lo metió completo, lo cual no era muy dificil. Eso estaba sintiendose tan bien... ya entendia la sensacion y la razon por la cual Oto-san puso esa cara... se sentía dolor, pero un dolor muy exitante.
Oto-san me puso en cuatro y me penetró, eso me dolió más que cuando lo hizo Ciel, y se notaba que su padre tenía mucha más experiencia que él. Lo hacía con una destreza. Yo sentía que cada embestida iba a partirme a la mitad. Ya no aguantaba más
Estaba a punto de correrme, cuando me lo sacó, yo estaba desesperado, quería que me siguiera penetrando. Papá se acostó sobre el auto y me puso sobre él, y ahora estaba dentro de mi. Esta vez si me corrí y Oto-san tambien, en mi. Él tenía planeado hacerlo de nuevo, pero mi celular comenzó a sonar, era Francis que me preguntaba que donde estaba, ya que me fui sin su permiso.
"Oto-san, lo siento, debo irme, sino mi mamá me va a matar" respondí algo tímido acomodando mi ropita.
"Esta bien, Antonio, otro día terminamos con esto" Me dijo en tono perbertido.
Al llegar a casa, Francis me dió una charla sobre la confianza que debería tenerle diciendo a donde iba a estar, mas en mi mente solo tenía ese incomodo pero exitante momento con Oto-san. Al terminar, me dijo que me fuera a mi habitación, ya que estaba castigado por el resto del día. 
Estaba acostado en mi cama, y el recuerdo de ese momento no salía de mi cabeza, ya estaba comenzando a levantarse mi amiguito. Solo me deje llevar y me masturbé pensando en papá, lo cual era raro, ya que siempre lo hacía pensando en Ciel. Ya estaba empezando a confundirme.
Al día siguiente le dije a Francis que iria a casa de Ciel a pasar un rato, así evitaba otra charla como la de el día anterior. Llegue a su casa y toqué la puerta como de costumbre, y por su puesto me abrió oto-san
"Hola, antonio. Qué tal?" Me dijo muy sonriente y mirando mi cuerpo de arriba a abajo "hoy tengo algunas cosas planeadas para nosotros..." 
"Ah... si!" Respondí algo apenado
"Pasa, por favor"
Entré. papá me cargó boca abajo sobre su hombro de forma que podía tocar mi trasero mientras me llevaba a su cuarto. Me dió unas nalgadas muy fuertes lo cual hizo que me exitara mucho. Llegamos y me dejó caer en su cama donde me besó fuertemente en la boca, parecía que me iba a comer. Se detuvo y se dirigió a su armario de ropa. Sacó un vestido de seda muy fina.
"Es de mi ex esposa, pero ya no lo va a necesitar" dijo viendo el vestido. Se volvió hacia mí y me lo lanzó "pontelo" 
"Papá... pero... esto... es de mujer"
"Vamos, vistete con el vestido para complacer a papá, si? Él te lo recompensará" dijo con mirada suplicante y me besó en los labios. Yo acepté y él salió para darme tiempo. Desde afuera me dijo que no me pusiera ropa interior. Yo obedecí como un buen hijo.
"¿ya estás listo?" Dijo luego de 2 minutos
"S-si" dije tímida mente. Y salí.
El vestido era sumamente corto y transparente, me quedaba un poco ajustado así que supuse que la ex de papá era casi tan delgada como yo. A través de esa tela se marcaba mi pene erecto. Papá me dijo que me parara firme y me vió durante un rato. Me pidió que me diera la vuelta. Yo obedecí.
"Eres un niño tan bueno, y tan tierno" dijo mientras me acariciaba las nalgas.... continúa.