Fin del bloqueo mental
“Piérdete en mí, y así quizás te encuentres.”
—¿Cuánto tendremos que esperar? Me saldrán raíces —insistió, desesperado, inquieto y angustiado ChanYeol quien no paraba de mover su pie.
BaekHyun rio, pero no respondió.
Las campanas de la iglesia llamaron a la multitud de gente que esperaba con ansias la llegada de una bella dama que respiraba un aire de doncella de cuento. Llevando puesto un largo vestido blanco, tan brillante como una perla. Su velo caía suavemente sobre sus delicadas facciones y a paso lento se acercaba al compás de la música, hasta el altar donde un apuesto joven le miraba con una sonrisa de oreja a oreja. Este hombre llevaba consigo el traje negro tradicional y encima lo que sería los planes después de su boda.
La gente feliz presenciaba el acto que se estaba dirigiendo en la iglesia, otros simplemente no podían cortar las lágrimas y los suspiros que ambos daban de comer. BaekHyun apretaba la mano de ChanYeol, emocionado por el espectáculo que estaban haciendo. Él anterior lo miro, estudiando cada reacción y los nervios que, sin necesidad, las podía sentir bajo sus fibras. Aquella mañana mientras se organizaban para la boda, tuvo la oportunidad de platicar con su pequeño compañero y dar sus propias conclusiones acerca del matrimonio y lo que eso implicaba.
Por fortuna estuvieron de acuerdo en ir paso a paso, sin prisas y disfrutar de su compañía mutua hasta que se sintieran lo suficientemente felices para comprender que es su momento de verse no solo como pareja de novios, sino como esposos, compañeros fieles, ancianos, padres y como los mejores amigos del mundo.
Extrañamente estando allí, presenciando el “sí” del novio, la posible propuesta se paseó por su cabeza y se sintió tan atraído a la idea de hacerlo inmediatamente, que tuvo que esconder su mirada en otra cosa. No podía, él había acordado no hacerlo y BaekHyun lo acepto difícilmente. Un repentino cambio podría afectar su estabilidad hasta ahora.
Lo medito, lo reflexiono y la propuesta seguía en pie.
Finalmente él ya estaba enamorado, BaekHyun por él también… ¿Qué esperaban? Digo, si el amor esta palpable, naciente del fruto de su amor, ¿por qué esperar a que todo se vuelva más lejano? Si quería llegar a la felicidad absoluta, necesitaba también la ayuda de su yo interior y escuchar lo que dice el corazón y no su mente. Aprendió a controlarse gracias a JongDae y después de 2 largos años logró identificar voces y saber cuál es la que verdaderamente necesita.
Sus ojos brillaban tal luciérnaga danzante, Tiffany anticipaba su unión en un solo beso, estaba tambaleante de felicidad y las flores se marchitaban de la envidia por ser más hermosa que ellas 12 en total. Nichkhun por otro lado solo lograba sonreír.
ChanYeol cubrió su boca para controlar la risotada que picaba en su garganta.
Horas atrás él no sabía que expresión hacer, por lo que Park le dijo que lo mejor que podía hacer frente a su familia y la de ella, era sonreír. Cuándo la miro bien, la comisura de sus labios temblaba por la misma postura toda la ceremonia. ¡Que tonto!
—Nichkhun —hablo el conglomerado— puedes besar a tu esposa.
Los estruendosos gritos, los aplausos eufóricos invadieron el espacio y oficialmente esta pareja eran marido y mujer. Se veían radiantes, brillaban con luz propia y parecían más satisfechos de lo que hubiesen imaginado. BaekHyun sonreía a los padres de la prometida, él por su parte no era capaz más que abrazar al menor y saludar a cuanto extraño se le cruzase.
Cinco minutos después estaban saludando a la gente, preparando el auto que los llevaría directo al aeropuerto. Valla ingenuidad la del pequeñajo, sin embargo los felicito y deseo la mejor de las suertes.
—Esperare mi invitación a la suya —acoto la joven, sonriendo a BaekHyun quien inmediatamente se sonrojo. ChanYeol sonrió—, ténganse paciencia, deseo con muchas fuerzas regresar y verlos tan preciosos como hoy. Nuevamente aprecio mucho su presencia, fue tan importante que no se lo llegan a imaginar.
—Aw, gracias a ti. Suerte para ambos… —hablo ChanYeol— Uhm te entregaré la invitación yo mismo, será pronto así que regresen rápido, sanos y salvos.
BaekHyun no dijo nada.
—Está bien, nos vemos, amigo —Nichkhun le abrazo, unas palmadas amistosas, miradas cómplices y en poco tiempo ya estaban en camino a su luna de miel, mientras los demás se desplazaban para distintas rutas.
De camino a su apartamento fue más perturbador que tranquilo. No hubo bromas, charlas, miradas, nada. ChanYeol se preocupó por si abrió su bocota muy rápido y era cierto lo que antes había intentado impedir. Suponía que BaekHyun estaba furioso y quizá más confundido que antes.
Respiro unas cuantas veces antes de atraerlo hasta su pecho. Él no resistió.
—No lo pienses tanto —inició ChanYeol—. Lo que he dicho, lo he dicho porque lo sentí y no me resistí en abrirlo a todos. Sé que en parte fui yo quien se negó a hacerlo tan pronto como me lo propusiste, pero es ahora donde quiero ver tus ojos brillar de emoción cuando ambos dijésemos el “sí, acepto”. Se llevara un tiempo arreglar todo, pero ¿por qué no hacerlo desde ahora? Una familia iniciando año no está mal, además conozco un lugar excelente donde se adoptan niños… Por el traje no te preocupes, tu arreglaras todo a tu manera, será del color que quieras, el lugar que quieras, la gente que quieras y…
BaekHyun tapo su boca con una mano.
—Alto, compañero —rio— aguarda tu garganta, ¡tranquilo! Está bien, sé que te altero la boda por la inexplicable emoción que sentía por los dos pero eso no quiere decir que debas tener delirios de que sea yo quien insista en hacerlo. Puedo esperar —sonrió— logré esperar mucho para recibir tu amor, creo que podré esperar el resto de tiempo para que lo quieras hacer. No pienses solamente, siente y piensa en que lo harás porque verdaderamente me amas tanto como para recibirme en cuerpo y alma.
—Tú haces parte de mi ahora, BaekHyun… ¿Cómo puedo demostrarte que es cierto? No necesito un papel que me pruebe que nos amamos hasta el fin del mundo. Yo te amo, lo hago y eso es suficiente para mí. Ahora, ¿eres tú quien no acepta hacerlo?
—¡Por supuesto que no!
—¿Entonces? ¿Qué esperas para completarme la vida nuevamente? Estoy tan preparado como una virgen en su primera vez… —BaekHyun soltó una carcajada. ChanYeol le siguió.
—Idiota.
—Y también imbécil, tonto, bobo, estúpido y cabeza hueca. Ahora quiero que me digas, ¿aceptas que yo haga la propuesta y estaré listo para recibir un “sí” desde tu garganta?
BaekHyun miraba fijamente sus ojos, y él miraba los de él. Sinónimo de que se comunicaban el uno con el otro, tratando de hacer llegar esa señal eléctrica.
—¿Podré confiar en que no me dejaras plantado?
—Lo juro.
—Jurar es malo.
—Como matar… Pero es casi lo mismo —BaekHyun negó riendo— Me estás lastimando, ¿sabes? Responde.
—No lo sé, ChanYeol. Me da miedo que después puedas arrepentirte y ya no estaré en casa de mis padres como la última vez.
Su corazón latía con fuerza.
—No lo haré, te lo prometo, de veras. Jamás te dejaré otra vez.
Torció sus labios y luego asintió sonriendo.
—Ah, gracias —lo abrazo, levantándolo entre las suyas.
***
“Alzó sus brazos para intentar agarrar la luna, que se encontraba a lo lejos y su luz reflectaba directamente sobre las pupilas de la joven.
Llegó incluso a ponerse de puntillas, con la incierta esperanza de que conseguiría de una vez por todas aferrarse a su ansiado deseo.
Pero en el fondo lo sabía. El derecho a sostener aquel pedazo de cielo, de universo; era algo que no le estaba permitido hacer y a lo que nunca podría aspirar.
Intentó subirse a una escalerilla, quizás así llegaría a avanzar algo en su intento por lograr aquello, que ya parecía perderse en la lejanía.
Perdió el equilibro y no desistió. Tras levantarse y subir de nuevo aquellas pequeñas escaleras volvió a alzar sus brazos, tanto como su menudo cuerpo le permitía.
Pero en el fondo lo sabía. El derecho a sostener aquel pedazo de cielo, de universo; era algo que no le estaba permitido hacer y a lo que nunca podría aspirar.
Bajó lentamente, procurando no tropezarse para no acabar mal parada y se fue del lugar, algo frustrada pero sin llegar a desistir, no lo iba a dejar, iba a continuar.
Cogió esta vez una escalera mucho más grande, nunca la había usado y el miedo de subirse a esta se apoderó por primera vez de ella.
Pero no desistió. Con paso firme, pero mucho más seguro, comenzó su periplo, ascendiendo poco a poco, con la constancia de quien sabe que tarde o temprano alcanzará su objetivo.
Cada vez estaba más cerca. Ya faltaba poco. Decidió que era el momento exacto para intentar atrapar aquella esfera brillante, levantó sus brazos tanto como pudo.
Pero no lo logró, se tambaleó y cayó al suelo, esta vez, el golpe le provocó heridas más graves.
En el fondo lo sabía. El derecho a sostener aquel pedazo de cielo, de universo; era algo que no le estaba permitido hacer y a lo que nunca podría aspirar y aunque muchos hubieran renunciado a esas alturas, ella no lo iba a hacer, lucharía hasta el final, para poder alcanzar aquella esfera brillante, que iluminaba todo en medio de una eterna oscuridad.”
El chillido le abandono las ganas de seguir escribiendo y salto del escritorio en busca de la causa o el productor de aquel estallido. Se llevó la mano al pecho cuando vio a MinJung alejar al pequeño Luka de encima. Su hijo estaba untado hasta la ropa de helado y evidentemente el perro iría hasta él para disfrutar del manjar. Lo extraño era que él seguía disfrutando de aquello, aunque le asustara. Sonrió y lo llevo hasta llegar a verlo completamente de cerca, pesaba alrededor de 18,03 kg y aun así era tan liviano. Le beso las mejillas rosadas.
—¿Dónde está tu madre? —bromeo ChanYeol. El niño rio.
—A salido con el tío KyungSoo —respondió— me dijo que me llevarías de paseo con Luka, pero aun no sales de tu oficina y me daba miedo ir… —se llevó un dedo a la boca.
ChanYeol le rasco la cabeza y quiso inmediatamente mandar a fusilar a su esposo por haberle hecho el corte más horroroso del mundo. Jamás le gusto el corte hongo y para su hijo era un desastre total.
—Te llevaré en cuanto te limpies, estás muy cochino MinJung. Te dije específicamente que no te ensuciaras la ropa.
El niño agacho la cabeza.
—Lo lamento, papá. No lo volveré a hacer.
—Ya he escuchado eso antes, espero que la próxima vez sea cierto —el más joven asintió.
El cachorro a su costado ladro y pidió bajar a su pequeño amo.
—Yah lo has tenido hace rato, es mi turno.
El cachorro ladro nuevamente y elevo la patita para acercar a su amo hasta él. Sin duda ChanYeol no era como los demás, el no moriría de ternura por un animal como él. Más sin embargo, para su rareza lo bajo hasta donde él se encontraba y planto un beso en la cabeza de ambos.
—Más les vale quedarse quietos, no querrán verme enfadado.
Camino nuevamente hasta su escritorio y allí marco el número de BaekHyun con agilidad. Dos timbres antes de que él respondiese con su voz aguda y suave.
—¿Aló?
—¿Dónde te metiste? Deberías de estar aquí cuidando a tu hijo y al maniaco posesivo de su mascota.
—No seas aburridor, ChanYeol. Estoy comprando los regalos de navidad de tu hijo, ¿qué esperabas? ¿Llevármelo y mostrarle su regalo? Es ahora donde deberías demostrar tu responsabilidad y cuidar de él. Báñalo y sácalo a pasear.
—¿Te has vuelto loco? ¡No puedo hacerlo todo yo solo!
—¡A mí me toca todos los días, así que no te quejes!
—Pero… No sé cómo hacerlo, a duras penas me puedo cuidar yo mismo, ¿qué es lo primero?
—No seas tonto, usa tu cabezota. Es un niño, no un alien… Primero prepara la tina, busca lo necesario para él y luego puedes desvestirlo. Él puede hacerlo por sí mismo pero no es capaz estando solo. Escúchame bien, ChanYeol… ¡NO LO DEJES SOLO!
—De acuerdo, de acuerdo. Te llamo cuando necesite ayuda, adiós.
—No. Lo que necesites saber pregúntamelo ahora que no podré contestar después.
—¡¿Qué?! Yah ¿qué sucede contigo?
—¿No necesitas más? Bien, arréglatelas tu solo.
—¡ESPERA! Maldición…
Que incesante angustia, ¿cómo podría hacerlo él solo? Era un completo inútil, jamás hizo algo así a su hijo, una primera vez siempre llega pero él aún no estaba listo para hacerlo tan repentinamente. Tomo al pequeño entre sus brazos, ignorando los ladridos del labrador y lo llevo directo a la tina. Tomo la cantidad necesaria de jabón y shampoo.
—Ya, báñate solo —ChanYeol lo miro.
—Mamá BaekHyun lo hace más cómodamente —se quejó el pequeño. ChanYeol torció los ojos.
—Tú mamá me dijo que lo haces solo, bueno ¿qué esperas? Adelante.
Ante la situación tan incómoda, el chiquito tuvo la iniciativa de bañarse y cuando finalizo, miro a su padre con cara de pocos amigos. Evidentemente él esperaba que él reaccionara y lo sacara de la tina. Mientras tanto el contrario miraba la pantalla de su celular.
—Papá…
—Espera, estoy en algo.
—Papá…
—¡No molestes, Min! Papá está en algo, espera un momento.
Hecho un gruñido de mil demonios, sus deditos estaban como pasitas y el seguía insistiendo que esperara.
—¡Papá!
—¿Qué? —lo miro e inmediatamente capto los ojos furiosos de su hijo— Oh, lo lamento Min.
—Lo tuyo no es cuidarme, ¿verdad, papá?
—Ay es mejor que no le digas nada a tu madre o no será el perro quien duerma en la calle hoy.
Ambos rieron. Lo cubrió con la manta y lo cargo hasta su habitación, sin olvidar al Luka siguiéndole el paso.
—¿Te gustaría una hermana?
—Si —aplaudió— ¿piensan hacer una niña?
—Bueno, el término “hacer” no puede suceder entre nuestra relación, y lo sabes —él asintió nuevamente— La cosa es que, tu mamá acepto adoptar a una niña para que tuvieras compañía… Además de este perro endemoniado —torció la boca, en desagrado.
El chiquito golpeo su antebrazo.
—¿Será más pequeña que yo?
—Así es, entonces la cuidaras mucho, ¿de acuerdo? Confió en que serás el mejor hermano mayor del mundo.
—Así será, papá. Tú, mamá, tío KyungSoo, tío MinSeok, tío JongDae, la prima SunHee (hija de los anteriores), tío YiFan y SeHun hyung se sentirán tan orgullosos de mí.
ChanYeol sonrió torcido y le acaricio el cabello. Cuanto ama a su hijo, a su esposo y a la vida que el destino cruzo para que su vida diera un nuevo comienzo. Si él no hubiese decidido cruzar la frontera de su pasado, nada de lo que ahora le hacía feliz… Bueno, es mejor ni imaginarse lo que no paso y simplemente disfrutar lo que está pasando ahora. Eternamente.
O al menos hasta que ese molesto bloqueo mental no lo vuelva a atrofiar.