Capítulo 2.- Encuentros cercanos del tercer tipo
Shun miró a Seiya comer y le pareció algo raro lo que vio, Seiya no necesariamente estaba comiendo, casi no había tocado su plato y solo se había dedicado a charlar con sus amigos y a reír mientras tomaba agua mineral, el castaño había comido un poco de ensalada y un poco de carne asada y nada mas, el postre lo había probado pero fue muy obvio para Shun que estaba a su lado que Seiya estaba haciendo un esfuerzo para no devolver la comida pero no lo logró y se disculpó para ir al baño, de cualquier manera, a lo que volvieron al trabajo, Shun estaba probando el sistema con la supervisión de Seiya que se mostraba complacido con su nuevo compañero, Shun había entendido rápidamente el funcionamiento del sistema por lo que Seiya estaba entretenido enviando y recibiendo mensajes de texto y sonreía cada que leía lo que sea que le estuviera llegando, por lo que mas o menos una media hora mas tarde Seiya le dijo a Shun que ya volvía, que no se demoraba nada y regresaba, que si Shaka preguntaba por él que le dijera que se fue al archivo o a dejar papeles en alguna parte o algo, Shun sonrió y asintió, seguramente el esposo de Seiya tenía un tiempito libre en su apretada agenda, el castaño tomó su leva y salió de la oficina
Shaka se dio una vuelta por la oficina y se sentó en el escritorio de Shun para charlar con él así como había estado sentado en el escritorio de Seiya, Shun tenía la impresión de que a Shaka le gustaba mantener el ambiente relajado e informal, eso era bueno dentro de una estructura rígida como era la de aquella multinacional, y estaban hablando de todo un poco cuando el teléfono celular del rubio sonó, era el Director Financiero, Shion, el que llamaba, al parecer había algunos problemas con unos contratos con sus proveedores americanos, Shaka colgó el teléfono y preguntó por Seiya, Shun le dijo que se fue al archivo y Shaka solo meneó la cabeza, le dijo a Shun que le acompañara, tenían que ir a hablar de esos contratos con el departamento legal
Shun caminó tranquilamente con Shaka por los pasillos de la empresa y subieron al elevador, el departamento legal estaba en el quinto piso, juntos llegaron a la oficina del fondo
- Hola Marin, está tu jefe? – preguntó el rubio saludando a la hermosa muchacha que le sonrió al verlo llegar
- Si, pero está ocupado, tiene un asunto personal en su oficina – contestó la muchacha de cabellos rojos con un guiño de ojo que Shun no entendió, Shaka meneó la cabeza y dijo:
- Hace cuánto llegó su asunto personal?
- Mmmmm… no mas de 20 minutos – contestó la muchacha mirando el reloj de su pantalla
- Entonces no vamos a interrumpir nada muy denso, si ya empezaron pues seguramente ya acabaron y si no lo han empezado aún pues no hay problema, abre la puerta preciosa – Shaka sonrió divertido y la muchacha obedeció, el rubio entró decidido a la oficina del jefe del departamento legal, Shun iba a su lado y cuando presenció aquella escena sintió como el piso se le movía bajo sus pies acabando con su balance mientras el aire era sacado con violencia de sus pulmones, es que no lo podía creer… él… él estaba allí… y con ese… ese… ese estúpido???
En el sillón de la oficina estaba recostado un hombre de cabellos azules, blanca piel y atlética contextura, sobre él, sentado en sus caderas, estaba Seiya y en esos momentos se estaban besando con pasión, la leva del castaño estaba en el piso de la oficina al igual que su corbata, su camisa estaba abierta y se podía ver claramente las manos del peliazul que acariciaban su piel mientras Seiya le estaba desabotonando la camisa
Tan concentrada estaba la pareja en sus besos que no se dieron cuenta que les abrieron la puerta y continuaron sacándose la ropa, el peliazul se incorporó en el sillón sin dejar de besar en los labios al castaño que se acomodó de mejor manera sobre él y deslizó su camisa por los hombros, Shun había palidecido completamente, estaba blanco cual papel, Shaka a su lado no se había dado cuenta de nada porque se aclaró la garganta para llamar la atención de los amantes
Seiya rompió el beso y se puso rojo cual tomate, escondió su rostro en el pecho del peliazul que lo abrazó, esta no era la primera vez que Shaka los encontraba en los romances y al dueño de oficina le importaba poco lo que nadie pudiera pensar, a la final Seiya era su esposo
- Lamento interrumpir pero necesito hablar contigo – dijo Shaka entrando a la oficina y lanzándole el saco al peliazul que lo atrapó y cubrió con él a Seiya al que no le pasaba la vergüenza aún, el abogado no se había fijado en la otra persona que había entrado con su muy buen amigo Shaka pero ahora que estaba mas cerca si lo miró y no lo podía creer, hacía mas de dos años que no lo veía y ahora lo encontraba en estas circunstancias???, a la vida no le falta el sentido de ironía
- No lo puedo creer… Shun… - el dueño de oficina ignoró por completo al rubio y solo atinó a decir el nombre del joven de ojos verdes que lo miraban llenos de sorpresa y dolor, el muchacho peliverde solo llamó a su antiguo amante por su nombre al decir:
- Saga…
***
Seiya caminó lo más rápido que pudo hacia la oficina de su esposo, es que en verdad necesitaba hablar con él, saludó a Marin antes de entrar y decidido abrió la puerta de la oficina de Saga para encontrarlo leyendo unos papeles, el mayor estaba sentado en su escritorio y al verlo entrar sonrió
- Hola pequeño, estás pálido, te sientes bien?, de qué querías hablar conmigo? – el imponente hombre de cabellos azules se puso de pie y cubrió las distancias que lo separaban de su esposo para abrazarlo y besar suavemente sus labios
- Abrásame un ratito si? – dijo Seiya a manera de respuesta aferrándose a su esposo que no entendía lo que pasaba y abrazó a su castaño buscando calmarlo o algo, Seiya estaba muy extraño, usualmente el menor tenía una disposición fresca hacia la vida pero ahora sonaba algo tenso y preocupado, algo seguramente no estaba bien
- Qué pasa amor?, tuviste algún problema con Shaka?
- No no, todo está bien, hoy llegó un nuevo compañero a la sección por lo que en teoría voy a tener menos trabajo lo cual es bueno… - Seiya hablaba en un tono bajo y en verdad sonaba triste
- Qué pasa mi niño? – el mayor se iba preocupando porque Seiya se estaba dando vueltas y no le hablaba claro, al fin el castaño tomó aire y habló pausadamente al decir:
- Llamó el doctor Sage, y me dio los resultados de los exámenes que me hice ayer
- Y qué pasó?
- Nada… el tratamiento no está funcionando aparentemente
- Ohhhh Seiya, ven acá – Saga abrazó nuevamente a su esposo que se dejó abrazar pero se notaba que estaba decepcionado
- Es que pensé que esta vez si iba a funcionar
- No te preocupes amor, no hay que forzar las cosas, cuando tenga que pasar pasará, no me gusta verte triste – Saga acarició la mejilla de Seiya que suspiró una vez mas y apoyó su frente en el pecho de su esposo
- Es que yo sé lo mucho que quieres un bebé, y yo también quiero un bebé, por qué tiene que ser tan difícil?
- Estas cosas toman tiempo Seiya, además solo es un par de meses que lo estamos intentando
- Cuatro… cuatro meses lo estamos intentando
- Ok., cuatro meses lo estamos intentando, sabes qué es lo que deberíamos hacer? – preguntó Saga luego de besar a Seiya suavemente en los labios
- Qué?
- Dejar de intentarlo – dijo el mayor en un susurro directamente en la oreja del castaño para luego besar su cuello y abrazarlo de mejor manera, Seiya abrazó a Saga
- No quieres tener un bebé? – preguntó Seiya y se notó la tristeza en su voz
- Quieres que te diga la verdad?, si… si quiero tenerlo pero no a expensas de tu salud, ven acá – Saga tomó a Seiya de la mano y ambos se sentaron en el sillón, Saga levantó el mentón de Seiya y lo besó en los labios para luego decir: - Te amo Seiya y te mentiría si te dijera que no quiero tener hijos, si los quiero, siempre he querido tener hijos pero si por azares del destino no podemos pues… no podemos, yo te amo y nada haría que dejara de amarte, y lo que menos quiero es que arriesgues tu salud por esto, yo sé que tu también quieres tener hijos y lo seguiremos intentando si tu quieres siempre y cuando esto no te afecte, no quiero verte triste y no quiero que sientas ni por un minuto que me has decepcionado de alguna manera, yo te amo con toda el alma, y yo creo que seremos padres geniales, y si no podemos concebirlos naturalmente o con ayuda, siempre tenemos mas opciones, no te preocupes mi amor, nos tenemos el uno al otro
- Pero yo quiero que seamos una familia – Seiya estaba entrelanzando sus dedos con los de Saga mientras hablaban, Saga levantó su mano y la besó, luego lo jaló suavemente al decir:
- Y lo somos, el tercero llegará cuando tenga que llegar, ni un minuto antes ni uno después, cambia esa carita amor, ven… déjame abrazarte
Seiya abrazó a su esposo pero por la posición en la que estaban era algo incómodo, así que el castaño se sentó en el regazo de Saga y lo abrazó apoyando la cabeza en su hombro, Saga lo estrechó contra su pecho y acarició su espalda, Seiya buscaba cariño y comprensión, esto era muy difícil para él porque Saga no era fértil, entonces toda la responsabilidad de tener hijos estaba sobre sus hombros, Saga no se lo hacía sentir así pero Seiya si lo sentía así
El castaño suspiró y se incorporó luego de unos minutos de silencio y besó a Saga en los labios, el peliazul subió su mano por la espalda del menor hasta su cuello, lo tomó de la nuca para profundizar el beso, Seiya no estaba necesariamente en un humor romántico pero Saga no quería dejar ir a su esposo así triste como estaba así que hizo sus mejores esfuerzos para ponerlo de humor y luego de varios besos y muy suaves caricias lo estaba logrando
- Tengo… que… volver… al trabajo… - dijo Seiya intentando soltarse del agarre de su esposo pero sin poner mucho esfuerzo en ello, sus besos se habían ido profundizando y Saga había empezado a acariciarlo por todas partes claramente buscando encenderlo
- No que… tenías… un… nuevo… compañero?
- Si pero… Shaka… se puede… molestar
- Que… se moleste… tu no te vas…
Saga empezó a zafar la corbata de Seiya que se seguía resistiendo pero todas las defensas del castaño se fueron al piso cuando Saga metió su mano por sus ropas y le acarició directamente la espalda, lo acomodó en el sillón recostándolo sobre su espalda y le empezó a besar el cuello, Seiya enredó sus dedos en los azules cabellos de su esposo que se sacó la leva y la lanzó por ahí, luego sacó la de Seiya y la lanzó también, luego entre besos se acomodaron al revés en el sillón quedando Seiya sobre Saga, y en eso estaban cuando Shaka los interrumpió trayéndole a Saga una bomba del pasado que no pensó volver a ver
- No lo puedo creer… Shun…
- Saga…
- Ustedes se conocen? – preguntó Shaka algo intrigado por las miradas sorprendidas de ambos, Seiya levantó la mirada para ver a su esposo que asintió y dijo simplemente:
- Si, nos conocemos de años – Saga acarició la desnuda espalda de Seiya y le subió la camisa, Seiya se acomodó un poco mejor la ropa antes de bajarse del regazo de su esposo y ponerse de pie para abotonarse la camisa, Saga hizo lo mismo mirando furtivamente a Shun que estaba evitando sus ojos, el joven peliverde se quería morir, simplemente se quería morir
- No nos habíamos visto en… cielos… casi dos años – dijo Shun recuperando la compostura y sonriendo levemente, Seiya miró a Shun primero y luego a Saga, algo había ahí que al castaño no le gustó pero no era ni el momento ni el lugar para discutirlo, Seiya se iba a agachar a recoger su corbata pero Saga se le adelantó y la recogió por él, Seiya sonrió y tomó su corbata, Saga lo besó en los labios una vez mas y lo abrazó, eso le gustó mucho al castaño que vio como Shun se ponía todo incómodo, Saga siempre había sido cariñoso con él y al peliazul abogado poco le importaba lo que el resto pudiera pensar
- Bueno… luego se pueden poner al corriente de sus vidas, vinimos a hablar contigo de unos contratos con los que tenemos problemas – dijo Shaka y se sentó en uno de los sillones individuales
- Contratos?, y por eso me interrumpes? – preguntó Saga en tono divertido, le estaba poniendo la leva a Seiya que se dejaba hacer, cuando los dos estuvieron vestidos completamente se sentaron en el sillón en el que habían estado recostados antes, Shun ya se había sentado en otro de los muebles individuales y miraba sus manos, él quería salir de aquella oficina y desaparecer
- Si, el Sr. Kido me llamó porque Shion le llamó a él a decirle que habían inconsistencias en los contratos y que por eso no podía pagarlos – explicó Shaka, Saga meneó la cabeza y suspiró, esto siempre pasaba con Shion, le buscaba la quinta pata al gato y siempre encontraba peros a los contratos, a criterio de Saga, Shion necesitaba una vida, un mozo que lo azote o algo hasta que se racionalice
- Ya hablé con Shion hoy en la mañana, en eso he pasado todo el día pero al fin entendió por qué puse las cláusulas de garantía por valor agregado tecnológico, si lo dice en la nueva ley pero tu amigo Shion vive en la época medieval aparentemente – dijo Saga y sonaba algo molesto por ello, no era la primera vez que habían roces entre el departamento legal y el departamento financiero
- Entonces ya lo hablaste? – preguntó Shaka arqueando una ceja, al rubio le parecía el colmo que lo llamaran a él cuando ya lo habían hablado con Saga, su amigo abogado tenía razón en pensar que Shion era mas complicado que lo que era saludable
- Si, me interrumpiste por nada, así que tranquilo que ya lo arreglé, Shion es un dramático la verdad
- Ok., genial si es así, bueno… como ya lo hablamos nos retiramos, tu vienes con nosotros o vas a seguir buscando lo que no se te ha perdido? – le preguntó todo cómplice Shaka a Seiya que sonrió y se volvió a sonrojar
- Todavía no encuentro lo que fui a buscar, pero te prometo que no tengo nada pendiente ni urgente, enseguida bajo – respondió Seiya y Shaka solo meneó la cabeza poniéndose de pie, Shun lo imitó sin decir nada
- Ok., nos vemos cuando bajes, vámonos Shun que estorbamos – Shaka caminó a la puerta seguido de Shun que no lo pudo evitar y regresó la mirada, su corazón se detuvo porque vio a Seiya en los brazos de Saga, ambos tenían los ojos cerrados pero el peliazul los abrió un segundo y su mirada se chocó con la de Shun, el muchacho de ojos verdes sintió que una corriente eléctrica le recorría entero, pero su corazón fue clavado por una flecha cuando vio cómo Saga volvió a cerrar los ojos y estrechó contra su pecho a su esposo mientras le besaba el cuello
Seiya se volvió a sacar la leva y entre besos la pareja se volvió a quitar la ropa, aunque esta vez Saga fue hasta la puerta y le pasó el cerrojo, no quería ser interrumpido otra vez mientras le hacía el amor a su esposo, Seiya recibió en sus brazos al futuro padre de sus hijos e hicieron el amor en el sillón de la oficina de Saga, como muchas veces antes lo habían hecho
- Oye… de dónde conoces a Shun? – preguntó Seiya, el castaño estaba acurrucado junto a Saga en el sillón, al castaño le gustaba mucho acurrucarse junto a su esposo luego de hacer el amor, a Saga le gustaba mucho acariciarlo y mimarlo, usualmente esos eran los momentos en donde la pareja hablaba de todo un poco
- Lo conocí cuando estaba en la Universidad – dijo Saga y su tono era bastante impersonal, el peliazul seguía acariciando los castaños cabellos de su esposo y suspiró
- No no no, él parece de mi edad, no de la tuya – Seiya se incorporó un poco cuando dijo esto, Saga acababa de cumplir 33 años y Seiya tenía 25, ante esto Saga sonrió divertido y besó la punta de la nariz de su castaño y respondió:
- Te acuerdas que te conté que yo era profesor en la Facultad de Economía y Derecho de la Universidad Nacional?, bueno… Shun era mi alumno – dijo Saga y acarició la mejilla de su esposo que ladeó la cabeza y le dijo:
- Ok., pero él te miró… no sé… te miró de una forma extraña, no como yo miraría a un ex profesor mío al que no veo en algún tiempo, o no?
- Y cómo tu mirarías a un ex profesor tuyo? – Saga sonrió divertido y volteó a Seiya en el sillón y le empezó a besar el cuello y a hacer cosquillas, el castaño reía y se contorsionaba en el sillón, Saga se acomodó entre sus piernas y pronto las cosas se fueron intensificando y la pareja se volvió a unir en un muy pasional encuentro en la oficina principal del Departamento Legal
Shun bajó las escaleras junto a Shaka que le estaba hablando pero el muchacho de ojos verdes no le estaba prestando atención, el mundo para él se había detenido, un zumbido llenaba su cabeza y se sentía pesado
Por inercia Shun llegó hasta su silla y se desplomó en ella, no supo cuánto tiempo estuvo allí inmóvil con la mirada perdida, Saga… Saga… es que Shun no lo podía creer, no esperó cruzarse en el camino de aquel al que tanto amó, de aquel que marcó su vida de tantas formas distintas, de aquel al que le entregó su vida, su alma, su virginidad, su todo…
Shun pensó siempre que Saga era su alma gemela, su media naranja, el amor de su vida, Shun siempre pensó que su futuro estaba al lado de Saga, que se casaría con él, que sería el padre de sus hijos, Shun aún no recuperaba la compostura, el impacto había sido devastador para él, Shun pensó que lo había olvidado, que Saga era historia pasada, que si lo volvía a ver sería como ver a cualquier persona pero… al verlo en brazos de otro… algo se removió en su interior, Shun sentía como si alguien hubiera metido una mano por su pecho y le estuviera estrujando el corazón y aplastándole los pulmones porque se le dificultaba respirar
El peliverde se levantó de su silla y como autómata caminó hasta el baño, se lavó la cara con furia para ver si reaccionaba pero no lo estaba consiguiendo, las imágenes de lo que había visto en aquella oficina le pasaban como flashes frente a sus ojos apenas cerraba los ojos, y lo peor es que Shun igual recordaba vívidamente cómo eran las cosas cuando Saga era su pareja, la manera en la que lo besaba, la manera en la que lo acariciaba que era completamente similar a la forma como estuvo acariciando a Seiya, las veces que hacían días de campo en el parque, las mañanas que se quedaban en la cama haciendo el amor cuando debían haber ido a la Universidad, las veces que Shun lo tuvo entre sus piernas haciéndole el amor… celos… ira… rabia… Shun no pensó que aún amaba a Saga pero por su reacción tan visceral se empezó a dar cuenta de que si, aún lo amaba y Saga se había buscado a otro, a otro… y lo peor es que no solo se había buscado a otro, sino que se buscó a alguien igual de joven que él, a alguien con quien se casó, Saga se casó… eso aún no acababa de cuadrarle a Shun, es que no lo podía creer
Seiya bajó casi una hora luego de que Shaka lo había dejado en la oficina de su esposo, el castaño bajó casi a la hora de salida y para disgusto de Shun se lo veía contento, un poco sonrojado, un poco despeinado y con una maravillosa sonrisa en el rostro
- Espero que no hayas agotado mucho a Saga, tenemos partido hoy en la noche – dijo Shaka a lo que salió de la oficina, Seiya se sonrojó un poco mas
- Lo dejé nuevito, con quién juegan? – preguntó Seiya cambiando de tema, al castaño le incomodaba que su vida sexual sea de conocimiento público, aunque todo el mundo sabía que la muy fogosa pareja usualmente tenía sexo en la oficina del Jefe del Departamento legal
- Con los de producción, esos son unos desgraciados y les encanta hacernos trampa, lo que me recuerda, juegas básquet Shun?, nos hace falta uno mas porque mi estudioso pupilo tiene clases – Shaka palmoteó el hombro a Seiya que se encogió de hombros a la mención, Shun estaba distraído y reaccionó cuando lo llamaron por su nombre y ahí tartamudeó pero asintió al decir:
- Eh?, ohhh… yo… si, si juego
- Genial, Alberick en verdad que lo intenta pero se hace a un lado cuando la pelota pasa cerca de él, ese muchacho no tiene remedio, déjame te doy los datos y nos vemos en la cancha a las seis?, te parece bien?
- Claro, gracias Shaka
- Nahh… si metes al menos tres aros y ganamos el partido, las cervezas van por mi – Shaka sonrió y volvió a su oficina sin saber la ansiedad que le había causado a Shun con algo tan simple como un partido de básquet, pero es que tener que ver esa noche a Saga luego de haberlo visto en la tarde también representaba un reto para Shun, una muy dura prueba del destino…