Un día normal; antes solía pensar que todos los días eran normales, si, en mi caso consistía en : levantarme al sonar mi alarma, hacer mi cama (porque no me gusta la sensación que queda sino se ventila), voy al baño, me cepillo los dientes mientras miro a una criatura adolescente ( acepto que parezco un puberto de secundaria aun) algo ojeroso por leer y hacer tareas e informes para la facultad de ciencias sociales, darme una agradable ducha caliente para mantener el calor, tomar un buen desayuno, tostadas con queso, café con leche y una fruta antes de salir. Siempre tomar el colectivo de las 7:45. Porque además de evitar a los niños con sus super mochilas que te golpean, evito contacto con cualquier chico moreno alto que se pega a mí como si fuera chicle y espanta a mis colegas, compañeros y arma escándalos porque mis mejores amigos Chanyeol y Baekhyun me saludan o abrazan o están a diez metros de distancia mío.
Este espécimen; vive al lado de casa. Si al lado. Y no me desagrada por completo. No. Sacando lo… DESESPERANTE; Jongin es un chico atractivo, gracioso, alegre, comprensivo e inteligente. Solo que cuando está conmigo esa faceta de chico cool se va a la mierda y se muestra como un niño de kinder que no quiere prestar a su HYUNG.
Ese es el motivo durante el ciclo lectivo, si quería concentrarme en lo que estudio, además de trabajar a medio tiempo en el Mac Donnald´s, debía mantenerme al margen de ÉL. Solo físicamente ya que existe la tecnología y en nuestros tiempos libres hablamos de todo. Es un gran amigo-vecino.
Como decía. Llegaba a la facultad temprano y me reunía en la cafetería con los profesores de los que soy ayudante. A las 8:20 voy a clase. El receso hago copias, hablo con compañeros, con mis amigos y hasta las 2 de la tarde no llego a casa.
Me baño. Almuerzo. Me pongo el uniforme. Que ha sido un GRAN cambio. Si entiendes por eso camisa mangas cortas, pantalones y un gorro de color jean gastado, con el logo dorado en una esquina y un cinturón multicolor… es tan… FANTÁSTICO. Y me marcho a mi turno de seis horas. Entro a las 4 y salgo a las 10 de la noche. Algo cansado pero contento. Porque mi compañero de turno Jongdae es un personaje… y hace cada comentario sobre los pendejos snobs que van a restregarte lo geniales que son al ir por su cuenta al Mac a almorzar con sus amigos… que de no tener a la supervisora por ahí, me estaría descostillando de risa en el aparador.
Al llegar un baño bien caliente para destensarme, una taza de té de manzanilla bien caliente y de no tener mucho para hacer juego con mi hermano menor, Sehun, de 15 años.
Y luego a dormir.
Pero hoy precisamente no era un día normal. NO. Ya que al parecer, me quedé dormido. No había agua caliente. No había café. Mi preciado néctar que me mantiene atento en las mañanas…
Los niños me golpeaban con sus malditas mochilas al girar, bajar o subir del colectivo; mientras Jongin se fijaba de que “ningún baboso se me acerque”, abrazándome desde la espalda. Generando un fuerte sonrojo y una extraña sensación. No preste la atención suficiente; ya que el bolso de un señora me estaba aplastando el dedo chico del pie.
Ya en la universidad la fotocopiadora no funcionaba. Y el profesor del que era ayudante me dejo a cargo de la clase porque iba a ser padre. No almorcé. Mi uniforme estaba sin planchar y casi llego tarde y sin un pie por la guerra de pisadas con Sehun por el baño. “¡Luhan va a matarme si llego tarde!” gritaba desesperado mientras triunfante comenzaba a bañarme.
El trabajo estuvo bien de principio a fin. Salvo que a la salida un chico que venía mucho últimamente, que me dijo se llama Taemin, me dio su número. Tras dar la vuelta frente a mí había un Jongin; más boquiabierto que yo.
Ahhh … si me olvidaba. Sehun en venganza le dijo a Jongin donde trabajo, mis horarios y si podía hacerme el favor de traerme sano y salvo a casa. Eso fue un golpe bajo. Ni que fuera un debilucho. A lo que a partir de ahora lo tendría quince minutos o dos horas antes de salir observándome desde lejos.
Como ahora por ejemplo. Y cuando me disponía a hablar con él para preguntar qué hacía ahí… como lo hice cada que me lo encuentro “de casualidad”, me toma fuertemente del brazo, y me besa.
Al principio; me sentí bastante perdido. Tal vez por el hecho de que era Jongin,(pestañee sin responder al beso) mi amigo-vecino, que siempre me acosa de alguna manera, (observe sus ojos cerrados, que son bastante expresivos al hablar y sus pestañas, seguía sin responder), con el que me paso horas hablando por celular, whatsapp, Facebook; que sabe que decir cuando me enojo (y comenzaba a sentir mis mejillas enrojecer al intentar seguir el ritmo a un enfadado Jongin), que me hace reir, que me levanta el animo ( enredé mis manos en sus cabellos, pudiendo seguir el ritmo al fin), que me hace sonrojar… del que al parecer estoy enamorado… y recién ahora me doy cuenta.
Nos separamos un poco, por algo de aire. Con nuestras frentes juntas. La respiración agitada. Y al abrir mis ojos me encuentro con la penetrante mirada de unos hermosos ojos chocolate. Tenían un toque de incógnita, miedo y felicidad al mismo tiempo.
Yo solo atiné a dedicarle una sonrisa, y preguntarle desde cuando se sentía así por mí. El solo podría haber respondido: “tal vez desde que nos vimos por primera vez”… pero eso es muy trillado, de película más bien… y solo dijo “un día, sin darme cuenta, hace tres años”… y no me resistí a volver a besarlo; siendo yo el que tomo la iniciativa.
Siendo él el que lo corta esta vez para decirme: “¿y vos? Kyungsoo… ¿te sentís igual?” “si”.
y ese fue el comienzo de una serie de eventos que a pesar de no ser normales en mi vida; me encantan.