Me iré pero prometo que volveré y no dejare que nadie nunca vuelva a burlarse de mí, prometo que jamás dejare que me vuelvan a lastimar y jugar conmigo como si fuera un juguete.
Vi el sol que empezaba a asomarse por entre los edificios, me levante de la roca donde había estado sentada cerré los ojos y deje que los rayos del sol calentaran un poco la fría piel de mi rostro. Había estado sentada en ese lugar toda la fría noche pensando lo que debería hacer y ahora he tomado una decisión, no me vengare tan solo les hare ver la verdadera persona que soy y lo fuerte que puedo llegar a ser. Me subí a la motocicleta que estaba a mi lado, una Ducati streetfighter 848 color negra regalo de mi padre en mi cumpleaños 15.
Conduje por las calles hasta la preparatoria. Mido 1.75m soy delgada (más bien, flaca), cabello castaño largo, ojos grises debajo de los lentes. Cuando llegue las personas voltearon a verme al no reconocerme por llevar una chaqueta rojo quemado con un dragón en la espalda, pantalones y botas de motocross negras y un casco LS2 gris con un dragón en un costado color blanco el cual no me quite y seguí con él hasta llegar a la dirección donde entre para aceptar mi intercambio de un año a Estados Unidos para mi segundo año de preparatoria.
- Acepto el cambio- el director se sorprendió al verme entrar aun con el casco puesto, puedo jurar que él tampoco me reconoció.
- ¿Quién es usted?- y no me había equivocado- quítese el casco por favor.
- Lo siento, no quería que nadie me reconociera al entrar- dije mientras me quitaba el casco- se hubieran reído de mi y posiblemente me hubieran impedido el paso para que no los delatara, cosa que no hare.
La cara del director al verme fue de pura sorpresa, no todos los días ves al cerebrito, la nerd, antisocial, etcétera, vestida como si fuera a una competencia de motocross. Después de unos segundos que tomo para recuperarse de la sorpresa inicial, puso cara seria y me señalo la silla delante de su escritorio para que me sentara.
- ¿Estás segura de la decisión que tomaste?
Sonreí triste recordando la manera en la que se burlaron de mí y la noche que pase sentada en una roca aun con el frio que había y supe que era la decisión correcta.
- Estuve toda la noche sentada en una roca fría pensando en todo lo que había pasado y lo que debería de hacer y llegue a la conclusión de que lo mejor que podía hacer era cambiar, hacerme más fuerte físicamente para que no pudieran volver a burlarse de mí y me tuvieran respeto.
- Veo que estas decidida- se levanto a buscar unos papeles y me los entrego para que los firmara- hoy es tu último día te aconsejaría que fueras a darle la cara a todos para que no piensen que huiste.
Me levante y rodee el escritorio para abrazarlo, el había sido mi único amigo aquí si no me hubiera ayudado tanto me habría rendido el primer día.
- Gracias por todo- dije rompiendo el abrazo- nos vemos en un año y prometo que, como ahora, no me reconocerá.
- Eso espero, cuídate y no te pierdas intentando encontrarte.
Negué con la cabeza y salí de su oficina para dirigirme al salón donde mi primera clase para despedirme de la única profesora a la que le tenía aprecio por haberme ayudado en un par de ocasiones, quería despedirme y de paso que todos vieran que seguía de pie y que volvería.
Me detuve un momento fuera del salón para volver a colocarme el casco y tomar valor para enfrentar los recuerdos que se me golpearan apenas habrá esa puerta, respire profundamente dos veces para calmarme, abrí la puerta y entre sin permiso.
La profesora se llama Meredith es bajita (no pasa del 1.56) aunque con las tacones solo se ve unos centímetros más baja que yo, cabello largo negro, ojos café oscuro, esta algo rellenita y tiene un carácter de la chingada. Así que cuando entre sin permiso se dio la vuelta con la intención de sacarme del salón.
- Disculpe por la interrupción- dije antes de que empezara a decir nada- vengo a entregarle…- busque en mi bolsillo la hoja que decía que me trasladaba a Los Angeles-…esto.- Le tendí la hoja para que tomara y no tener que explicarle yo todo.
Todos estaban pendientes de mí y de la reacción de la maestra. Cuando termino de leer me miro con algo de tristeza, dejo el papel en su escritorio y me abrazo como yo hice con Pablo, el director.
- Quítate esa cosa que no te veré hasta tu último año.- Me quite el casco y vi y escuche las reacciones de sorpresa por parte de mis compañeros.- ¿Estás segura?
Gire un poco la cabeza para ver a toda la bola de idiotas y recordarme porque lo estaba haciendo.
- Muy segura- dije volteando a verla nuevamente- es necesario que yo aprenda unas cosas que solo haya me pueden enseñar.- Necesito reencontrarme con mi demonio personal, ese que me conto tanto tiempo controlar y que ahora lo necesito demasiado.
- Así que la nerd se va.- Deje el casco en el escritorio, me quite los lentes y me dirigí a Marco.
- Si así es, me voy. Volveré el último año, no puedo estar tanto tiempo alejada de ustedes mis queridos amigos-dije sarcástica. No dejaba de verlo a los ojos, mi padre siempre me dijo que tenía una mirada penetrante y que cuando me enojaba podía intimidar a muchas personas. Marco no aguanto ni un minuto cuando tuvo que apartar la mirada, ante esto sonreí como hace mucho no lo hacía.- No se preocupen no dije nada acerca de lo que paso y nadie hará nada eso se quedara entre ustedes y la chica imbécil que fui.
Me di la vuelta para irme pero un impulso hiso que me detuviera y volviera sobre mis pasos hasta quedar enfrente de Marco. Dos respiraciones. La di un puñetazo en la cara con mis nudillos que hiso que se callera de la silla algo noqueado. Se escucharon grititos de sorpresa y algunos de sus amigos se pararon para ayudarlo a levantarse.
- ¿Qué te pasa, loca?- Max me empujo un poco.
- ¿No hará nada maestra?- pregunto Alexa, novia de Marco.
Meredith y yo nos volteamos a ver y después de unos segundos ella asintió.
- Dije que esto se quedaba entre nosotros, ¿no es así Meredith?- ella solo asintió antes de irse a sentar en la silla que estaba a un lado de su escritorio.
- Todos siéntense que debemos continuar con la clase, y tu Ángel ya vete que no debes estar molestando en las clases.
Asentí, me puse mis lentes y agarre mi casco para irme a mi casa, pero antes de llegar a la puerta Gabriel me detuvo.
- No creas que te vas a salvar- dijo antes de levantar el brazo dispuesto a golpearme.
- Si tú la golpeas date por expulsado Gabriel.- Meredith lo amenazo sin siquiera voltear a verlo.
Gabriel me soltó y se fue a sentar a su lugar, yo me fui directo al estacionamiento por mi motocicleta. Cuando subí a la moto ya con mi casco puesto me entro el miedo que no tuve al enfrentarme a Marco y Gabriel y tuve que respirar profundo para calmarme y no terminar chocando camino a mi casa.
Después de una pequeña serie de respiraciones profundas, tome camino a mi casa para arreglar lo poco que llevaría, sé que cuando este haya él no me dejara usar lo que suelo usar y me ara usar ropa “elegante”.
Seis horas después ya tenía todo lo que me llevaría, lo que regalaría y lo que se quedaría en mi cuarto organizado, solo quedaba esperar por mi padre para que comprara mi boletó de avión y me dijera cual apartamento podía usar mientras estuviera en Los Angeles.
Mi padre llego pasadas las ocho de la noche aventando las llaves a la mesita que está al lado de la puerta, se quito los zapatos y el saco para estar más cómodo. Yo tampoco suelo usar zapatos cuando estoy en casa.
- Acepte un internado en Los Angeles- empecé a decir cuando el encendió la T.V para ver las noticias- en tu escritorio esta todo lo que necesito que firmes y autorices aparte del vuelo que debo de tomar. Me voy mañana.
- Te mandare diez mil dólares mensuales, si llegas a necesitar más me mandas un mensaje con la cantidad que requieras.- seguía sentado en el sillón sin verme pero yo sé que me está prestando su completa atención- ¿Cuánto tiempo te vas?
- Poco más de un año- respondí antes de sentarme junto a él para ver el resumen de los deportes, me gustan los deportes.
Mi padre y yo nos queríamos a nuestra manera nunca preguntamos porque hacemos algo solo ayudamos en lo que podemos y esperamos a que la otra persona esté lista para contarnos la historia detrás de la decisión que tomo, somos algo fríos y tercos pero también es cierto que somos muy apasionados y sinceros.
Nos levantamos, como era nuestra rutina, a las nueve treinta para cenar. Comíamos lo que hay en la alacena (somos buenos cocinando con poco) y después cada quien su fue a su cuarto a dormir o hacer alguna otra cosa.
Me dormí a eso de las once, nunca he podido dormirme temprano soy nocturna y menos me puedo dormir si estoy leyendo algo que me guste mucho como fue en este caso que estuve leyendo Nada de Janne Teller uno de mis libros favoritos.
A las seis de la mañana me levante para bañarme, al salir me puse una camisa negra, una chaqueta blanca, una corbata roja, unos jeans y botas negras. No solía vestirme de esa manera, yo suelo usar suéteres grandes y tenis Vans o Converse, pero es necesario usar lo que usaba en mi “época oscura”.
Cuando llegue a Los Angeles lo primero será contactar a Christian, después cortarme el cabello con un corte varonil y después vendrá todo lo de demás de mi imagen física para terminar en las carreras de motocicletas y una que otra pelea de exhibición… Sí, mi vida está por cambiar totalmente y no puedo esperar a volver para que puedan ver a la persona que he estado intentando ocultar durante mucho tiempo, pero me canse y es hora de que vean la verdadera persona dentro de esta muy convincente fachada.
Seis meses después…