Cuando termino la canción, KyungSoo lo llevo al porche trasero a tomar aire. El cielo estaba inundado de estrellas. Jong in levanto la cabeza y se quedo mirando la luna.
Del jardín subía un olor a césped recién cortado.
-Que bonito en todo esto –comento -. No me extraña que te guste tanto este lugar.
KyungSoo lo rodeo con el brazo.
-Pide un deseo.
jong in dirigió la mirada hacia la estrella más brillante.
-Deseo convertirme algún día en un modelo famoso - murmuró, imaginándose en la portada de “Vogue” o tal vez “playboy”, viajando por todo el mundo en un avión privado, visitando lugares exóticos y disponiendo del dinero suficiente para hacer todo cuando se le antojase.
-A lo mejor puedo conseguir que se cumpla tu deseo- dijo KyungSoo en voz baja, cogiéndola de la barbilla-. Deja que te haga algunas fotos para tu Book.
jong in sintió que se le aceleraba el corazón. Se miraron a los ojos durante unos instantes, y entonces KyungSoo la beso levemente en los labios. Jong in sintió un hormigueo por todo el cuerpo. Deseaba que lo besara de nuevo, y él lo hizo. Pero no oyó unos pasos a su espalda hasta que fue demasiado tarde, hasta que una voz gritó:
-¿Qué está pasando aquí?
jong in se apartó de KyungSoo sobresaltado y se dio la vuelta, encontrándose frente a tao , que estaba allí plantado con los brazo cruzados.
-Em…estábamos… em…-balbuceo jong in metiéndose las manos en los bolsillos. Se puso tan rojo que le quemaban las mejillas.
-Oye, no pasa nada- dijo tao encogiendo de hombros.
-Solo estábamos diciendo que ya es hora de marcharnos – explico KyungSoo.
<<¿Cómo he podido besarlo?>>, se pregunto jong in En los dos años que llevaba saliendo con taemin , jamás le había sido infiel. Ni siquiera se le había pasado por la cabeza. Tenía que convencer a tao de que no dijera ni una sola palabra.
taemin no debía enterarse de lo sucedido, aunque en realidad no hubiese pasado nada.
-Sí, vámonos – dijo. Tenía más ganas que nunca de ver a taemin -. ¿Dónde está chanyeol?
-No lo sé – respondió tao apartándose el cabello de los ojos.
-¿Dónde se ha metido? – pregunto jong in -. ¿No estabas tú con el?
-Si, al principio, pero luego he llegado un grupo de chicas de la ciudad y el se ha puesto a bailar con una. No lo he visto desde entonces.
-¿Chicas de la ciudad?- se extrañó jong in
-Si, ya sabes, los chicos y chicas de aquí que no van a la universidad. Son bastante imbéciles.
-Voy a buscarlo.
-Seguro que está bien – dijo KyungSoo.
-No lo conoces – replico jong in imaginándose lo peor.
Regreso apresuradamente a la casa. La fiesta había cambiado por completo. Había unos tipos mayores que se iban pasando una botella metida en una bolsa de papel. Uno de ellos, que llevaba tatuajes de esqueletos en los brazos, se la quedo mirando fijamente y le guiño el ojo. Jong in salió corriendo en la otra dirección.
El suelo vibraba de lo alto que sonaba la música Heavy metal y el aire estaba tan cargado que a jong in le entro dolor de cabeza. Aun así, se abrió camino por la pista de baile buscando desesperadamente a su primo.
-Eh – la llamo una voz grave -. ¿A dónde vas tan deprisa? – Era un chico con los ojos irritadísimos y la camiseta enrollada en la cabeza.
-Estoy buscando a alguien –respondió con brusquedad.
-Bueno, pues aquí me tienes.- Se echo a reír y lo cogió por la cintura -. ¿Bailamos?
-No, gracias – replico jong in soltándose.
-¿Qué tal un trago?- pregunto esta vez una chica ,acercándole la jarra a los labios.
La bebida tenía un olor muy amargo.
-No, de verdad, gracias – dijo jong in apartando la jarra.
Entonces la chica lo agarró del brazo.
-Oye, estas muy bien. Vamos, baila un poco conmigo. No te voy a hacer daño.- Le olía fatal el aliento.
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