Las alas de SeHun eran cubiertas por las gotas de lluvia, sabía las consecuencias que podría tener, pero no le importó, sus alas no se dejarían derrotar por simples gotas, pero la llovizna aumentava y sus hermosas alas amenazaban con impedirle el seguir volando. Pero SeHun es insistente y no hace caso a las señales de sus alas mojandose, estas seguían mesiendose con velocidad, volviéndose cada vez mas y más pesadas.
Cuando sus alas no pudieron seguir con su insistente vuelo. SeHun tambalea y siente el fuerte impacto contra el mojado y pegajoso lodo. Que no amortiguaron su caída y el impacto raspo, parte de sus manos y rodillas haciéndolas sangrar, tal vez no debió usarlas como amortiguadores.
SeHun se arrodilló completamente cubierto por el lodo, sus blancas ropas, al igual que sus alas, se encontraban manchadas por completo con barro. SeHun se sintió inútil y paso su lengua por su fino labio inferior, para después apricionar el mismo con sus dientes. En un intento desesperado por contener sus lágrimas, ante el intenso ardor de sus heridas.
SeHun intento mecer nuevamente sus húmedas alas, pero estas se volvieron muy pesadas, ante el agua y el lodo. Quiso ser insistente al menearlas, pero sus alas seguían siendo azotadas por las incesantes gotas de lluvia.
Con terquedad SeHun menea nuevamente sus deslumbrantes plumas, intentando poder repeler el agua, que se a filtrado entre ellas, volviendolas pesadas e imponiendo que volvieran a retomar su vuelo.
Después de unos momentos el rostro del ángel se mantuvo inmune y ya a dejado de menear sus alas, como también de morder su labio inferior, viéndose totalmente rendido ante la insisten lluvia.
Con tristeza SeHun levanta su mirada hacia el cielo, viendo por primera vez, lo lejos que este se sentía y estaba de el. Cerró sus ojos sintiendo las gotas de la lluvia caer sobre su rostro, haciendo que las salpicaduras de lodo, mancharan aún más su vestimenta blanca.
La mente de SeHun se encontraba confusa, pero el sonido de la lluvia lograba tranquilizarlo.
Volvio a abrir sus ojos observando nuevamente su cielo ser cubierto por nubes grises. Recordó su motivo de rebeldía y meneo otra vez sus blancas alas en un intento desesperado de acelerar su ritmo, pero nuevamente fue totalmente en vano.
Finalmente SeHun sé incorporó comenzando a correr con todas sus fuerzas, las caídas, las heridas y el sufrimiento que estaba sintiendo en ese momento, tenía nombre, tenía vida y se la querían arrebatar, ¿porqué no lograban entenderlo? ¿cómo podían ser tan crueles?.
Las pálidas mejilla de SeHun se tornaron rojizas al ser azotadas por la fuerte lluvia, sus lágrimas se mezclaban con la misma, pero dándole aún su aspecto tranquilo, aunque nadie más que el mismo sabia que de su intensa carrera, depende la vida del ser que más a amado en su vida.
Los nervios y su corazón lleno de preocupación no lo ayudaban a calmarse en absoluto.
SeHun escucho un grito desgarrador a lo lejos y su cuerpo tembló por completo, sus lágrimas eran aún más que las mismas gotas de lluvia y extendió casi con enojo sus blanquecinas alas y lo más amplio que pudo, logrando que su viento lo rodeara por completo, creando un escudo a su alrededor.
No podían, no podían, no podían, no podían lastimarlo, no podían hacerlo... Jong in era suyo, Jong in.. era su todo. No podían lastimarlo, no podían querer matarlo...
SeHun corrió, corrió y corrió, su cuerpo sufría las consecuencias, pero con cada grito desgarrador, cada gruñido desafiante, cada grito que decían insultos y cada sonido que provienia de Jong in, era como un motor, que le brindaba más y más energía.
Se detuvo abruptamente y respiro profundo, su corazón era oprimido con dureza, su garganta parecía querer explotar. Sus alas se expandieron y su viento se volvió más dañino, destrozando las preciadas vidas de los árboles a su alrededor, pero el, el, el lo valía, el lo merecía y no lo iva a dejar sólo, no lo iva a abandonar.
Sus blanquecinas alas ya secas, volvieron a retomar su vuelo rápidamente, no le importaban las consecuencias, SeHun sólo quería llegar, quería verlo, quería cuidarlo y sobretodo, quería amarlo. Entre penumbras llegó a ese lugar.. llegó junto a Jong in, pero también había llegado al mismo infierno.
SeHun aterrizó con sus blancas alas destruyendo todo a su alrededor, ignorando que también su ser mismo se desvanecia con cada instante que se encontraba en ese tenebroso lugar. SeHun se arrodilló junto a la celda, donde su hermoso demonio, yacía atado de manos y pies con guitollinas, que impidian su libertad. Y se disgustó, ¿cómo podía hacerle eso a su demonio?, con enojo SeHun rompió ese lugar sin mucho esfuerzo, ya que su pureza desvanecia a la maldad, como esta su pureza.
Jong in vio con horror como las delicadas manos de SeHun acariciaban sus ataduras, a la vez que sus hermosas alas se consumían lentamente por la maldad del infierno y pero más lo horrizo, que este aún le sonreía con inocencia.
_ ¡Vete!.- Le exigió haciendo temblar las paredes que lo detenían con desesperación._ ¡Por favor vete!.- Le volvió a exigir viendo cómo su ángel parecía desvanecerse lentamente ante sus ojos. SeHun había sido expulsado de su cielo, lo sabía, lo sabía por su manera de entrar y destruir todo a su paso y sólo para tenerlo de frente._ Te lo suplico...- Le rogó Jong in arrodillandose ante el y totalmente destruido._ Por favor Amo...- Le susurro con su voz quebrada e impotente.
Por que Jong in sabía, conocía a su hermoso ángel, sabía que el nunca se daba por vencido, que era terco y que aunque se estuviera consumiendo ante sus ojos, no lo dejaría sólo y era algo que lo rompía en miles de pedazos.
Jong in sintió las cálidas manos de su hermoso ser, tomar con delicadeza su rostro y vio como su delicado cuerpo se arrodillaba frente a el, (no lo merecía), pero el cuerpo de SeHun lo cubrio por completo, con sus blanquecinas, cálidas y casi transparentes alas. (Era cálido), pero sintió como se volvía cada vez más frio.
(Por primera vez, Kai sintió lo que era el pánico).
_ ¡Te lo suplico!, ¡te lo suplico!.. te lo suplico.. vete, déjame.. ¡¡maldición!! ¡¡no lo valgo!! ¡¡vete!!- Le gritó entre lágrimas, con desesperación y una impotencia que hacia cantar a las cadenas, que lo mantenían prisionero con cada brusco movimiento.
SeHun levantó nuevamente su rostro con una de sus delicadas e casi transparente mano, para que lo mirara a los ojos y una vez lo consiguió, le dedicó una sonrisa despreocupada, mientras era consumido cada vez más y más por la oscuridad del infierno. Su escudo de viento también se iba debilitando con cada momento y Jong in gruño con todas sus fuerzas ante su impotencia, había echo temblar nuevamente la pared que tenía las cadenas prisioneras.
_ Tranquilo... no, te dejaré sólo.- Le dijo SeHun sin borrar su sonrisa y acariciando con delicadeza su rostro transformado en el ser horrible que era.
_ ¡No me mientas!.- Kai no quiso sonar rudo pero lo destrozaba saber que su hermoso ángel intentaba mentirle por primera vez y resultó ser realmente malo haciendolo._ Por.. favor no me mientas de esa manera..- Susurró completamente destrozado sintiendo que su aire se volvía mínimo._ No lo hagas, no ahora, no por favor..-
Tanto el alma de Kai como el de SeHun sufrieron en ese mismo momento, hasta que el menor le volvió a sonreír.
_ Al menos, se que nunca me hubieras creído.- Murmuró SeHun realmente feliz de conocer el sentimiento, de mentir y no ser creído._ Eres muy listo.. mi amado demonio..- Su voz ya se volvía nada con el aire y Kai quería abrazarlo, quería tocarlo, quería regañarlo, quería molestarlo y ser molestado por el.. quería mantener a SeHun a su lado.
Su cuerpo ardió en furia y eso era algo terrible en un demonio, aunque estaba atado con las más poderosas guillotinas, las comenzo a romper con cada fuerte movimiento que hacia, para poder tocar a su hermoso ángel.
_ No hables de esa manera, no te despidas, no lo hagas.. por favor...- Le dijo Kai con tristeza, luego de forsejear y mirando al suelo con su voz echa un nudo en su garganta.
Las grandes y oscuras alas de Jong in acariciaron las plumas ya desaparecidas de su hermoso ángel con delicadeza y Kai volvió a rugir con impotencia, eso enloqueció aún más, a los demonios de su alrededor, que atacaban hambrientos la barrera del ser puro, y el cual no podían tocar por su protección divina.
Su luz los cegaba y su pureza los quemaban, pero la protección de SeHun se desvanecia con cada segundo. Eso claramente no le importaba al ángel, porque estaba junto a Jong in y este no se sentiría sólo, por más que supiera que no podía acompañarlo por mucho tiempo más, no lo volvería a dejar sólo, (no de nuevo).
Jong in luchaba, luchaba, luchaba con todas sus fuerzas, cada vez la pared cedía con más fragilidad, pero su hermoso ángel también era consumido con la misma intensidad. SeHun aún mantenía su sonrisa despreocupada y eso enloquecian los nervios del demonio frente a el.
_ ¡No te vallas!.- Le suplico Jong in luchando con su prisión._ ¡No desaparezcas!.- Y las melodías de las cadenas se hacían cada vez más chillonas._ ¡No me dejes solo!... por favor.- Volvió a suplicar haciendo cada vez más fuertes sus movimientos, al tratar de tocar el angelical rostro de su ángel, quien se volvía cada vez más transparente.
SeHun se acercó a su rostro y junto sus casi inexistentes labios, con los de su hermoso demonio. Kai cerró sus ojos, sintiendo su calidez, su pureza y su amor. Pero entró en pánico al ver que se volvía cada vez más transparente.
Grito, gritó y grito hasta que su voz se quebró, junto con sus cadenas. Una vez libre, tomo a su ángel de la mano y voló lo más alto, lo más lejos y lo más rápido que podo. Siendo seguido por los hambrientos demonios, dispuestos a devorar a su ángel para tener una fuerza inimaginable.
Jong in no se detuvo, siguió avanzando, siguió con su rápido andar, hasta que observo con horror como su mano traspasaba, las delicada manos de su ángel, haciendo que este cayera, aún con una gran sonrisa dirigida hacia el, pero su hermoso ser caía, hacia los demonios hambrientos que los seguían.
Con un fuerte aleteo hacia abajo Kai lo alcanzó y lo envolvió en sus fuertes brazos con desesperación, su calidez, su luz, su sonrisa, su hermoso ser se estaban desvaneciendo y por su culpa, siempre es por su culpa, siempre lo hace sufrir.
El demonio vio la luna, vio su luz, vio su resplandor y quiso alcanzarla, quiso su poder, quiso su pureza, quiso ser ella. Las oscuras alas de Kai se reflejaron hermosas en el lago a sus pies y SeHun apreció con grandeza e admiración ese paisaje, grabandolos en su frágil memoria, pero no pudo evitar desviar sus orbes color miel, al hermoso rostro preocupado de su ser más preciado, que lo sostenía con fuerza y delicadeza a su vez, antes de recostarlo con delicadeza bajo un gran árbol y en donde podía apreciar la brillante luna.
Las alas del ángel ya no se sentían mojadas, ya no se sentían pesadas y sin fuerzas, ya eran libre, ya habían desaparecido por completo, al igual que sus largas piernas. Jong in mantenía su rostro neutro, pero estaba en pánico, no quería apartar su rojiza mirada del delicado rostro de su ángel, no se atrevía a mirar el resto de su cuerpo y cuando las inexistentes manos de SeHun se suponían debían tocar su rostro cuando este levantó su extremidad hacia esa zona (su mundo se vino abajo).
Sus lágrimas, su corazón y su horrible ser se derramaban como un manantial al llevar sus manos al rostro casi invisible de SeHun, que le susurró un "te amo", en sus últimos destellos, hasta lo vio volverse un insignificante polvo brillante, que fue esparcido por una fuerte ventisca, pero esa simple ventisca no sólo se llevó los hermosos restos de su hermoso ángel, si no que también se llevó consigo a su cordura.
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