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Maldita Llamada por Bubble Tea

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Notas del fanfic:

Mi pésame Kibummie, #StayStrongKibum

Notas del capitulo:

...

Maldita llamada.

 

Kibum sentía sus mejillas arder, realmente avergonzado por las bromas efectuadas por Jonghyun y Minho mientras Taemin intentaba limpiar un poco de la fresca crema de su rostro.

Lo más sutil que había escuchado por el mayor presente era que aquello de seguro era igual que la crema facial que el ‘contenido ‘ dubulge de su pareja podía otorgarle.

 

A pesar de estar algo incómodo por aquél tipo de bromas cuando su novio no se encontraba a su lado para mimarle y unirse a las risas, no podía evitar estar feliz al ser su cumpleaños y encontrarse rodeado de sus compañeros de banda, que eran más unos cercanos hermanos además de su manager que era como un tío severo pero que en aquellos momentos en los que no debían tener una faceta de idols perfectos; se unía a ellos. Lo único que no comprendía Kibum era  porqué su novio no estaba allí presente junto a otro de sus superiores que faltaba para hacer aquél festejo. Por un momento pensó en que Jinki habría olvidado su cumpleaños, pero estaba seguro de que era imposible cuando hasta las fans lo chillaban por todos lados.

 

Cuando eran entradas las dos de la madrugada, su novio llegó con un adorable peluche con forma de conejito y una caja de bombones, explicándole que su verdadero regalo se lo entregaría en Seúl. Algo se encontraba diferente en la sonrisa del mayor, pero supuso que era que estaba preocupado por haber sólo conseguido aquello en tan altas horas de la noche un día de semana.

Agradecido por el detalle, unió sus delgados labios con los tentadores del mayor en un casto beso mientras se aferraba a su cuerpo en búsqueda de aquél calorcito que solía invadir su cuerpo cuando su amado le mecía entre sus brazos.  No prestó atención a los demás que bromeaban antes de dejarles a solas, después de todo tenía un sensual obsequio que reclamar al ser su día.

Con delicadas caricias hizo el amor con su novio repetidas veces, saboreando aquél oculto cuerpo que sólo él se deleitaba completamente en la intimidad y suspiró contento amarrándose el poco cabello con una hebilla rosada con forma de fresa que poseía en su mesa de noche antes de sentarse en la cama, envolviéndose con las mantas y una risueña sonrisa al estar realmente satisfecho de cómo comenzaba su cumpleaños.

 

-Lamento no haber estado para el pastel, zorrito…-

 

-No te preocupes Jinx, en Corea tienes el de mi familia, oh y el que me ha preparado noona… Woohyun ha dicho algo de un fiesta… ¡Kibummie tendrá mucha comida, alcohol y obsequios!- Con un tierno aegyo el morocho observó a su acompañante antes de guiñarle un ojo.-Aunque he tenido el festín más delicioso ahora…-Sintió las manos de Jinki acariciar sus piernas bajo las mantas antes de sentarse a su lado y abrazarle por atrás mientras llenaba de besos su cuello, acción que le permitió al ladear un poco su rostro.-Hmm~  mimos para Kibummie~-Canturreó al tener algo de alcohol en sangre que le hacía estar un tanto más desinhibido de lo normal.

 

-Amor, antes me gustaría hablar contigo…- Junto a sus palabras su pareja se apartó de él para colocarse frente a él, cubriéndose apenas una de sus piernas y su hombría con la misma manta. El semblante serio que dibujaba el mayor hizo que un pequeño escalofrío recorriera su cuerpo, conocía demasiado bien al contrario para saber que algo sucedía.

 

De igual forma se imaginó lo peor, por lo que evitando sus rasgados orbes murmuró mientras su vista se clavaba en sus propias manos jugueteando con las finas sábanas.

 

-Hemos cumplido ocho años en julio como pareja, que me dejes el día de mi cumpleaños es de muy mal gusto… Nunca me has mirado así-Entre sus balbuceos escuchó un corto suspiro de su adorado líder que le abrazaba contra su cuerpo, haciéndole relajarse un poco al recostarse contra su formado cuerpo.

 

-No es eso mi peluchito… ¿Cómo dejaría a un zorrito tan bello?-No pudo evitar sonreír por las palabras del castaño y cerró sus ojos al sentir el beso que fue posicionado en su frente.-Pero.. La verdadera razón por la que no he estado allí contigo a las doce…-Notó cómo el mayor pensaba entre decir o no lo que sucedía, por lo que guardó silencio aferrándose un poco más a él mientras esperaba impaciente.-Sunbae me ha informado apenas ha recibido una llamada de tu padre, diciendo que… En… Ah…  Tu abuela ha fallecido Kibum, lo siento mucho…-

 

 

El tiempo se detuvo en aquél momento.

 

No tenía idea de qué más hablaba Jinki, tampoco le interesaba.

 

Sólo sentía sus manos aferrarse con mayor intensidad contra él, mientras su respiración se entrecortaba cada vez más y más despacio, torturándole su organismo que no parecía reaccionar.

 

Pensó en discutir y negarlo, pero sabía que era en vano intentarlo ya que su novio no jugaría con algo así.

 

No sabía cuánto más había pasado, pero su mente poco a poco se nubló mientras su piel se erizaba y sentía sus extremidades temblar cortamente antes de que una  solitaria lágrima se deslizara lentamente por su mejilla derecha, quemando su piel a su paso lentamente, obligándole a cerrar sus ojos cuando sintió los labios de Jinki besar su marcado pómulo para alivianar el dolor que acababa de sentir sobre su tersa piel, y  en pocos segundos, una descomunal cantidad de gotitas brotaba de su mirada mientras su corazón palpitaba lentamente en su interior, sintiendo un dolor inexplicable en su interior antes de que un corto gemido escapara de sus labios entre sollozos.

 

Kibum se negaba a demostrarse extremadamente débil frente a los demás si no era su familia o su pareja, pero cuando sintió los brazos de tres personas más apegarse a él y a Jinki no se negó mientras el resto del grupo le llenaba de mimos susurrándole palabras de ánimos mientras él se negaba a siquiera abrir sus ojos, perdiendo el conocimiento un rato después.

 

Todos sabían ya que él solía llorar fácilmente, en especial si se trataba de un tema tan sensible como el de sus más allegados pero para su suerte nadie comentó nada en la mañana siguiente, luego de que Onew tuviese que cargarlo al baño para obligarle a ducharse antes de tomar el siguiente vuelo para regresar a su país.

 

Durante el desayuno, que rechazó al sentirse completamente vulnerable con el simple olor a comida, se atrevió a calmar sus lágrimas para llamar a su madre, quién le explicó la situación y cómo había sucedido aquello durante el día de su cumpleaños.

 

Junto a su pésame el manager más cercano a él le anunció que no debería trabajar para atender sus razones personales apenas llegasen a su país, además de afirmarle que se encargarían de que la prensa no se enterase, a lo que la diva de SHINee agradeció honestamente.


Luego de unos cuantos besos de Jinki, unas gotas para los ojos y varias capas de su adorada BB Cream , Kibum se observó en el espejo del gran lobby del hotel, antes de voltear hacia sus compañeros que le veían con una notable tristeza en su mirada.

 

-Sólo quiero pedir, como le he dicho a manager, que estaré poco tiempo inactivo. Y no quiero ver más pena en sus miradas cuando me observan ¿comprendido? – Sintiéndose fuerte, se paró de manera erguida frente a los demás, que asintieron con una sonrisa algo perplejos de cómo actuar, por lo que jaló a su líder hacia el taxi que les llevaría a todos al aeropuerto y suspiró subiéndose al vehículo mientras se  acomodaba las gafas de vista.

 

 

Dentro del avión, durante el corto viaje se rehusó a hacer más que recostarse contra el palpitante corazón de su pareja que acariciaba sus cabellos mientras le susurraba dulces tonterías al oído para distraerle, hecho que le agradecía de sobremanera.  Minutos antes de que les anunciasen sobre le descenso, Jinki le obligó a apartarse y sonrió antes de estirar su mano.

 

-Bummie bu, entrégame tu teléfono…-

 

-¿Para qué lo quieres yonggam? ¿Pondrás una tierna selca de ti de fondo otra vez?- Inquirió el morocho a la par que buscaba el aparato que se encontraba apagado en su bolsillo y se lo daba sin dudarlo.

 

-N…No. Yo… Deseaba dártelo en Corea pero  creo que ahora es mucho mejor…- Su líder le veía fijamente antes de susurrarle para que sólo él le escuchase.-Sé que eres fuerte, y que te permitirás llorar de nuevo cuando nosotros no estemos contigo y tus padres te deseen unos dulces sueños en la noche. Pero quiero que recuerdes algo sobre ella: a pesar del unido vínculo y lo dependiente que eras de ella, siempre te educó para que seas un hombre feliz orgulloso de lo que es y que sepa disfrutar la vida. No estará feliz viéndote desde su nube de azúcar sufrir porque a ella le ha llegado la hora de descansar, y protegerte desde allí… Debes desahogarte ahora completamente, y luego seguir adelante no sólo por ti, por tu familia, por mí, por los chicos, por las fans, por tu trabajo… Sino por ella. Hazla sentirse aún más honrada del fantástico y perfecto nieto que ha tenido. Tal vez es especial que te dejara el día de tu cumpleaños, ya que sabes que festejará cada año junto a su preciado príncipe desde lo lejos, realmente emocionada junto a ti en tu día más feliz… Nunca dejes de sonreír mi vida, siempre me tendrás a mí a tu lado y a ella en el cielo por lo que jamás estarás solo. - Al concluir, Jinki abrió una caja algo grande regalo dónde dos modelos del último iPhone descansaban en sus relucientes y brillantes carcasas de colores. Claramente uno era para él y otro para el mayor. Su novio sabía cómo adoraba compartir objetos, en especial si las fans intentaban adivinar si eran realmente cosas de pareja o no. Era su juego secreto, uno que incluso su adorada abuela a veces jugaba con ayuda de su madre con las fotografías en internet o que él mismo les enviaba.

 

Sintió un sonrojo invadir sus mejillas mientras le dedicaba una tierna sonrisa al mayor, sus palabras eran muy ciertas y le hacían ver que debía ser fuerte y salir adelante; por lo que aceptó el obsequio, tomando el plateado y blanco para dejarle el dorado a su novio y se inclinó para besar sus labios rápidamente sin ser descubiertos antes de murmurar un cálido “gracias”.

 

 

La última llamada que había hecho desde su propio teléfono era la maldita puerta que le trajo a la realidad al hablar con su madre  en la mañana, pero ahora tomaría el nuevo objeto para la siguiente etapa en la que sería un adulto; sensible y de blando corazón como siempre, pero lo suficiente maduro para llevar a cabo las cosas como debía ser.

 

 

-¡Yah! ¿Por qué la nube es de azúcar?-  Inquirió al repasar las palabras de su pareja una y otra vez en su mente.

 

-Es que tengo hambre…-

 

Una corta risa escapó de sus labios al ver los tiernos pucheros que dibujaba el mayor, y jaló apenas su mejilla al sentirse realmente agradecido de tenerlo a su lado, su fiel pilar que le ayudaría en aquél momento tan duro para él.

 

Porque en el 2006 había estado en su fiesta de cumpleaños improvisada cuando su madre y abuela de sorpresa llevaron bocadillos a Seúl para todos los trainees.

 

Porque en el 2007 había estado a su lado firmemente cuando le presentó frente a sus padres como su relación, saliendo del clóset aunque sus padres no se sorprendieron por aquello. (su adorada ahjumma sabía desde el primer momento)

 

Porque a partir del 2008 cada año había sido diferente, pero siempre había tenido a “ Onew”  a su lado durante el día y a Jinki con sus protectores brazos en la noche…

 

Y eso jamás cambiaría.

Notas finales:

Me ha dolido mucho lo que ha pasado, todos sabemos lo unido que era con su abuela u-u mi más sentido pésame Kibum. Admiro tu fortaleza hoy más que nunca.


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